Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Vanessa, tengo 44 años (noviembre 2023) y vivo en Barcelona. Tengo un diagnóstico de autismo asperger y debido a esa condición, soy más propensa a infecciones, en mi caso, de orina.
Me encanta nadar y voy a la piscina cada día, desde hace años, pero esto me trae muchos problemas de infecciones de orina. He estado años luchando contra infecciones con muchos productos de farmacia, pero me destruía la flora vaginal y era un desastre. Probé mil cosas. También productos naturales, pero el día que descubrí el CDS fue un antes y un después radical. Lo aplico externamente con una toallita de las de bebé después de volver de la piscina y no falla. Pongo 10 gotas de CDS en la toallita y me lo aplico en la vulva. No he vuelto a tener infecciones de orina.
Ha sido un grandísimo alivio. Llevo 3 años usándolo cada día y lo voy a seguir haciendo. Ha mejorado mi calidad de vida y mis ganas de hacer actividades en agua sin miedo.
Mi nombre es Juan Manuel, tengo 56 años (agosto 2023) y vivo en Benabarre (Huesca). Arreglando el huerto me entró un poco de tierra en el ojo. Fui al médico y me dijo que no tenía nada dentro, sólo era la infección. Agradezco mucho la atención médica, hay veces que no hay otra opción.
Consulté el protocolo oftalmológico en el libro “Salud prohibida” de Andreas Kalcker y me preparé CDS + DMSO (25%) + agua de mar (él utiliza suero fisiológico salino, pero yo utilicé agua de mar porque era lo que tenía en casa). Esta mezcla sólo la utilicé los dos primeros días con una dosis de unas 2 gotas 3 veces al día (en el libro la dosis es mayor).
Durante los 8 días siguientes me puse en el ojo agua de mar con DMSO al 25 % (ya preparado para usarlo): una gota por la mañana y otra por la noche. Alguna vez me puse dos. Noté más mejoría cuando utilicé el preparado que compré ya hecho (sin CDS).
Costó un poco recuperar completamente el ojo, pero ya lo tengo bien y no me pongo nada.
El DMSO es un producto delicado, mejor informarse antes de usarlo. El ojo también es un lugar delicado, estas gotas escuecen cuando las echas. No tengo ningún otro problema de salud, no tomo pastillas ni nada que pudiera hacer reacción con los productos que utilicé.
Mi nombre es Beatriz, tengo 64 años (abril 2020), soy enfermera en activo y vivo en Olite (Navarra).
Conozco este medicamento (MMS) hace aproximadamente 12 años a través de una amiga que lleva tomando todos estos años y está viva gracias a él (tenía un cáncer de hígado).
En casa hemos tomado para curar amigdalitis, infecciones bucales, para implantes dentales, catarros …
Siempre tenemos un frasco en casa, me da mucha confianza.
Apoyo totalmente el tratamiento en esta pandemia que está padeciendo la humanidad. Estoy a favor y creo que se está perdiendo mucho tiempo por tanto prejuicio.
Mi nombre es Carlos, tengo 50 años (abril 2020), soy taxista y vivo en Escocia. Llevo utilizando clorito de sodio activado (CDS) desde hace 6 años. Inicialmente con el protocolo de desparasitación para el autismo donde mi hija donde logramos sacar gran cantidad de parásitos y una recuperación parcial de ella.
Mi experiencia con el clorito de sodio sin activar ha sido muy buena también y doy fe de que funciona y es muy efectivo. Todo depende de los niveles de ácido que tengas en el estómago, pero es fantástico.
También lo usamos en la familia para cuando hay algún virus de gripe o constipado. En 2 días con reposo y tomas conscientes se pasan los síntomas y la enfermedad.
Para las anginas hago gárgaras cada 6 horas y seca la infección en 3 días.
Yo lo uso para desinfección de boca, mal aliento. Por las noches (ahora, diariamente, con este tema del Covid19) activo 10 gotas de clorito de sodio y 10 gotas de ácido clorhídrico, le pongo un chorrito de agua y lo dejo en la habitación para limpiar la atmósfera.
Ahora vivimos en Escocia y, como prevención para este el coronavirus, yo lo estoy tomando a diario. Hago la desinfección con el spray de manos a los zapatos al entrar en casa, pongo en los radiadores la mezcla activada para humedecer el ambiente y limpiar la casa.
Ayer mismo le puse en los labios y paladar de mi hija que se muerde al comer. Hoy amaneció mucho mejor y comió sin ninguna molestia.
A nosotros NO nos falta en el botiquín. Eso sí también es importante no comernos la cabeza con tanta información que nos afecte y nos deprima.
