Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Tengo 41 años (2016) y vivo en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Todo comienza en una revisión ginecológica rutinaria, yo no tuve ningún motivo para ir al médico, fue en la revisión anual. Siempre me hacen mamografía y ecografia. La doctora que me hizo la ecografia me dijo que en ese mismo momento tenía que hacerme una biopsia. Yo no me lo podía creer.
Al cabo de una semana me llamaron por teléfono y me dijeron que lo que tenía era un cáncer de mama y que se tenía que operar lo antes posible. La primera palabra que salió por mi boca fue, NO ME QUIERO MORIR. Creemos que la palabra cáncer es igual a muerte, pero gracias a Dios, esto no siempre es así. Por suerte con todas las pruebas que me hicieron y con el resultado de la biopsia después de operar, no tenía los ganglios afectados.
Antes de comenzar la quimioterapia, una colaboradora de la Dulce Revolución me dio un montón de información, que yo no tenía ni idea. Nos habló, a mi marido y a mí, de la importancia de la alimentación y de un montón de cosas para que durante mi tratamiento de quimioterapia yo estuviera lo mejor posible. La verdad que yo iba simplemente por educación a escucharla, pero no quería saber nada de nada... Salí impresionada, nos habló tan bien, con tanta seguridad, que tenía que probar todo lo que dijo, no tenía nada que perder, pero quizás sí de ganar.
También oí hablar de una médica que había pasado un cáncer y su libro me ayudó mucho. Los batidos de frutas y verduras que tomaba antes de cada comida y la mezcla de hierbas: caléndula, milenrama y ortiga eran mi día a día.
Todo esto hizo que yo, durante la quimio, la gente no se daba cuenta de que estaba pasando por algo así, creía que hacía más deporte ya que tenía una cara magnífica.
Yo a día de hoy no pienso dejar de seguir tomando y haciendo lo que hago, pero pensar que la persona que tengo a mi lado y que ha sufrido toda mi enfermedad, MI MARIDO, también lo hace... y él no ha padecido un CANCER.
Gracias a él todo esto ha sido más fácil.