Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Raquel (junio 2024), vivo en Cala de Bou (Ibiza). Cuento el testimonio de curación que he tenido con un gatito bebé, de apenas 1 mes de vida que recogí de la calle. Tenía como un tipo de neumonía con bronquitis severa y asma. Mostraba una debilidad general elevada en todo el organismo junto a la afección respiratoria. Tenía tos, mocos, fiebre…
Después de llevarle al veterinario y decirme que en 2 días el gato estaría muerto, le puse el tratamiento que me dio y mejoró, pero cuando terminó su protocolo se puso otra vez enfermo, menos grave, eso sí.
Entonces me decidí a darle MMS con miedo, por no saber si era muy fuerte para su debilidad. Me informé de la dosis que podía administrarle y aun así, se la rebajé un poco por precaución.
Durante 1 mes, aproximadamente, le metía cada día, una jeringa del producto en el cuenco del agua lleno. El gatito ni se enteró.
En unos 4 o 5 días mejoró notablemente y el pelo se le puso súper brillante, sedoso y siendo un gato negro, eso se nota mucho más. El ánimo del gatito y la energía también mejoraron al momento, aunque también podría ser por los cuidados estando ya unos días en casa.
Cuando se recuperó del todo una familia lo adoptó. No lo he vuelto a ver, pero la familia se llevó un bote preparado y les dije cómo administrarlo como protocolo preventivo para los siguientes 2 o 3 meses. Imagino que lo siguieron.
Mi nombre es Manuel, tengo 43 años (febrero 2024) y vivo en Villarrobledo (Albacete). Hace 2 meses me diagnosticaron bronquiolitis. Tenía una tos cogida al pecho todo el día. Tomé, durante un mes, 10 ml de CDS al día en un litro de agua. A la semana ya me encontré mucho mejor.
También me quité la comida “chatarra”.
Ahora tomo agua de mar, infusiones y la comida la estoy comiendo lo más natural posible.
Mi nombre es Juan, tengo 75 (mayo 2020) y vivo en Pamplona. Deseo dejar testimonio de la curación en un 90 %, mínimo, hasta el momento, de una afección importante crónica que sufría hace 10 años, tomando durante 5 días 10 ml. del CDS en 1 litro de agua, recomendado por Josep Pàmies y siguiendo el protocolo señalado por Andreas Kalcker.
La enferma es mi mujer, María de 70 años, que padecía de una tos seca persistente con una presión en el pecho que ella describe como una gran flema adherida a los bronquios; a esto se sumaba una caída de ánimo intermitente que le restaba energía tanto física como anímica.
Los diferentes y variados tratamientos recomendados por médicos y terapeutas, tanto naturales como químicos (antiinflamatorios, antibióticos, mucolíticos, expectorantes, tranquilizantes y somníferos) no han hecho sino mejorar leve y temporalmente su problema bronquial y psicológico durante estos 10 años, a los que se remonta este problema, sufrimiento para ella y para la familia que le rodea.
Hoy es el día después de haber tomado, durante 5 días, el dióxido de cloro (CDS) en el que, por primera vez, la tos prácticamente ha remitido, la presión en el pecho se ha reducido un 90 % y su estado de ánimo ha mejorado notablemente.
Hay que añadir que durante la toma del CDS no ha tenido ningún efecto adverso, por el contrario, ha ido sintiendo la mejoría desde el primer día de la toma. En estos momentos no está tomando nada.
Mi nombre es Agustina, tengo 43 años (abril 2019) y vivo en La Sénia (Tarragona). Quería dar a conocer mi testimonio de cómo superé una bronquitis muy fuerte gracias a leer testimonios de vuestra web y gracias a vuestras recomendaciones. Cogí una bronquitis. Tenía mucha tos y mucho moco en el pecho que me provoca ahogo, no pudiendo estar acostada.
Al ir al médico me recetó cortisona, me puso una mascarilla en el centro de salud y para casa me recetó inhaladores. No notaba mejoría, incluso noté que tenía más tos y que ésta iba a más.
Leí un testimonio parecido al mío que decía que tomaba infusión de llantén, stevia y tomillo. Tengo que decir que me quedé muy sorprendida cuando a la primera infusión noté mucha mejoría: podía respirar mejor, me sentía el pecho más ligero y la tos iba a menos.
