Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Juan Manuel, tengo 56 años (agosto 2023) y vivo en Benabarre (Huesca). Arreglando el huerto me entró un poco de tierra en el ojo. Fui al médico y me dijo que no tenía nada dentro, sólo era la infección. Agradezco mucho la atención médica, hay veces que no hay otra opción.
Consulté el protocolo oftalmológico en el libro “Salud prohibida” de Andreas Kalcker y me preparé CDS + DMSO (25%) + agua de mar (él utiliza suero fisiológico salino, pero yo utilicé agua de mar porque era lo que tenía en casa). Esta mezcla sólo la utilicé los dos primeros días con una dosis de unas 2 gotas 3 veces al día (en el libro la dosis es mayor).
Durante los 8 días siguientes me puse en el ojo agua de mar con DMSO al 25 % (ya preparado para usarlo): una gota por la mañana y otra por la noche. Alguna vez me puse dos. Noté más mejoría cuando utilicé el preparado que compré ya hecho (sin CDS).
Costó un poco recuperar completamente el ojo, pero ya lo tengo bien y no me pongo nada.
El DMSO es un producto delicado, mejor informarse antes de usarlo. El ojo también es un lugar delicado, estas gotas escuecen cuando las echas. No tengo ningún otro problema de salud, no tomo pastillas ni nada que pudiera hacer reacción con los productos que utilicé.
Mi nombre es Miguel Francisco, tengo 53 años (febrero 2021), nací en Milwaukee (Wisconsin – EEUU), aunque mi nacionalidad es española. Soy Licenciado en Bellas Artes, Animador Social y Arte terapeuta, entre otras cosas.
Al principio esto del MMS me parecía algo raro y no le presté atención, pero como escuchaba muchos comentarios positivos sobre ello, me decidí a investigarlo por mi cuenta y decidí comprar la sal (clorito de sodio) y el ácido clorhídrico (es más limpio químicamente que el ácido del limón).
Ante todo, quiero decir que, después de activar la sal con ácido, hay que apagar el ácido con bicarbonato sódico para que no haga daño a la garganta, lo segundo que diría es que puede ocurrir que se os suelte el vientre después de tomarlo y eso es porque limpia los intestinos de micro organismos que no nos benefician.
Lo primero que hice después de empezar a tomar MMS es cambiar mi alimentación a una alimentación más alcalina porque si mantenía una alimentación ácida se me seguía "soltando el vientre" con el MMS.
Yo tengo un gato al que he tratado los ojos con gotas de MMS, no le hace daño sino todo lo contrario (es muy importante apagar el ácido antes de echar las gotas para que no haga daño), antes le lloraban siempre los ojos y después de varias veces de ponerle gotas de MMS se le curaron.
Lo hago de la siguiente manera: pongo 3 gota de la sal (clorito sódico) en la proporción del 25-28% (diluida en agua) + 3 gota de ácido clorhídrico diluida en agua al 4%, espero 4 minutos, luego apago el ácido con bicarbonato sódico, añado agua hasta arriba (yo uso un vaso de 1/3) y con un dosificador le pongo una o dos gotas en cada ojo.
Tengo en la calle también cuatro gatos a los que cuido y cuando los veo con los ojos mal o con resfriado como no se dejan coger les mezclo MMS en el alimento y después de tomarlo dos o tres veces se ponen bien. Hay un gato que no se toma la comida porque huele el MMS, pero afortunadamente éste si se deja coger así que con una jeringuilla pequeña y con paciencia y hablándole con cariño le doy una dosis de MMS cuando está mal y en dos o tres días de "sesiones", se recupera.
Al principio la reacción que les da debe ser un poco desagradable por el sabor, pero al día siguiente se nota de manera clara una mejoría.
Yo suelo darles también para fortalecer su sistema inmune: tierra de diatomeas y probióticos, a veces también les doy polvos de vitamina C, pero el MMS es mi principal herramienta.
Curar por mí mismo a los gatos con estos productos me da una gran satisfacción y sobretodo, me ahorra mucho dinero y tiempo de ir al veterinario.
Es importante saber que para animales pequeños como los gatos no se debe dar más de una gota activada porque el efecto de limpieza interna es muy fuerte y, como los gatos beben poca agua, puede provocarles algún daño. Se debe siempre hidratar bien al animal (darle agua extra en una jeringuilla para facilitar la limpieza del organismo). Los humanos podemos tomar más cantidad, pero ellos como máximo una gota activada.
Mi nombre es Santi, tengo 34 años (julio 2018) y vivo en Sabadell (Barcelona). a raíz de un golpe en el ojo le salió una mancha de sangre roja a mi mujer, ocupaba un 50% de la parte blanca del ojo. Siete días más tarde del incidente, el ojo seguía igual, así que decidí ayudar aplicando el líquido naranja que sale de la planta celidonia (también conocida como hierba verruguera o hierba de las golondrinas, ya que éstas la usan para curase los ojos). Apliqué el líquido puro poco a poco alrededor del ojo a unos 3 milímetros del mismo. Técnicamente hay que diluirlo un poco con agua o saliva, ya que es un poco cáustico.
