Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Rosario Jacqueline, tengo 62 años (febrero 2024) y vivo en Sevilla. No tengo diagnóstico, pero hace unos 4 años, desde que me perforaron al hacerme una colonoscopia, he sufrido hemorragias frecuentes, diarrea o estreñimiento y dolor en el intestino grueso.´
Ustedes me aconsejaron dejar los lácteos y el trigo, así lo hice. Tomé infusiones de crovita que es la mezcla de: Raíz de Malvavisco (Althaea officinalis), Hojas de Menta (Mentha piperita), Raíz de Regaliz (Glycyrrhyza glabra), Flores de Manzanilla (Matricaria chamomilla), desmodium y glutamina.
Vuelvo a ser persona, dejé de sangrar, mis intestinos funcionan muy bien. Se me ha quitado la inflamación del vientre y me encuentro más fuerte.
Ahora estoy tomando CDS, pero voy a volver al tratamiento.
No tengo palabras para agradecer lo que habéis hecho por mí.
Mi nombre es Darío, tengo 37 años (marzo 2021), soy agricultor ecológico/administrativo y vivo en Las Palmas de Gran Canaria. Hace más de 2 años empecé a sentir dolor abdominal agudo en los intestinos, especialmente debajo de las costillas del lado derecho. Gases, estreñimiento, indigestión y dificultad para ingerir cualquier tipo de alimentos. Durante el año pasado tuve una pérdida de peso de 20 kg. Mi diagnóstico fue: colon irritable.
Desde Dulce Revolución me aconsejaron tomar MMS en el formato de CDS. Llevo tomándolo de manera regular desde hace 2 meses.
Mi dosis ha sido:
32ml de CDS diarios. El CDS lo tomé de la siguiente manera: 8 tomas diarias de 4ml de CDS repartidas en el día. Generalmente una cada hora; 4 por la mañana y otras 4 por la tarde, dejando espacio entre las comidas. Acompañaba en cada una de esas tomas un minuto antes de tomar el CDS, 3 gotas de DMSO al 70% por cada mililitro de CDS. En otras palabras, cada toma contenía 12 gotas de DMSO + 4ml de CDS.
Cada toma la hacía diluida en medio vaso de agua (unos 125 ml de agua).
Me he estado realizando enemas de CDS (10ml por litro de agua) y tomando DMSO junto con el CDS, además me he hecho el protocolo de la Limpieza Hepática y de la Vesícula del médico naturópata Andreas Moritz, recomendado por un buen amigo. Llevo varios meses expulsando piedras; una limpieza al mes.
Noto que los dolores han disminuido y a pesar de estar todavía en proceso de mejora, me noto con más energía.
No he dejado de tomar el CDS ni el DMSO.
Quisiera dar las gracias a Enric y Lola de Dulce Revolución por su ayuda y asesoramiento.
Mi nombre es Encarna, tengo 53 años (mayo 2021), soy ceramista, ama de casa y vivo en Mislata (Valencia). A los 25 años me diagnosticaron colon irritable. Antes del diagnóstico estaba hundida. Era muy joven y creí que no tendría un futuro. Gracias a un amigo vegetariano que me aconsejó: “Con aloe vera, dieta, y caldo depurativo con limón te desaparecerá”. Y así ocurrió. Tomé aloe vera 3 veces al día, una cucharada de aloe en cada toma. Me hacía caldo de hojas verdes de col hervidas en un litro y medio de agua, con apio, cebolla, y limón y también me lo tomaba 3 veces al día, media hora antes de cada comida.
Lo estuve haciendo durante seis meses. También hice dieta estricta. Cambié alimentos, no comía carne y estaba más tranquila. Limpié mi sangre, perdí peso, pero no vitaminas ni hierro. No tomé ningún medicamento. Yo me he curado bronquitis con ajo, verrugas con arcilla, constipados con tomillo, diarreas y vómitos a mis hijos con manzanilla con limón y quemaduras solares con aloe.
Además de plantas hice una lectura de autoestima y amor. Estoy curada.
Mi nombre es Juan Echevarria, tengo 39 años (enero 2020) y vivo en Sort (Lérida). Para contar mi experiencia he dejado pasar un tiempo razonable (6 años), con el fin de poder afirmar con seguridad que el linfoma B de célula grande, está superado. El testimonio es puramente técnico e informativo, sin entrar en detalles ni profundizar en lo espiritual. Así mismo, dejo bien claro que estoy absolutamente convencido de que jamás he estado tan vivo como cuando viví este proceso. A mediados de diciembre del 2014, después de una ecografía, me confirman que la molestia abdominal que arrastraba desde hacía 3 meses, se debía a una invaginación del intestino delgado. El mismo día me operan de urgencias cortando 10,4 cm del intestino.
