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Cáncer de piel (Melanoma)

Proliferación de células llamadas malignas, producto de un descontrol en el reloj biológico y genético de la célula. Se propaga a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático y sanguíneo, produciendo más tumores (metástasis).

Testimonios de Cáncer de piel (Melanoma)

Todavía no hay testimonios para esta enfermedad. Si lo deseas puedes enviar el tuyo aquí.

Begoña, Asturias - Queratosis actínica

Me llamo Begoña, tengo 43 años (enero 2020) y vivo en Asturias. Quería contaros el testimonio de la curación de una lesión en la piel que tenía mi abuela en la frente. Empezó como una manchita oscura que fue creciendo y engordando. Decidimos llevarla al dermatólogo y le diagnosticaron queratosis actínica bowenoide. La solución que nos daban era una operación de cirugía para extirpárselo. Nos explicaron que le quitarían un trozo más grande, teniendo que hacerle injertos de piel. Decidimos no hacerlo, ya que ella tenía en ese momento 93 años y nos parecía bastante agresivo para su edad.

Empecé a tratarla con jugo de celidonia. Aquí, en Asturias esta planta es muy abundante. Se lo echaba todos los días procurando impregnar toda la lesión. Al cabo de cinco meses aproximadamente la lesión se fue desprendiendo y cayendo a cachos. Os adjunto fotos para que veáis la evolución.

 

 

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Anónimo, Manchas en la piel

Siempre he tenido la piel muy blanca, y nunca me protegí debidamente del sol, al menos durante mi niñez y adolescencia. Hace un par de semanas noté una mancha cutánea de unos 5-10 mm de diámetro aproximadamente, creciendo en relieve a un ritmo vertiginoso en mi espalda, de color oscuro. Me asusté, evidentemente, y acordé una visita a mi dermatóloga, que aplazó el encuentro unas semanas, por tener su agenda llena. Este descubrimiento de la mancha tuvo lugar a la par que otra mancha con relieve que tenía en el hombro, más pequeña pero que también crecía con rapidez, comenzó a sangrar, probablemente por el roce de la ropa.

De modo instintivo, tomé una solución alcohólica (tintura) de própolis, de un color casi negro, y la apliqué con un algodón. Lo lógico hubiera sido desinfectar únicamente con alcohol, pero al ir a buscarlo encontré casualmente la tintura de própolis, y sentí que sería un remedio aún más eficaz para desinfectar la zona. Sabía que el própolis de las abejas tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivíricas. Las abejas, además, me caen bien, son unas trabajadoras incansables que fabrican miel, polen, própolis y jalea real y constituyen una fábrica biológica magnífica. Al día siguiente repetí la operación, en realidad sin entender muy bien por qué lo hacía, al menos de modo consciente. Procedí de este modo durante 3-4 veces, lejos de esperar lo que sucedería más tarde.

Cuál fue mi sorpresa cuando la pequeña protuberancia oscura se cayó, así, literalmente. Ahora mismo no queda ni rastro, sólo un ligerísimo color rosado y un relieve casi imperceptible. En cuanto a la de la espalda, también comenzó a caerse con el roce de la toalla después de la ducha, por lo que seguí aplicando el própolis, esta vez dejando un algodón con el líquido, sujeto con un esparadrapo hipoalergénico, gracias a lo que también ha (casi) desaparecido. A veces el instinto nos guía, los perros toman hierbas del campo sin saber muy bien por qué, lo hacen, y eso les ayuda a purgarse. Supongo que actué con el instinto de un perro, lo cual en cierto modo me enorgullece.

Lo acontecido me ha llevado a querer profundizar en la naturaleza de las verrugas cutáneas y en propiedades del própolis. El virus del papiloma humano (VPH) es un virus que está implicado en neoplasias benignas y malignas. Las verrugas suelen eliminarse mediante terapias destructivas tales como ácido salicílico, ácido tricloroacético, crioterapia (congelación mediante nitrógeno líquido), etc. ¿Podría ser que el própolis ayude a eliminar el virus de las verrugas?. No he encontrado ninguna publicación que describa el tratamiento de las verrugas cutáneas mediante própolis por vía externa (también llamada vía tópica). Sin embargo, sí que he encontrado un estudio clínico del 2009, de una duración de tres meses y publicado en el “International Journal of Dermatology”, en el que se evaluó el efecto de própolis o equinácea, administrados de forma oral, para combatir las verrugas. Se investigaron el própolis y la equinácea, por ser inmunomoduladores seguros y con propiedades antivirales. En pacientes con verrugas planas y comunes tratadas con própolis, en un 75% y 73% de los casos, respectivamente, desaparecieron las verrugas. Estos resultados fueron significativamente mejores que los obtenidos con la toma de la planta equinácea (que estimula el sistema inmunitario) o un placebo (control). Los autores concluyen que el própolis constituye una terapia segura y efectiva para el tratamiento de las verrugas (Zedan, 2009).