Gracias por la difusión y vuestra fuerza.
Mi nombre es Antonio, tengo 60 años (abril 2020), pintor artístico (ahora pensionista) y vivo en Valencia (España).
Llevo años tomando el MMS, cuando comienzo un proceso gripal, y los “Antibióticos Naturales” llegan tarde, recurro al MMS, con el Protocolo 1000. Y me liquido una gripe, en un día o dos.
También lo utilizo para todo lo que me pueda ayudar en mi salud bucal, dermatológica y otras muchas utilidades que tiene...
También hice un periodo de limpieza de mi organismo de 21 días seguidos, con el Protocolo 1000, con la intención de eliminar cualquier bacteria, virus o patógeno. No daña mis células, y confío plenamente, en el MMS, tengo plena fe.
Me he informado y documentado mucho al respecto, antes de juzgar y difamar al MMS y a sus investigadores y defensores, los cuales, merecen todo mi respeto por su VALENTÍA, y dedicación, en defensa de la verdad, ya que no tienen ningún beneficio económico por defenderlo. Lo hacen por el bien de la humanidad.
No creo en la segunda gran industria del planeta, que son, las farmacéuticas, los fármacos, vacunas y antibióticos de las farmaMAFIAs, por sus efectos secundarios y los daños mortales de millones de personas que mueren al año.
Mi nombre es Carmen, tengo 53 años (abril 2020), soy arquitecta sensorial, regenerativa y biológica y vivo en el Maresme (Barcelona). Quiero aportar mi experiencia durante 4 años, consumiendo la maravillosa substancia MMS, con éxito.
Vengo de una familia que ha tenido, desde siempre, contacto con la tierra, conocimientos tradicionales con remedios naturales, hábitos saludables.
Hace 4 años tuve una baja de defensas debido al estrés que afectó a mi sistema inmunológico. La glándula timo se debilitó y empecé a ser más vulnerable a las infecciones. Fue entonces cuando, por mi cuenta investigué, por proximidad, las investigaciones de Dolça Revolució y Andreas Kalcker, que merecen toda mi confianza. Valoré la posibilidad de la ingesta del MMS, empezando por el protocolo 1000.
En poco tiempo me recuperé con total éxito, de manera que lo he utilizado para varias dolencias: dolor de muelas, limpieza bucal, heridas, y como desinfectante en la casa y la limpieza de alimentos frescos. Lo tomamos toda la familia. Tengo dos hijos, uno de 9 años y una hija de 28 años que trabaja en emergencias sanitarias.
En estos momentos de incertidumbre y conscientes de la evidencia de un sistema fraudulento, tóxico en todos los aspectos y que no cuida a la población, nos invita a retomar la autosuficiencia, el conocimiento de los antiguos, y prevenir nuestra salud de manera natural y saludable.
Recomiendo con toda seguridad el MMS para todas las personas, hospitales, escuelas, restaurantes, comercios. Mi hija mayor está en contacto directo diario con todo tipo de infecciones. Ella usa MMS a nivel interno y externo y nunca la hemos vacunado, sigue sus precauciones sanitarias. Vivimos sin Miedo.
Mi agradecimiento y apoyo incondicional a Dolça Revolució y en especial a Josep Pàmies por velar con respeto y compromiso la salud de las personas y la tierra, por mantener el conocimiento y la sabiduría de su linaje y ancestros en beneficio de la humanidad.
Mi nombre es Cristina, tengo 44 años (mayo 2020) y vivo en Cornellà (Barcelona). A mis 7 años de edad, me llevaron de urgencias, diagnóstico: “cólico renal, por arenilla”. De nuevo, este dolor se hizo presente en mi adolescencia, aunque con tratamiento natural “rompe-piedras”, desaparecía. A mis 17 años de edad, por decisión propia me realicé una reducción de pecho ya que las dimensiones de las mamas me dejaban sin respiración cuando tocaba el piano…
Es curioso, en los meses que se consideran de lactancia no tomé leche materna, un matriarcado en la familia, reducción de pechos…. ahí queda…
Un 14 de febrero del 2018, mi cuerpo siente malestar al miccionar, mmmm…. había iniciado una relación de pareja y aunque el joven era una amistad de la infancia… estaríamos hablando de una infección de orina…
Inicié tratamiento de cápsulas vegetales de “arándano rojo” de Nature Essential y, transcurridos unos quince días, orinaba sangre… y ¿ahora qué?, venga va, quedan unas cápsulas más, seguro que al acabarlas el sangrado remite, aunque no fue así…
En paralelo, la relación con la familia, había llegado al límite, sintiendo una rabia, odio, asco que me ahogaban… y así sin más, el 9 de marzo de 2018, la vida me lleva a cambiar de residencia, de Cornellá (Barcelona), marché a Calonge (Girona), con un nuevo trabajo. Mientras transcurría la adaptación laboral, que sinceramente era otra de las áreas de mi vida que se desmoronaba… sentía miedo, un miedo que me confrontaba:
“Aquí, en un lugar que desconozco, sin apoyo familiar, nadie en quién confiar, la relación de pareja resulta no hablar mi idioma, una “medicina” que pensar en ella me entraba de todo menos salud, literal orino sangre, presento taquicardias y para recuperar energía, he de parar interiormente, entrar en serenidad y respirar, respirar, respirar…”
Dado que el sangrado no remitía, a través de E.A., y a nivel privado, me visita la Dra. C. R.