El día 31 de diciembre me comunican el resultado de la biopsia: Lesión en intestino delgado, resección ilegal segmentaria: Infiltración en mucosa, submucosa, muscular propia y serosa por un linfoma B difuso de célula grande, con ulceración superficial. Márgenes de resección de mucosa libres de neoplasia. En los días posteriores al alta hospitalaria me practicaron un Pet Tac y una prueba de médula ósea. El resultado de los dos estudios fue favorable, no se encontraban indicios de células cancerosas. Aun así, el día que me notifican el resultado de la biopsia (31/ 12/2014) ya tenía programadas las 6 primeras "sesiones preventivas" de quimioterapia que debía empezar el día 6 de enero del 2015, a la que me opuse por falta de confianza en el argumento de los médicos (cumplimiento protocolar para la total limpieza del cuerpo y muy posible, 70%, de reaparición maligna del linfoma).
Desde el día de la operación conté con el asesoramiento de nuestro osteópata familiar y una excelente terapeuta que trabajaba en ese momento con él. Dos personas que hicieron una gran labor para dejarme ver, sin presiones, que hay más de un punto de vista sobre lo que es un cáncer y el por qué llega a nuestras vidas. Leí sobre el Dr. Hamer y la nueva medicina germánica: http://nuevamedicinagermanica.org/es
Tuve la gran suerte de llegar hasta casa Pàmies donde en casi 2 horas de visita personalizada con Aleix Pàmies, con un nivel de humanidad y profesionalidad admirable, nos orientó al completo en las conductas alimenticias y la ayuda con plantas medicinales para poder llevar adelante el ciclo del cáncer con éxito. De un gran listado de consejos creo que los más relevantes fueron tres: la dieta alcalina, purificación de la sangre con la mezcla de infusiones de ortiga, milenrama y caléndula y los baños con sal, 3 veces a la semana.
En la búsqueda del real origen de mi linfoma, el osteópata (Néstor) y su colega (Caterina), me recomendaron la biodescodificación (Nuria), terapia que recomiendo ampliamente. Hoy por hoy estoy curado y estos son los resultados de mi última analítica hecha en el 2017:
MARCADORS TUMORALS 1.40 mg/L 0.4 - 2.4
Agradezco enormemente a quienes me ayudaron profesionalmente y muy especialmente a mi compañera de vida y madre de mis tres maravillosos hijos que fue pilar fundamental en este redescubrir la vida.
Comparto los datos de las personas que colaboraron en la recuperación:
Osteópata y homeópata: Néstor Calvete (666052066)
Caterina Boixader (661857266)
Nuria Noguera (620575416)
Mi nombre es Ramón, tengo 71 años (enero 2020) y vivo en Cardedeu (Barcelona). Me diagnosticaron colitis ulcerosa a los 35 años. Aprendí a cortar las crisis haciendo ayunos (tenía sangrados ininterrumpidos de hasta dos meses de duración). Me hice vegetariano, pero no encontré la total solución hasta que, hace ahora 10 años, acepté seguir el consejo de dejar totalmente los lácteos y, desde entonces, no he vuelto a tener una sola crisis. Practico yoga a diario, elemento fundamental para mi estabilidad. Como de todo menos lácteos, aunque mi alimentación tiene muy en cuenta la calidad: productos de proximidad, a poder ser ecológicos; mucha verdura, fruta, frutos secos y huevos; la carne y el pescado con moderación; también infusiones saludables.
Me llamo José Ángel, tengo 49 años (octubre 2017) y vivo en El Escorial (Madrid). Quería compartir que mi experiencia con el MMS es positiva en cuanto a varios tipos de dolencias:
1º- Me curé una gingivitis con la que llevaba varios años usando diferentes productos bucales y que no me hacían nada. Dos días consecutivos de enjuagues con MMS y al tercero ya estaba mucho mejor. En una semana me cepillaba los dientes con cerdas duras cuanto antes esto era imposible. Las encías dejaron de sangrar. La dosis fue: 5 gotas activadas en una taza pequeña de agua.
