Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Me llamo Aurora, tengo 63 años (enero 2018) y vivo en Tres Cantos (Madrid). Os visité la primavera del 2016, para hacer una visita guiada por el vivero y luego asistir, por la tarde, a unos talleres. Vine encantada con todo lo que vi, oí y pude aprender. Llevaba mucho tiempo siguiendo a Pàmies, le había visto cuando vino a un pueblo de Madrid. He comprado productos vuestros y seguido muchas de vuestras recomendaciones.
Cuando estuve en vuestras instalaciones, oí varios testimonios de gente que utilizaba el aceite de cannabis para diversas dolencias. Yo lo empecé a tomar, gracias a vuestras recomendaciones, cuando me rompí un hombro y no quería tomar antiinflamatorios ni calmantes. Pude evitar la operación. Cuando acabé la rehabilitación, que duró cuatro meses, el fisioterapeuta me dijo que mi recuperación había sido mejor que la de otras personas con mi misma rotura, debido a no haber tomado antiinflamatorios.
La dosis que tomaba era la siguiente: empecé con 2 gotas tres veces al día, fui aumentando una cada día, hasta llegar a 7 gotas tres veces al día, durante los cuatro meses que duró la rehabilitación, ahora tomo solo 7 gotas por la noche para dormir, porque sufro de insomnio.
En septiembre pasado (2017) se lo empecé a dar a mi madre. Tiene 90 años y un principio de demencia. El tratamiento que tenía le provocaba unas alucinaciones tremendas, agresividad y un malestar que no sabíamos cómo aliviar. La sorpresa fue que, a raíz de empezar a tomarlo, se le han ido retirando las medicinas de la demencia. Ahora está solo con la pastilla del corazón, media para la tensión y una para dormir. No ha vuelto a tener más crisis, está tranquila, sin dolores, porque la demencia le ha provocado que no pueda andar. No la habíamos visto tan lúcida desde hace muchos años. Lo mejor de todo es que está tratable, algo que antes era imposible.
La dosis que le di fue la siguiente: empezó con dos gotas tres veces al día, que fuimos aumentando poco a poco hasta llegar a 10 gotas que toma tres veces al día, actualmente es la dosis que está tomando.
Mi madre usó aspartamo durante muchos años. Tenía una diabetes severa que le impedía caminar. Cuando sustituimos el aspartamo por estevia, poco a poco sus dolores fueron cediendo. Hoy, con sus 87 años (2012), le desapareció la diabetes, usa la mitad de la dosis de insulina y camina perfectamente sin bastón, sin dolores. Sus dolencias ¡no eran por la diabetes sino por el aspartamo!
Empezó a tomar estevia hace aproximadamente año y medio. Se la toma en gotas que le traigo de Panamá. (Ella toma mucho café horrendo, de ese descafeinado, así que lo endulza con las gotas). Al mes de iniciar con esto, su médico internista tuvo que disminuir dos unidades de insulina, sencillamente porque no presentaba esos niveles tan altos de hiperglucemia (aunque claro, él dijo que esa hierba no tenía nada que ver con la mejoría).
Además, ahora se toma diariamente una infusión de hojas secas por las mañanas (de esto hace como 6 meses).
Como siempre está hambrienta, hace 3 meses toma un preparado que yo hago para mis pacientes diabéticos y/o hipertensos y obesos que es una mezcla de avena pura pulverizada con extracto en polvo de estevia. Lo diluye en un vaso de agua y lo toma 3 veces al día antes de los alimentos.
La mejoría de la pierna la empezamos a notar primero los familiares, como a los 15 días de iniciar la toma de las gotas (antes no conseguía las hojas deshidratadas). Y fue porque nos dimos cuenta que el bastón ya casi ni lo apoyaba (por ejemplo, cuando iba al baño). Después ella comentó que ya no sentía ese hormigueo permanente de la pierna y que se la "debilitaba", por lo que empezamos a dar pequeños paseos por la habitación, hasta que definitivamente ya no utilizaba el bastón. Así, poco a poco iba aumentando sus caminatas. Ahora camina 3 cuadras hasta el parque, da un paseo, le lleva migas a las palomas, se sienta un ratito al sol y se vuelve a casa tan tranquila.
Pero además, no sé si es por la estevia o qué, pero también le ha mejorado una ligera encefalopatía que sufría; es decir, de pronto aparecían cuadros de "demencia senil" que remitían como de golpe; pues francamente eso ha disminuido de manera increíble. Ha vuelto a jugar a las cartas con sus amigas; otra vez lee diariamente, etcétera. Por supuesto que no está del todo bien, pero sin duda ha recuperado mucho la lucidez.
He de decir que no sólo usa estevia. Yo le mandé MMS en pequeñas dosis, pues constantemente presentaba infección de vías urinarias; así que toma 2-3 gotas de esta maravilla dos veces al día (no se deja más). Esto ha sido también un gran remedio, pues no ha requerido nunca más de los cocteles de antibióticos que le perjudicaban muchísimo.