Me ha sorprendido no encontrar más datos científicos publicados sobre la eficacia del própolis para el tratamiento de las verrugas, así que he decidido extender mi búsqueda a otro tipo de virus que afectan a la piel, como el virus del herpes simple (herpes simplex virus, HSV), causante de herpes labial. En un estudio realizado por investigadores del Departamento de Virología de la Universidad de Heidelberg (Alemania) en el 2010, se analizó el efecto del própolis in vitro (es decir, en estudios que no se realizan en animales ni humanos, sino en células), contra el virus del herpes simple tipo 1 (herpes simplex virus, HSV-1). Los autores concluyen que los extractos del própolis podrían ser adecuados, mediante aplicación tópica, contra la infeción cutánea por el virus del herpes (Schnitzler, 2010).

Otro estudio, realizado mediante una colaboración entre varios Departamentos de Dermatología de Hospitales de Eslovaquia y la República Checa, en condiciones “doble ciego” (en los que ni los pacientes ni los médicos saben qué producto se está aplicando, hasta después de analizar los resultados), se probó una crema de labios con extracto de própolis a una concentración del 0,5%  y esta crema resultó más eficaz que una crema que contenía 5% de aciclovir –el antivírico convencional para el tratamiento del herpes labial- para el tratamiento del herpes labial en fase vesicular (Jautová, 2018). Resultados similares fueron encontrados por otros laboratorios, para tratamiento  del herpes labial en el estadío eritematoso-papular (Arenberger, 2017).

Esta es una pequeña incursión en la vasta literatura científica que demuestra los efectos antivirales del própolis. Las abejitas no dejan de sorprendernos, cuidémoslas más de lo que lo hacemos, evitando en el planeta el uso de insecticidas que las dañan y las están diezmando.

Este relato no pretende sustituir la opinión médica, por favor, visite su dermatólogo con regularidad para evitar y tratar las afecciones cutáneas.

Bibliografía

Arenberger P, Arenbergerova M, Hladíková M, Holcova S, Ottillinger B.

(2017). “Comparative Study with a Lip Balm Containing 0.5% Propolis Special Extract GH 2002 versus 5% Aciclovir Cream in Patients with Herpes Labialis in the Papular/Erythematous Stage: A Single-blind, Randomized, Two-arm Study.” Curr Ther Res Clin Exp. 14;88:1-7.

Jautová J, Zelenková H, Drotarová K, Nejdková A, Grünwaldová B, Hladiková M. (2018). “Lip creams with propolis special extract GH 2002 0.5% versus aciclovir 5.0% for herpes labialis (vesicular stage) : Randomized, controlled double-blind study.” Wien Med Wochenschr. Nov 7.

Schnitzler P, Neuner A, Nolkemper S, Zundel C, Nowack H, Sensch KH, Reichling J.

(2010). “Antiviral activity and mode of action of propolis extracts and selected compounds.” Phytother Res. 24 Suppl 1:S20-8.

Zedan H, Hofny ER, Ismail SA. (2009). “Propolis as an alternative treatment for cutaneous warts.” Int J Dermatol. 48(11):1246-9.

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María Antonia, Barcelona - Cáncer de piel

Me llamo María Antonia Navarro, tengo 49 años (enero 2017) y vivo en Sant Cugat del Vallés.

Hace unos años me diagnosticaron cáncer de piel. Todo empezó con una especie de burbujita que me salió en el hombro. Llamó mi atención porque empezó a picar mucho y crecer muy rápido. Fui a tres dermatólogos y todos coincidieron en el diagnóstico y en que se tenía que extirpar.

Antes de la operación, supe de los beneficios de las semillas de albaricoque. Encontré en diferentes blogs y webs que era un potente anticancerígeno y que debía tomar 3 semillas cada hora. Así lo hice. Tomé 3 semillas muy masticadas y ensalivadas cada hora. Leí también que, como preventivo podías tomar 6 semillas al día. Como tenía programada la operación no la anulé. Me operaron y, después de la operación y confirmado el diagnóstico al analizar me dijeron que no es un cáncer que haga metástasis, pero sí que era incurable y que irían saliendo más. Lo que si vieron es que estaba en recesión.

Dos años después volvió a salir otro. Esta vez fui de nuevo al dermatólogo y me dijo de hacer una biopsia, pues tenía un buen tamaño (medio centímetro) e iba creciendo con mucha alegría. Esta vez, como ellos ya sabían qué era, me dijeron que seguramente lo quemarían.

