Mi nombre es Sabine, tengo 51 años (octubre 2023) y vivo en Castelldefels (Barcelona). En abril de 2020, después de todo el confinamiento y de realizarme una PCR, empecé a tener inflamaciones varias: infecciones, cistitis, paniculitis mesentérica… Me sentía mal.
En septiembre me diagnostican tensión alta, sin más. Como mis progenitores eran hipertensos, pues lo banalizaron como genético e inicié un ciclo de medicamentos. Estaba cansada, siempre irritable, no rendía.
Me negué a la medicación. Investigué a la Dra. María Teresa Illa y empecé a hacer toma de tierra, a tomar agua de mar y magnesio (unos 450 mg de magnesio y ¼ de agua de mar mezclada con agua dulce).
Mantuve actividad física y empecé a ir a la playa cada 2 días y bañarme en el mar (método Wim hof, empecé en noviembre).
Y en poco tiempo, toda la inflamación desapareció, también la infección y la tensión arterial, en un mes estaba perfecta.
A fecha de hoy, sigo caminando descalza por la naturaleza. Bebo agua de mar 1/5 o ¼ mezclada con agua dulce (ósmosis) y voy haciendo desintoxicaciones de metales pesados y desparasitaciones (con extracto de zanahoria o con aceite de coco y gotas de orégano).
Tengo que decir que fue crucial una dieta más rica en magnesio, zinc (frutos secos).
Mi nombre es Juan Manuel, tengo 56 años (agosto 2023) y vivo en Benabarre (Huesca). Arreglando el huerto me entró un poco de tierra en el ojo. Fui al médico y me dijo que no tenía nada dentro, sólo era la infección. Agradezco mucho la atención médica, hay veces que no hay otra opción.
Consulté el protocolo oftalmológico en el libro “Salud prohibida” de Andreas Kalcker y me preparé CDS + DMSO (25%) + agua de mar (él utiliza suero fisiológico salino, pero yo utilicé agua de mar porque era lo que tenía en casa). Esta mezcla sólo la utilicé los dos primeros días con una dosis de unas 2 gotas 3 veces al día (en el libro la dosis es mayor).
Durante los 8 días siguientes me puse en el ojo agua de mar con DMSO al 25 % (ya preparado para usarlo): una gota por la mañana y otra por la noche. Alguna vez me puse dos. Noté más mejoría cuando utilicé el preparado que compré ya hecho (sin CDS).
Costó un poco recuperar completamente el ojo, pero ya lo tengo bien y no me pongo nada.
El DMSO es un producto delicado, mejor informarse antes de usarlo. El ojo también es un lugar delicado, estas gotas escuecen cuando las echas. No tengo ningún otro problema de salud, no tomo pastillas ni nada que pudiera hacer reacción con los productos que utilicé.
Mi nombre es Salvador, tengo 64 años (marzo 2023) y vivo en Mataró (Barcelona). Tenía un flemón debido a un dolor de muelas. Aún tenía poca inflamación cuando empecé a hacer enjuagues con agua de mar. Los hacía tres veces al día, después de lavarme los dientes. El flemón, no sólo no aumentó, sino que, al cabo de 4 días, desapareció. Fue increíble ver cómo se curó el flemón y me dejó de doler de una manera tan sencilla y económica (sin antibióticos ni dentistas).
Mi nombre es María Díaz, tengo 58 años (mayo 2021) y vivo en Moncófar (Valencia-España). Me diagnosticaron discopatía degenerativa desde hace 11 años. Durante todo este tiempo he tenido muchísimo dolor. Conocí el MMS y tomé, durante 1 año el protocolo 1000. Además del MMS también tomé agua de mar y el dolor ha desaparecido. Ahora, si me resiento, tomo 6 gotas activadas en un vaso de agua durante unos días y desaparece de nuevo el dolor.
Mi nombre es Tomás, tengo 76 años (mayo 2020), soy naturópata trofólogo Colegiado por el Centro de Estudios naturistas de Barcelona y vivo en Jaén. Testifico haber vencido el Covid19 tomando por la mañana el zumo de 3 o 4 limones con agua de mar hipertónica. El agua hipertónica que yo hago es diferente a la que se aconseja oficialmente (se aconseja: 1 vaso de agua de mar + 3 vasos de agua dulce mineral), pero yo pongo en una botella de 2 litros: 3 vasos de 250 cc de agua de mar pura y la relleno con agua mineral.
En mi desayuno exprimo 3 o 4 limones, dependiendo del tamaño de los limones, pero nunca menos de 3. Pongo el zumo de los limones en un recipiente de medio litro y relleno este recipiente con agua de mar hipertónica y me lo tomo de un tirón. Luego espero 10 min y me tomo 2 vasos de 250 cc de agua de mar pura.
A media mañana suelo tomar 2 o 3 bananas maduras y alguna fruta de temporada, entre 5 y 7 piezas variadas (4 kiwi, melocotón, manzana, piña, aguacate …). Intento que sea fruta de temporada.
Para antes de cenar me preparo un hervido de fitoterapia. En un recipiente (puede ser una tetera o recipiente con filtro), pongo 1 cucharada sopera de cada uno de estos componentes: bardana, diente de león, tomillo rojo, corteza de encina, serpol, llantén y espino blanco. Añado 1 litro y medio de agua fría y lo pongo a hervir. Cuando empieza a hervir espero 15 min, lo retiro del fuego pasados estos minutos y lo dejo reposar (macerar) 1 hora.
Suelo tomármelo 1 hora antes de cenar. Repartidos en los 6 vasos que salen del hervido voy tomando lo siguiente: un comprimido de vitamina B, un comprimido de calcio + D, una perla de vitamina E, 3 comprimidos de cloruro de magnesio y 2 comprimidos de colágeno con magnesio.
También tomo carbonato de magnesio, 2 o 3 cucharadas en polvo al día, espaciadas en tres tomas.
No como carne, ni pescado. Así vivo desde hace 55 años.
Mi nombre es Josefa, tengo 68 años (enero 2020) y vivo en Cabo de Palos (Murcia). Quería contar mi experiencia con los productos naturales. Hace 12 años me detectaron hipertensión. He estado tomando diariamente pastillas para la hipertensión y un diurético. En múltiples revisiones médicas me quejé de que tenía problemas con la circulación periférica, con síntomas alarmantes, ya que en aquel momento vivía en un pueblo de montaña de Salamanca y tenía los pies y manos congelados en invierno. Todos me decían que no era por la medicación, que al contrario que estaría peor si la dejaba. Cansada, decidí empezar a investigar. Hace dos años empecé a suprimir el diurético poco a poco sustituyéndolo por agua y zumos que me ayudaban.
