Me llamo María Aguirre, tengo 47 años (junio 2017), soy licenciada en historia del arte y vivo en Madrid. Uno de mis gatos apareció un día mal, sin querer comer y cojo de las patas traseras. Le vi un enorme bulto en la parte del lomo cerca de la cola, ésta estaba muy inflamada y los testículos enormes y muy enrojecidos. Le alimento y le inyecto agua de mar unos días porque no quiere comer nada. Le doy la siguiente dosis: 2 ml de CDS diluidos en 50 ml de agua.
Esto se lo voy dando con una jeringuilla en diferentes tomas durante el día. Unos días más tarde se le revientan la piel de todas las zonas inflamadas, sale cantidades de pus y porquería, empieza a comer como él lo hace habitualmente y quiere hacer una vida normal aunque no le dejo y le tengo que tener en cautiverio. Dos días más tarde la piel se está cerrando y las heridas (si se puede llamar así) están limpias. En ningún momento ha tenido ni dolor ni fiebre.
Unos días más tarde se escapa y vuelve con las heridas llenas de gusanos. Consigo quitárselos todos con trementina y, por la posible toxicidad de tanta trementina en un gato, le inyecto mucha agua de mar. Continúo dándole CDS, en 2 días las heridas se han cerrado a la mitad y la carne en el rabo le está creciendo.
20 días más tarde las heridas están casi cerradas y limpias.