Yo por mi parte empecé de nuevo a tomar las semillas de albaricoque y a hacerme cataplasmas con las semillas encima del bultito. Para el cataplasma masticaba una o dos semillas y me las apliqué directamente en el tumor hasta que quedase totalmente cubierto. Le añadía encima una gotita de aceite esencial de clavo. El resultado fue que en unas semanas ya casi no quedaba nada. Cuando volví al dermatólogo, asombrado, me dijo que entonces es que no sería maligno. Yo sé que sí lo era, pues esa cataplasma la había puesto también sobre un nevus benigno y no desapareció ni cambio de forma. Estaba exactamente igual. Después de unas cinco semanas mi piel estaba perfecta.

A partir de esos resultados he seguido haciendo lo mismo con todos los que me han ido saliendo. El cataplasma, dependiendo de dónde esté el tumor, lo dejo secar o lo cubro con una tirita. Es curioso comprobar que si el tumor es maligno, al poco tiempo (segunda o tercera aplicación) empieza a picar y a irritarse. No hay que tener miedo. Hay que seguir adelante. A veces sangra un poco, otras se reseca o se expande. Al final acaba poniéndose rojo, se hace una costra y cae. Si cayendo la costra sigue picando, hay que seguir porque, si lo dejamos, crece rápidamente. Al final no queda nada. Miras y tocas la piel y como si no hubiese habido nada. Da la sensación que cuando escuece va bien. Lo he probado con lunares o tumores benignos y ni se inmutan.

Si el tumor no es muy grande con menos semillas al día (3 semillas unas 5 veces al día) podría ser suficiente. Hay que observarse.

Como casos, conozco un señor que tiene parada una metástasis en el pulmón, él no tiene dientes y se las tritura y se las come muy ensalivadas. Otro que se curó de un cáncer que ya había sido operado y se había reproducido en su oreja (en tres meses sanó).

Un día me asusté al leer en internet que son peligrosas porque contienen cianuro, pero el perro de una amiga de 29 kg se tomó 200g de una vez y el animal empezó al poco a buscar un rincón para morirse, pero al rato, ya en el veterinario empezó a reaccionar, a levantar la cabeza y mover la cola. Sólo le recetaron algo para limpiar los intestinos, pero ni se lo tomó, pues estaba perfectamente.

Así que acabé por no tener miedo y consumirlas con las dosis correctas.

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Mariví - Afección en la piel

Me gustaría comentarles el caso de mi madre. Ella tenía una afección en la piel por la que estaba recibiendo tratamiento con lámparas de rayos en el hospital, 3 días a la semana. Para recibir este tratamiento tomaba medicación.

Este problema en la piel lo arrastraba desde hacía 15 años y nunca le dieron un diagnóstico. Tenía dos zonas afectadas, el antebrazo derecho por la parte de interior y la pierna izquierda a la altura del gemelo. Eran como dos óvalos de unos 20 centímetros de largo, aproximadamente. Las "manchas" habían ido creciendo poco a poco. Empezaron a la vez en pierna y brazo. En el brazo se le ponía más irritado y rojo, sin embargo en la pierna era como que se le escamaba la piel. En una ocasión, hace tres años más o menos, una dermatóloga utilizó la expresión "células cancerígenas" para referirse a lo que le sucedía en la piel..  Pero nunca nos dieron un diagnóstico.

Para esta dolencia estuvo tomando artemisa. Un infusión tres veces al día (media mañana, después de comer y a media tarde, sobre las 19h/20h), durante nueve días. Hizo cuatro novenas con una semana de descanso entre novena y novena. Al poco tiempo, un par de semanas más, desaparecieron las marcas en la piel por completo. Actualmente, no tiene nada, absolutamente nada, no se nota que haya tenido la piel mal durante tantos años.

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José Luis, Valencia - Cáncer de piel

El diagnóstico que tenía mi padre era de un cáncer de piel, a sus 85 años. Le salían costras por toda la cara. En la navidad de 2012 llegó a tal extremo, que no quería salir a la calle para que nadie le preguntara nada.

Lo único que le recetaban eran cremas y geles caros, que no hacían nada, o trasplantes de piel. Es decir, ningún tratamiento interno que curase esta enfermedad. Prácticamente daban a mi padre por desahuciado. No tenían más solución que aportar.

La lástima es que no le hice fotos de aquella época, pero tenía costras hasta en las cejas y por la parte de arriba, no se le veía la piel, sólo las costras. Asustaba sólo de verlo.

Entré a varias páginas de medicina natural y leyendo todas las páginas y los estudios de Otto Warburg, observé que el cáncer se podía curar alcalinizando el organismo y oxigenando.

No tenía nada que perder y mi padre peor no podía estar. Así que le hice una lista de alimentos beneficiosos (alcalinos) y otra de alimentos perjudiciales (ácidos), y decidí comprar un frasco de peróxido de hidrógeno de 250ml para uso alimenticio en una página web.