Desde siempre he hecho y sigo haciendo, deportes aeróbicos, camino muchísimo todos los días por eso no entendía ese deterioro, precisamente en los pies y piernas. Durante esa investigación encontré muchos videos sobre agua de mar, estevia, Josep Pàmies y, al escucharlos, les escribí y les conté mi caso. Me aconsejaron tomar su preparado de hierbas para la hipertensión (mezcla de: hojas y flores de espino blanco, diente de león, olivo, pasiflora, stevia y lavanda). Empecé a tomarlas el 12 de marzo de 2018, y a los 15 días empecé a ir "rascando" pequeñas cantidades de una de las pastillas que tomaba para la hipertensión, para ir desintoxicándome de ella a nivel físico y "mental". El 25 de junio a penas tomaba 1 mg, un trocito para, simbólicamente convencerme que no la necesito. Mi tensión arterial está perfecta, mucho mejor que antes de empezar a tomar las infusiones, a veces demasiado baja, lo cual me lleva a plantearme que en algún momento y a largo plazo tendré que ir suprimiendo la otra pastilla.
Increíble el efecto producido en apenas 3 meses. A parte de la mejoría en la tensión arterial, tenía problemas de insomnio y también me ha desaparecido. Cuando uno empieza a investigar y tomar las "riendas de su cuerpo" es emocionante. También he aprendido a cocinar con agua de mar, como sustituto de la sal, la cual la bebo todas las mañanas en ayunas (tengo la suerte ahora de vivir a la orilla del Mediterráneo). Por amor y respeto a los seres vivos mi alimentación ha cambiado. Sigo tomando la mezcla de hierbas para la hipertensión mañana y noche. Creo que en unos meses suprimiré la única pastilla que me queda (pues de 10 mg. ya voy por 2,5 ). Doy gracias por haber llegado a una edad en la cual poseo el "lujo del tiempo", para poder aprender de todas esas personas que nos trasmiten sus conocimientos.
Gracias Dulce Revolución, espero en algún viaje poder visitar vuestras instalaciones.
Mi nombre es Javi, tengo 35 años (diciembre 2017) y vivo en Olesa de Montserrat (Barcelona). Yo nací con muchos miedos, nunca me había planteado siquiera estar en el universo y formar parte de un todo. Era consciente de muy poca verdad debido a mis miedos, y poco a poco con la expansión de consciencia, con hacerme consciente cada vez de más verdad, de más realidad, en mí hay cada vez menos miedos y más amor, como no puede ser de otra manera.
A los 33 años me diagnosticaron TOC (trastorno obsesivo compulsivo), de nivel medio, según el siquiatra que me visitó. Decidí ir por voluntad propia al siquiatra, ya que los pensamientos de hacerme daño o hacer daño a los demás eran muy repetitivos e intensos, y porque llevaba un mes que no dormía casi nada. Acabé por perder el sueño completamente. No puedo tener queja alguna de los siquiatras ya que me trataron muy bien. Me mandaron dos clases de pastillas, me tomaba 6 pastillas al día de dos medicamentos diferentes.
Las pastillas me devolvieron el sueño, cosa que en aquellos momentos era necesario para mí, y respecto a los pensamientos, no sé si las pastillas me ayudaban, pero por lo menos, el creer que quizás sí, también ayudaba un poquito, junto con la ayuda, sobretodo, de mis amados padres.
Yo no quería medicarme de por vida (aunque el siquiatra me dijo que sería así y que no podría dejar la medicación), y veía que no mejoraba lo suficiente. Empecé a abrirme a probar cosas nuevas con las que en principio no tenía ninguna afinidad, pero estaba dispuesto a darlo todo por mí, y si existía cualquier otra opción mejor, más sana, y que, además, me ayudara de verdad, que no me sedara y ya está, pues prefería cogerla. Solo con las pastillas no hubiera podido salir del miedo, no hubiera podido salir de ese tremendo terror en el que entré y que no me permitía prácticamente salir de casa solo, no me permitía no poder estar sin mis padres, llegó a no permitirme hacer prácticamente nada.
En la época en la que estuve peor, no podía salir a la calle, ni estar solo porque tenía pánico, no dormía si no era con medicación. Actualmente vivo solo y hago vida normal, no tengo esos miedos y duermo bien. No me medico. Aunque sigo teniendo el trastorno (días en los que mi mente está muy agitada), lo tengo en una importante menor medida y continúa mejorando día a día. La vida me ha ofrecido unas herramientas, unas personas y una sabiduría que me ayudan a llevarlo mucho mejor y sin medicación.
Es muy importante la voluntad en este proceso y acompañarte en todo momento, acompañarte quiere decir ser amable contigo pase lo que pase, ser comprensivo, aunque un día falle la voluntad, aunque un día estés más loco que otro, aunque un día no te ames o no ames, respeta eso, pase lo que pase acompañarte en tu locura o en tu cordura, en tu proceso, no exigirte.
Empecé con una sicóloga joven y amable. Esta chica me ayudó mucho y estuve con ella cerca de un año y mientras iba a ella también empecé a adentrarme en el mundo espiritual, lo cual no es más que empezar a conocer quién eres, empezar a descubrirte a ti de verdad y dejar a un lado lo que creíste ser.
Y así empecé a moverme en el mundo espiritual, primero con las constelaciones familiares, las cuales conocí por mi hermana, y aunque yo no creía en nada de eso y tenía muchas reticencias, decidí probar. El caso es que las Constelaciones familiares son una maravilla, sobre todo si tienes una persona que las sepa guiar bien, y que te cuide en el proceso.
He hecho muchos talleres espirituales y de crecimiento personal, y algún retiro de tantra y cuestionamiento de creencias, donde he practicado algo que para mí fue clave en mi recuperación, "TheWork." He hecho también el 1er nivel de Reiki y Un Curso de Milagros.
Todo lo que he hecho me ha ayudado a ir encontrándome, a ir aclarando mi mente e ir deshaciendo ese lío, y así poder conectar conmigo, con mi corazón. Porque ahí está la clave, con el embrollo en tu mente no puedes ver, no puedes verte, no puedes sentirte y escucharte, no puedes acceder a tu corazón, a tu casa, no puedes estar en ti y eso te mata.
He tomado agua de mar sobre todo cuando peor estaba. Tomaba hipotónica por la noche para relajar e hipertónica por las mañanas para animarme un poco. Tomo infusiones frecuentemente, sobretodo digestivas.
Me alimento de una manera muy normal diría, aunque en los últimos años he rebajado el consumo de carne, los embutidos, y sobre todo los fritos, la bollería y los químicos. He subido un poco el consumo de pescado y como mucha más verdura y fruta.
Bebo alcohol de vez en cuando y no me pasa nada, me refiero a beberme una cerveza o una copa de vino de vez en cuando. Hace unos años dejé de fumar, cosa que me alteraba más la mente.
Hoy en día soy consciente de que en la vida ni sobra nada ni falta nada (aunque a veces se me olvida). Todo es perfecto. Sin todo lo que he hecho no podía estar como estoy ahora, por eso estoy muy agradecido a todos esos recursos y a todas esas personas que me han ayudado y me siguen ayudando tanto, entre ellas mi novia, la cual conocí en un retiro.
Aun así, si tuviera que hablar de dos cosas claves en mi mejora serían las siguientes:
- Reiki: (me funcionó y me sigue funcionando para el insomnio)
Con el reiki acabé de recuperar el sueño. En mi proceso, conforme yo iba mejorando fui reduciendo la dosis de pastillas poco a poco (no se puede dejar de golpe). Y cuando ya tomaba nada más que media pastilla de cada, al aprender el 1er nivel de reiki, el formador nos aconsejó hacer 21 días de autoreiki. Cuál fue mi sorpresa que me di cuenta que haciéndolo me quedaba dormido y probé a dejar las pastillas, al acabar los 21 días dormía sin pastilla alguna y sin reiki. El reiki me acabó de devolver el sueño de una manera natural, solo con la energía sanadora de la tierra pasando a través de mis manos.
