Mi nombre es Mónica, tengo 50 años (abril 2020), soy enfermera y vivo en Manresa (Barcelona). He probado el CDS para el Covid19. Tanto yo como mis padres, afectados también por el Covid19, hemos sido tratados con CDS y otras terapias, como neural y acupuntura. Mi recuperación fue rápida. La carga viral de mis padres era muy potente y les va a costar más (estuvieron al límite de la muerte), pero por suerte se están recuperando satisfactoriamente.
Los primeros infectados fueron mis padres, yo los cuidaba y a los dos días de estar con ellos me ahogaba ligeramente, por las noches. En aquellos momentos yo estaba tomando vitamina C (1500mg). Al caer enferma, cogió el relevo con ellos, mi hermano.
A la semana empecé con un dolor abdominal y febrícula (37°), mucho cansancio, dolor corporal e insuficiencia respiratoria leve.
Empiezo a tomar CDS: 10 ml en 1 litro de agua, 3 días seguidos, Kuzu 3 veces al día y dejo la vitamina C. Hago terapia neural en la zona del pulmón, zona ganglios estrellado y endovenoso, autovacuna. Al día siguiente no hay febrícula, el dolor abdominal se ha ido y la insuficiencia respiratoria mejora, aunque el cansancio se mantiene. Al tercer día se han ido todos los síntomas.
A los 4 días de mi recuperación tengo una recidiva (estoy en contacto con mis padres), siento ahogo y cansancio extremo. Vuelvo al CDS tres días más.
Debo decir que mi dieta, desde hace mucho tiempo, es una dieta cuidada, sin procesados, con miso diario, y fermentados vegetales. También me tomo una infusión cada día de artemisa y varios.
Hago vahos de laurel.
El 14 de abril me hago el test y sale negativo.
Doy gracias a la Asociación Dulce Revolución, al Sr. Pàmies, Andreas Kalcker y todos los que trabajan por un nuevo paradigma.