Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Brenda Macías, tengo 39 años (septiembre 2017) y vivo en Guanajuato (México), gracias a Dios y a la kalanchoe, soy sobreviviente de cáncer.
Hace dos años empecé con malestar en mi seno izquierdo. Detecté un pequeño bulto, acudí al médico a revisión y después de hacerme un ultrasonido, la doctora determinó que solo era un quiste y me recetó pastillas. Me las tomé durante un tiempo y después dejé de tomarlas pues me causaban bastante malestares: náuseas, me bajaba la tensión….. Cabe mencionar que el bulto se hacía más palpable cuando tenía mi periodo menstrual y al terminar, se hacía pequeño de nuevo. Así transcurrió el tiempo hasta que en noviembre de 2015 comencé con fuertes dolores en la espalda y acudí nuevamente al médico. Me recetaron hormonas. Por fin, decidí acudir a otro doctor en febrero de 2016, ya que el bulto creció y ya no disminuía al terminar la menstruación. Ahí empezó todo. La doctora inmediatamente me envió a un centro médico especializado para un ultrasonido tridimensional y una mamografía. Después de eso me hicieron una biopsia, pero no dio un resultado concreto, ya que la muestra de tejido fue insuficiente. Decidí acudir a un oncólogo particular que me realizó una biopsia abierta. Los resultados dieron: tumor triple negativo etapa 2. Esto fue el 14 de marzo de 2016.
Desde febrero yo había decidido cambiar mi alimentación, eliminar toxinas y empezar a alcalinizar mi cuerpo.
Dentro de todo el shock por la noticia decidí buscar, leer e investigar y fue así que encontré a Josep Pàmies. Le escribí un correo y para mi sorpresa, me contestaron rápidamente con recomendaciones sobre cómo consumir la kalanchoe, así como algunas otras cosas que podrían ayudarme a sanar. Yo estaba un poco angustiada, ya que no encontraba la planta cerca de mi región, pero buscando en facebook, encontré a una persona cerca que, amablemente me donó plantitas, hojas y plantas adultas.
Así inicié mi consumo de kalanchoe tanto cruda, como en infusiones y licuados. También la use en cataplasmas sobre la piel. Inicié quimioterapia el 25 de mayo de 2016 y terminé en septiembre del mismo año.
El panorama que el oncólogo (un segundo doctor) me dio al examinarme por primera vez fue muy desalentador, ya que a pesar de que los estudios previos decían que el tumor estaba en etapa 2, este médico se atrevió a decir que tenía metástasis y que estaba muy avanzado. Me sentí mal, confundida y un poco derrotada, pero no quise hacerle caso y aun así me mandó hacer otros estudios. Los resultados dijeron que el tumor seguía siendo del mismo tamaño y que el cáncer estaba encapsulado.
Cuando tuve la segunda quimioterapia, el tumor empezó a hacerse gelatinoso y la piel dejó de estar rojiza. El tono de la piel empezó a ser normal.
Los médicos estaban sorprendidos y no sabían cómo el tratamiento había resultado tan exitoso llevando solo dos sesiones de quimio (yo sí sabía, fue la Kalanchoe). Mi vida seguía ahí, entre kalanchoe, cúrcuma, moringa y muchos otros súper alimentos. A la tercera quimio yo ya no tenía tumor. Aun así terminé la quimioterapia en septiembre y para el 1 de noviembre fui sometida a una mastectomía del seno izquierdo. En febrero de este año (2017) inicié las radioterapias que terminé el 7 de marzo. Hoy sigo consumiendo la kalanchoe en dosis de 2 hojas crudas masticadas cada mañana durante 30 días y descansando una semana entre la siguiente toma.
Sé que la kalanchoe fue primordial en el éxito de mi tratamiento y sanación así como la alimentación alcalina y la actitud positiva.
Actualmente tengo un grupo llamado Kalanchoe medicinal México y entre una servidora y varios amigos, apoyamos a personas donando plantas, dando nuestro testimonio y canalizándolas con posibles donadores cerca de su región y eso me hace muy feliz. Espero mi testimonio sirve de aliento a muchas personas; que sepan que el cáncer no es sinónimo de muerte, ya no.
Me llamo Marga, tengo 64 años (enero 2017) y vivo en Getxo (Vizcaya).