Me decidí por el peróxido al leer el libro "La cura en un minuto", en el que se explicaba cómo administrar el producto y los efectos que producía.

Empezamos a mediados de enero de 2013 con el tratamiento. Lo importante fue que mi padre se tomó muy bien el tratamiento. Él nos pidió ayuda porque veía que la medicina oficial no daba para más y él quería seguir viviendo con un mínimo de calidad, y por eso recibió tan bien el tratamiento.

También le compré el libro de una médica de familia, para que viese como ella afirmaba que el cáncer se puede curar mediante la correcta alimentación. Así que compramos estevia en lugar de azúcar y frutas, en lugar de leche con galletas. Era la época de las fresas y le dije a mi madre que le comprase fresas y que comiese todas las que quisiera. Qué contento se puso mi padre al saber que podía curarse comiendo fresas.

Respecto al tratamiento con peróxido, lo hicimos como indicaba el libro. Empezamos con 3 gotas diluidas en un vaso de agua mineral y creo que iba aumentando 3 gotas cada 3 días hasta llegar a 25 gotas. Intentando siempre que el estómago estuviera vacío al tomar las gotas y no ingerir nada hasta pasadas 3 horas. Le hice una hoja para que llevase un control del tratamiento.

Pues bien, llegamos a las 25 gotas después de unas 3 o 4 semanas, y mi padre no notaba grandes cambios, las costras seguían ahí y no tenían intención de marcharse. En el libro se indicaba que llegados a las 25 gotas había que reducir la ingesta, puesto que los efectos positivos ya debían de haberse notado.

Hablamos con quien nos vendió las gotas, un naturista de Murcia, y nos comentó que siguiéramos con las 25 gotas todos los días hasta que notásemos una mejoría, ya que el tratamiento no tiene efectos secundarios. Lo que estábamos haciendo era oxigenar todo el organismo, pero mi padre había estado toda una vida acidificando su organismo. Había que tener paciencia.

Después de 2 semanas más tomando 25 gotas, llegaron las magníficas noticias. Las costras se estaban secando y se desprendían de la piel, dejando a la vista una piel que hacía meses que no veíamos.

¡Era cierto! Los estudios de Otto Warburg en 1930 eran verdaderos!!! El cáncer y la mayoría de enfermedades se curan alcalinizando y oxigenando el organismo!!! De modo que la triste realidad es cierta, la medicina oficial no recomienda estos tratamientos porque no se pueden patentar y no se puede ganar dinero! Por un lado mi padre estaba muy feliz, pero por otro se dio cuenta de por qué la medicina oficial lo ignoró completamente.

Soy ingeniero en informática y trabajo como programador siendo funcionario del estado. Pero mi padre, cada vez que voy a su casa me dice que soy el médico de la familia. Todos me piden consejo cada vez que tienen algo.

Después de 2 años mi padre sigue “vivito y coleando”. Con una buena calidad de vida y feliz. Yo me siento satisfecho de poder decir que no he dejado que mi padre caiga en las garras de la mafia médica.

Un saludo desde Valencia (España) y seguir así

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Lluis - Cáncer de piel

He utilizado cataplasmas de Kalanchoe dagreimontiana para los cánceres de piel de mi abuelo que tiene 98 años (2013) y, aunque le vuelven a salir, favorece que caigan las ulceraciones y le dejan la piel sana.

La aplicación de las cataplasmas es el punto más complicado. Un especialista del ambulatorio local que le venía a curar una ulceración en el talón dos veces a la semana nos facilitaba unos apósitos especiales. Cuando no hay herida le ponemos la hoja de kalanchoe picada en un mortero, si no, empapamos una gasa con el zumo de la planta y se lo ponemos. Idealmente le sustituimos la cataplasma dos veces a la semana, pero cuando no teníamos suficientes plantas espaciamos el tratamiento, a pesar de que siempre lleva los apósitos puestos.

Con este tratamiento hay que esperar un mes para que caigan, lo que llamamos los “medallones”. Ahora le ponemos unos apósitos que se llaman 'Allevyn adhesive', de 17.5x17.5, que recortamos a medida y le ponemos en las piernas y al pecho, que son los más graves, a pesar de que también tiene en la cara y brazos.

Recuerdo que una vez el especialista se quedó impresionado porque de una semana a otra se notó mucho el cambio. Uno de los apósitos que llevaba en la pierna era enorme, de unos 17x8 cm, casi negro, y había cambiado de color, como si se hubiera reabsorbido.

Las ulceraciones vuelven a aparecer, es como que siempre van saliendo, pero yo diría que tardan más en desarrollarse. En los momentos en que le aplicábamos con más intensidad y frecuencia sí que recuerdo que a temporadas tenía la piel casi del todo sana, el problema es que el tratamiento no es regular (no llegamos a todo...).

Espero que pueda ser útil esta información.

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