Actualmente cuando tengo que hacer turnos de noche, se me descontrola un poco el sueño, y me cuesta dormir algunos días. Cuando eso me pasa me hago reiki durante unos cuantos días y el sueño vuelve a estabilizarse.
- TheWork de Byron Katie (para los pensamientos, la claridad mental, paz mental)
Un método que con solo unas preguntas te ayuda a tener claridad mental y a darte cuenta de lo locos que estamos actualmente la mayoría de los seres humanos, de cómo utilizamos la mente de una manera inconsciente que nos hace daño y nos separa de nosotros y de los demás.
Te hace ver que el sufrimiento no proviene de fuera sino de dentro. Te ayuda a darte cuenta de que tú no eres tu mente, de que tu mente no es mala, no es tu enemiga, sino que ha creído cosas que no son verdad y que le hacen reaccionar de esa manera. Te ayuda a volverte cuerdo, a obtener más presencia, a desidentificarte de tu mente. TheWork consiste en cuestionarte tus propios pensamientos, en cuestionarte tus creencias, las historias que hay en tu cabeza, las cuales la mayoría (por no decir todas) son mentira. Puedes utilizar TheWork de por vida y sin necesidad de nadie una vez aprendas bien a utilizarlo.
Otra cosa que a mí particularmente me va muy bien, es practicar yoga. Me ayuda a estar presente y es muy sanador e importante. Presencia y no estar metido en la mente, en lo imaginado, sino estar en la vida, en el aquí, en el ahora.
Actualmente, hace más de un año que no tomo pastillas, el TOC ha mejorado considerablemente y continúa mejorando, y sigo utilizando TheWork y Reiki sobretodo.
Me llamo Araceli, tengo 44 años (marzo 2017) y vivo en Cornellà de Llobregat (Barcelona). Hace 13 años me diagnosticaron un lupus eritematoso. Mi cuerpo se llenó de manchas inflamadas. El cansancio se apoderó de mi cuerpo y el dolor de articulaciones fue en aumento hasta el límite de no poder ni dormir.
Me recetaron unas pastillas y una crema para las manchas. En ese momento los médicos poco podían saber el origen de mi enfermedad, porque se sabía muy poco de ella.
Durante dos años mi vida se convirtió en un infierno de dolores, mi carácter empeoró y no salía a la calle, a no ser que fuera completamente tapada. Me daba vergüenza las manchas y además, no podía darme el sol.
Cuatro años después sufrí un golpe psicológico con la muerte súbita de mi madre. No pude hacer el luto, porque quedaban a mi cargo mi abuelo y mi tío, ambos enfermos. Esto dio lugar a que no tuviera tiempo para dedicárselo a mi enfermedad, me salté todas las pruebas, hasta que un año después murieron.
Supongo que los mismos nervios taparon un poco la enfermedad, pero unos años después apareció nuevamente y más fuerte que nunca.
Los dolores articulares empezaron a subir de intensidad a pesar de todos los esfuerzos que hacía por hacer algo de deporte. Las manchas aparecían con menos intensidad, pero estaban ahí. Lo peor de todo fue cuando empecé a perder el pelo.
En mayo del año 2016, mi hermana me llevó a charlar con Cande, una colaboradora de la Asociación Dulce Revolución. A partir de aquel día decidí volver a nacer y luchar por seguir adelante. Fueron 4 horas, dónde pude sacar todas mis emociones afuera, por fin alguien con quien compartir toda aquella acumulación que llevaba dentro de mí y que me estaba ahogando.
Me aconsejó tomar el Bitter sueco, agua marina, pastillas naturales y artemisa. También me aconsejo leer un libro (el Creador), un libro que está abriendo mi mente y me demuestra que querer es poder. A los quince días de tomar todo lo que me aconsejó, empecé a encontrarme mejor, las manchas habían desaparecido. Un mes después los niveles en los análisis de sangre habían reducido de forma considerable y tres meses después el pelo empezó a crecer, algo que los médicos creían imposible.
Han pasado 9 meses y todavía es pronto para poder dejar la medicación, aunque sinceramente, sabiendo que todo es natural, no me preocupa en absoluto, además el bitter sueco me da mucha fuerza cada día.
Ahora tengo muchas ganas de vivir y avanzo en mi transformación para reencontrarme nuevamente conmigo.
Me llamo María Aguirre, tengo 47 años (febrero 2017), soy licenciada en historia del arte y vivo en Madrid. Por afición y amor a los animales tengo el título de Técnico de auxiliar de veterinaria, más varios cursos de homeopatía aplicada a los animales y terapias naturales. He estudiado y reunido muchísima documentación sobre medicina alternativa que, posteriormente, he podido aplicar a mis propios animales, a los de familiares y amigos. He tenido en mi vida más de 20 perros a los que he cuidado personalmente. Han pasado por mi vida 60 o 70 gatos y toda clase de animalitos inimaginables.
Este es mi testimonio:
Any, una perra teckel de 8 kg de peso y 6 años de edad, hace tres años tuvo leishmaniosis. La traté con MMS y, después de 3 años está sana.
A principios de Junio de 2016 le empezaron a doler las patas traseras. Cada día iba a peor, hasta que se quedó totalmente paralítica. El diagnóstico del veterinario fue de hernia discal y como única solución realizarle una cirugía o ponerla un carrito. Otros habían dicho también que tenía ácaros en los oídos, gastritis, etc…. Todos ellos diagnósticos equivocados que la medicación indicada por varios veterinarios le hubiesen provocado la muerte.
Unos meses antes de que le pasara esto a esta perra, había tratado a otro de mis perros con MMS, con claros síntomas de leishmaniosis. No podía moverse, estaba triste y no quería comer. En 3 días desaparecen los dolores musculares, en 15 días desaparecen prácticamente todos los síntomas físicos y en un año está en perfecto estado de salud.
Al haber tenido antes esta experiencia, pues empiezo a tratarla. Empiezo dejando de dar los corticoides a la perra y le administro MMS, aceite de coco, omega 3, vitamina B e inyecciones de agua de mar. Al cabo de 5 días, empieza moviendo el rabo, unos días después se levanta, 15 días después la perra se maneja sola y a día de hoy (que ha pasado un poco más 5 meses) la perra se maneja sola, es totalmente independiente, cada día que pasa anda mejor. Corre como un conejo.
Le administré 1 gota de MMS cada hora durante 10 horas al día, le inyecte agua de mar hipertónica en las lesiones empezando por 2 ml y fui subiendo la cantidad en función de cómo iba respondiendo la perra.
Mi más sincero agradecimiento a Enric Cerqueda por su generosidad y su paciencia, del cual no me olvido. Gracias a él pude administrar MMS y aceite de coco a mis animales y a muchos otros. Y a Daxalma Luna por toda la información trasmitida en muy poco tiempo sobre el agua de mar, por apoyarme y escucharme.
