A primeros de diciembre de 2013 me operaron de un cáncer de estómago, dejándome solamente la tercera parte de él. A continuación me programaron siete sesiones de quimio y según el oncólogo, al final habría que dar el correspondiente ciclo de radio. De cincuenta y siete kilos que pesaba, me quede en cuarenta y dos (15 kg. menos). No tenía fuerzas ni para hablar, no comía y no me encontraba nada bien.
En enero 2014, mi hermana me hablo de la guanábana, busque información y comencé a consumirla. Gracias a esta planta encontré a Josep Pàmies hablando de la kalanchoe. Empecé a consumirla combinada con el MMS y estevia.
Después de tres meses tomando la kalanchoe, MMS y llevando dieta alcalina, en la cuarta sesión de quimio en el mes de abril, me hicieron un TAC y el resultado fue contundente (el propio médico no se lo creía). “No existe evidencia alguna de enfermedad oncológica”, llegando a felicitarme y anulándome la sesión de quimio del día siguiente. Aún no me lo creo, a los cuatro meses de mi operación, ya curada, limpia… Veía el momento que me anunciaran que estaba curada, totalmente limpia y, así ha sido, pero sinceramente no pensaba que fuese tan pronto y estoy convencida que ha sido gracias a la cura que he llevado por mi cuenta.
La planta de kalanchoe la tomaba a media mañana, entre 15 a 20 gramos, y la misma cantidad en la tarde-noche. El MMS lo tomaba 5 veces al día: 5 gotas ácido cítrico + 5 gotas clorito de sodio combinadas ambas, incluso el mismo día que tocaba tratamiento de quimio, aunque procuraba tomarlo dos horas antes de ponérmelo. Hasta ahora no he tenido náuseas, vómitos ni diarreas. Siempre he procurado tomarlo, como mínimo, una hora antes y después de las comidas.
En cuanto a la alimentación, desde que comencé con todo el proceso, deje de consumir leche y sus derivados, azúcar, harinas blancas, pescado blanco, carne de vaca, frituras, etc. Sí consumía pan de espelta integral, pastas, macarrones y espaguetis integrales, pescado azul pequeño, muchas ensaladas, jugos licuados de vegetales, verduras, hortalizas y frutas, eso sí, todo de agricultura ecológica, a la plancha y al horno.
En cuanto a la dosis de mantenimiento, la kalanchoe la sigo tomando igual que antes, excepto algún día que me la salto por no encontrarme en casa. Y el MMS lo he reducido a dos tomas diarias: mañana y noche.
Envío mucho ánimo, mucha fuerza y muchas ganas a quien lo necesite que, si se quiere, se puede salir pa'lante.