Mi nombre es Elizabeth, tengo 39 años (agosto 2017) soy argentina, pero vivo en Barcelona. Hace unos diez años empecé con fuertes picores en la zona vaginal. Cada vez que acudía al médico me llenaban de antibióticos, de cremas y óvulos.
El diagnóstico: cándidas, hongos, infección urinaria. Muchas veces lloraba del ardor y picor que tenía, no podía dormir. Hace dos años, ya cansada de volver al médico y que me diera antibióticos (ese año ya había tenido que ir al médico dos veces por lo mismo), decidí empezar a buscar información por mí misma. Contacté con una naturista en Barcelona y ella me recomendó el MMS.
Empecé un tratamiento muy estricto durante 3 meses. Tomaba tres gotas activas unas 6 veces al día. Unas me las tomaba en casa y otras las preparaba en una botella de agua y me las llevaba al trabajo. Fue bastante duro, ya que al matar tantos patógenos en mi cuerpo éste empezó a reaccionar y tuve efectos de curación fuertes. Así y todo, no lo dejé de tomar. Desde ese momento, no volví a una consulta sobre el mismo tema. Deje de sufrir por picores, flujo fuerte y ardor al orinar.
Lo volví a comprar y lo tengo en mi nevera. Lo usé hace poco para una muela que me empezó a doler. Seguí el protocolo que encontré en internet. A parte de ponerme las gotas en la boca, activé 10 y me iba lavando los dientes durante el día. Me curé.