Y gracias a todos los que han tenido la valentía de aportarnos tanta y tan valiosa información.
Mi nombre es David, tengo 32 años (enero 2017) y vivo en El Vendrell (Tarragona). Mi esposa de 31 años, lleva toda su vida con queratosis pilaris en los brazos (muchos granos que dan una textura de “piel de gallina” pero más exagerado).
Quisimos probar el MMS con su queratosis pilaris, usando el protocolo 3000 (es el protocolo que se utiliza para administrar en la piel). Pero quise hacérselo sólo en uno de los brazos para ver la diferencia (y que ella o cualquier familiar pudiera verlo en caso de que funcionara). No lo hemos seguido al pie de la letra, pues el primer día se lo puse 2 veces en el día, y luego una vez el segundo día y otra vez el tercer día. El cuarto día ya se notaba la diferencia. La piel estaba suave. Pasabas la mano y estaba totalmente lisa. Obviamente el otro brazo, nada que ver, esta como siempre, como papel de lija de “alto gramaje”. Al ver el resultado, empezamos a aplicar el MMS en el otro brazo. La mejora ha sido espectacular.
Por otro lado, yo mismo llevo tiempo tomando agua de mar habitualmente y desde que lo hago, he dejado de vacunarme para la alergia a los ácaros. Sin entender mucho yo de medicina, pero después de lo visto, me parece muy lógico que lo que necesitan la mayoría de patologías, así como el cáncer, para poder vivir y reproducirse en nuestro cuerpo, es un medio ácido, y si, ya sea mediante agua de mar, la alimentación o el MMS, alcalinizamos nuestro cuerpo, simplemente no dejamos las condiciones para que los patógenos (virus, bacterias, hongos….) puedan vivir.
Mi nombre es Marga y vivo en las Islas Baleares, el año pasado (2015) me operaron de un tumor cerebral y a los pocos meses me recidivó. Las expectativas no eran muy buenas, por lo que decidí ponerme en contacto con la Asociación Dulce Revolución. Ellos me contestaron muy rápido y me puse manos a la obra a seguir sus indicaciones, además de seguir con el tratamiento de quimioterapia.
Lo que me pautaron desde Dulce Revolución fue:
Dieta alcalina y baños de sal (hago un par por semana), agua de mar (voy bebiendo chupitos a lo largo del día), aceite de cannabis (6-6-12 gotas), aloe vera y kalanchoe que tomo con licuados de fruta y verdura por las mañanas. También la mezcla para el cáncer (ortiga, caléndula y milenrama). Me hago un litro diario y voy bebiendo entre las comidas. El cloruro de magnesio no me sentaba bien y lo tuve que dejar.
A los dos meses mi tumor se había reducido casi un 80%, por lo que no puedo hacer otra cosa que felicitarles, agradecerles y animarles a que sigan con sus investigaciones.
Tengo 38 años (2016). Mi relación con el mar siempre ha sido muy estrecha. Hace bastantes años que conozco las propiedades y usos terapéuticos del agua de mar a través de un familiar y doctora experta: Mª Teresa Ilari Valenti, quien nos condujo a la Dolça Revolució.
Pero no ha sido hasta hace unos cuatro meses que he empezado a escuchar y leer toda la información recibida a lo largo de los últimos años tras sufrir muchos problemas digestivos, estreñimiento con diagnóstico de colon irritable, intolerancia a la lactosa y al gluten pero sin solución alguna por parte de la medicina convencional, por lo que decidí comenzar a auto-experimentar con el agua de mar, no resultándome en absoluto extraña la relación entre la misma y nuestros fluidos corporales; en concreto, el líquido intracelular.
Desde que tomo agua de mar me siento más saludable y llena de energía. Al comienzo de tomar agua noté de inmediato cambios a nivel de sensaciones en estómago e intestinos. Todo parecía haberse suavizado, lubrificado. En concreto a nivel de colon. Consecuentemente he dejado de padecer problemas de hemorroides que a pesar de ser operada con poco más de veinte años me seguían dando alguna molestia.
La primera vez que la probé ingerí dos vasos seguidos con la consiguiente limpieza intestinal (no acompañada de molestia alguna). Procuro tomar una 1/3 parte de agua de mar con agua filtrada en ayunas y otra toma antes de dormir. A veces por falta de tiempo me tomo chupitos 100% agua de mar.
En el caso concreto de mi hija de seis años se la doy en una jeringuilla de 5 ml sin diluir con agua (es la única manera que se la tome) antes de desayunar y en casos de resfriados me ha dado muy buen resultado, no sabiendo a ciencia cierta si funciona o no pero si puedo confirmar que desde los 4 meses de edad cada invierno ha pasado por una bronquitis con alguna neumonía. La de este año, a pesar que no tuvimos mas remedio que darle medicación convencional para bajarle la fiebre demasiado elevada para su edad, estoy segura que las tomas aumentadas a cada hora de AGUA DE MAR junto con plantas medicinales en concreto infusiones de PERILLA nos evitaron los antibióticos y corticoides habituales cada vez que ha pasado por una bronquitis.
También la utilizamos en la cocina: para hervir pasta y condimentar potajes, etc, así como para hacer gárgaras cuando, alguna vez he tenido molestias en la garganta, y para evitar la tos seca nocturna en lo que parecía una alergia leve. Otra utilidad son los baños con 2 kilos de sal marina para eliminar toxinas, estimular el circuito venoso, linfático y drenar líquidos sumamente importante para la salud. Se ha convertido en una actividad semanal súper esperada por mi hija al hacerlo juntas.
Muchas gracias Dolça Revolució por vuestra valentía y labor de divulgación tan importante e impagable. Espero seguir aprendiendo de vosotros!!!
Mi nombre es Luis, tengo 64 años (2016) y resido en Trapagaran un pueblecito de la provincia de Bizkaia en Euskadi. Soy casado, tenemos cuatro hijos, y soy carpintero jubilado, muy amante de la naturaleza, de los animales, del monte y la montaña, también del mar.
Me detectaron hipertensión en 2012 y problemas en una válvula cardiaca con leve dilatación de la aorta en 2013. Ellos me dijeron que podría ser algo de nacimiento y me dieron una pastilla para controlar la tensión y al año me la cambiaron a otra más fuerte. Ninguna hacia prácticamente nada, salvo producir algunos días, no todos, efectos secundarios como mareos al poco de tomarla que luego se quitaban.
El tema de la válvula cardiaca me causaba algunas fatigas de vez en cuando y un cierto ahogo como cuando tienes el catarro agarrado, también de vez en cuando, pero me iba limitando en mis aficiones montañeras y de andar en bici.
La primavera pasada (2015) le dije a mi doctora que no me gustaba tomar esas pastillas porque me producían esas molestias y que quería dejarlas. Ella me convenció a seguir y que si acaso en verano ya veríamos. Era claro que no quería que las dejara de tomar.