Durante un mes (ya no tomo nada), tomé tres infusiones diarias y cada vez estaba mucho mejor. Dejé la medicación en seguida.
Agradezco vuestro trabajo y la difusión de testimonios que me ayudaron mucho.
Me llamo Alma, tengo 30 años y vivo en Madrid. Decido contaros mi historia por si pudiera ayudar a otros que sufran algo parecido. Mi segundo hijo, Zacarías, nació el 21 de noviembre de 2014, días después de su nacimiento un constipado pasó por nuestra casa, fue leve para nosotros, pero al bebé le provocó una bronquiolitis grave y le llevó a la UVI. Tras varios días en la UVI, con una terapia de oxígeno, mejoró y nos dieron el alta después de casi 20 días de hospitalización.
En el mes de marzo del 2015, el niño vuelve a presentar dificultad respiratoria, en esta segunda ocasión no necesitó hospitalización, pero sí revisiones en el hospital cada día, y nebulizaciones con un broncodilatador. Le dejaron prescrita una cámara para que yo, desde casa, se lo pudiera suministrar. La bronquiolitis se volvió a repetir en los meses de abril, mayo y junio. En estas últimas ocasiones también le prescribieron corticoides orales para las crisis.
Los pediatras nos explicaban que como tenía asma de bebé, nos daban esperanza de que con el tiempo, y al madurarle los pulmones, fuera mejorando despacio. Nos remitieron al neumólogo, argumentaban que para pasar el invierno siguiente probablemente necesitaría un tratamiento de corticoides de base.
Yo viví este proceso con bastante angustia ya que no veía mejorar al bebé y me asustaba darle tanta medicación durante todo el invierno. Tenía muy claro que suministrar corticoides no significaba que el niño fuera a mejorar…
La neumóloga del hospital en la consulta en el mes de septiembre 2015, me dijo que si le volvía a dar una crisis le tendrían que poner terapia con corticoides orales y corticoides inhalados. Me resistía a pensar en eso.
Decidí no llevarle a guardería por el momento y comencé el tratamiento con Perilla: un cuarto de pastilla concentrada tres veces al día diluida en agua.
Pasaban las semanas y los meses de invierno y el niño no tenía broncoespasmos. Paso varios constipados. En uno de ellos necesitó algunos días del broncodilatador. Llegó la primavera y la neumóloga ¡nos dio el alta médica!, pasó un buen invierno y no necesitó ningún tipo de corticoide.
El pequeño Zacarías crece y sus pulmones se fortalecen. El camino no ha sido fácil, pero hemos aprendido muchas cosas; el respeto a los tiempos necesarios de recuperación del organismo, la admiración por la fuerza de la naturaleza, por la hermosa creación en la que vivimos.
Gracias Dulce Revolución por el trabajo tan necesario que realizáis.
Tengo 38 años (2016). Mi relación con el mar siempre ha sido muy estrecha. Hace bastantes años que conozco las propiedades y usos terapéuticos del agua de mar a través de un familiar y doctora experta: Mª Teresa Ilari Valenti, quien nos condujo a la Dolça Revolució.
Pero no ha sido hasta hace unos cuatro meses que he empezado a escuchar y leer toda la información recibida a lo largo de los últimos años tras sufrir muchos problemas digestivos, estreñimiento con diagnóstico de colon irritable, intolerancia a la lactosa y al gluten pero sin solución alguna por parte de la medicina convencional, por lo que decidí comenzar a auto-experimentar con el agua de mar, no resultándome en absoluto extraña la relación entre la misma y nuestros fluidos corporales; en concreto, el líquido intracelular.
Desde que tomo agua de mar me siento más saludable y llena de energía. Al comienzo de tomar agua noté de inmediato cambios a nivel de sensaciones en estómago e intestinos. Todo parecía haberse suavizado, lubrificado. En concreto a nivel de colon. Consecuentemente he dejado de padecer problemas de hemorroides que a pesar de ser operada con poco más de veinte años me seguían dando alguna molestia.
