Mi nombre es Valentín, tengo 63 años (2016) y resido en Baracaldo (Vizcaya).
Me diagnosticaron desgaste en cervicales y lumbalgias con artrosis en parte derecha de mi cuerpo. Esto me llevaba a tomar una o dos pastillas antiinflamatorias al día. Llevaba así 10 años.
Empecé con un cambio: bebía agua de mar (1 vaso de agua de mar + tres del grifo) que me apetecía durante el día. Esto me ayudó a que se fueran para siempre mis llagas de la boca, que se me iban y volvían y algunas veces no podía comer de dolor.
Los antiinflamatorios, los dejé al segundo día de hacer infusiones con hojas frescas de Llantén mayor tres veces al día, una antes de desayunar enjuagando la garganta y luego tragar, otra después de comer y otra después de cenar. Si me levantaba de madrugada para orinar, tomaba otro vaso (fría).
En un litro de agua hirviendo echaba 5 hojas frescas o recogidas hacía pocos días de llantén mayor, lo quitaba del fuego, lo tapaba y cuando estaba frio lo metía en una botella. Llevo tres meses con el llantén y tengo suerte porque aquí en el norte, lo encuentro muy fácilmente.
La perilla la he tomado unos tres meses, dos veces al día durante tres semanas y una de descanso. Ahora la tomaré una semana al mes. No he vuelto a tener problemas con mi fatiga, no necesito inhalador y mi fuerza pulmonar está mucho mejor. La he sembrado en casa.
Uso la stevia para los cafés que tomo en mi casa. La melisa la utilizo para las cervicales. La reacción es muy buena, me quita el dolor y posibles tortícolis. Hiervo un litro de agua y pongo una cucharada de melisa seca, dejo reposar cuando hierve y después la dejo enfriar. Tomo dos veces al día, una por la mañana, antes de desayunar y otra a la noche, antes de dormir.
Mi más sincero agradecimiento a todos.