Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Susana, tengo 56 años y vivo en Begues (Barcelona).
En diciembre del 2014, de forma inesperada siento un dolor muy fuerte en el dedo gordo de la mano y pienso que me lo he roto, no lo puedo mover.
Visito al médico y ante la duda, me lo inmovilizan esperando las radiografías. El resultado no muestra rotura.
A las dos semanas tengo el dedo de la otra mano igual, apenas puedo moverlos, no puedo coger las cosas bien, el dolor es intenso, la médica ahora ya me dice que es artritis.
Al mes tengo un tercer dedo; el anular. Ese está peor aún. Se queda engatillado, lo tengo que abrir con la otra mano, parece un dedo robot, me duelen mucho las articulaciones de los tres dedos y el otro anular está empezando a dolerme.
La doctora me manda al especialista y yo le digo que me ocuparé de esto. Pienso que la artritis es un acidificación de la sangre y decido tomar en ayunas agua con bicarbonato y el zumo de medio limón.
Al mes, así de rápido, los dos dedos gordos están bien, el anular sigue muy mal, a los 7 meses empiezo a notar mejoría en el anular y a los 8 meses está el anular perfecto. Ahora tengo todos los dedos sin ningún dolor, abro y cierro la mano y la muevo con total facilidad, nadie diría que estaba con tres dedos y camino de un cuarto imposibilitados.
Seguí con el tratamiento un tiempo más; actualmente dos o tres días a la semana lo sigo tomando y además incluyo agua de mar.
Deseo que mi testimonio pueda servir de ayuda.
Gracias Dulce Revolución, por lo que aportáis a tanta gente con vuestro trabajo.