2º- Lo mismo con infección de muela con flemón. Quería evitar el antibiótico y realicé enjuagues en la zona con MMS bastante concentrado (poca agua) y con unas gotas de DMSO (Dimetil Sulfóxido) para ayudar a su penetración. Decir que el flemón se fue por donde vino. La dosis fue: 5 gotas activadas, ponía poca agua y luego añadía 5 gotas de DMSO para que penetrara bien en la encía. Lo aplicaba casi puro, hacía enjuagues en el lado de la dolencia.
3º- Infección intestinal severa. Mi familia una semana con fiebres. Yo que me lo empecé a tomar al tener síntomas, pasé la noche con fiebre leve y a la mañana después de dolores estomacales y evacuar, fui directo a desayunar sin síntomas y ahí terminó. La dosis fue: 8 gotas activadas al día. Tomaba 1 gota activada cada hora, durante 8 horas. Fue “milagroso”.
4º- Decir que contra la micosis o pie de atleta no me ha funcionado.
La verdad es que aunque se ha “demonizado” este producto, a mí siempre me ha ido bien y nunca he tenido efectos secundarios ni extraños.
Me llamo Emma, tengo 45 años (abril 2017) y vivo en Valencia. El 12 julio 2016 me decidí a ir al especialista de digestivo, después de haber estado durante todo el año con molestias estomacales que iban y venían y que yo atribuía al stress, al trabajo.
Eran como pinchazos o retortijones. Empecé a preocuparme cuando las notaba cada vez más y en el mismo sitio, en el lado izquierdo. Alguna vez sangraba en las heces.
El 18 julio me hicieron la ecografía y se vio como un tumor, de 9 cm, en el hígado, pero a mí eso no me dolía y el médico dijo que lo del hígado podía ser un tumor benigno y me mandó un TAC.
El 21 de julio me hicieron el TAC y en él, volvió a salir lo del hígado, pero también un engrosamiento de la luz del sigma, y entonces esto ya era el colón, que era donde yo notaba las molestias. El médico me pidió una colonoscopia y resonancia magnética, ambas con anestesia.
En el informe de la colonoscopia ponía neoplasia de sigma y pólipo adenomatoso sospechoso de malignidad. La biopsia confirmó que era maligno: Adenocarcinoma moderadamente diferenciado ulcerado e infiltrante.
Yo no me podía creer que me estuviera pasando esto, era como una pesadilla. Decidí que no era el momento de morirme y que quería ver crecer a mis hijos y conocer a mis futuros nietos.
Me operaron el 6 de septiembre y me extirparon medio colón e hicieron biopsia del hígado, ya que en el último TAC el tumor había aumentado. Estuve 10 días ingresada.
El día 19, en la consulta con el cirujano, me confirmó que tenía metástasis en el hígado.
Antes de empezar con la quimio, en el TAC se veía que el tumor del hígado había aumentado 2 cm medía 12 cm y había satélites.
La única noticia buena hasta el momento fue que el gen no había mutado y dijo el oncólogo que eso era muy bueno. La estrategia era darme 6 sesiones de quimio y ver si el tumor se reducía y se podía operar.
El 5 octubre empecé con la quimio.
Desde que me diagnosticaron el cáncer cambié la alimentación, suprimí los lácteos, azúcar blanca, alcohol, harina blanca refinada… empecé estrictamente una dieta alcalina, que para mí fue el primer descubrimiento importante.
También empecé a tomar la sopa hipócrates y a hacer enemas de café dentro de la terapia Gerson.
Tomaba zumos de frutas, sobre todo uno al día de manzana, remolacha, zanahoria y otro de naranja. Utilizaba cúrcuma en los caldos y en cápsulas también. Jengibre en polvo en las infusiones.
Para las llagas de la boca me fue muy bien enjuagues con infusiones de tomillo.
El segundo descubrimiento fue la planta kalanchoe, que encargué en la Dulce Revolución. Me tomaba en cada comida un trozo de kalanchoe del tamaño aproximadamente de una tarjeta de crédito, en ensalada o mezclada con el zumo de fruta o verdura. La tomé tres meses (octubre a diciembre) y después la sustituí por pastillas de graviola. Tomaba en infusión la mezcla de hierbas para el cáncer (caléndula, milenrama y ortiga), así como la mezcla para el hígado.
Me hacía dos baños de agua caliente con sal marina a la semana para alcalinizar el cuerpo.
