Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es María, tengo 64 años (junio 2020) y vivo en Madrid. Soy una persona que goza de buena salud. Nunca he estado enferma, pero un día apareció asma, me tenía que parar cuando iba al parque a caminar con unos pitos tremendos, me ahogaba.
Fui al especialista y también a un alergólogo, ya que mi hija tenía un gato y pensé que pudiera ser alérgica. El especialista me hace unas pruebas donde tenía que respirar una cosa que me iba cerrando los bronquios. Me dijo “cuando veas que ya no puedes respirar paras”. A continuación, me dijo de hacerlo en otro aparato y en un segundo me dice, pues sí, eres asmática y esto es de por vida. Me empezó a recetar varias cosas, entre ellas cortisona. Me dijo que comprase un inhalador que vendían allí para hacer inhalaciones diarias. La escuché y le dije que no iba a hacer nada de lo que me decía, si yo le hago respirar lo mismo y le cierro los bronquios, ella da asmática también y allí deje las recetas.
Me puse en contacto con Dulce revolución y comencé a tomar Perilla (3 infusiones al día y, a medida que mejoraba, fui reduciendo a dos y a una hasta que ya no tomé ninguna). Mientras me hice las pruebas alérgicas y hubo una que dio positivo y era alergia al anisakis. Me dijeron que no podía comer pescado, a menos que estuviese congelado y así lo hice.
En quince días tomando Perilla y habiendo dejado el pescado, mi asma casi ya no estaba. En menos de un mes había desaparecido por completo y nunca más. Ahora solo tomo alguna infusión en primavera cuando empiezo a estornudar, por si fuese alergia.