Pues bien, como en mi salud y en mi vida mando yo y como dos años antes yo vivía perfectamente sin esas pastillas y, además estaba convencido que me estaban poco a poco haciendo más daño que beneficio, decidí por mi cuenta eliminarlas y comencé a reducir la dosis de forma gradual para no quitarlas de golpe, durante un par de meses. A día de hoy ya llevo tres meses o más sin tomarlas.
Desde Enero de 2015 más o menos tomo agua de mar, al principio, tomaba poca cantidad por el miedo a lo salado en mis problemas cardíacos, hasta comprender que nada tiene que ver la sal "venenosa" común con la bendita agua marina. Al principio sólo mezclada, isotónica, después ambas. Ahora mi agua habitual es la isotónica 1/3, un litro más o menos y entre horas o cuando me apetece varios chupitos de hipertónica a lo largo del día, algo menos de 1/4 de litro, y mi vida está cambiando.
Padecía también periodontitis en mi boca y me sangraban bastante las encías y ya había perdido algunas piezas. No he vuelto ni a sangrar ni he perdido más piezas. Llevo casi un año sin usar ni pasta dental ni enjuagues de farmacia solo agua pura de mar y en la vida he tenido más salud en mi boca: gárgaras, sorbos nasales y tragar despacito los chupitos de esta agua de vida, ha solucionado mi faringitis crónica granulosa, que así me la diagnostico un otorrino del seguro hace algunos años y sin esperanzas. Para mi hemorroide baños en el mar en verano o asientos de agua marina pura de 15 o 20 minutos en el bidet o en una palangana y ya apenas la noto. Me estaban saliendo hongos en una uña de un pie, uña gruesa, poca cosa, baños de pies en agua marina y ya no hay nada de eso.
Mi otro aliado para el tema de la hipertensión ha sido la Estevia, llevo seis meses tomando infusión mañana y noche. Al mediodía tomo té verde. Se la recomendé a un compañero de trabajo, diabético y la toma también. Éste a su vez la ha recomendado a otros (uno de ellos bajó de 250 a 130 de azúcar en 1 mes). Esto es evidente que funciona.
También he modificado mi dieta, ahora es casi vegetariana, con zumo de fruta o verduras mañana y tarde. Tomo lecitina de soja, avena, canela con miel, semillas de lino, legumbres, algo de arroz, pan integral, etc y he eliminado todos los lácteos y el azúcar blanco y por supuesto, nada de café ni bebidas azucaradas.
Estoy superando un cáncer de próstata con la medicina oficial, radioterapia y hormonas, va para dos años y nunca me ha dado problemas ni la enfermedad ni el tratamiento y tampoco puedo hablar mal del equipo que me está tratando, sería un ingrato si así lo hiciera, porque a día de hoy comprendo cómo funcionan los intereses de la medicina oficial, en las altas esferas, donde sólo se piensa en el dinero, pero abajo, a pie de consulta y de los pacientes, el personal sanitario se vuelca y se desvive por sacarte adelante, al menos en mi cáncer ha sido así.
Pienso que todo lo alternativo que hago también me está ayudando en el cáncer, no me cabe duda, pero en lo que más alivio he notado es en las fatigas y ahogos que me producía el tema cardiaco. El día 12 de noviembre de 2015 tuve revisión con el cardiólogo y me dijo que estaba mejorando mucho y la ecocardiografía anual que me hacia la ha eliminado, pues dice que ya no es necesaria, sólo volver a consulta dentro de año y medio.
Mis lumbalgias, de momento, no han vuelto, anda que no he tomado antiinflamatorios ni nada, tampoco los problemas de rodillas y que a punto estuve de operarme de una de ellas, después de estar tomando durante dos años dos cápsulas diarias. Hoy vuelvo a trepar por los montes y sin ninguna molestia.
Sinceramente no sé si estaré viviendo un sueño o no, pero es la verdad. Todo en mí se está normalizando y creo que debo compartirlo con los demás.
En fin, que todo lo que nos decís en vuestros videos colgados en internet y en vuestros correos, funciona y bien. Por ello en mí siempre encontrareis un amigo y una persona super agradecida por vuestra labor de difusión de la verdadera salud.
Hace cien años no había ni medicamentos, ni coches, ni tantos cacharros, ni tantos potingues como nos quieren hacer consumir ahora. El ser humano ha llegado hasta aquí sin nada de lo que ahora nos quieren hacer creer que es imprescindible, imitemos en algo a los animales que aún están libres y que viven felices sin nada de eso y seremos más felices.
Os envío un cordial saludo.
Mi nombre es Susana, tengo 56 años y vivo en Begues (Barcelona).
En diciembre del 2014, de forma inesperada siento un dolor muy fuerte en el dedo gordo de la mano y pienso que me lo he roto, no lo puedo mover.
Visito al médico y ante la duda, me lo inmovilizan esperando las radiografías. El resultado no muestra rotura.
A las dos semanas tengo el dedo de la otra mano igual, apenas puedo moverlos, no puedo coger las cosas bien, el dolor es intenso, la médica ahora ya me dice que es artritis.
Al mes tengo un tercer dedo; el anular. Ese está peor aún. Se queda engatillado, lo tengo que abrir con la otra mano, parece un dedo robot, me duelen mucho las articulaciones de los tres dedos y el otro anular está empezando a dolerme.
La doctora me manda al especialista y yo le digo que me ocuparé de esto. Pienso que la artritis es un acidificación de la sangre y decido tomar en ayunas agua con bicarbonato y el zumo de medio limón.
Al mes, así de rápido, los dos dedos gordos están bien, el anular sigue muy mal, a los 7 meses empiezo a notar mejoría en el anular y a los 8 meses está el anular perfecto. Ahora tengo todos los dedos sin ningún dolor, abro y cierro la mano y la muevo con total facilidad, nadie diría que estaba con tres dedos y camino de un cuarto imposibilitados.
Seguí con el tratamiento un tiempo más; actualmente dos o tres días a la semana lo sigo tomando y además incluyo agua de mar.
Deseo que mi testimonio pueda servir de ayuda.
Gracias Dulce Revolución, por lo que aportáis a tanta gente con vuestro trabajo.
Mi nombre es Valentín, tengo 63 años (2016) y resido en Baracaldo (Vizcaya).
Me diagnosticaron desgaste en cervicales y lumbalgias con artrosis en parte derecha de mi cuerpo. Esto me llevaba a tomar una o dos pastillas antiinflamatorias al día. Llevaba así 10 años.
Empecé con un cambio: bebía agua de mar (1 vaso de agua de mar + tres del grifo) que me apetecía durante el día. Esto me ayudó a que se fueran para siempre mis llagas de la boca, que se me iban y volvían y algunas veces no podía comer de dolor.
Los antiinflamatorios, los dejé al segundo día de hacer infusiones con hojas frescas de Llantén mayor tres veces al día, una antes de desayunar enjuagando la garganta y luego tragar, otra después de comer y otra después de cenar. Si me levantaba de madrugada para orinar, tomaba otro vaso (fría).
En un litro de agua hirviendo echaba 5 hojas frescas o recogidas hacía pocos días de llantén mayor, lo quitaba del fuego, lo tapaba y cuando estaba frio lo metía en una botella. Llevo tres meses con el llantén y tengo suerte porque aquí en el norte, lo encuentro muy fácilmente.