A través de los testimonios publicados en la web de Dulce Revolución contacté con varias personas que se habían curado, y esto me animó mucho. Leí el libro de la doctora Odile Fernández “Mis recetas anticáncer”. Sesiones de Reiki, yoga, meditación, terapia mística, baile.
Después del 4º ciclo me hicieron un TAC, el 29 noviembre 2016, y los resultados fueron muy buenos: se había reducido el tumor 4 cm y los satélites que había se habían reducido a la mitad, incluso uno de ellos había desaparecido.
Estaba super contenta porque los cambios en la alimentación, estilo de vida y la quimio habían funcionado.
El 21 diciembre terminé con la quimio y en el siguiente TAC el tumor se había reducido 2 cm más. Ahora media 6.
El 1 de febrero de 2017 me operaron del hígado, me extirparon medio. En el TAC posterior ya no aparece nada malo y analíticas perfectas.
Aun así me van a dar 6 sesiones más de quimioterapia. En la primera analítica de estas últimas sesiones después de la operación, los marcadores tumorales los tenía a 7 y en esta segunda ya me salen a 2 (el 5 es un valor normal). Yo he llegado a tener los marcadores a 5.000.
Ya estoy terminando el segundo ciclo.
Siento que el mejor remedio sin duda es disfrutar de los hijos, la pareja, la familia y amigos.
Así que ánimo a las personas que están pasando por este trance, que con optimismo y fuerza de voluntad se consiguen cosas.
Mi nombre es Jorge, tengo 57 años (octubre 2016), soy nacido en Uruguay y vivo en Barcelona desde el 2003.
Siempre he tenido muy buena salud, hasta que en marzo de 2015 empecé a notar sangre en las heces. Al ir aumentado el sangrado fui al médico y me hicieron todos los análisis. Me hicieron una colonoscopia y biopsia. Me detectaron un tumor maligno. En octubre de 2015 me operaron y sacaron 15 cm del colon. La operación fue muy limpia según la cirujana. Ésta me pasó al oncólogo y por prevención, me propusieron quimioterapia durante ocho meses. De los 7 ganglios que quitaron solo había uno afectado. Dudé en darme la quimio, ya que en mi familia, ya había habido casos de cáncer de mama (mi madre y mi tía que fallecieron muy jóvenes) y la quimio no les hizo nada sino empeorarlas. Yo sufrí mucho en su momento y aún lo recuerdo. Mis hijos y los médicos me convencieron y empecé el tratamiento, pero no lo soporté por más de dos semanas.
Al ver el panorama entré en internet a investigar sobre mi enfermedad y, casi sin quererlo, encontré a Josep Pàmies, sus conferencias y la Asociación Dulce Revolución. Al descubrir que había plantas medicinales capaces de suplantar a la quimio y sus efectos secundarios, decidí empezar una medicina complementaria como lo indicaban allí.
Informé a la oncóloga sobre lo que estaba haciendo y ella me dijo que hiciera lo que quisiera. Ella seguiría haciéndome exámenes cada tres meses, buscando células cancerosas y viendo la evolución.
Comencé cambiando la alimentación y haciéndola más alcalina. Empecé a comer Kalanchoe draigremontiana, una dosis de hoja (del tamaño de un DNI) por la mañana y otra por la noche. Comía también tres hojas de Estevia por la mañana y tres por la noche. Tomé infusión de Artemisa, Llantén, Ortiga, Diente de león, Manzanilla y Estevia tres veces al día. Esto lo hice durante 3 meses.
La grata sorpresa fue cuando en el primer examen (pasado los tres meses), no habían células cancerosas. Entonces dejé las plantas, seguí con las infusiones y tomé por un mes la receta del P. Romano. Luego, dos meses más de Kalanchoe, estevia e infusiones. Me hice una nueva colonoscopia con biopsia, análisis de sangre y al visitar a la cirujana al año, me dijo que todo estaba bien. Estaba muy contenta.
En un mes tengo visita con la oncóloga, que, al comentarle en la visita anterior que estaba tomando plantas no mostró interés en saber cuáles son.
Sólo puedo decir que, en mi caso, dio resultado el tratamiento. Si los próximos resultados son positivos mi intención es seguir con un mantenimiento de Kalanchoe, infusiones y con una dieta sana, evitando todo lo que sean alimentos industrializados y así hasta los cinco años que me controlará la cirujana y la oncóloga. Ojalá todo siga bien durante ese tiempo.