El sistema público de “salud” se presentaba como mi mayor desafío en esta vivencia… jugándole un pulso en todo momento a mi convicción interior, basada en la medicina que me trasmitieron mis abuelos… y mi poder de decisión.
Continuaba trabajando y el 31/05/2018 el diagnóstico:
“Riñón izquierdo globuloso, de medidas aumentadas, con una extensa cicatriz parenquimatosa en el tercio superior, y un gran saco hidronefrótico crónico a calzos superiores de 7,7 cm, así como dos grandes litiasis obstructivas de 21 y 15 mm.”
El primer urólogo de la privada, argumentó que se trataba de una litiasis encastrada de años de evolución, que se había partido en dos y al querer descender había producido una fisura/cicatriz y con ello el sangrado.
Me comenta el facultativo que el tercio superior del riñón está necrosado y no funcionará jamás.
Proponen como intervención inicial, drenaje, Ureteroscopia y posterior tratamiento farmacológico… que sólo pensarlo muero en el intento… y a partir de aquí, según evolución, continuarían valorando…
Recuerdo un miedo, una fobia que me engullían… acompañado de… tiene que haber otro camino…sé que sí… y de la siguiente forma inicié la toma de:
Cada día 2 infusiones de “mezcla para la anemia”, hasta restablecer la deficiencia de hierro.
Toma durante el día y cuando quisiese, de la “mezcla isotónica de agua de mar” (1 parte de agua de mar + 3 partes de agua mineral + el zumo de un limón). Hoy, aún lo tomo!!!
Tratamiento para las litiasis/piedras:
2-3 infusiones de “Lepidio” durante 10 días, después continuar con 2-3 infusiones de mezcla de cólicos (10 días más).
Al finalizar éstas, tomé 2 infusiones al día de “Artemisa Annua”, durante veinte días.
“Batido de remolacha, manzana dulce, zanahoria, perejil, alga dulce, agua de mar”, dos al día, hasta restablecer deficiencia de hierro..
“Stimul'im” , 3 capsulas al día con las comidas, un bote de 60 cápsulas.
“Hierro más Vitaminas Floradix”, dos veces al día 10 ml media hora antes del desayuno y de la cena. Tomé tres frascos de 500ml, cada uno.
Infusión de "Vara de Oro”.
Jarabe/preparado de "Hierbas Suecas” de Maria Treben.
Doy fe que, en la primera infusión de Lepidio, remitió un cuadro febril que pujaba con fuerza… además, el dolor intercostal izquierdo… Qué alivio y gratitud sentí por ese instante… aunque la situación requería de atención inmediata.
El 12/07/2018 solicité la baja laboral, ya que la semana anterior, literal, no podía dar dos pasos desfallecía, rentabilizaba energía a través de mi respiración, era un encuentro entre dosis débiles de oxígeno y los límites de perder la conciencia…
Me encontraba sin fuerzas, era incapaz de batir un huevo… suerte que cerca de casa había una rosticería, cuya calidad-precio velaron por mi nutrición, bendito dinero que trabajó por mí!!!
A primera hora de la mañana, del día 12, me realizaron una analítica de sangre y otra de orina. A las 15:00h., me llamaron por teléfono del Hospital General de Palamós para ingresar urgentemente, me estaban esperando con todo preparado, porque a nivel clínico precisaba transfusión de sangre y hierro en vena.
Tumbada en el sofá, sentía una fobia atroz y unas taquicardias, que el corazón parecía salirse de mi cuerpo al pensar que podían venir los cuerpos de seguridad, bomberos… por el hecho de ir a contracorriente del sistema familiar, laboral y de salud.
