Mi nombre es Ramona, tengo 70 años (marzo 2023) y vivo en Vilanova i la Gertrú (Barcelona). Deseo dar mi testimonio sobre la desaparición de verrugas en los pies de mis hijos cuando eran pequeños.
Un médico naturista me recomendó el remedio: por la mañana poner un esparadrapo con col recién triturada y por la noche sustituir la col por un poco de leche cuajada. La curación fue bastante rápida. La verruga fue saliendo hacia afuera y finalmente cayó sin dejar cicatriz. Incluso, un pediatra se apuntó este remedio.
Esto nos ayudó a evitar la cirugía. Desapareció por completo y hasta el día de hoy que mis hijos son mayores.
Mi nombre es Alejandra, tengo 49 años (febrero 2021) y vivo en Argentina. Trabajo como odontóloga. Apliqué localmente CDS a una niña de 13 años en una verruga de su mano derecha. La aplicación fue local, tópica, ayudada de un algodón, con mucho cuidado, pues el CDS era puro.
Se le aplicó de forma intermitente: una semana lunes, miércoles y viernes y la siguiente martes, jueves y sábado.
Fue durante unos meses y, sin casi darnos cuenta, había desaparecido.
También hicimos una visualización de la emoción.
Deseo que este testimonio ayude a más personas, con mucha humildad, desde mi lugar, les deseo que la verdad nos dé libertad.
Me llamo Matilde, tengo 65 años (junio 2020) y vivo en Córdoba. Mi madre tenía un lunar verrugoso en la cara que empezó a crecerle a gran velocidad. El médico dijo que había que quitarlo pues era potencialmente canceroso.
Mi madre tenía 85 años y tanto ella como la familia no éramos partidarios de someterla a una cirugía que podría complicarse y más a esa edad.
Por su cuenta y decisión dijo que a ella no le tocaban la cara. Así que cada día se aplicaba un trozo de aloe que se dejaba puesto sobre el lunar con un esparadrapo y se lo cambiaba de noche. O sea, cada 12 horas un trozo nuevo de aloe de la planta que teníamos en casa, desde hace tiempo.
Estuvo haciendo esto cada noche durante un mes y el lunar desapareció completamente. El médico no lo creía, decía que eso a veces pasaba, que se quitaba solo.
Mi madre murió con 96 años y sin que volviera a aparecer el lunar. A veces comentamos este episodio y nos preguntamos qué habría pasado si se hubiera sometido a una cirugía para extirparlo.
Mi nombre es José Luis, tengo 62 años (abril 2020) y soy de Villar del Arzobispo (Valencia), socio de la Dulce Revolución y os escribo para aportar mi testimonio sobre la curación con CDS de dos verrugas que tenía mi hijo de 10 años. Dada la grave situación del país en estos momentos debido al Covid19 no estaba seguro de escribir este testimonio sobre una afección menor como son las verrugas, pero puede servir para demostrar mediante la experiencia la efectividad del dióxido de cloro. A principios de 2019 le aparecieron a mi hijo de 10 años dos verrugas, una más grande en el codo como una alubia y otra más pequeña en la rodilla, como una lenteja que se iban haciendo cada vez más grandes y muchas veces venía del cole con alguna sangrando por caídas o rascones. Él nos pedía ir al médico para que se las quitasen, pues la situación se le iba haciendo cada vez más incómoda. Después de probar algunos remedios naturales sin resultado (más bien por la falta de continuidad que por la posible efectividad del remedio) nos decidimos a probar con CDS, producto que conozco, aunque nunca lo había probado. Compré el kit y como tengo el libro de “La Salud Prohibida”, elaboré CDS al 0,3 %, tal como se indica en el libro. Llené un pulverizador y comencé a aplicar sobre las verrugas tal como indica el protocolo D dermatológico, varias veces al día. Al principio no notábamos nada, pero no desistimos y seguimos con el tratamiento, procurando que hubiera una continuidad y que por lo menos se pulverizaran 4 o 5 veces al día. Al cabo de un mes comenzamos a notar que las verrugas se iban reduciendo hasta que pasados dos meses y pico desaparecieron por completo. Sirva esta experiencia como testimonio del uso positivo terapéutico de dióxido de cloro.