En mayo de 2015 me diagnosticaron cáncer de mama, en el mes de junio me practicaron una mastectomía y quince días después tuve una nueva operación, ya que el ganglio centinela había aparecido afectado. Posteriormente rechacé el tratamiento con quimio, no muy convencida accedí a tomar las pastillas antihormonas, pero dado que los desagradables efectos secundarios no se hicieron esperar suspendí la medicación al cabo de un mes.
Lo primero que hice en cuanto recibí el diagnóstico fue buscar ayuda en otras terapias de mi confianza: par biomagnético, homeopatía, neuropatía, y medicina energética. Una de las primeras personas con las que contacté fue con una representante de La Asociación Dulce Revolución en Vizcaya. Desde aquí mi agradecimiento, en todo momento, tanto por teléfono como personalmente, recibí apoyo e información relacionada con mi problema.
He seguido sus pautas para la ingesta diaria de la kalanchoe (dosis: un trozo de hoja tamaño de una tarjeta de crédito), así como del aloe vera, junto con las infusiones de artemisa y la mezcla de ortiga, milenrama y caléndula. He seguido estas pautas durante 21 días, descansando una semana y volviéndolo a repetir.
He cuidado mucho mi dieta, así como el mantener una actitud relajada y positiva en el día a día.
En la actualidad continúo tomando lo anterior, aunque con menos rigurosidad en cuanto a la duración en los plazos. Incluyo días de descanso en los que tomo infusiones y suplementos de selenio, zinc…. Para mantener en buen estado el sistema inmunológico tomo innatia y phitolacca.
A todo lo anterior añadiría también la cúrcuma, los hongos reishi, omega 3,…y de vez en cuando tomo baños de sal.
Sigo con las sesiones de par biomagnético.
En todo momento me he encontrado en perfecto estado, tanto física como anímicamente. Considero importante mantenerme activa y sobre todo con una actitud positiva, relativizando lo que me llega en cada momento y disfrutando de los pequeños detalles.
En la actualidad sigo pasando las revisiones habituales, no hay rastro de enfermedad.
Agradeceros desde aquí la labor que estáis haciendo, ya que para mí ha sido un gran apoyo poder contar con la información y los productos que ofrecéis.
Me llamo Carmen, tengo 47 años (noviembre 2016) y vivo en Madrid capital. Me diagnosticaron un carcinoma ductal infiltrante, grado II y hormodependiente, en septiembre del 2014.
Me note un bultito en la parte alta del pecho izquierdo. Me hicieron una resonancia magnética y apareció un segundo bultito en el mismo pecho. Con lo cual, al ser dos, me dijeron que había que hacer una mastectomía.
Al principio, en mayo, cuando me noté el bultito, estaba estudiando kinesiología y me traté con un médico naturista que me dio arcilla (este médico me dijo que no me preocupara que no era nada). En julio me aconsejaron una biopsia y no me la hice, pero ya en septiembre volví a retomar el tema y me hice una ecografía. El bultito había aumentado de 10 a 16 mm.
Tanto el primero como el segundo bulto, no aparecía en las imágenes de la mamografía, sólo aparecieron en la resonancia.
Aquí, en Madrid, intenté contactar con algún médico de la Nueva Medicina Germánica, pero no encontré nadie. Entonces llamé a Dulce Revolución y me tomé la Kalanchoe durante un mes, en ensalada, tal y como me dijeron (octubre de 2014). Me operé en enero del 2016. Resultó afectado un glanglio axilar y me quitaron otros 12 más.
Al analizar el tumor para ver los parámetros, me aconsejaron quimioterapia y hormonoterapia, pero no accedí a ninguna de ellas.
Al mes de operarme contacté con el Dr. Alberto Martí Bosch y desde entonces estoy con él. Me trata con suplementos para alcalinizar el organismo, agua con sal, alimentación alcalina, hierbas suecas de Maria Treben y la fórmula franciscana.
En diciembre de 2015, apareció un nuevo bultito en la cicatriz del pecho, dos nuevos carcinomas locales, muy pequeños, el Dr. Martí Bosch lo achacó a que el cuerpo necesita depurarse y alcalinizarse y no había dado suficiente tiempo a hacerlo. Me volví a operar nuevamente. Los protocolos médicos me recomendaron esta vez quimioterapia, radioterapia, tomar tamoxifeno y quitarme los ovarios con unas inyecciones. Yo, nuevamente no hice caso, pese a la presión médica, que me advirtieron que esto era peor y que me iba a arrepentir.
