Aunque pueda parecer vergonzoso, también tenemos que luchar para que nuestros niños estén bien alimentados en los comedores escolares, para orientarlos hacia el cuidado de su salud. Optar por un servicio de cátering económico entregado al mejor postor, sin que prime la calidad nutricional de los alimentos, la huella ecológica o la economía local, es sinónimo de mediocridad administrativa. Aunque hay mucho trabajo por hacer, van en aumento los municipios que se mueven en el sentido correcto, como Zaragoza que es la primera ciudad en sumarse a la Declaración “Dieta sana, planeta sano” de Greenpeace: https://goo.gl/Uen7jJ o el colegio público de Atxondo en Vizcaya, que en mayo de este año, realizó un plante reivindicativo al comedor escolar de una semana, durante la cual, algunos padres se encargaron de ofrecer un menú con productos locales, para reclamar la calidad, el ahorro, la salud ambiental y la inversión en el territorio:

40.388 euros a la semana revertirían en la zona si los colegios elaboraran la comida

Cocinas y huertos ecológicos en los colegios, son dos pilares fundamentales para aprender lo esencial sobre salud alimentaria, base indispensable para una vida saludable