Mi nombre es Rafael, tengo 47 años (diciembre 2017) y vivo en Madrid. Mi madre, que tiene 83 años, se quejaba de una verruga que tenía cerca del ojo. Compramos en Pamies vitae la planta Celidonia (verruguera) y se la estuvo aplicando directamente en la verruga varios días seguidos (menos de una semana). En pocos días la verruga, desapareció y se puso muy contenta. Después de desaparecer la verruga, comenzó a tomar la infusión de la mezcla para las cataratas y glaucoma que compramos en Pamies Vitae.
Ahora, con la misma planta, usa las hojas y el tallo para frotarse en los párpados, pues el médico le ha dicho que, en un futuro no muy lejano, tendrá que operarse de cataratas.
Me llamo Virginia y tengo 43 años (2016); tenía una verruga en el hombro que en un principio era un lunar oscuro y que luego comenzó a crecer hasta que tomó la forma de media esfera convexa. Me dolía como si me la estuvieran quemando con un pincho. Busqué en el libro y probé la verruguera, que casualmente crecía cerca de casa, como una mala hierba, pero benditas sean las malas hierbas, no les damos la importancia que tienen. Me la apliqué esporádicamente durante unos 20 minutos, machacada sobre la verruga y tapada con una tirita. Se empezó a secar y se iba cayendo a trocitos cada vez que me aplicaba la planta. Ahora sólo queda un circulito de piel suave y más sonrosada, la verruga no ha vuelto a crecer.
Agradecemos de corazón que existan personas como el Sr. Pàmies y sus colaboradores. El futuro de la medicina está en los remedios naturales y la sanación holística, no en tratar los síntomas sin tratar la causa que genera el desequilibrio, a la vez que se crean efectos negativos colaterales. En bastantes aspectos la medicina ha avanzado, pero aún no es consciente de la verdadera esencia del ser humano ni de cómo restablecer su equilibrio en todos los aspectos.
Me llamo Josep, tengo 70 años (2016) y escribo desde Vidreres (Girona). Nuestra experiencia con el MMS ha sido positiva en todos los casos en que lo hemos usado.
La primera experiencia fue cuando me curé la gripe con un tratamiento llamado "de Clara" que consiste en tomar 6 gotas y al cabo de una hora 6 gotas más. Me cortó la gripe de golpe y como efecto secundario sólo tuve un poco de diarrea que desapareció enseguida.
La segunda experiencia fue la de una chica que tenía unas afecciones vaginales (verrugas) y que el ginecólogo le dijo que tardaría en irse. Después de un tratamiento tópico y también ingiriendo por vía oral el MMS quedó completamente bien en pocos días. Esto causó una gran sorpresa al ginecólogo en la siguiente visita. Tomó durante una semana 6 gotas por la mañana y 6 gotas por la noche. Al mismo tiempo hizo lavados con una solución de 6 gotas mezcladas con el agua varias veces al día durante la misma semana.
La siguiente fue la curación de un perro que no se podía ni levantar del suelo. Lo llevamos al veterinario y lo dejaron ingresado toda la noche con suero y antibióticos. Al día siguiente nos lo entregaron tal como lo habíamos llevado. Creyendo que se iba a morir, propusimos darle el MMS. Compramos una jeringa en la farmacia y le hicimos beber el MMS. Al cabo de una hora o poco más ya se puso de pie y hasta comió. Esa misma tarde ya salió de casa a dar un paseo. Le dimos tres veces una solución de 12 gotas administradas con una jeringa aplicada directamente en la boca durante el período de una hora aproximadamente.
Esta misma historia se ha repetido recientemente con otro perro de unos conocidos que el veterinario indicó que habría que sacrificarlo porque estaba muy grave y era también muy viejo. Ahora está perfectamente.
Otra experiencia ha sido la de un compañero que se dedica al canto. Después de tomarlo unas cuatro veces (dos gotas cada vez) notó que tenía la voz más clara, circunstancia que yo también he notado.
Una nueva experiencia fue la de una mujer que se hizo una ecografía donde aparecía una mancha en la parte derecha del abdomen. Después de tomar MMS durante una semana 3 gotas una vez al día, en la siguiente visita del médico la mancha había desaparecido.