En todo este tiempo he intentado buscar la causa emocional de la enfermedad, me he sometido a varias sesiones de biodescodificación y en mayo de este año, 2016, estuve haciendo un curso en Peñiscola de Nueva Medicina Germánica con la Dra. Ilari. Sigo formándome en esta última disciplina.
Sigo con mis revisiones médicas, y tomo también Renoven (el antiguo biobac), me hacen reiki e intento hacer meditación y cambiar pautas alimenticias, esto lo llevo haciendo años (no lácteos, azúcar, bollería industrial, harinas), sí verduras, a poder ser ecológicas, granos, algas, etc
La kalanchoe me la tomo de vez en cuando, tengo dos o tres plantas.
Muchas gracias de nuevo.
Me llamo Emma Nieto, tengo 41 años (2016) y vivo en Sant Cugat del Vallés (Barcelona). En agosto de 2015 me noté unos calambres, junto con un bulto grande en el pecho derecho. A principios de septiembre me diagnosticaron un cáncer de mama inflamatorio. Empecé con tratamiento de quimioterapia, seguido de una mastectomía radical y después de la cirugía, 25 sesiones de radioterapia.
Durante el proceso de la quimioterapia, me ayudó mucho a paliar los efectos secundarios todo lo que comento a continuación:
Después de la quimioterapia, para eliminar la toxicidad acumulada dentro de mi cuerpo hice:
A raíz de lo que me ha pasado, he aprendido que el stress es malísimo y que debemos escuchar a nuestro propio cuerpo para saber cuándo te da avisos.
Mi nombre es Ángeles, tengo 60 años (2016) y vivo en Motril (Granada). Soy veterinaria con 35 años de experiencia. Quería contarles mi primera experiencia con la kalanchoe en una perra con tumores mamarios no operados. La perra llevaba con cáncer de mama muchos años. Se decidió no operar y dejar los tumores, así que la perra llego a los 15 años y en un momento determinado, los tumores se externalizaron. Decidí llevármela a mi casa para cuidarla y sacrificarla cuando llegara el momento.
El estado general era muy bueno y pese a los tumores, la perra estaba estupendamente, aunque las masas tumorales estaban en un último estadio de desarrollo, o sea, carne putrefacta y sanguinolenta. Decidí probar la Kalanchoe, de la cual había tenido noticias y que crecía como planta parásita en mis macetas. Usé el jugo en emplastos y también con eso limpiaba las masas tumorales. No os voy a decir que la perra se curó, estaba en último estadio del cáncer, pero las masas tumorales disminuyeron de tamaño, estaban limpias y no olían a putrefacción; así mantuve a la perra durante dos años más hasta que murió por un fallo hepatorrenal debido a su edad, 17 años. Tuve la oportunidad de comprobar el desarrollo del cáncer mamario cuando no se realiza ninguna intervención quirúrgica ni tratamiento quimioterápico, algo difícil de comprobar en humanos.
Me llamo Carmen, tengo 69 años (2016) y el 16 de octubre de 2015 me noté un hundimiento en el pecho derecho. El 21 me hicieron una ecografía y seguido una biopsia por alta probabilidad de que se tratara de un tumor.
El 26 me confirmaban que tenía un tumor maligno de 2 cm aproximadamente (índice de reproductividad del 30%).
A partir de aquí pasé 3 semanas en las que me hicieron todo tipo de pruebas para asegurar y saber a ciencia cierta qué tipo de tumor era, dónde estaba, etc.
Me hicieron una nueva ecografía, una resonancia magnética, una grammagrafía ósea, ecografía abdominal y radiografía de tórax. En este proceso descubrieron que tenía otro tumor de apenas 3mm a 2 centímetros de distancia del primero. Todas estas pruebas fueron definitivas a la hora de detectar este segundo tumor, que quizá de otro modo no hubieran visto.
El médico me dijo que tomara un tratamiento hormonal (inhibidor de estrógenos) durante 2 semanas, después de las cuales me operarían y quitarían los 2 tumores. Después ya se vería si necesitaría quimio, radio...
