A mi madre le diagnosticaron en julio del año 2010 un glioma al quiasma óptico (un tumor cerebral). Nos dijeron que no había ningún tratamiento a hacer, ni operar, ni quimioterapia, ni radioterapia. Nos enviaron a casa a morir, nos dieron de máximo un año de vida, con un pronóstico del año horroroso. A mi pregunta de si podíamos hacer algo, algún tratamiento alternativo, el médico fue tajante: nada, no hay nada que hacer.
Por suerte no me lo creí. El día siguiente de la noticia pedimos el alta voluntaria del hospital y subiendo hacia casa (somos del Pallars Sobirà) pasé a recoger la planta Kalanchoe y buenos consejos de los profesionales que me la vendieron. Durante este año hemos hecho muchas cosas alternativas: fitoterapia, hidroterapia, masajes, homeopatía, medicación ortomolecular, imposición de manos, visualizaciones por parte de toda la familia...
El tratamiento ha sido y es complicado. Nuestro director de orquesta y médico de referencia es un oncólogo naturista. Mi madre ha estado tomando media hoja de Kalanchoe cada día en tandas de 3 meses de toma y 1 de descanso. La toma a la hora de comer, cortada junto con la verdura o la ensalada. En lo referente a las otras plantas, todo es homeopatía y productos con diferente composición. La planta principal que ha tomado por el tumor cerebral en forma de homeopatía es la ruda. Este tratamiento específico para el cáncer es de unos doctores indios (protocolo Banerji). Todo el resto de tratamiento creo que es para limpiar el cuerpo y reforzar el sistema inmunológico.
Mi madre ahora (enero 2012) está fantástica, llena de energía y no ha perdido más visión desde hace un año, cuando empezamos con el tratamiento. De hecho ha mejorado mucho. Los análisis son mucho mejores que antes del diagnóstico.
Estoy agradecida por todo esto y querría compartirlo con quien lo necesitara.
Ánimos y no os dejeis convencer por la prepotencia de algunos médicos que creen tener la única verdad.