Doy gracias a Dios por ponerme en el camino de Josep Pàmies y su dulce revolución.
Me llamo Núria, tengo 30 años y vivo en Sant Quirze del Vallés (Barcelona) . A los 25 años, en enero del 2012, me diagnosticaron cáncer de colon y decidieron hacerme una colectomía total. Después de la cirugía realicé 8 ciclos de quimioterapia y 23 de radioterapia. Creía que todo se había terminado allí, pero en junio del 2014 en un TAC de control vieron que tenía metástasis en el peritoneo.
Tuve que hacer unas cuantas quimios antes de que intentaran operar con la técnica de Sugarbaker (abrir barriga, quitar el peritoneo, poner una quimioterapia caliente directamente en la zona afectada y volver a coser). Tras realizar siete ciclos de quimioterapia y pasarlo muy mal con una infección en la cara muy aguda, me operaron en diciembre del 2014, pero tal como abrieron tuvieron que cerrar porque la localización de uno de los tumores complicaba las cosas, ya que si me lo quitaban deberían quitar todo el intestino delgado y yo tendría que vivir sin intestinos y sin poder comer ni beber, nutriéndome solamente con alimentación parenteral.
Al día siguiente le preguntamos al cirujano cual era mi pronóstico y me dijo que me quedaban entre unos 4 y como mucho 14 meses de vida. Yo lo veía como imposible, pero al parecer eso es lo que dictaba la ley de la medicina. Le dije al cirujano que tenía previsto casarme en septiembre de 2015 y me recomendó adelantar la fecha. Por suerte, cuando volví a ver al oncólogo, éste me dio un poco de esperanza y a la vez se abrieron muchos más caminos.
Todo el mundo estaba muy preocupado porque no habían podido realizarme esa operación, y yo en un primer momento la verdad es que también. Pero luego pensé que todo eso había pasado por alguna razón. El día que me dijeron que tenía metástasis me encontré con un libro titulado “Mis Recetas Anticáncer” y allí empezó mi “despertar”.
Odile Fernández, una doctora, tenía un pronóstico parecido al mío y se curó. Yo podía hacer lo mismo. Dejé de comer carne, azúcar, leche, harinas refinadas y alimentos procesados. En diciembre, mientras todos mis familiares y amigos estaban desesperados por lo que pudiera ocurrir, me facilitaron el teléfono de Josep Pàmies y lo llamé. No hacía más de dos días que había salido del hospital. Me hizo unas recomendaciones y el sábado me dirigí a Balaguer para ir a la tienda y a una conferencia suya. Me atendió su sobrino y me explicó lo de la dieta, que yo ya hacía desde hace meses.
También me habló de la infusión de milenrama, ortiga y caléndula, del aloe vera, la Artemisa Annua y la kalanchoe, entre otras cosas. Desde ese día empecé a tomar la mezcla de la infusión, graviola y kalanchoe. No me atreví con la Artemisa Annua. El problema que tuve es que con la quimioterapia cogía manía a muchas cosas que comía y bebía, así que tuve que dejar esas tres cosas al cabo de unos 5 meses. Paralelamente, una amiga, que es psicóloga, me habló de la hipnosis y me dijo que probara.
Desde entonces, cada jueves que estoy en casa, voy a Barcelona a hacer sesiones de hipnosis. La quimioterapia me fue mucho mejor con la hipnosis y la verdad es que vivo mucho más tranquila. También fui a una sanadora y a un chico de Sabadell que me ayudó mucho a nivel espiritual, recomendándome esencias de luz. A finales de febrero del 2015 decidí que no quería hacer más quimioterapia, pero no sabía cómo decírselo a mi familia. Aguanté hasta mayo cuando le dije a mi oncólogo que estaba cansada y que quería una pausa. Él me dijo que aguantara hasta junio y así nos asegurábamos que estaría bien durante el verano y también estaría libre de cara a la boda. Acepté y realicé un total de 13 ciclos, desde finales de diciembre hasta finales de junio.
Desde el momento que dejé de hacer quimio toda la presión caía en mí y yo dejaba de depender de los médicos. Esa situación me daba miedo, pero a la vez me motivó mucho. Pasé de ser vegetariana a vegana. Me costó mucho dejar el queso porque me encanta, pero la curación dependía de mí. Me apunté a yoga, caminaba bastante para mantenerme activa. En abril de este año (2016) fui a un psicobiólogo y me fue muy bien, me recetó distintas cosas de homeopatía. Fue una figura muy importante porque gracias a él me di cuenta de cómo actuaba y cómo me estaba perjudicando a mí misma y me dio consejos para intentar hacer las cosas de forma diferente.