La noticia del CÁNCER (lo escribo con mayúsculas porque cuando te lo confirman es una palabra que pesa mucho y uno no la ve con minúsculas) junto con todas las pruebas médicas, burocracia, desplazamientos, cansancio, tristeza, impotencia y un largo etc... fue algo realmente duro por lo que pasar.
Fue cuando apenas empezaba con todas las pruebas que tuve la suerte de encontrarme con una persona que colabora con la Dolça Revolució. Fue una "quedada" de un par de horas y todo cambió. Me explicaron que había muchas cosas que estaban en mi mano. De algún modo sentí que yo podía ser dueña de mi salud. Y todo cambió:
- cambié mi alimentación a una dieta alcalina: nada de lácteos, carne roja ni azúcar entre otras cosas.
- empecé a tomar 3 licuados al día con diferentes frutas y verduras + cúrcuma, jengibre y pimienta
- graviola, boswellia y alcachofera en cápsulas
- infusiones de ortiga, caléndula y milenrama
- agua de mar (pequeños sorbos a lo largo del día)
- aloe vera puro (mezclado con agua)
El 26 de noviembre me operaron y quitaron los 2 tumores. Una vez que estuvieron los resultados del análisis de los tumores el médico me llamó personalmente para decirme que estaba realmente sorprendido. El índice de reproductividad prácticamente había desaparecido en esas semanas. Había bajado del 30% al 2%. Incluso me pidió que acudiera a un colega para "enseñar mi caso" por lo poco común que era.
Por el hecho de haber tenido 2 tumores me darían radioterapia durante 3 semanas, que era lo mínimo.
El médico me dijo literalmente que me había tocado el gordo. Que era privilegiada y había tenido mucha suerte.
Hoy 2 de febrero de 2016 acabo la radioterapia.
Sigo haciendo una dieta alcalina, tomando todo lo que he indicado arriba y además kalanchoe, magnesio y bitter sueco (en los licuados).
Sé que verdaderamente he sido una privilegiada y he tenido mucha, muchísima suerte de encontrarme con esta familia en el momento en el que más lo necesitaba.
Tengo 41 años (2016) y vivo en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Todo comienza en una revisión ginecológica rutinaria, yo no tuve ningún motivo para ir al médico, fue en la revisión anual. Siempre me hacen mamografía y ecografia. La doctora que me hizo la ecografia me dijo que en ese mismo momento tenía que hacerme una biopsia. Yo no me lo podía creer.
Al cabo de una semana me llamaron por teléfono y me dijeron que lo que tenía era un cáncer de mama y que se tenía que operar lo antes posible. La primera palabra que salió por mi boca fue, NO ME QUIERO MORIR. Creemos que la palabra cáncer es igual a muerte, pero gracias a Dios, esto no siempre es así. Por suerte con todas las pruebas que me hicieron y con el resultado de la biopsia después de operar, no tenía los ganglios afectados.
Antes de comenzar la quimioterapia, una colaboradora de la Dulce Revolución me dio un montón de información, que yo no tenía ni idea. Nos habló, a mi marido y a mí, de la importancia de la alimentación y de un montón de cosas para que durante mi tratamiento de quimioterapia yo estuviera lo mejor posible. La verdad que yo iba simplemente por educación a escucharla, pero no quería saber nada de nada... Salí impresionada, nos habló tan bien, con tanta seguridad, que tenía que probar todo lo que dijo, no tenía nada que perder, pero quizás sí de ganar.
También oí hablar de una médica que había pasado un cáncer y su libro me ayudó mucho. Los batidos de frutas y verduras que tomaba antes de cada comida y la mezcla de hierbas: caléndula, milenrama y ortiga eran mi día a día.
Todo esto hizo que yo, durante la quimio, la gente no se daba cuenta de que estaba pasando por algo así, creía que hacía más deporte ya que tenía una cara magnífica.
Yo a día de hoy no pienso dejar de seguir tomando y haciendo lo que hago, pero pensar que la persona que tengo a mi lado y que ha sufrido toda mi enfermedad, MI MARIDO, también lo hace... y él no ha padecido un CANCER.
Gracias a él todo esto ha sido más fácil.