La primera vez que la probé ingerí dos vasos seguidos con la consiguiente limpieza intestinal (no acompañada de molestia alguna). Procuro tomar una 1/3 parte de agua de mar con agua filtrada en ayunas y otra toma antes de dormir. A veces por falta de tiempo me tomo chupitos 100% agua de mar.
En el caso concreto de mi hija de seis años se la doy en una jeringuilla de 5 ml sin diluir con agua (es la única manera que se la tome) antes de desayunar y en casos de resfriados me ha dado muy buen resultado, no sabiendo a ciencia cierta si funciona o no pero si puedo confirmar que desde los 4 meses de edad cada invierno ha pasado por una bronquitis con alguna neumonía. La de este año, a pesar que no tuvimos mas remedio que darle medicación convencional para bajarle la fiebre demasiado elevada para su edad, estoy segura que las tomas aumentadas a cada hora de AGUA DE MAR junto con plantas medicinales en concreto infusiones de PERILLA nos evitaron los antibióticos y corticoides habituales cada vez que ha pasado por una bronquitis.
También la utilizamos en la cocina: para hervir pasta y condimentar potajes, etc, así como para hacer gárgaras cuando, alguna vez he tenido molestias en la garganta, y para evitar la tos seca nocturna en lo que parecía una alergia leve. Otra utilidad son los baños con 2 kilos de sal marina para eliminar toxinas, estimular el circuito venoso, linfático y drenar líquidos sumamente importante para la salud. Se ha convertido en una actividad semanal súper esperada por mi hija al hacerlo juntas.
Muchas gracias Dolça Revolució por vuestra valentía y labor de divulgación tan importante e impagable. Espero seguir aprendiendo de vosotros!!!
Soy madre de un niño que actualmente tiene 8 años. Hasta los 3 años era un niño fuerte y sano, que rara vez se ponía enfermo. A sus tres años pasó una Mononucleosis Infecciosa y a partir de entonces ha sido un no parar de enfermedades: tosferina, bronquitis, traqueitis, laringitis y asma.
Algunas de estas enfermedades fueron provocadas por la alergia a los ácaros que le diagnosticaron a los 3 años. Desde el diagnóstico, a temporadas ha estado medicado con corticoides y aerosoles, en momentos de crisis, más de uno. Desde los 6 años le están suministrando mensualmente la vacuna para la alergia a los ácaros.
El verano pasado, a finales de agosto tuvo una reacción alérgica, que le provocó urticaria por todo el cuerpo e insuficiencia respiratoria. Estuvo ingresado en el hospital durante 4 días, lleno de antihistamínicos, corticoides y aerosoles. Al salir del hospital y durante el mes y medio posterior, fue encadenando bronquitis tras bronquitis y la neumóloga nos dijo que era un niño asmático.
Fue entonces cuando una amiga, colaboradora de Dolça Revolució, nos habló de la Perilla. No lo dudamos y empezamos a darle al niño una infusión de Perilla por la mañana y otra por la noche.
Comenzamos el 13 de octubre y estuvimos dándole la Perilla diariamente durante dos meses y medio (con unos días de descanso cada 3 semanas). Todo esto en paralelo con la medicación química (2 puffs mañana y noche de un broncodilatador con corticoides) el niño no volvió a tener bronquitis.
Actualmente hemos reducido la medicación química a la mitad (1 puff mañana y noche) y la Perilla le vamos dando cuando sabemos que puede estar expuesto a más polvo/ácaros, o por ejemplo, cuando salimos a un casa que lleva días cerradas, o se va de colonias... etc.
A día de hoy lleva 5 meses sin bronquitis ni crisis de asma. Solamente ha pasado catarro, con tos de garganta, que tal como vino se fué, sin necesidad de cortisona ni aerosol. Esto antes era impensable, siempre que empezaba con tos se acababa complicando.
Desde que se le diagnosticó la alergia a los ácaros nunca había pasado más de 5 meses sin necesidad de aerosoles, creemos que en gran parte es gracias a la Perilla.
Nuestro deseo es acabar con la medicación química lo antes posible y ver cómo evoluciona solamente con la Perilla en momentos en que sepamos que los ácaros están más fuertes.
Espero dentro de unos meses completar mi testimonio, cuando hayamos quitado la medicación química por completo.
Muchas gracias a Dolça Revolució por su trabajo.