Por último decir que también es efectiva para las quemaduras de aceite en la cocina. En un frasco de 100cc disolvimos 3 gotas activadas de MMS y se pulverizó con ello la zona afectada. No ha quedado marca en la piel después del tratamiento.
En definitiva: no podemos decir otra cosa que nuestra experiencia con el MMS ha sido positiva en todos los casos y no ha habido ningún efecto negativo ninguno.
Quiero compartir mi experiencia con las plantas medicinales. A mi hija le salió una verruga en el pie. La llevé a la pediatra para que nos dijera qué teníamos que hacer y me dijo que la llevara al hospital para que se la quitaran. Yo encontré un poco fuerte llevar a la niña a un hospital por este motivo y entonces reflexioné sobre la importancia de ser coherentes con lo que creemos y nuestras prácticas. Cogí la planta verruguera (celidonia) y le puse en el pie el zumo naranja que sale de las ramitas de la planta durante 15 días.
Le ponía un poquito de zumo de la planta por la noche cuando se iba a dormir y por la mañana antes de ir a la escuela. Al final ella salía sola al balcón y rompía una ramita y se la frotaba ella misma en su pie, siempre sobre la verruga y "voilaaaa"!! Así que desapareció la verruga y, además, le he hecho una reflexión a mi hija sobre la confianza que debemos tener en las plantas medicinales para curar nuestra salud y la importancia de aplicar nuevas prácticas en nuestras vidas cotidianas.
De niña me salieron verrugas en los dedos de la mano. Mi madre me puso la hoja de epazote y sanó. Epazote o paico, en Canarias se la conoce como pasote (Chenopodium ambrosioides).
Instrucciones:
Llegó a mis manos una de vuestras plantas, la hierba verruguera (así fué como conocí vuestra "dulce revolución"). La probé y la efectividad es total: elimina verrugas y pequeñas acumulaciones de sebo. Respecto a los preparados de farmacia tiene la ventaja de ser menos agresivo con la piel.
La aplicación es fácil: picar al mortero una ramita y aplicarlo en la zona deseada; para reforzar el efecto yo lo fijo con un poco de esparadrapo. Lo he aplicado en zonas pequeñas, una vez al día, unos 30-45 minutos como máximo (porque no tengo más tiempo y el preparado se seca) máximo 2 días. He ido alternando los días, con ningún criterio especial: sólo si tenía tiempo y me era cómodo preparar las hojas y aplicármelo.
No he tenido ninguna molestia, como picor o escozor. Eran berrugas pequeñas, en la cara y cuello. De momento no han vuelto a salir.
Gracias desde Barcelona.
Calculo que fue hacia el año 1995 que me empezaron a salir verrugas en los dedos de las manos. Cada vez había más y se hacían más grandes. Fui a varios dermatólogos que me las quemaban con nitrógeno líquido, me recetaban productos de farmacia totalmente inservibles, que sólo hacen que ensuciar.
Cuando ya hacía 5 años desde que me había salido la primera, aquello cada vez iba a más. Tenía una verruga que ocupaba casi toda la tercera falange del dedo índice de la mano izquierda y otras que me tapaban 3/4 partes de las uñas en las dos manos. Era muy desagradable.
Un amigo mío me las vio y me dijo que conocía una planta que las curaba. No anduvimos más de 100m para encontrarla. Se trataba de la Celidonia o hierba verruguera (Chelidonium majus). Pintándome las verrugas de amarillo con esta hierba, fue cosa de unos 3 o 4 meses que un buen día vi que se estaban secando y fueron haciendo una costra y la misma semana cayeron sin dejar ningún rastro!!!!. Os aseguro que aquel día estaba muy contento.
Es difícil decir cuántas veces me ponía, pues cuando marchaba de fin de semana la tenía al lado, porque es fácil encontrarla, pero entre semana en un piso en Barcelona la hierba no vivía.
Los fines de semana me ponía 2 o 3 veces al día. Me traía algunos tallos a Barcelona y las dejaba en un vaso de agua para poderme poner entre semana, pero a veces en invierno me pasaba 2 o 3 semanas sin poder cosechar. El objetivo era pintarme las verrugas siempre que podía.
