Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Enfermedad inflamatoria sistémica autoinmune que produce rigidez y pérdida de las funciones de las articulaciones.
Mi nombre es Alfredo, tengo 68 años (junio 2024) y vivo en Alemania desde hace 38 años. Durante mi juventud no he padecido nunca de problemas de articulaciones. A partir de los 35 años, comencé a notar dificultades motóricas y comencé a visitar médicos. No tuve otro remedio. Visité, especialmente médicos especialistas en ortopedia, muy renombrados en el sur de Alemania.
En los análisis aparecían elevados los valores de leucocitos como señal de infección. Estuve tomando antiinflamatorios, que no fueron de gran alivio, más bien perjudiciales. Más tarde comenzaron las hernias lumbares. No podía moverme y me ponían inyecciones. No mejoraba. Yo seguía con análisis y pruebas. Les dije que me había picado una garrapata y me dijeron que era el motivo, después que tenía la infección reumática llamada "Morbus Bechterew" (enfermedad autoinmune). Con los años fueron empeorando mis articulaciones de tal manera, que me aconsejaban operación de caderas, primero izquierda y después la derecha. Por supuesto, me negué. Empezaron las rodillas y también me dijeron de operar y tampoco acepté. También tuve problemas con las cervicales. Para ello la fisioterapia que ayudaba.
Me di cuenta que cada vez más tenía una deformación de articulaciones.
Al andar me dolían tanto los pies y articulaciones que decidí hacerme un análisis de vitamina D. Me quedé asombrado: tenía un valor de 6, cuando los valores normales son de aproximadamente 50.
Empecé a tomar vitamina D y conseguí el valor de 72 en dos meses. Desde entonces no tengo ningún problema y continuo con la vitamina D3 y K2 acompañado con Magnesio y vitamina C (ácido ascórbico o extracto de acerola).
También tenía el PH muy ácido (5), nada favorable. Cambiando la alimentación y con bicarbonato sódico, lo subí al básico.
Tengo que mencionar con gran honor, por su inmensa labor a: Jim Humble, Andreas Kalcker y Josep Pàmies. Ellos me han facilitado una suprema lección. He tomado MMS y me ha ayudado mucho. A principios del año 2017, con el MMS también pude curar a mi esposa de diverticulitis. Desde entonces, no toma ningún medicamento y no ha tenido ninguna recaída.
Siempre se negaba ir a urgencias y tenía de reserva una "bomba" de medicamento en casa para urgencias hasta que comenzamos con el MMS. Lo seguimos tomando de vez en cuando para prevenir.
Mi nombre es Isabel, tengo 57 años (mayo 2018) y vivo en Mollet del Vallès (Barcelona). Tengo artritis reumatoide desde hace 20 años y debido a que he tomado a lo largo de mi enfermedad tanta medicación (aún sigo tomando) mi hígado está mal.
Hace dos años las analíticas salían siempre muy alteradas, hasta el punto que mi reumatóloga me dijo que mi hígado estaba a punto de enfermar de hepatitis (eso que soy una persona sana. Nunca he fumado ni bebido y cuido al máximo la alimentación).
Fui a visitar a Aleix Pàmies lo antes posible y me hizo varias recomendaciones:
• Tomar 3 veces al día infusiones de Artemisa Annua mezclada con la mezcla de: diente de león, alcachofera, desmodium, boldo y stevia. Que la tomara hasta mejorar la analítica, y que después siguiera tomando Artemisa Annua mezclada con la mezcla de: cola de caballo, diente de león, marrubio, ortiga, té verde y stevia.
• Cuidar la alimentación evitando lácteos, carnes rojas, bollería…
Mi gran sorpresa fue que, al cabo de un mes de seguir las pautas, la reumátologa me hizo una analítica y me dijo: “Tu hígado está casi bien”.
Le dije el motivo y me animó a seguir en mi línea.
• Actualmente sigo cuidando mi alimentación y hago tomas esporádicas de Artemisa Annua y la mezcla de cola de caballo, diente de león, marrubio, ortiga, té verde y stevia.
De esta manera puedo ir resistiendo la medicación que me dan para la artritis.
Me llamo Rafael, tengo 65 años (febrero 2017) y vivo en Madrid. A los 40 años me diagnosticaron artritis reumatoide. Estuve 2 años tratándome con anti-inflamatorios de muchas marcas, uno de ellos me provocó una úlcera de estómago. Esto me alarmó mucho, porque mi estómago siempre había funcionado perfectamente. Al decirle al médico que estas medicinas me producían un mal mayor, me habló claro diciéndome que la artritis reumatoide que padecía era una enfermedad degenerativa e incurable, que con el tiempo mis articulaciones se irán atrofiando y deformando. Yo me alarmé mucho porque hasta ese momento no había tenido que recurrir al médico para nada. Era una persona que disfrutaba de una salud estupenda. Nunca había tenido nada, ni siquiera me había tomado una aspirina antes de los 40 años.
Cuando me dijeron que mi problema no tenía cura, comencé a investigar otras opciones fuera de la medicina alopática. En el año 1993 consulté a un experto en medicina natural y me proporcionó una dieta que paró el sufrimiento que estaba teniendo con mi artritis. Mejoré mucho solo con la dieta y tomando mucha agua. La dieta esencialmente fue eliminar todo lo que me perjudicaba en la enfermedad, los fritos, las berenjenas, las lentejas, el tomate, de carne solo podía tomar pollo asado, y esencialmente 2 litros de agua diariamente, pero tenía de vez en cuando crisis que parecían hacer volver la enfermedad, sobre todo en invierno. Dos años después de practicar esta dieta, que sentía como buena, vi lo importante que era la alimentación en la recuperación de la salud.