Vimos por la televisión al Sr. Josep que hablaba de una planta que se llamaba Kalanchoe con propiedades anticancerígenas y nos fuimos un día de Madrid a Lleida, para ver si le encontrábamos. Le encontramos y compramos 6 plantitas y me dieron hojitas grandes para empezar a comer, al mismo tiempo empecé con una quimio muy agresiva ya que el cáncer era también muy agresivo y corría mucho.
La semana pasada me hicieron un TAC y hoy 5 meses después me han dado los resultados del tac, en los cuales no figuraba nada: el pecho izquierdo (donde tenía el tumor) está igual que el otro, nada en mediastino, nada en ovarios, nada en ningún sitio, solo se ve en una vértebra una cicatriz que dice el oncólogo que esa cicatriz tarda en quitarse. El oncólogo no se lo creía, me va a dar 2 sesiones de quimio más para asegurar y luego tratamiento hormonal con pastillas, ya que dice que la enfermedad esta latente, pero no ha visto nada.
Quiero que se ponga este testimonio ya que confío plenamente en la acción del Kalanchoe y a mí cuando me lo diagnosticaron me sirvió de mucho los testimonios que leí.
Para cualquier cosa me tenéis aquí.
Me llamo Irene, tengo 42 años (2015) y hace 10 años me detectaron un cáncer de mama. Tuve que someterme a una mastomización de la mama y después seguir el protocolo de 6 sesiones de quimio, más 4 sesiones de otro tratamiento experimental, acabando con 25 sesiones de radio.
A todo este tratamiento quise ponerle mi medicina alternativa para paliar los efectos secundarios. Por esto empecé a tomar un preparado de ALOE VERA con miel. Lo tomaba en 3 cucharadas durante el día repartidas: 1 cucharada antes de almorzar, comida y cena durante unos 10 días. Luego descansaba durante 15 días y volvía a tomarlo otra vez. Así hasta que terminé el tratamiento de quimio.
El aloe también me servía para la piel, frotando la pulpa del aloe en la zona a tratar tan solo tuve una leve quemadura por la radio que en unos días sanó. Ahora la dosis de mantenimiento es un preparado cada entrada de estación (primavera, verano, otoño e invierno). Aparte del aloe también hago una cura tibetana a base de ajo que se repite cada 5 años. Más abajo detallo el preparado de aloe y la cura a base de ajo.
El resultado de todo esto fue excelente y, hasta la fecha, todas las revisiones han salido bien. También puedo dar el testimonio de mi suegro que le diagnosticaron hace 2 años un tumor en el estómago. En principio se lo iban a extirpar pero empezó a tomar este preparado y en esta última revisión el oncólogo le ha dado la enhorabuena de lo bien que está.
Con este testimonio quiero dejar constancia que tenemos muchísimos remedios naturales en que nos podemos ayudar parar curarnos o por lo menos paliar los efectos secundarios que a veces son peores que la propia enfermedad.
Un saludo.
Preparado de aloe vera: Quitar la piel de una hoja grande de aloe (tiene que tener más de cinco años). Poner en un bol el aloe, un chupito de whisky o similar y 1/2 kg de miel. Batirlo todo junto.
Cura a base de ajo: Se deposita en un vaso de cristal 350gr de ajo triturado junto con 200ml de alcohol de 95º (el de los licores). El bote se cerrará herméticamente y se meterá en la nevera durante 10 días, el día 11 se filtrará todo en un colador muy fino con una gasa. Volver a meter en el mismo vaso el líquido obtenido y meterlo en la nevera otros 2 días más. Al finalizar los dos días el fármaco ya está listo para empezar a tomarlo de la siguiente manera:
Se mezclan las gotas con un poco de leche o agua antes de empezar las comidas siguiendo la siguiente tabla:
Día | Desayuno | Comida | Cena |
1 |
1 |
2 |
3 |
2 |
4 |
5 |
6 |
3 |
7 |
8 |
9 |
4 |
10 |
11 |
12 |
5 |
13 |
14 |
15 |
6 |
16 |
17 |
18 |
7 |
12 |
11 |
10 |
8 |
9 |
8 |
7 |
9 |
6 |
5 |
4 |
10 |
3 |
2 |
1 |
11 |
15 |
25 |
25 |
12 |
25 |
25 |
25 |
Se continuarán tomando 25 gotas tres veces al día hasta terminar el frasco, la terapia no se puede repetir antes de 5 años.