Con mi vida en riesgo y una situación donde la única fuente de protección venía de mí, sentía la convicción de ofrecerme la oportunidad e intentar restablecer mi salud a través de la medicina tradicional, en caso de que no funcionase, siempre podía recurrir a la medicina convencional.
Sabía que llevaba 5 meses orinando litros de sangre y desde la humildad y respeto que siento en todo momento ante la vida, acogí hacer frente a la incertidumbre, que adora la interrogación, la duda... impulsándome a seguir lo que mi corazón y razón conversaban: Oponerme en tres ocasiones al ingreso, descansar, recuperar la pérdida de hierro con alimentación, suplemento orgánico y tratar mi dolencia renal con terapia/s no invasiva.
A toda esta situación, me sobrevenían unos dolores de cabeza de locura, sentía presión intracraneal y del cerebelo, hasta desencadenar en hemorragia nasal.
La “doctora” de cabecera se mostró en desacuerdo frente la decisión de no ingresar y bajo mi responsabilidad, solicité un control de analíticas quincenales.
Trascurridas las dos semanas, me presenté en consulta y en un primer momento la facultativa creyó equivocarse de expediente. Afortunadamente, los parámetros de análisis clínico que presentaban una notable mejora, eran míos.
No me hacía ni pizca de gracia que perfundieran mi brazo, pero continué realizándome análisis, todos ellos con éxito, hasta lograr restablecer por completo los parámetros de hierro, entre otros.
En paralelo, combinaba una alimentación rica en hierro y terapia de Par Biomagnético, ambas mitigaron malestar, aunque las piedras continuaban presentes.
Me cuestionaba… ¿estaré en un error? Siempre tenía la opción de llevar a cabo el Plan “B”.
El 06/06/2019 recibo el alta médica del Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM), con visita en urología el 11/06/2019 para programar drenaje, urestoscopia. No hay que estudiar mucho, para ver que la “doctora” presenta falta de vocación y/o sentido común médico.
Del mismo modo, su manera de hacer, estar y sentir, carece de buen trato: no mantiene contacto visual cuando verbalicé: ¿me va a dar el alta médica con un órgano vital en riesgo? “Cualquier reclamación en el mostrador”, esa fue su respuesta, a la que sumé, “Ha estudiado para velar por la salud de las personas, porque está cometiendo una negligencia médica”, de nuevo respondió, “cualquier reclamación, al mostrador”.
Realicé la reclamación y como era de esperar, denegada, claramente una actuación economicista.
Un Terapeuta del barrio de Sants (Barcelona), con dos - tres sesiones de Ajuste Biomagnético, dio fin a las dos piedras, así lo mostraba la ecografía del 31/10/2019, día de comer castañas, boniatos y “panellets”.
Un día de CELEBRACIÓN!!!!
La alegría para ambos, el conjunto de profesionales y amigos, era y es indescriptible.
Hasta llegar aquí y a través del servicio público y privado de salud, fueron varias las pruebas de radiodiagnóstico por imagen que decidí realizarme (TAC sin contraste y ecografía).
Destacar que el “urólogo” de salud pública, aparte de carecer de empatía, cuestionar visitarme, omitir los resultados del informe y con ello, la mejora que presenta mi riñón, continúa a día de hoy, insistiendo en realizarme un renograma y drenaje.
En la actualidad, continúo fortaleciendo mi salud, según me oriente la experiencia y la consciencia del cuerpo de la piel hacia dentro.
Me llamo José Ángel, tengo 49 años (octubre 2017) y vivo en El Escorial (Madrid). Quería compartir que mi experiencia con el MMS es positiva en cuanto a varios tipos de dolencias:
1º- Me curé una gingivitis con la que llevaba varios años usando diferentes productos bucales y que no me hacían nada. Dos días consecutivos de enjuagues con MMS y al tercero ya estaba mucho mejor. En una semana me cepillaba los dientes con cerdas duras cuanto antes esto era imposible. Las encías dejaron de sangrar. La dosis fue: 5 gotas activadas en una taza pequeña de agua.
2º- Lo mismo con infección de muela con flemón. Quería evitar el antibiótico y realicé enjuagues en la zona con MMS bastante concentrado (poca agua) y con unas gotas de DMSO (Dimetil Sulfóxido) para ayudar a su penetración. Decir que el flemón se fue por donde vino. La dosis fue: 5 gotas activadas, ponía poca agua y luego añadía 5 gotas de DMSO para que penetrara bien en la encía. Lo aplicaba casi puro, hacía enjuagues en el lado de la dolencia.