Cada dos meses me hacen un tac para controlar cómo está todo. Desde que me lo hacen hasta recibir el resultado, el tiempo se estanca. No quería volver a hacer quimio. Durante un año todo continuó igual. Era increíble. Cada día hacía meditaciones y visualizaciones, teniendo conversaciones con mis defensas. Pero este verano (2016) el mensaje que recibía era que ya no encontraban nada, y yo tampoco lograba visualizar los tumores.
Ahora soy casi crudivegana, tomo muchos extractos de fruta y, aunque a veces no son buenísimos, los bebo pensando en que son mi medicina y más vale eso que un ciclo de quimioterapia. Este verano durante el día, solo tomaba zumos, plátanos, arándanos y almendras, todo biológico. Por la noche, cenaba un gran bol de ensalada, un aguacate y algunas verduras más (a veces cocinadas). También me hacía una infusión de té verde, de té blanco y semillas de hinojo.
En Septiembre (2016) me realizaron un TAC y las cosas han cambiado: los tumores no se mantienen igual, se han reducido hasta tal punto que ya ni los miden.
No tengo ninguna duda: tenemos que cuidar nuestra alimentación, pero también nuestra mente y nuestro espíritu. Tenemos que creer siempre en nosotros y en nuestras posibilidades y por muy oscuros que parezcan nuestros caminos, tenemos que ver la luz en ellos y dejarnos guiar por nuestra intuición. Somos mucho más potentes de lo que creemos.
Voy a resumir un poco lo que he hecho yo durante estos dos años, por si os puede ayudar:
-Alimentación biológica y lo más crudivegana posible, evitando carnes, lácteos, azúcares y harinas procesadas.
-Evitar lo máximo posible los tóxicos en la casa: agua, vinagre, bicarbonato y limón pueden con todo.
-Utilizar cremas sin tóxicos y bio, el maquillaje que sea lo más natural posible.
- Incorporar en la dieta semillas de lino, chía, sésamo, amapola, cáñamo, levadura de cerveza, aceite de lino, vinagre de umeboshi, salsa tamari, tomar infusiones, tomar alga espirulina. Hasta que pude, tomé kalanchoe. Tomar una o dos cerezas umeboshi diarias. Beber un cuarto de vaso de agua de mar.
- Caminar siempre que sea posible, subir por escaleras en lugar de ascensor. Ir al bosque, a la montaña, estar en contacto con la naturaleza, abrazar árboles. Reciclar.
-Vivir como si no tuviera ninguna enfermedad: trabajar, viajar, salir de casa. Intentar no encerrarme en la habitación y sobre todo vivir siempre al máximo haciendo lo que me apetece.
-Hacer hipnosis, visualizaciones y meditaciones, así como oraciones. Ir a Montserrat.
-Leer para aprender sobre alimentación y sobre el poder de nuestra mente. Ir aplicando a mi vida diaria todo lo que leía y ver los resultados en cada una de mis analíticas y TACs.
Y hasta aquí todos los consejos que os puedo dar. Una de las cosas que más me ayudo de la conferencia de Pàmies fueron estas palabras: “Las metástasis también se curan”. Fue la primera vez que alguien lo decía y lo tuve siempre muy presente en mí día a día. Otra de las cosas que me fue muy bien fue ir escribiendo mis experiencias en mi blog desde la primera operación del 2012 y hablar abiertamente de mi enfermedad. Para mí el cáncer no es un castigo ya que es una enfermedad que me ha ayudado a entender el sentido de esta vida.
Mi blog: naimer25.blogspot.com
Muchas gracias y espero que esto os pueda servir de ayuda y sobre todo os llene de esperanza.
Mi madre tiene 62 años y llevaba un tiempo con dolor de tripa, pero pensaban que eran gases hasta que le hicieron unos análisis y le dieron los marcadores tumorales por las nubes. Nos mandaron al especialista de medicina interna, el cual la ingresó para que le hicieran un TAC y una colonoscopia rápido. Allí fue donde vieron un tumor importante en el colon.
