Mi nombre es Enriqueta Guardiola Escoda, el 27 de diciembre de 2015 cumplí 77 años. A los 52 años me diagnosticaron una angina de pecho, en aquellos años yo tenía mucha actividad y mucho estrés, no recuerdo los nombres de los medicamentos, pero me recuperé bien y pronto volví a la vida activa. Al cabo de varias revisiones, como había mejorado, me quitaron los medicamentos y me recetaron nitroglicerina por si acaso.
En una de las revisiones anuales del trabajo me encuentran la tensión alta, colesterol y triglicéridos, me volvieron a recetar varios medicamentos. Aún así me encontraba muy bien hasta llegar a mi jubilación en 1999. En ese momento comienzan los problemas.
A consecuencia de un granito en el pecho que no se curaba me dice el médico que soy diabética, me receta una medicación para la diabetes y sucesivamente los análisis de sangre reflejan más enfermedades por lo que termino tomando muchísimos medicamentos.
Llego a encontrarme muy cansada.
A principios del mes de marzo de 2015, tomo por primera vez infusiones de Estevia la voy alternando con la medicación para la diabetes hasta que este verano pasado comía las hojas frescas de la Estevia que tenemos en el jardín. Me voy encontrando tan fantásticamente bien que dejo todas las pastillas y me fío sólo de la Estevia. La tomo tres veces al día, después de las comidas.
También he cambiado los hábitos alimentarios. He vuelto a hacer ejercicio y me encuentro mucho mejor que cuando tomaba tantas pastillas.