Mi nombre es Ángeles, tengo 60 años (2016) y vivo en Motril (Granada). Soy veterinaria con 35 años de experiencia. Quería contarles mi primera experiencia con la kalanchoe en una perra con tumores mamarios no operados. La perra llevaba con cáncer de mama muchos años. Se decidió no operar y dejar los tumores, así que la perra llego a los 15 años y en un momento determinado, los tumores se externalizaron. Decidí llevármela a mi casa para cuidarla y sacrificarla cuando llegara el momento.
El estado general era muy bueno y pese a los tumores, la perra estaba estupendamente, aunque las masas tumorales estaban en un último estadio de desarrollo, o sea, carne putrefacta y sanguinolenta. Decidí probar la Kalanchoe, de la cual había tenido noticias y que crecía como planta parásita en mis macetas. Usé el jugo en emplastos y también con eso limpiaba las masas tumorales. No os voy a decir que la perra se curó, estaba en último estadio del cáncer, pero las masas tumorales disminuyeron de tamaño, estaban limpias y no olían a putrefacción; así mantuve a la perra durante dos años más hasta que murió por un fallo hepatorrenal debido a su edad, 17 años. Tuve la oportunidad de comprobar el desarrollo del cáncer mamario cuando no se realiza ninguna intervención quirúrgica ni tratamiento quimioterápico, algo difícil de comprobar en humanos.