Planta que se adapta muy bien en la Península, se protege un poco en interiores en invierno. La podemos ayudar con unos palos o red, para que trepe, creando una bonita pared foliar, de allí sacaremos las hojas para la infusión y posterior secado y almacenado para el invierno. Si la entramos en un sitio cálido en invierno, sus hojas permanecen verdes.