3º- Infección intestinal severa. Mi familia una semana con fiebres. Yo que me lo empecé a tomar al tener síntomas, pasé la noche con fiebre leve y a la mañana después de dolores estomacales y evacuar, fui directo a desayunar sin síntomas y ahí terminó. La dosis fue: 8 gotas activadas al día. Tomaba 1 gota activada cada hora, durante 8 horas. Fue “milagroso”.
4º- Decir que contra la micosis o pie de atleta no me ha funcionado.
La verdad es que aunque se ha “demonizado” este producto, a mí siempre me ha ido bien y nunca he tenido efectos secundarios ni extraños.
Mi nombre es Mari Carmen, tengo 72 años (septiembre 2017) y vivo en San Carles de la Ràpita (Tarragona). Mi esposo Rufino Molina, de 72 años, enfermo de demencia con cuerpos de Lewy (14 años padeciéndola), a principios del mes de agosto pasado, después de ir a urgencias, por una infección de orina, hematuria, (mi marido era portador de sonda vesical) se le practicó un cultivo. Posteriormente fui visitada por el PADES geriátrico (Programa de atención domiciliaria y equipos de soporte) y se me comunicó que mi marido tenía bacteremia, que tenía infección en los pulmones y en el oído.
El diagnóstico era que en pocos días se declararía una sepsis y se le ingresaría en el hospital, en cuidados paliativos para terminales, hasta su fallecimiento. Añadieron que ya no había antibiótico que lo curara y un coctel de varios antibióticos, tampoco lo resistiría. Entonces me acordé del MMS que ya se lo había dado en una ocasión con buenos resultados.
Había un problema. Debido a la demencia que tiene mi marido, al tomar el MMS anteriormente, llegó un momento que lo escupía por su sabor, entonces un colaborador de la Dulce Revolución, me recomendó que se lo diera sin activar, añadiéndole una cucharadita muy pequeña de azúcar blanco en un vaso con zumo de manzana natural sin azúcar. La dosis era: 5 gotas (sin activar) 3 veces al día, reforzando el preparado con 5 gotas de DMSO.
Puedo decir que mi marido, para asombro de los médicos, (que me han preguntado qué he hecho y han tomado notas de ello) se ha curado. Durante 14 años ha tomado un sinfín de pastillas para muchas cosas, pues estaba muy mal. Hoy sólo toma la pastilla de la hipertensión, pues todas las demás se las he retirado.
También le retiré la sonda y, para que empezara a miccionar, le empecé a dar una cucharada mediana de aceite de cannabis. UN ÉXITO TOTAL. Vuelve a miccionar por él mismo, caminar e incluso baila, torpemente, pero baila. Hoy por hoy, sólo toma una cucharadita pequeña de aceite de cannabis y, como dije antes, la pastilla de la hipertensión. Estamos muy agradecidos.
Mi nombre es Elizabeth, tengo 39 años (agosto 2017) soy argentina, pero vivo en Barcelona. Hace unos diez años empecé con fuertes picores en la zona vaginal. Cada vez que acudía al médico me llenaban de antibióticos, de cremas y óvulos.
El diagnóstico: cándidas, hongos, infección urinaria. Muchas veces lloraba del ardor y picor que tenía, no podía dormir. Hace dos años, ya cansada de volver al médico y que me diera antibióticos (ese año ya había tenido que ir al médico dos veces por lo mismo), decidí empezar a buscar información por mí misma. Contacté con una naturista en Barcelona y ella me recomendó el MMS.
Empecé un tratamiento muy estricto durante 3 meses. Tomaba tres gotas activas unas 6 veces al día. Unas me las tomaba en casa y otras las preparaba en una botella de agua y me las llevaba al trabajo. Fue bastante duro, ya que al matar tantos patógenos en mi cuerpo éste empezó a reaccionar y tuve efectos de curación fuertes. Así y todo, no lo dejé de tomar. Desde ese momento, no volví a una consulta sobre el mismo tema. Deje de sufrir por picores, flujo fuerte y ardor al orinar.
Lo volví a comprar y lo tengo en mi nevera. Lo usé hace poco para una muela que me empezó a doler. Seguí el protocolo que encontré en internet. A parte de ponerme las gotas en la boca, activé 10 y me iba lavando los dientes durante el día. Me curé.
Me llamo Rodrigo, tengo 38 años (marzo 2017) y vivo en Sierra de Gata (Extremadura).
Compré el MMS en México. Viví allí por un tiempo y no fue difícil encontrarlo.
El problema que tuve era una infección de sangre por Stafilococus aereus. Estuve durante 9 meses sufriendo heridas infectadas y muy dolorosas cuando se hinchaban. Comenzaban como un granito o rasguño enrojecido y se iban hinchando cada vez más. Era tremendamente doloroso.
