Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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A mi novia Tebogo (se lee Tebujo) le diagnosticaron cáncer en el estómago y en los ovarios. Los doctores querían extirpar a través de una operación, pero no podían hacerlo, ya que tiene, o mejor dicho tenía (gracias a Dios se ha recuperado), una dolencia en el corazón que hacía imposible la operación debido a la alta probabilidad de morir durante la cirugía. Los doctores le administraron un medicamento para tratar su problema cardíaco, pero nada de tratamiento para el cáncer, sólo analgésicos.
La noticia me sentó como si me hubieran dado una paliza. Me dejó destrozado, pero soy muy positivo e inmediatamente me puse a investigar en internet, porque ya tenía previo conocimiento de varias formas de curar el cáncer.
En las primeras dos semanas después del diagnóstico comenzó a empeorar, con frecuentes dolores agudos e imposibilidad de aguantar la comida en el estómago, ya que la vomitaba.
Tebogo comía muy mal: hamburguesas y comida basura y tenía sobrepeso; no demasiado, pero sí lo suficiente como para haberla hecho enfermar. Tenía una cierta resistencia a cambiar de hábito alimentario. A raíz de los vómitos y empeoramiento comenzó a tomar un batido diario de una remolacha, una manzana y una zanahoria. Comenzó a tomar una cucharada sopera de miel orgánica, mezclada con una cucharilla de canela, que tomaba con el estómago en ayunas tres veces al día. Dejó todo alimento procesado o cocinado salvo té sin azúcar, ya que el sabor de la estevia no le gusta.
En la primera semana desaparecieron los vómitos, los dolores continuaban pero solo a la hora de ir a orinar. Con altibajos estuve testando esto durante casi dos meses, ya que quedó en un proceso de estancamiento en el que los dolores continuaban y se iban haciendo más agudos pero a un ritmo mas lento que al principio.
Entretanto descubrí que en una universidad americana habían testado con éxito en ratones una solución al cáncer de ovarios: el jengibre. A partir de ahí, y en los tres meses siguientes, suspendí la miel con la canela y cambié la remolacha por gazpacho o batidos de frutas en los que siempre ponía un trozo de jengibre combinado con té de jengibre. Además tomaba pescado hervido, huevo hervido y vegetales fritos con arroz.
Al quinto mes del diagnóstico de cáncer se hizo unos test que incluían escáner y tomografía computerizada y análisis químicos. Los test dieron negativo en dos hospitales diferentes y confirmaron el diagnóstico de que se había curado del cáncer. Sin embargo le quedaba algún quiste en los ovarios.
Ahora estamos tratando estos quistes, pero el cáncer en el estómago está curado.