Al ponérselo se rascó el ojo un poco y empezó a picarle mucho, seguramente el líquido entró dentro. Era tarde y nos fuimos a dormir. A las 8 de la mañana la mancha se había reducido un 60 por ciento en sólo una noche. Ya no volvimos a aplicar más y la mancha desapareció totalmente al tercer día.
Esta planta potencia, desinfecta y activa el sistema de limpieza propio del ojo. También la usé en una verruga que crecía hacia dentro y con 7 aplicaciones desapareció.
Me llamo Carmen Marrero García, tengo 68 años (febrero 2018) y vivo en Tenerife. En el mes de mayo de 2016, tanto en un centro oftalmológico de mi ciudad, como en un prestigioso hospital oftalmológico a nivel internacional, ubicado en Oviedo, me diagnosticaron unas cataratas. En los dos me informaron que debía ser operada por el estado de las mismas. Además, como información complementaria, en mi ojo derecho tuve un desprendimiento de vítreo (se manifiesta en la visión como unas manchas oscuras que se mueven en el campo visual), lo cual me dificultaba aún más mi visión, ya que esta dolencia que me la catalogaron como incurable, la iba a tener para toda la vida.
A mí me cuesta tomar decisiones con urgencia en temas de salud, salvo que, lógicamente, el caso lo requiera, pero en cuanto a mi relato en particular, tuve una dosis de paciencia y no me precipité a la hora de operarme, aunque si era cierto el grado de cataratas que tenía y, de hecho, tenía los billetes de avión comprados para irme a Oviedo y fecha concreta para la operación.
La decisión por parte de los médicos de operarme, precipitó en mí un importante estado de ansiedad que venía fraguándose, en menor medida anteriormente, por diversas situaciones familiares y tuve que suspenderlo y posponerlo, siguiendo las instrucciones del citado hospital, ya que supondría un riesgo para la pretendida operación. Ahora, aunque suene a contradictorio y haberlo pasado muy mal con la ansiedad, que la superé, puedo dar las gracias a que no me operara por este motivo.
Por recomendación de mi hijo, seguidor habitual de Josep Pàmies, contacté con él y su equipo, vía correo electrónico, para que me recomendara algo natural para poder mejorar el estado de mis ojos. Me indicó que utilizara la Celidonia, aplicándola en los ojos. Esa planta en Tenerife, en ese momento, me resultaba imposible encontrar y tampoco podían enviarla fresca por correo. No obstante, mi hijo que es una persona inquieta sobre el uso de todo lo natural y ecológico, se desplazó a las instalaciones de Pàmies Hortícoles en agosto de 2017, para conocerlas y también informarse de todo el proceso.
Él pudo traer plantas para poderlas mantener, aunque aquí es un poco difícil. He tenido la suerte de utilizar esa planta de forma continuada durante meses, incluso seca en infusión y, además, posteriormente, mi hijo ha conseguido localizar a una persona que las está cultivando.
Me la aplicaba de la siguiente manera:
Mientras no pude tener la planta fresca, utilicé la planta seca. Hacía infusiones concentradas y con un algodón me la pasaba por los párpados dos veces al día en cada ojo. Cuando tuve las plantas naturales, cogía varias hojas, las estrujaba con los dedos y me las pasaba también dos veces al día por los párpados, tal como lo decía Josep Pàmies en un vídeo.
Comencé a hacerlo en septiembre de 2017, hasta finales de diciembre. Ahora estoy pendiente de conseguir la planta y reiniciar el tratamiento.
La utilización continuada de la Celidonia, ha tenido en mis ojos unos resultados sorprendentes. Recientemente, me he hecho unas pruebas oftalmológicas y me han indicado que las cataratas han desaparecido y que no tiene una explicación científica, no se lo podían creer y, además, las manchas del desprendimiento del vítreo se han aclarado bastante. Mi agudeza visual en su conjunto ha mejorado desde todas las perspectivas y, aunque sigo con mis gafas, me han cambiado las dioptrías y veo un 120 % mejor. La mejoría ya la notaba antes de hacerme las pruebas, pero la confirmación técnica me la dieron recientemente y, por ello, quiero compartirlo. Estoy muy agradecida.
Mi nombre es Rafael, tengo 47 años (diciembre 2017) y vivo en Madrid. Mi madre, que tiene 83 años, se quejaba de una verruga que tenía cerca del ojo. Compramos en Pamies vitae la planta Celidonia (verruguera) y se la estuvo aplicando directamente en la verruga varios días seguidos (menos de una semana). En pocos días la verruga, desapareció y se puso muy contenta. Después de desaparecer la verruga, comenzó a tomar la infusión de la mezcla para las cataratas y glaucoma que compramos en Pamies Vitae.