La perilla la he tomado unos tres meses, dos veces al día durante tres semanas y una de descanso. Ahora la tomaré una semana al mes. No he vuelto a tener problemas con mi fatiga, no necesito inhalador y mi fuerza pulmonar está mucho mejor. La he sembrado en casa.
Uso la stevia para los cafés que tomo en mi casa. La melisa la utilizo para las cervicales. La reacción es muy buena, me quita el dolor y posibles tortícolis. Hiervo un litro de agua y pongo una cucharada de melisa seca, dejo reposar cuando hierve y después la dejo enfriar. Tomo dos veces al día, una por la mañana, antes de desayunar y otra a la noche, antes de dormir.
Mi más sincero agradecimiento a todos.
Me llamo Carmen, tengo 69 años (2016) y el 16 de octubre de 2015 me noté un hundimiento en el pecho derecho. El 21 me hicieron una ecografía y seguido una biopsia por alta probabilidad de que se tratara de un tumor.
El 26 me confirmaban que tenía un tumor maligno de 2 cm aproximadamente (índice de reproductividad del 30%).
A partir de aquí pasé 3 semanas en las que me hicieron todo tipo de pruebas para asegurar y saber a ciencia cierta qué tipo de tumor era, dónde estaba, etc.
Me hicieron una nueva ecografía, una resonancia magnética, una grammagrafía ósea, ecografía abdominal y radiografía de tórax. En este proceso descubrieron que tenía otro tumor de apenas 3mm a 2 centímetros de distancia del primero. Todas estas pruebas fueron definitivas a la hora de detectar este segundo tumor, que quizá de otro modo no hubieran visto.
El médico me dijo que tomara un tratamiento hormonal (inhibidor de estrógenos) durante 2 semanas, después de las cuales me operarían y quitarían los 2 tumores. Después ya se vería si necesitaría quimio, radio...
La noticia del CÁNCER (lo escribo con mayúsculas porque cuando te lo confirman es una palabra que pesa mucho y uno no la ve con minúsculas) junto con todas las pruebas médicas, burocracia, desplazamientos, cansancio, tristeza, impotencia y un largo etc... fue algo realmente duro por lo que pasar.
Fue cuando apenas empezaba con todas las pruebas que tuve la suerte de encontrarme con una persona que colabora con la Dolça Revolució. Fue una "quedada" de un par de horas y todo cambió. Me explicaron que había muchas cosas que estaban en mi mano. De algún modo sentí que yo podía ser dueña de mi salud. Y todo cambió:
- cambié mi alimentación a una dieta alcalina: nada de lácteos, carne roja ni azúcar entre otras cosas.
- empecé a tomar 3 licuados al día con diferentes frutas y verduras + cúrcuma, jengibre y pimienta
- graviola, boswellia y alcachofera en cápsulas
- infusiones de ortiga, caléndula y milenrama
- agua de mar (pequeños sorbos a lo largo del día)
- aloe vera puro (mezclado con agua)
El 26 de noviembre me operaron y quitaron los 2 tumores. Una vez que estuvieron los resultados del análisis de los tumores el médico me llamó personalmente para decirme que estaba realmente sorprendido. El índice de reproductividad prácticamente había desaparecido en esas semanas. Había bajado del 30% al 2%. Incluso me pidió que acudiera a un colega para "enseñar mi caso" por lo poco común que era.
Por el hecho de haber tenido 2 tumores me darían radioterapia durante 3 semanas, que era lo mínimo.
El médico me dijo literalmente que me había tocado el gordo. Que era privilegiada y había tenido mucha suerte.
Hoy 2 de febrero de 2016 acabo la radioterapia.
Sigo haciendo una dieta alcalina, tomando todo lo que he indicado arriba y además kalanchoe, magnesio y bitter sueco (en los licuados).
Sé que verdaderamente he sido una privilegiada y he tenido mucha, muchísima suerte de encontrarme con esta familia en el momento en el que más lo necesitaba.
El día 30 de enero de 2015 le hicieron una resonancia a mi hija de dos años, Paula, para descartar que tuviera nada en el cerebro. Nos derivó el oftalmólogo ya que desde muy pequeña ha tenido nistagmus y problemas de visión. Vieron que sí, Paula tiene un tumor en la cabeza en forma de flor y del tamaño de un tomate...
Empezamos tratamiento con quimio en el Parc Taulí de Sabadell con una duración de dos años y medio... No nos quedamos sólo con la quimio y empezamos a investigar otras maneras para ayudar a nuestra hija.
La primera persona que nos informa de otras terapias es la homeópata. La visitamos desde hace casi un año, pues no somos muy partidarios de vacunas y medicina convencional. Ella nos habla de D. Pàmies, alimentación bio y otros.
Paralelamente tenemos la gran suerte de conocer a Jose, nuestro chaman, que nos habla también de las emociones, de la conciencia, la constancia y del amor. Ya sabemos que nuestra niña no nos dejará pero no deja de ser una agonía verla que tan pequeña tenga que sufrir...
Visitamos las instalaciones del Sr. Pàmies, vemos vídeos en los que se habla de las plantas como método de curación efectivo, todo ello nos empieza a interesar mucho. Empezamos a darle a Paula infusiones de Ortiga + Caléndula + Milenrama, Artemisa annua, Kalanchoe, Aloe vera y unas gotitas de aceite de Cannabis.
Preparamos un licuado con los siguientes ingredientes:
- Infusión de media cucharada de café de Artemisa annua + media cuchara de una mezcla de Ortiga + Caléndula + Milenrama. La cantidad de agua es de un litro.
- 9 gotitas de aceite.
- 5 gramos de Kalanchoe.
- Cada 15 días añadimos un poco de Aloe vera (el tamaño de un dedo pequeño).
Todos estos ingredientes los pasamos por la batidora y lo que hago es incorporar este líquido resultante (unos tres sorbitos) en un vaso de bebida de avena con colacao (BIO - lógicamente) Le encanta... Le doy esta bebida cada día por la mañana, junto con la homeopatía que son dos bolitas de phosforus 30 por la mañana en ayunas.
Aparte, de vez en cuando, le pongo un casco de una infusión a base de Cola de caballo. Durante el tratamiento, que son 3 unes seguidos y descansamos 3 semanas, durante las 3 semanas de tratamiento en las duchas le pongo un poco de agua de mar para limpiar, directamente cogida del mar. Lo más importante es que intentamos que esté siempre contenta y feliz, aunque es una niña muy agradable para todos. Cambiamos, en la medida de lo posible, nuestra alimentación a una más sana.
Jose nos visita cada tres / cuatro semanas, le hace imposiciones de manos y, desde el principio, también le estoy dando a Paula un jarabe recetado por él con lo siguiente: 1 bote de 500 de miel, 3 hojas de Aloe Vera, 1 limón exprimido, un poco de canela y 3 chupitos de whisky. Revuelto todo ello, le doy una cucharilla de postre 3 veces al día, 1 antes de cada comida.