Me hice un análisis de sangre y me confirmaron que era stafilococus aereus. Consulté un par de médicos y me dijeron que tenía que tomar antibióticos de los más potentes, pero que no podían asegurar eliminar la bacteria. Decidí no tomar ningún antibiótico, ya que nunca tomo medicamentos.
Trataba las heridas con propóleo y sanaban, pero después de unas semanas se producía otra. Se me enrojecía toda la pierna o brazo. Era un tema grave.
Yo ya había oído hablar del MMS y decidí consultar. Me dijeron que con seguridad me podía ayudar y así fue. Estuve tomando MMS durante 30 días: 20 gotas de jugo de limón y 100 de Clorito de Sodio. Dejaba que reaccionase, se pone de color verdoso. (3 veces al día).
Al acabar el mes dejé de tomarlo y nunca he vuelto a tener problemas de este tipo. También me desapareció un herpes que llevaba dos años tratando de quitarme sin éxito.
Me llamo María Aguirre, tengo 47 años (junio 2017), soy licenciada en historia del arte y vivo en Madrid. Uno de mis gatos apareció un día mal, sin querer comer y cojo de las patas traseras. Le vi un enorme bulto en la parte del lomo cerca de la cola, ésta estaba muy inflamada y los testículos enormes y muy enrojecidos. Le alimento y le inyecto agua de mar unos días porque no quiere comer nada. Le doy la siguiente dosis: 2 ml de CDS diluidos en 50 ml de agua.
Esto se lo voy dando con una jeringuilla en diferentes tomas durante el día. Unos días más tarde se le revientan la piel de todas las zonas inflamadas, sale cantidades de pus y porquería, empieza a comer como él lo hace habitualmente y quiere hacer una vida normal aunque no le dejo y le tengo que tener en cautiverio. Dos días más tarde la piel se está cerrando y las heridas (si se puede llamar así) están limpias. En ningún momento ha tenido ni dolor ni fiebre.
Unos días más tarde se escapa y vuelve con las heridas llenas de gusanos. Consigo quitárselos todos con trementina y, por la posible toxicidad de tanta trementina en un gato, le inyecto mucha agua de mar. Continúo dándole CDS, en 2 días las heridas se han cerrado a la mitad y la carne en el rabo le está creciendo.
20 días más tarde las heridas están casi cerradas y limpias.
Me llamo Silvia y quiero explicar la experiencia que hemos tenido con el Lepidium Latifolium. Hace tres años mi marido tuvo el primer ataque de piedras en el riñón. Estuvo más de diez días para expulsar a las piedras, y el médico de cabecera sólo le daba antiespasmódicos y analgésicos. Consiguió expulsarla aplicándose electroacupuntura en el meridiano del riñón ya base de reflexología podal que le hacía yo misma (tengo titulación de reflexóloga). Al poco tiempo, buscando información sobre otras plantas conocimos el Lepidium Latifolium a través de la asociación 'Dolça Revolució' y fuimos a buscarla. Así que cuando empezó a sentir que volvía a dolerle y que empezaba el siguiente ataque de piedra, fue directamente a la planta -que está en el patio en una maceta-, limpió una hoja y la fue masticando muy lentamente , y fue bebiendo un poco de agua (porque el gusto es muy picante). Al cabo de un rato hizo la orina bastante oscura y desapareció el dolor.
Después se ha encontrado cuatro o cinco veces más, pero siempre hace lo mismo: Cuando empieza a tener molestias en el riñón o en el conducto urinario toma una hoja de la planta y la mastica lentamente. Siempre ha funcionado y no ha tenido más ataques de piedra. Alguna vez que no se ha ido del todo la molestia, hace una segunda toma al cabo de unas horas y desaparece del todo. El tamaño de la hoja es de unos 8 x 4 cm. (sin contar la cola, que también se come), y si las hojas que tiene la planta son mayores, las parte y deja la otra mitad en el frigorífico por si le hiciera falta una segunda toma. Para amortiguar el sabor picante, generalmente le acompaña de agua o infusión fría de stevia.
También quiero explicaros que el pasado mes de julio mi perro cogió una infección de orina bastante importante. Cuando nos dimos cuenta hacía algo de sangre con el pipí. Empecé a darle infusión preparada con un vaso de agua con una hoja fresca de Lepidium (también 8x4cm. aprox.) y media cucharadita de cola de caballo y media de tomillo (ambas secadas). Es un perro acostumbrado a comer de todo (no le damos pienso) y no tiene problema para bebérselo. Le di la infusión (ya enfriada) en ayunas por la mañana durante 4 ó 5 días, una sola toma. Él iba bebiendo tanto como quería. Al principio se lo bebía todo, y los dos últimos días no lo acababa. Cuando lo llevamos al veterinario para asegurarnos de que ya estaba bien, la infección había desaparecido.