En resumen, yo lo que hacía era romper el tallo y entonces me pintaba la verruga con el líquido amarillo que sale, cuando dejaba de salir volvía a romper el mismo tallo un poco más arriba y así hasta que agotaba incluso las hojas.
En todo caso, yo creo que aplicándolo una vez al día sería suficiente.
Hacía dos o tres años que me había salido una verruga en el cuello, junto a la oreja, de unos 3 mm de diámetro y un grueso de 1 - 1,5 mm. Durante este tiempo me había caído un par de veces, pero volvía a salir a los pocos días. Siempre tenía el aspecto de estar seca.
Empecé a frotarla con la planta aloe vera, dos o tres veces al día, haciendo presión con un trozo de hoja, a la que previamente le había sacado la piel exterior de una sola cara. Pasaron 6 o 7 días sin que notara ningún efecto. Me cayó sin darme cuenta. Ahora hace ya un mes. De momento no se ha reproducido. Ha quedado sólo una pequeña marca rugosa.
Cuando tenía unos 8 años me empezaron ha salir un montón de verrugas comunes en las palmas de las manos. Al principio tenía pocas, pero al cabo de más de un año tenía las manos llenas. Entonces mi madre me dijo que la planta hierba verruguera (Heliotropium europaeum L.) quitaba las verrugas y empezó a aplicarme las hojas directamente a las verrugas, unas 3 o 4 veces al día.
La planta puede ser venenosa si es ingerida, pero para la piel solo basta con coger unas hojas y refregarte varias veces hasta que suelte un líquido verde. Si se guarda una rama en la nevera se conserva unos 3 o 4 días.
Al cabo de un mes, más o menos, las verrugas habían desaparecido, sin ninguna molestia, y hasta ahora no me han vuelto a salir. Para mí es la mejor manera de deshacerse de este tipo de verrugas, pero no sé si valdría para otros tipos u otros problemas de la piel.
Aporto una experiencia personal sobre la cura de las verrugas.
Una dermatóloga me diagnosticó una lesión solar en forma de verruga que, según ella, requería tratamiento quirúrgico. Recordando experiencias anteriores con el aloe vera empecé a usarlo sobre la verruga y esta casi desapareció.
Pelaba la hoja de un lado y la aplicaba. La aplicación era varias veces al día, inclusive, cuando podía, dejaba el aloe sobre la verruga. Al principio se produjo una irritación y después empezó a hacerse pequeña. El tiempo total quizás fue alrededor de un mes.
Cuando volví a la dermatóloga, esta miró con cara de incredulidad y dijo que ya no era necesario hacer nada.
La idea de hacer esto surgió de una experiencia anterior. Un día me apareció en el borde de un párpado una bolita dura. Empezó a crecer y fui a la dermatóloga. Ella le dio un nombre que no recuerdo y propuso el tratamiento quirúrgico. Yo quedé de pensarlo. Mientras tanto, todas las mañanas empecé a usar la hoja de aloe pelada y procesada como tónico facial, sin asociar esto para nada a la bolita del parpado.
Pasó un tiempo, no recuerdo cuanto (esto fue hace varios años), y un día me di cuenta que la bolita había desaparecido.
Hace un tiempo estuve en los invernaderos de Pàmies y me llevé celedonia para una verruga. Os cuento mi experiencia.
Soy una persona muy constante, y esa constancia la apliqué a los tratamientos que seguí con la celedonia.
Con la celedonia, al principio la verruga se me hizo un poco más grande al mismo tiempo que se iba oscureciendo y poniendo dura. Tras unos 10 días parecía como que tuviese una costra o se estuviese secando. Rasqué un poco y se me cayó una capa, parecía una costra. Mi decepción vino cuando comprobé que debajo seguía estando mi verruga, con el mismo tamaño original. Pero como soy persistente, seguí aplicándome el jugo del tallo de la celedonia. Al día 13, más o menos, se formó otra costra y la volví a rascar y se me cayó. Lo que quedó debajo fue una verruga mucho más pequeña que la original y oscura. Así que seguí dándome con la Celedonia hasta el día 15, más o menos. Lo que quedaba se me terminó de caer, y ahora no queda nada. Funcionó!