A mí me dijeron que el hígado también estaba bastante afectado. Al día siguiente de la colonoscopia sufrió una peritonitis así que tuvieron que operarla de urgencia. Aunque la operación salió muy bien, el cirujano nos dijo que el pronóstico era muy malo. Después de recuperarse de la operación tuvo visita con el oncólogo y me dijo lo mismo, que, por ser una persona joven le iban a dar quimio, pero que “no había mucho que hacer”. Yo me negué a dejar las cosas así y, más aún al ver unos médicos tan fríos, así que me puse a investigar. Esto me hizo llegar a vosotros y a otra gente que me ha ayudado también muchísimo.
Lo primero que hice, y para mí lo más importante, fue un cambio radical de los hábitos alimenticios. Suprimí por completo el azúcar, las harinas, carnes y leche. Básicamente comía verduras, hortalizas y fruta, algo de pollo, pescado y frutos secos. Por las tardes, hacía un zumo de frutas y ahí metía la kalanchoe (unos 11-15 gr) y añadía una infusión de stevia y por la noche la otra toma de kalanchoe en una ensalada. Dos veces al día 10 gotas de diente de león diluidas en agua. También por la noche tomaba una infusión de stevia y fitoterapia hepática, además de un chupito de agua con magnesio en puro.
Cuando volvimos al médico dijo que le iba a dejar de dar la quimio, ya que no había mejoría, que esperaba otros 15 días a ver cómo la encontraba. Mi madre, en esa temporada, estuvo fatal. Casi no hablaba, no salía de la cama, tenía la cara y los ojos amarillos, las piernas y la tripa hinchadísimas. Poco a poco empecé a ver cómo, de repente, cada día estaba menos hinchada, el color amarillo se transformaba en un color de cara alegre, la energía empezó a subir... etc.
Al volver al oncólogo, éste no creía los resultados de los análisis: había bajado todos los marcadores muchísimo.
Ya han pasado dos meses y cada vez que vamos al médico (cada 15 días) sigue en la misma línea, bajando muchísimo todo. El hígado ha empezado a funcionar (ya que antes tenía una insuficiencia hepática importante). Estamos todos que no nos lo creemos: súper contentos.
Actualmente no le doy kalanchoe, ya que he tomado un descanso y la he sustituido por una pastilla al día de graviola con moringa.
Hoy por hoy seguimos luchando contra esta enfermedad, pero tenemos mucha esperanza y yo sé que va a vencerla. Es largo, pero tenemos herramientas en nuestras manos. Nunca se puede tirar la toalla ni esperar a que los médicos hagan su trabajo mientras nos quedamos cruzados de brazos.
Animo a toda la gente. Y os animo a vosotros a haceros escuchar y seguir dando vida y esperanza.
El 3 de mayo de 2013 a mi padre, con 68 años, le diagnostican un adenocarcinoma de colon de 8,6 cm en el colon. La fiebre fue la que le llevó al hospital. El tumor estaba muy inflamado. Le operan el 9 de mayo y encontraron el tumor infectado y que había tocado: páncreas, estómago, intestino (por supuesto) y conductos biliares. Salió del hospital después de un mes y una semana.
El 9 de julio, dos meses después de la operación, comienza la quimioterapia. Durante las semanas de descanso suele subir algún día la fiebre. Durante este período que duró desde el 9 de julio al 16 de octubre tuvo dos ingresos, el primero más largo que el segundo por el mismo motivo: inflamación de intestino por causa de la medicación.
Una persona me habla de la Kalanchoe, yo pongo el nombre en internet y me sale el nombre de Josep Pàmies. El 17 de agosto hago mi primera visita a Pàmies Hortícoles. Compré la planta y me llevé semillas a casa de mis padres (yo vivo en Barcelona y ellos en Tenerife). Allí las planté.
Al mismo tiempo pido hora a un naturópata en La Laguna, pues en el invernadero se me abrió la puerta de la esperanza y esa estaba en el cambio de alimentación. Mis padres visitaron al naturópata el 11 de septiembre por primera vez y comenzaron la aventura, que al principio fue dura, pues no resultó fácil cambiar la alimentación y eliminar por completo, las carnes, los lácteos y el azúcar. En el inicio del cambio se dio el segundo ingreso que también nos hizo dudar si estábamos en el camino correcto, pero con confianza seguimos y gracias a Dios que SEGUIMOS.