Inmediatamente participa en un ensayo clínico con un medicamento aún no comercializado que se espera que pueda reducir el tamaño del tumor al secar los vasos sanguíneos que todo tumor crea durante su crecimiento. Una vez finalizado el ensayo, que dura 21 días, se somete a una resonancia para comprobar los efectos del medicamento.
El resultado es que el tumor no ha reducido en absoluto, incluso ha crecido un poco más. En abril del mismo año empieza las sesiones de quimioterapia que durarán hasta septiembre. Al mismo tiempo que empieza la quimio también empieza a tomar la planta Kalanchoe daigremontiana (aranto). La dosis es de una hoja de tamaño medio al día, tomada en fresco, cortada fina y mezclada en las ensaladas. Algunos días y debido a los efectos secundarios de la quimio, que entre otros, hacen que el paciente no pueda comer nada, no se toma planta.
En el mes de octubre de 2007 le operan y los resultados no pueden ser mejores si tenemos en cuenta que se trataba de un tumor grande: el tumor ha reducido su tamaño a la mitad, los márgenes del tumor extraído están completamente limpios de células malignas y los ganglios analizados procedentes de la axila no tienen ninguna célula cancerosa.
Actualmente va pasando los controles periódicos y a fecha de hoy todo marcha positivamente.
Hola, soy mujer, vivo en Argentina, tengo 46 años (2014) y he sido fumadora hasta hace un año. En mayo del 2013 en un control de mamografía detectaron un tumor pequeño. Inmediatamente dejé de fumar tabaco y no volví, ni deseo volver a hacerlo.
Me operaron al mes, lo extrajeron y al estudiar unos marcadores dijeron que se trataba de un tumor muy poco agresivo, con baja tasa de crecimiento, no recesivo, de tipo hormonal. De todos modos, por prevención, me trataron con radioterapia, unas 33 sesiones. Bajé muchísimo de peso porque debido al shock emocional no quería comer nada. Me dijeron que era muy bueno que hubiera bajado de peso porque la grasa para este tipo de tumores es caldo de cultivo, pero que tuviera cuidado en debilitarme mucho. Me sugirieron la toma de por vida de un químico llamado tamoxifeno, pero luego de analizarlo mucho, charlarlo con mi oncóloga y con mi familia resolví no tomarlo porque me generaba mucha desconfianza.
He estado tomando kalanchoe desde octubre hasta marzo de este año. La tomaba un mes y descansaba 15 días, o tomaba dos meses seguidos, descansaba una semana y así... fui muy visceral con la toma del kalanchoe, en el sentido que si en medio de un descanso sentía necesidad de consumirlo lo hacía, quizá durante una semana y luego descansaba. El kalanchoe lo tomé picado pequeño con jugo de naranja por las mañanas. Cuando las plantas eran pequeñas comía dos o tres hojitas, cuando ya estuvieron más grandes tomaba los 30 grs diarios. Ahora la última vez que lo tomé fue para otoño durante un mes.
Luego de varios controles, con excelentes resultados, me han sugerido que lo tome en otoño y en primavera, y así lo haré. Tenemos en casa dos variedades: el kalanchoe pinnatta y el daigramontiana, éste último es el que mas consumí.
En los últimos controles por mamografía y ecografía mamaria correspondientes al año de la operación, unos quistes que estaban en mis mamas desde mis 20 años y hasta este último control, habían desaparecido por completo, no quedó ni rastro de ellos!
Desde la operación también hago sesiones de acupuntura por pulsos y he tomado varias tinturas, como la tintura de equinacea y también de graviola. También hicimos un set depurativo de la sangre con tintura de caléndula, milenrama y ortiga. Tomaba unas 20 gotas diarias de cada una. Quería tomarlas hasta terminar pero me comentaron que no era necesario para el estado de salud buena que tengo, así que las dejé y luego de un descanso las volví a tomar y aún no las he terminado.
