Xavi Galindo es un panadero que viajó por primera vez a Gambia hace 20 años como cooperante; actividad que repitió, por unos meses cada año, durante un total de 12; periodo en el que se fue armando de compasión ante las extremas necesidades de sus habitantes, especialmente de los niños, muchos de ellos desnutridos y enfermos. En 2010 decidió comprometerse totalmente, dejar el trabajo e irse a vivir con ellos, sin luz ni agua corriente. Les enseñó a construir pozos de agua y huertos.

Conocedor de la Artemisia annua para ayudar a curar la Malaria, decidió empezar un cultivo de esta planta, a pesar de no tener autorización para ello, sanando así a miles de personas contagiadas por esta enfermedad. A las autoridades gambianas no les gustó la labor de este “intruso” y fue amenazado, perseguido y retenido varios meses por estas “prácticas ilegales”.

Los militares le arrasaron los cultivos y la propia policía le animaba a abandonar el país por el peligro que estaba corriendo, pero él persistía en el intento. Hasta que tuvo la suerte de curar al hijo de dos Imanes, los cuales intercedieron ante el presidente de Gambia para que no fuera encarcelado por dedicarse a curar sin permiso sanitario. A partir de ahí, se le empezaron a abrir algunas puertas.

El resultado de esa tenacidad y entusiasmo se traduce en miles y miles de sanaciones que siguen en aumento, en centenares de pozos y huertos que ha enseñado a construir, en los centros de salud y colegios que ha puesto en marcha, así como los numerosos médicos, voluntarios, donantes, etc. que acuden a su llamada de auxilio para estas personas tan necesitadas.

La ONG Cultivant Vida es la entidad que gestiona la labor de Xavi Galindo y la Asociación Dulce Revolución colabora con sus proyectos, ofreciendo semillas y aportaciones económicas.

Más información: http://cultivantvida.org/