Desde que empezamos todo esto, Paula no ha tenido ni una recaída, está muy fuerte, pesa más de lo que pesaba cuando empezamos el tratamiento de quimio, es decir, no ha perdido ni un gramo, no ha perdido el apetito, salta, baila y ríe normalmente. Es una niña muy divertida y animada, le encanta bailar. Sólo se pone malita la noche que le dan la quimio y unos días después está un poco malhumorada, pero ya está, nadie por la calle diría que está con tratamiento de quimio y las analíticas que le van haciendo cada dos por tres son de una niña que no parece que esté haciendo quimio.
Me da mucha rabia ver en el hospital de día cuántos niños lo están pasando mal y no conocen la mitad de lo que conocemos nosotros, que no es nada de lo que existe...
Quiero que mi niña se cure, no puedo imaginarme estar así durante dos años y medio que dura el tratamiento porque, aunque ella no esté muy mal, a mí me duele el alma sólo ver que la noche de la quimio vomita y no descansa... Yo y mi pareja vamos a todas, no dejaremos que Paula caiga y seguimos con fuerza todo lo que vemos que le puede ir bien, siempre bajo información y productos naturales que sabemos que sólo le harán bien.
Aparte de todo esto la visita el cardiólogo, el oftalmólogo, el otorrino, el dermatólogo... está bien de todo... ni una llaga, no le ha caído ni el cabello... Estamos muy contentos.
En julio le hicieron una resonancia a Paula y el tumor había reducido en casi un 20% por todo su alrededor, lo que la oncóloga nos dijo que no había visto nunca en un tumor de las características del de Paula, que redujera tanto y en tan poco tiempo.
La próxima resonancia será en febrero. Sería mucho pedir que hubiera desaparecido del todo pero me conformo con otro 20% más!!
Tengo 76 años (2014) y un problema de próstata. La oncóloga que me atendió a finales de julio 2014 me había dicho que irremediablemente al cabo de un mes necesitaría radio y quimioterapia sin remisión. El ph, con la tira reactiva, me marcaba 5.
En una visita a la Dolça me aconsejaron el kalanchoe, la dieta alcalina y la bebida de la mezcla de agua de mar + agua normal + zumo de limón + bicarbonato; además de la infusión de estevia, mezcla de hierbas para la próstata y hoja de kalanchoe.
Estuve tomando Kalanchoe dos veces al día, el tamaño de un carnet de identidad cada vez. En mi alimentación introduje el pan integral, elimine las carnes rojas, etc., o sea lo normal para una alimentación sana. El agua de mar hace unos dos años que la tomo, medio vaso normal al día y en ayunas. En cuanto a la infusión, la tomo durante el almuerzo y alguna vez más al día. La compongo de un vaso de agua de mar, cuatro vasos de agua normal, el zumo de dos limones y una cucharadita de bicarbonato. También tomo una infusión de un par de hojas de kalanchoe, una cucharada de las hierbas para la próstata y una cucharadita de estevia. Me reviso el PH con las barritas reactivas, sumergiendo una en la orina. He pasado de 5 a 7.
A finales de julio 2014 la oncóloga, que también es homeópata, se extrañó de que mi estado había cambiado y me mandó solo diez sesiones de radio. Le dije que había tomado kalanchoe y en voz baja me dijo que lo siguiera tomando y me citó para el 20 de octubre de 2014. Ese día me confirmó que el psa se había normalizado casi totalmente y me volvió a citar para dentro de tres meses. Le indiqué que continuaba con el kalanchoe y me dijo que siguiera, que entre eso y la radio estaba todo casi normalizado. La tira reactiva para el pH me marca ahora entre 6 y 6,5.
Este es mi estado y mi historia.
Tengo un eccema en las manos desde hace cuarenta años. Tengo una hija médica y me han visto muchos médicos, me he untado muchas cremas, tengo temporadas mejores pero se activa en primavera y en otoño. Nunca me lo han podido curar.
Hace un mes me traje de la playa una botella de dos litros de agua de mar para ver si, al tomármela, me mejoraba el eccema. A los dos días de tomar el preparado ya notaba que mis manos estaban muchísimo mejor, y ahora están como nuevas.
Me preparo todos los días medio botellín (de esas botellas de plástico que tienen chupito, medio botellín serán como 250ml) con 2 partes de agua de mar + 5 de agua + el zumo de medio limón. Tengo el botellín al lado del ordenador y voy tomando el agua a sorbitos durante el día. Se me han puesto las manos limpias, sin heridas, sin piel descamada, sin picores, como nuevas. Y no me estoy echando ninguna crema porque no la necesito.
No tomo más cantidad porque vivo lejos de la playa y no tengo agua de mar fácilmente disponible, así que administro la que tengo para que me dure. Con el medio limón me sabe bastante bien, como una limonada un poquito salada.
Practico Taichi y Qigong y hasta el momento me encuentro bien de salud. No estoy tomando ninguna medicina.
El 27 de febrero de 2013 me detectaron un cáncer en estado 4 (el máximo) con un tumor en el colon y 4 metástasis en el hígado. A mi pregunta sobre qué podía hacer me indicaron: "rezar". Dos semanas después, el 13 de marzo, me operaron para extirpar el tumor en el colon. Un mes después empecé la quimioterapia (10 sesiones) con previsión de operación en octubre 2013 para una ablación de una parte hígado donde estaban las metástasis.
No lo acepté y empecé a estudiar las posibilidades naturales y decidí utilizar las máximas posibles. Me convertí en crudivegano, eliminé harinas blancas, leche, azúcar y sal. Consumo proteínas vegetales y sigo dieta alcalina. Visité varios doctores de medicina natural (uno de ellos sobre la nueva medicina germánica del Doctor Hamer), visité una clínica antroposófica de medicina integrativa en Sant Cugat y empecé a utilizar el muérdago intramuscular (más tarde intravenosa). Consumo cada día graviola, uña de gato, aloe vera, bicarbonato con limón, cúrcuma con pimienta, mangostán, ganoderma, clorella, 3 X 1500mg de vitamina C , shitake y tomo agua de mar y estevia. También visité a un vidente en Brasil y leí libros como el de la Doctora Odile Fernández, la enzima prodigiosa, visualización, sobre el PH, etc. Realicé baños calientes, con y sin sal de mar, realicé la Reconexión con Sanergia, sesiones de Reiki, meditaciones, acupuntura y ozonoterapia. Después de visitar los invernaderos de Josep Pamies, asistir a la sesión del sábado (septiembre 2013) y hablar con un chamán de Perú que trabajaba allí, empecé a consumir el kalanchoe en todas las comidas y tomar tisanas como la mezcla de hierbas para el cáncer, el cardo mariano, etc.
En octubre 2013, 5 días antes de la operación para extirpar las metástasis, renuncié a la intervención para seguir mejorando de forma natural. A pesar de que mi mejora fue espectacular y las metástasis habían disminuido mucho, el riesgo de muerte seguía siendo importante. En noviembre 2013 acepté la operación con ablación del 40 % del hígado y después me administraron 5 sesiones de quimioterapia (1 menos de las previstas y ya sin ningún efecto secundario).
En junio de 2014 el resultado del último TAC fue: Libre de enfermedad, resultado que se ha repetido en octubre 2014.
¡Qué felicidad!
