Mi nombre es Meritxell, tengo 40 años (junio 2017) y escribo desde Londres. Hace tres años tuve una depresión. Lo primero que hice fue visitar a un psiconeuroinmunólogo. Seguí una dieta muy estricta. No podía comer ningún alimento con histamina y comía la carne hervida (caldos de pescado blanco y de carne) porque tenía poca energía para digerir la comida.
Tomaba probióticos y glutamina. También me recetó infusiones de jengibre para tener más energía. Al mismo tiempo visité a un homeópata. Este me recetó lantánidos (homeopatía) y un extracto seco de hipérico, valeriana y pasiflora (que me va muy bien cuando me siento decaída) y vitaminas. No me he tomado nunca ninguna medicación química para la depresión sino todo natural, porque pensé que yo puedo elegir y esa fue mi decisión.
En estos momentos sólo me lo tomo cuando me siento decaída y cansada.