Ahora, con la misma planta, usa las hojas y el tallo para frotarse en los párpados, pues el médico le ha dicho que, en un futuro no muy lejano, tendrá que operarse de cataratas.
Me llamo Jose María, tengo 56 años (junio 2017) y vivo en Valencia. Mi experiencia ha sido con la planta Celidonia. El pasado 11 de junio, después de venir de una comida familiar, me deje caer en el sofá para hacer una pequeña siesta.
La noche anterior no había descansado demasiado bien, debido al calor. Dormí una media hora más o menos, al despertar noté que el ojo derecho lo tenía raro, un poco seco y la visión borrosa. Fui a lavarme la cara para despejarme y entonces vi que tenía el ojo derecho desde el iris hasta el lagrimal rojo. No me asusté, ya que, no es la primera vez que me pasa y siempre acaba disolviéndose. Así que, no hice nada.
A la mañana siguiente, recordé que había comprado la planta y que Josep Pàmies la recomendaba para cataratas y mácula. También había visto en un video cómo se utilizaba y eso fue lo que hice. Me la puse el lunes a primera hora, a mediodía y por la noche.
El martes cuando fui a lavarme la cara, tuve que “sujetarme para no caer”. No podía creerlo. Apenas quedaba una ligera manchita difuminada al lado del iris. Yo aún estoy asombrado por la rapidez y efectividad de la celidonia.
Me llamo Ramón, tengo 64 años (Febrero 2017) y vivo en Cueto (Santander)
Mi gato tenía mucho lagrimeo por lo que acudí al veterinario. Después de pagar una factura importante y darle varias medicinas, al poco tiempo el gato seguía igual.
Fui a otro veterinario, más medicinas. Las terminó y fui a la farmacia a por más, pero no me las quisieron vender sin receta.
Fui a la huerta, cogí un poco de celidonia (Chelidonium majus), también conocida como hierba golondrinera e hice un poco de zumo. Lo mezclé con vino blanco y con infusión de manzanilla. Lo rebajé con agua destilada al 50% y le puse una gota al gato en cada ojo y se le curó.
A los diez días vi que empezaba de nuevo con el lagrimeo por lo que le eché otra única gota de la “pócima” y se le quitó.
Me llamo Álvaro, tengo 42 años (febrero 2017) y vivo en Valdivia (Chile). Mi hijo de dos años fue diagnosticado de una conjuntivitis. La curé utilizando infusión de romero. Hice una infusión con una cucharadita de romero fresco, la dejé enfriar un poco hasta que estuviera tibia y la apliqué en los ojos con un copo de algodón tres veces al día. De un día para otro mi hijo estaba completamente curado. Hay que asegurarse que el agua está perfectamente limpia, así como el romero.
Me llamo Jaume Mos, tengo 59 años (septiembre 2016) y vivo en Vidreres (Girona). El año pasado, fui al oftalmólogo porque me di cuenta que parecía como si tuviera una tela en los ojos. Me diagnosticaron cataratas y me citaron para dentro de 8 meses y así veían si se habían quedado estancadas o seguían creciendo.
Durante ese tiempo, por las noches, no sé si durante 3 o 4 meses, me aplicaba el líquido viscoso amarillo de la planta celidonia (chelidonium majus) una vez al día, tal como vi en el video de la Dulce Revolución. A veces entraba algo de líquido en el ojo y picaba mucho, pero no pasaba nada. Cuando fui a revisión, la catarata que tenía en el ojo derecho, había desaparecido.
La del ojo izquierdo no tenía importancia. Me han dado hora para dentro de dos años, ya que no vieron ninguna anomalía y no era necesario un seguimiento frecuente. Actualmente, no me la pongo, pero empezaré otra vez en invierno para tratar el otro ojo izquierdo, que se está formando la catarata, pero sin importancia por el momento.
En una revisión de la vista me detectaron hipermetropía. Fuimos a una óptica, que me confirmó lo que me dijo la anterior y me preguntaron si me había mirado alguna vez la tensión ocular. Nunca lo había mirado, así que me la miraron y me detectaron tensión ocular alta, 23 en un ojo y 21 en el otro.
Pedimos cita al oftalmólogo pero teníamos que esperar 4 meses, así es que consulté y nos recomendaron la planta Ginkgo y fenomenal...!! Hace dos días fuimos a la óptica para que me tomaran otra vez la tensión ocular y tenía 17 en uno y 18 en otro.
Me tomé el ginkgo de menos a más. Empecé con 20 gotas en dos tomas: 10 a la mañana y 10 a la noche. Hasta llegar a 40 gotas repartidas de igual manera. Poco antes de acabar el frasquito volvimos a la óptica y tachán!!!
Estamos muy felices, hemos decidido que no iré a la visita que tenía concertada con el oftalmólogo.