Tengo que decir que ojalá hubiera realizado el test recomendado después de los 50 años para detectar tumores en el colon a través de la heces. Toda persona debe hacerlo. Cuánto dolor me hubiera ahorrado a mí y a los míos. No lo olviden.
En los años 80 hice unas incursiones en supervivencia en el mar, debido a la pérdida de un muy buen amigo que naufragó en el velero con el que estaba participando en una regata.
Comencé tomando agua de mar a sorbitos. Al principio me producía diarrea y otras veces la diluía o solamente la usaba para cocinar: un guiso, sopas, fideos o arroz.
A partir de los noventa, cuando navegaba por el Océano Atlántico en solitario, aprovechaba para beber agua de mar, nunca más de 900 cc por día y no todos los días. También cocinaba con ella casi todos los días.
Más tarde, en el 2001, me anunciaron que iba camino a la tumba. El motivo era un cáncer de próstata. Radiación, quimioterapia y resignación era el supuesto camino.
Como decimos aquí, los mandé al demonio y volví al agua de mar pura. La tomaba cuando nadábamos y un poco a escondidas, porque cuando lo hice este tema no era muy conocido. Al principio comencé respetando el consejo de Alain Bombard de no más de 900 cc por día. La frecuencia era cuando podía, a veces la juntaba en bidones y disponía de cantidad suficiente como para mantener una toma diaria entre 500 cc a un litro.
Van doce años sin problemas, de ningún tipo.
Ahora se está difundiendo mucho el tema de curaciones de todo tipo con agua de mar y lo gracioso es que es muy saludable, da energía, saciedad y con el tiempo resulta agradable.
Hoy en día estoy tomando 500 cc como máximo por día, pura o diluida. No usamos una metodología precisa, es más, diríamos que es a requerimiento de cómo lo pide el cuerpo. Según el deseo de tomar que tenga, a veces son dos vasos al día (500 cc total en el día) otras veces un vaso (250 cc total en el día). Unos días me tomo un vaso por la mañana, antes de la gimnasia, y luego en el trote, la bici o la caminata, otro, o si hay ocasión en el mar, un par de kilómetros en mar abierto. Otra manera de tomarla es mezclándola con agua de grifo (250cc pura y 250 de grifo, o más). Y, por supuesto, continuamos cocinando con ella (en este caso pura).
Otro dato: De niño padecía asma y quedé con alergias constantes, pero ahora diría que quizá también se curaron durante la época en que empecé con el agua de mar. Actualmente no sufro ni un resfriado.
Tengo 42 años y vivo en un pueblo del sur de Madrid.
Empecé a tener molestias en las articulaciones de algún dedo de la mano hará cosa de un año, pero bastante leve. En el mes de julio el nudillo del dedo índice me empezó a doler bastante, hasta el punto de que había cosas que me producían bastante dolor, como abrir el tapón de una botella, cargar algo con ese dedo....
En septiembre empecé a tomar infusiones de Cola de caballo, Ortiga verde y Estevia, como indicáis en vuestra web. Me tomaba tres tazas al día, un poco antes de las comidas. Estuve un mes y descansé una semana y volví a tomarlo otro mes, aunque ya en ese primer mes me desaparecieron totalmente las molestias. También empecé a beber agua de mar isotónica.
Me imagino que al no llevar mucho tiempo con los problemas me ha hecho bastante efecto. El caso es que ahora mismo no tengo nada de nada.
Ahora tomo alguna infusión que me hago con diversas plantas, pero no a modo de medicina, si no por placer (es una mezcla casera del yogui te). Este mes he empezado a añadirle un poco de esa mezcla (Cola de caballo, Ortiga y Estevia), pensando en que no me iría mal.
Febrero 2013
He sido asmático desde los 9 años (tengo 52). Me he estado medicando casi toda la vida contra el asma sin resolver el problema. Cualquier cosa me provocaba una crisis de asma. Reírme, correr, un susto o incluso darme cuenta por la calle que me había olvidado el Ventolín. En el 2001 empecé un tratamiento diario con Seretide, Aerius y un antiestamínico. Pasé de estar casi siempre resfriado y ahogarme por cualquier cosa a poder correr más de una hora respirando como nunca había respirado. Todo parecía ir bien, creía haber solucionado definitivamente el asma. Eso sí, sin parar de tomar cortisona cada día...
Hace dos años tuve un desgarro de la retina en el ojo izquierdo y prácticamente perdí la visión. Ahora, después de tres operaciones he recuperado 2/10 de visión aunque veo bastante distorsionado. Siempre pensé que había una relación entre haber tomado cortisona durante 10 años y el desgarro de la retina. El oftalmólogo me dice que no, pero el neumólogo cuando se lo expliqué me cambió toda la medicación y me dejó entender que algo podría tener que ver (aunque todo un poco impreciso).
Justo antes de la primera operación del ojo, el anestesista me comentó que haría bien dejando toda « esa porquería para el asma », como él la llamó. Luego me explicó que su hijo también tuvo asma y que los neumólogos, en su opinión, estaban dando una medicación muy agresiva y que no curaban el asma, únicamente la cronificaban.
Eso fue hace un poco más de dos años y ese mismo día dejé toda la medicación del asma. A partir de ese momento cada mañana tomo 3 o 4 ajos cortados picados con un vaso de agua. Desde hace un año también tomo agua de mar diluida (mas o menos 125 cm3, la mitad de un vaso grande), y si puedo tomo otro vaso al mediodía y un tercero por la tarde. Digamos que unos 375 o 400 cm3 al día. Vivo en el sur de Francia. El agua de mar la vamos a buscar en la costa rocosa y la utilizamos también para cocinar.
No he vuelto a tener asma nunca, ni siquiera los pitidos típicos de la respiración, sobretodo al acostarse. Tampoco me he vuelto a resfriar. No sé si son los ajos o el agua de mar o las dos cosas, pero me encuentro muy bien. Nunca salía de casa sin un Ventolín en el bolsillo y uno o dos más en el coche por si acaso. Ahora ya hace tiempo que ni los llevo.
Agradezco vuestra labor y espero que pueda servir de ayuda a otras personas.
Febrero 2013
Hola! Querría compartir con vosotros nuestra experiencia.
Tenemos una perrita cruzada de mastín del Pirineo, "la Clemen", que sufrió una oclusión intestinal. De repente dejó de comer y gemía de dolor.
La llevamos al veterinario y nos recetó aceite de glicerina, cortisona y antibiótico, puesto que llevaba tres días sin defecar.
Después de dos días la cosa seguía igual o peor, no comía y apenas se movía. Volvimos al veterinario, que recomendaba operar y no nos daba muchas garantías.
Hacía unos días que conocía a Josep Pamies y me pareció oportuno irlo a ver y comentarle el tema. Me recibió muy amablemente y me aconsejó unos remedios ancestrales: Un litro de agua de Tomillo para beber y 250 cc. de agua de mar con jeringuilla vía oral. Unas horas más tarde todo seguía igual. Le hice una lavativa con un litro de agua de tomillo y 250cc de agua de mar. Después de dos horas la perra defecó y empezó a mejorar hasta ahora, que es feliz como un anís.
Gracias por todo.
Septiembre 2012