Antes de iniciar una terapia o un cambio hacia una alimentación saludable, es recomendable una depuración del aparato digestivo y así aprovechar al máximo los resultados del tratamiento que queramos llevar a cabo. Ayudar al cuerpo a potenciar el sistema inmunitario y extraer las toxinas que se han acumulado con el paso del tiempo, es el primer paso.
Recomendamos dedicar un fin de semana o unos días sin actividad laboral para este ayuno, en especial si es la primera vez. Consiste en tomar solo bebidas amargas, durante un periodo de entre 48-72 horas. Lo ideal sería que en las primeras 24 horas solamente tomemos infusiones calientes de hierbas amargas como Diente de León, Alcachofera o la mezcla para Hígado de Dulce Revolución. En caso de dificultad para estar sólo con infusiones, se pueden alternar con agua de mar (4/5 partes de agua mineral, 1/5 parte de agua de mar y el zumo de un limón por litro de líquido), caldo de verduras (col, acelga, cebolla, puerro, lechuga, zanahoria, …) y/o zumos de frutas naturales.
Empezaremos a comer alimentos sólidos con una dieta blanda durante dos o tres días a base de arroz o copos de avena cocidos con agua o caldo de verduras, manzana cocida o al horno, verdura cocida, zumos de frutas naturales, etc. Esta desintoxicación es recomendable repetirla un par de veces al año, regalándole al hígado un descanso muy merecido.