En el principio no quería comer nada porque me parecía que todo estaba envenenado, pero luego fui logrando un equilibrio y en la actualidad estoy tendiendo a una alimentación sana, pero si alguna vez me invitan a un asado o a tomar un helado o solo hay pizza en casa de amigos como y bebo sin remordimientos. Estoy leyendo un libro sobre alimentación y grupo sanguíneo muy interesante y he encontrado allí algunas respuestas y he podido comprender después de mucho leer teorías y opiniones y estudios varios, que la conexión con el cuerpo, aprender a escucharlo, es muy importante.
Los controles eran antes cada dos meses y ahora son cada 4. En la actualidad tomo graviola y cuando la termine descansaré y volveré a la equinacea que es mi planta favorita. El kalanchoe lo volveré a tomar en primavera y estoy cultivando plantas para ayudar a quien pueda necesitarla. También trabajé y trabajo muy duro en terapia psicológica y hemos resuelto con mi familia un cambio tajante y rotundo de ritmo de vida, de vuelta a las raíces, al contacto con la tierra y con el ser, además de la alimentación que mi familia acuerda hacer en forma sana.
La noticia del tumor maligno me cayó como una bomba. Ahora estoy volviendo a la seguridad y a ser yo, aunque hay cambios de fondo que son para siempre. Es importante atender el cuerpo y también al alma. Buscar un camino de sanación completa que nos tomará hasta el último de nuestros días. La verdad es que para mí, más allá de que fue espantoso como llegó este cambio a nuestras vidas, tengo que reconocer que fueron muchísimas las cosas positivas que nacieron y se curaron a partir de semejante susto.
Deseo que este testimonio sea de utilidad y abra percepciones y pensamientos buenos para un camino de sanación. Nosotros debemos ser nuestros propios médicos.
El mayo de 2011, tenía 38 años, acudí al ginecólogo porque tenía el pecho derecho más grande que el otro de manera exagerada. No dió importancia a pesar de que notó que tenía unos quistes en la mama izquierda y decidimos hacer una ecografía. De aquella ecografía se vió que eran quistes benignos y me dijeron que ya me marcharíamos. Uno de estos 2 quistes de la mama izquierda, me marchó, pero el cambio de medida de la mama derecha y el otro quiste de la mama izquierda no desaparecieron e incluso se hizo más grande. Así que el mes de septiembre me volvieron a hacer una ecografía.
El diagnóstico final fue de un cáncer linfático, grado IV, médula espinal afectada también de linfoma No Hodking. Me recetaron 8 sesiones de quimio cada 3 semanas, que empezamos el 12 de octubre del 2011.
Por mi parte, recogiendo consejos de gente como el Sr. Pamies, el Dr. Martin y Bosch, un dietista ecológico que visité y otras referencias que vas encontrando en esta línea por internet, me cuidé de la siguiente manera:
Procuré tomarme la mezcla de aloe vera y miel cada día antes de la comida: 1/3 de hoja de kalanchoe antes de cada comida (total de 18 gr al día) durante las primeras semanas; a pesar de que después de la primera quimio ya me marchó el quiste de la mama y decidí no seguir tomándomela porque con las molestias estomacales del tratamiento, no me vendía demasiado de gusto.
En cuanto a la alimentación seguí estas indicaciones:
Justo es decir que aparte del trabajo hecho desde casa y por los médicos convencionales, también visité y lo sigo haciendo una terapeuta natural complementaria, que a través de kinesología, par biomagnético y flores de Bach, me hacía el seguimiento desde esta otra manera más suave y me dio muchos buenos consejos durante todo el seguimiento y a posteriori según cómo me encontraba física y emocionalmente. Y también asistí a un par de sesiones de biodescodificación.
El 24 de abril del 2012, después de todas las pruebas, los resultados dicen que ya no hay rastro del quiste de la mama, ni de las otras afectaciones del sistema linfático. Por ahora, toca ir tirando seguimiento.
Del mismo modo que haces un "cambio de chip" en la manera de cuidarte físicamente, también lo haces emocional y psíquicamente, es todo al mismo tiempo y va todo relacionado. Y quiero procurar, por lo tanto, serme fiel y cuidarme bien a partir de ahora para hacerme yo misma más feliz gracias a estos conocimientos que nos hacen llegar gente como la de Dulce Revolución.
Espero que mi testigo sirva a de otra gente, como mí me ha servido el vuestro.
Muchas gracias!