Llevo muchos años usando la planta unciana y viendo el efecto en las personas a quienes se la doy.
Actualmente tengo 54 años (2012) y sigo la medicina natural por cerca de 30 años. He usado la planta unciana en heridas. En una ocasión me taladré el dedo pulgar con una broca de 4 mm con entrada y salida en la base del dedo. Después de una cura diaria en el centro de salud durante 2 semanas, debido a la gran infección que tenía, ésta no remitía. Hice una infusión de unciana y durante 2 días introducía el dedo en el líquido varias veces al día. Al tercer día la planta había absorbido tota la infección, debido a su poder antiséptico.
Tengo un caniche de 11 años que hace 2 años le salió una calva en el lomo del tamaño de una moneda grande. Lo llevamos al veterinario y nos dijo que era un hongo, nos recetó una pomada y betadine. Transcurridos 10 días la herida seguía igual por lo que opté por curarle con unciana. Después de haber hecho una infusión se la puse varias veces al día sobre la herida empapándola bien. A los 3 días los hongos habían desaparecido por completo.
Hace 5 meses le volvió a salir, pero en esta ocasión los hongos le cubrían todo el lomo, desde el cuello hasta cerca de la cola. En solo 3 días se lo curé con unciana por completo y pronto le volvió a salir el pelo, hasta el día de hoy. Y, por cierto, me ahorré los 25 euros del veterinario, la pomada y el betadine.
Llevo mucho tiempo buscando información por internet acerca de la planta unciana y apenas hay comentarios acerca de sus propiedades, por lo que si alguien tiene experiencia en el uso de esta planta aparte de los que les describo a continuación, le estaría sumamente agradecido de que me lo comunicara para así poder ampliar mis conocimientos y poder ayudar con ello a otras personas.
PROPIEDADES de la planta unciana (dorycnium rectum):
Antiséptica. Para las úlceras de estómago, hernias de hiato, gastritis, heridas.
No es tóxica.
TRATAMIENTO:
Para uso intestinal, úlceras, hernias de hiato, de estómago: Tomar en maceración, dejando en remojo una cucharada sopera de la planta en agua. Colar la planta y beber el líquido resultante de la maceración un vaso por la mañana y otro por la noche.
Podemos acompañar el tratamiento con una infusión (una cuchara de postre de la planta) después de las comidas para acelerar los efectos de curación.
Para uso externo. Preparar una infusión y empapar con ella la zona afectada con gasas o algodones empapados de la infusión. Hacerlo varias veces al día. Si podemos sumergir el miembro afectado (pie, manos ,etc.) en la infusión resultante, mucho mejor.
En estos enlaces hay información de esta planta.
http://www.floravascular.com/index.php?spp=Dorycnium%20rectum
http://herbariovirtualbanyeres.blogspot.com.es/2010/04/dorycnium-rectum-unciana-coronela.html
Contaré mi caso.
Por casualidad, en unos análisis de seguimiento anuales al trabajo, me diagnosticaron una infección de orina. Bien es verdad que yo últimamente no me encontraba muy fina, porque estaba muy cansada físicamente.. no me dolía nada, pero no estaba bien...
Así que fui al médico de cabecera y después de varías pruebas, me envió al urólogo. Después de radiografías, ecografías, cultivos varios, etc.. me diagnosticaron una piedra en el riñón, gracias a que un día, por sorpresa mía, tuve un cólico de riñón.
Rápidamente me enviaron al hospital Valle de Hebrón para una litotricia (deshacer las piedras con un láser) debido a mis mil y una infecciones urinarias.
Entonces, en el hospital, pasé uno de los peores días de mi vida. Esta operación la hacen con sedación, a la cual resulté a alérgica. Intentaron hacerlo sin ningún tipo de anestesia, pero aquello fue IMPOSIBLE y MUY doloroso... Sufrí y no me la pudieron romper, ni deshacer...
Mientras esperaba la operación programada con anestesia total, empecé a indagar por la web buscando opiniones de medicina natural sobre los cálculos de riñón o infecciones urinarias. Y hablé con el Sr. Pàmies (o uno de sus trabajadores) que me aconsejó cómo tomar esta planta y me la proporcionaron. Todo esto contrarreloj, porque me quedaban 15 días para la operación y el tratamiento con el lepidium era de 9 días. Y así lo hice. Una novena que se suele decir, un litro de agua al fuego hasta que llega a cocción, se aparta del fuego y se pone la hoja al agua (en mi caso tierna). Se aparta y se toma medio litro por la mañana en ayunas y medio litro por la noche.