A partir del 16 de octubre le pautan otra quimioterapia. A finales de octubre empieza a comer 30 gramos de Kalanchoe diarios triturado en los licuados que le mandó el naturópata junto con toda la medicación de naturopatía: hierro, ácido fólico, algas (espirulina, chlorella, klamath), cobre, vitamina C, kaolin puro, vitamina B6, vitamina B12, bicarbonato…. todo esto en pastillas y gotas, menos el aloe vera que se lo bebía directamente o mezclado con el agua. Al mismo tiempo, obedeciendo las indicaciones de la Dulce revolución se tomaba dos veces al día un triturado de: pimiento rojo, cebolla, ajo, kalanchoe, hoja de diente de león, hoja de escarola, pepino, aceite de oliva y orégano y también dos infusiones al día de alcachofera con diente de león y estevia.
El gel puro de aloe vera le ayudó muchísimo en sus pies y manos, ya que la piel se le fue regenerando muy rápido y no sufrió con la segunda quimio.
Sorprendentemente, desde que salió la segunda vez del hospital (que ya llevaba un mes con el cambio de alimentación y con las orientaciones de Dulce Revolución y naturópata) no volvió a tener ninguna consecuencia de la quimio (ni falta de apetito, ni náuseas, ni diarrea, ni se le volvieron a pelar los pies y manos). De esta quimioterapia recibió 6 sesiones cada 15 días. Su vida se volvió normal y hasta hoy, que 4 meses sin quimio. Desde el día 14 de febrero que recibió el último gotero, ha estado tomando gotas de cardo mariano y desmodium para la limpieza hepática.
Ayer visitó al naturópata (desde el 11 de septiembre lo ha hecho cada 15 días) y éste le dijo que sus órganos internos están regenerando células muy rápido y, después de un prueba que le hizo donde le comprobaba toda esta regeneración, le dijo que ojalá muchas de las personas que llegan a su consulta estuvieran como él.
En estos momentos sigue tomando todo lo anteriormente descrito, con el añadido de una pastilla de magnesio, por supuesto sigue con 30 gr. de Kalanchoe diario.
En abril mis padres viajan desde Tenerife para conocer el lugar donde se inició su nueva vida y donde cambió el rumbo de su historia y el de toda la familia.
Al regresar se hace un TAC y los análisis: TODO ESTÁ MUY BIEN. El TAC es correcto (ya no se visualizan tampoco en el hígado los nódulos que nos dijeron en una revisión de octubre) y la analítica no puede estar mejor. Los marcadores tumorales a 2,6 (deben estar a menos de 5,6).
Sólo tenemos palabras de agradecimiento y de ánimo y fortaleza.
SEGUIMIENTO FEBRERO 2015
Y…..después de un año sin quimio y casi dos sin cáncer puedo decir que mi padre está mejor que nunca. No escribo desde Junio de 2014, a fecha de hoy (14 de febrero 2015) sólo podemos seguir DANDO GRACIAS.
Mi padre sigue con la dieta alcalina, haciendo ejercicio, viajando y ..tomando la kalanchoe con períodos de 15-20 días de descanso. Sigue protegiendo su hígado con alcahofera, diente de león, cardo mariano y desmoden. Desde junio de 2014 ha tenido dos revisiones oncológicas más y muy bien ambas. Tanto análisis como TAC están muy bien y lo mejor es que él se encuentra perfectamente.
Sigue acudiendo al naturópata una vez al mes y éste está contento de su proceso y evolución. En este mes de febrero, al ver la analítica, le dice: “ es la mejor analítica que he visto hoy en todo el día de consultas”.
Seguimos en contacto, por supuesto con el inicio de la historia: DULCE REVOLUCIÓN y , desde nuestra experiencia, como familia, seguimos ayudando y acompañando a otros que hoy comienzan su proceso.
Desde aquí volvemos a dar las gracias a Dios por ponernos en este camino y a Josep Pàmies y su equipo por haberse cruzado en él.
Se le llenó el estomago de lombrices, tanto que una vez expelió una viva, me asusté mucho y me acordé de las semillas de Papaya.
Parece que las lombrices que estaban viviendo en el estómago comieron las semillas y murieron, al otro día de comer las semillas salieron expulsadas muertas (claramente se notaba que su estómago estaba negro).
Se debe dar, aproximadamente, una cucharada por día; yo se las hacía comer junto con la fruta. A mí de niña me las hacían comer puras y mascándolas, pero no es necesario. Lo importante es que lleguen al estómago.
Espero que les sea de utilidad. Un saludo.