En el año 2012 me llegó la referencia del MMS que parecía que me podía servir para mi dolencia, lo conseguí y me puse a tratarme con el Clorito de Sodio, con la información de Andreas Kalcker en YouTube, esto me repuso considerablemente. Me lo tomé en tres fases de 40 días, dejando entre fase y fase, 15 días de descanso. Me lo tomaba de la siguiente manera:
Primer día: 1 gota de clorito activándola con 1 gota de ácido cítrico.
Segundo día: Dos gotas de cada.
Tercer día: 3 gotas de cada.
Cuarto día: 4 gotas de cada y, en esta dosis, permanecí los 36 días siguientes.
Eliminé de mi dieta todos los zumos que tuviesen ácido cítrico. Los ciclos de tiempo entre toma y toma eran de 3 horas. En este período de 40 días no pude apreciar una mejora destacada y por ello, descansé 15 días y comencé otro período de 40 días de la misma manera que el anterior. Volví a hacer un descanso de 15 días para repetir la tercera fase de la misma manera.
En la segunda fase de 40 días quise subir a 6 gotas y no me fue bien, me sentía mal y bajé de nuevo a 4 gotas donde me era más soportable. La verdad es que no he vuelto a tener crisis de entumecimiento, ni dolores.
En abril de 2013 diagnosticaron polimialgia a mi madre y le recetaron cortisona. Según la reumatóloga necesitaría entre uno y dos años de tratamiento para que desapareciera totalmente. Sabíamos que los corticoides, único tratamiento para curar la polimialgia, tenían unos efectos muy nocivos para el organismo, pero además, tuvo muchos problemas de tolerancia, por lo que decidimos buscar alternativas.
Comenzó a tomar tintura de Cannabis en octubre. Se tomaba 4 gotas por la mañana y 8 por la noche y la fue graduando en función de la intensidad del dolor, que en aquella época era muy fuerte y le dificultaba enormemente llevar una vida normal.
En diciembre se terminó el frasco y no pudo ir a buscar más, por la coincidencia de las fiestas de Navidad. El dolor sin embargo, había disminuido mucho.
Antes de terminar el año, tocó hacer las analíticas de seguimiento de la polimialgia y, pasado fiestas, a mediados del mes de enero, fuimos a buscar los resultados a la reumatóloga. Imaginaos la sorpresa que tuvimos cuando nos dijo que la enfermedad había desaparecido ¡totalmente!
Tal y como explicó la doctora, puede aparecer algún brote, por eso procuramos hacernos más tintura. Ahora se toma 5 gotas de tintura de Cannabis cada tarde, como medida de prevención y de alivio, los días de dolor.
Hay que decir también que, desde octubre 2013, bebe una vez al día la mezcla de hierbas con Ortiga, Diente de león, Cola de caballo y Estevia. La verdad es que le va muy bien y está muy contenta.
Abril de 2014
De pequeña me diagnosticaron artritis reumatoide infantil. Lo de infantil ya lo he pasado pero la artritis permanece. Todavía no he encontrado LA solución pero como paliativos he optado por mudarme a una zona no costera y por los antiinflamatorios naturales, sobretodo por el Jengibre. Me ha acostumbrado a tomarlo a primera hora de la mañana, en polvo junto con los cereales del desayuno. También trato de incorporar alimentos a mi dieta habitual que me gusten y que sean altamente antiinflamatorios. Así, todos los días tomo 1 o 2 onzas de chocolate negro y mínimo 2 infusiones de Cola de caballo. También procuro tomar mucho jugo de limón, ajo y cúrcuma.
Entre la alimentación vegetariana, el vivir en una zona poco húmeda y el jengibre (entre otros remedios naturales como la Cola de caballo) los dolores han disminuido hasta solo 2 o 3 brotes, bastante soportables, al mes.
Espero haber sido de ayuda.
Junio 2012
Me llamo Rosa, tengo 52 años y hace 6 años me diagnosticaron artritis reumatoide.
Desde entonces y hasta el 30 de marzo del año 2011 me estuve medicando con todas las medicinas disponibles en el mercado para la artritis. Los resultados de tanta medicación nunca son los deseados. No existe cura para la enfermedad, se padecen brotes cada mes y el organismo se afecta negativamente. El más afectado es el hígado.
Ante este panorama decidí probar el aceite de Marihuana. Bendita la hora! Mi vida ha cambiado desde entonces. Ya no me medico, tengo mi organismo limpio de química, y lo más importante: NO TENGO ARTRITIS!!!! (así lo confirma la última analítica que me he hecho).
¿Como usé el aceite? Tomé 1 gota diaria durante 6 meses. Es indiferente si se toma antes o después de las comidas. A la media hora de ingerirlo ya notaba el efecto: movilidad absoluta!!! Se habían acabado las largas esperas mañaneras de hasta 4 horas para poder mover mis manos adecuadamente. En un mes noté un cambio radical en mi cuerpo: ya no me sentía enferma e inútil físicamente.
Ahora solo tomo la dosis cuando noto cambios atmosféricos o tengo fatiga por exceso de ejercicio o trabajo físico y el efecto sigue siendo el mismo: en 15 minutos recupero la energía en mi cuerpo, puedo moverme sin dolor. UNA MENTE SANA CREA UN CUERPO SANO.
No hay más que añadir.
Marzo 2012