Noté que orinaba mucho más, pero nada más.
El día que me citaron de nuevo para la operación en el Valle de Hebrón, allí estaba yo... muy asustada, pero esperando la solución a mi problema.
La sorpresa mía y la de los médicos fue que al ponerme en la máquina y querer detectar la piedra, arriba y abajo, no estaba! Había desaparecido, sin tener ningún cólico de riñón, ni nada... era un milagro!!! Pero hasta que no me hicieron varías pruebas posteriores, no lo pude creer. Pero, efectivamente, no tengo ninguna piedra.
Espero que mi historia pueda ayudar a muchas personas que, como yo, no habían oído hablar ni de la medicina natural, ni de las plantas medicinales ecológicas.
Marzo 2013
Me llamo Sílvia y quiero explicar la experiencia que hemos tenido con el Lepidium Latifolium. Hace cosa de tres años mi marido tuvo el primer ataque de piedras al riñón. Estuvo más de diez días para expulsar las piedras y el médico de cabecera sólo le daba antiespasmódicos y analgésicos. Consiguió expulsarla aplicándose electroacupuntura en el meridiano del riñón y a base de reflexología podal que le hacía yo misma (tengo titulación de reflexóloga). Al poco tiempo, buscando información sobre otras plantas conocimos el Lepidium Latifolium por medio de la asociación Dulce Revolución y fuimos a buscar. Así que cuando empezó a sentir dolor y que empezaba el siguiente ataque de piedra, fue directamente a la planta -que está en el patio en un tiesto-, limpió una hoja y la fue masticando muy lentamente. Fue bebiendo un poco de agua porque el gusto es muy picante. Al poco rato hizo la orina bastante oscura y desapareció el dolor.
Después se ha encontrado en la misma situación cuatro o cinco veces más, pero siempre hace lo mismo: Cuando empieza a tener molestias en el riñón o en el conducto urinario, se toma una hoja de la planta y la mastica lentamente. Siempre ha funcionado y no ha tenido más ataques. Alguna vez que no ha desaparecido del todo la molestia, se toma por segunda vez la planta y, al cabo de unas horas, desaparece del todo. La medida de la hoja es de unos 8 x 4 cm. (sin contar la cola, que también se come), y si las hojas que tiene la planta son más grandes, las parte y deja la otra mitad en la nevera por si le hiciera falta una segunda toma. Para disminiuir el gusto picante, generalmente lo acompaña de agua o infusión fría de Estevia.
También quiero explicaros que el pasado mes de julio mi perro cogió una infección de orina bastante importante. Cuando nos dimos cuenta hacía un poco de sangre con el pipí. Empecé a darle infusión preparada con un vaso de agua con una hoja fresca de Lepidium (también 8x4cm. aprox.) y media cucharadita de Cola de caballo y media de Tomillo (ambas secadas). Es un perro acostumbrado a comer de todo (no le damos pienso) y no tiene problema para bebérselo. Le di la infusión (ya enfriada) en ayunas por la mañana durante 4 o 5 días, una sola vez. Él iba bebiendo tanto como quería. Al principio se lo bebía todo, y los dos últimos días no se lo acababa. Cuando lo trajimos al veterinario para asegurarnos que ya estaba bien, la infección había desaparecido.
Septiembre 2012
En noviembre mi marido estuvo ingresado 3 días, tenía una infección de orina provocada por una piedra en el riñón. Le dijeron que había que operar lo más pronto posible, aunque en otro hospital le dieron la opción de litotricia. Casualmente me llegó información de Josep Pamies, vi que había plantas para las piedras del riñón y buscando en internet todo lo que pude, encontré el lepidium.
Comencé a darle una hoja grande en 2 ó 3 vasos de agua, como una infusión. Hervía el agua y echaba la hoja partida a pedacitos con la mano y lo dejaba enfriar. Lo hacía por la tarde y toda la noche se pasaban las hojas en el agua. Al día siguiente lo colaba y se bebía el primer vaso antes del desayuno y lo que le quedaba a lo largo del día. Así durante trece días. Le dolía de vez en cuando, pero era soportable. A los trece días continuados la expulsó (9 mm). Eso fue por la mañana y estuvo expulsando sangre 12 horas, pero como no tenía fiebre no le dimos importancia, y no la tuvo claro!
Si las hojas no son grandes, creo que con 2 o 3 pequeñas valdría, pero cortadas con la mano.
Septiembre 2012