Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Eva, tengo 54 años (julio 2024) y vivo en Castellón. A raíz de unos acontecimientos caí en depresión y he estado tomando antidepresivos durante 20 años. Con 4 recaídas fuertes cuando intentaba dejarlos. Un cansancio horrible y no me podía levantar por las mañanas. Tras estudiar varias terapias alternativas, viendo que la medicina actual no me podía ayudar, di con el Reiki egipcio. En menos de 15 días de aplicármelo, junto con aceites esenciales en los chakras, ya me encontraba genial. Había recuperado mi alegría.
Actualmente estoy dando talleres para que la gente aprenda a autoaplicarse el Reiki egipcio (consiste en imposición de manos en los chakras con símbolos sagrados que se encontraron en las pirámides egipcias) y se alinee los chakras. Somos cuerpo y campo energético alrededor. Las enfermedades comienzan en el campo energético (en los chakras), antes de manifestarse en el cuerpo físico. La medicina ni idea de esto.
También intento andar descalza por la tierra o por la arena para descargar lo negativo, ya que, andar descalzo produce un intercambio de iones que es necesario para nuestro cuerpo.
Desde que he hecho todo esto tengo más alegría y ganas de vivir. He bajado los antidepresivos de 4 que me tomaba a 2. Me los estoy dejando lentamente porque son drogas y al dejarlas de repente, casi me muero en vida.
Esta curación con el Reiki egipcio la he tenido a principios de este año y me he planteado dejarme los antidepresivos en 1 año, sin prisa. La pastilla de la tensión, que también me subió y he estado tomándola durante años, ya me la he podido quitar.
Ahora quiero pedir el MMS para eliminar toda la porquería que me he tomado durante 20 años que, estoy segura, es la causante de mi cansancio. Recomiendo a todo el mundo aprenda Reiki egipcio, ya que el auto tratamiento son 5 minutos.
Mi nombre es Helena, tengo 51 años (julio 2023) y vivo en Zaragoza. Tengo fibromialgia desde los 25. Es una enfermedad que no te mata, pero no te deja vivir. Tenía dolores por todo el cuerpo y, como se desconoce el origen, difícil tratamiento. He tomado: antidepresivos, relajantes musculares, opiáceos... y drogas varias. Llegué a tomar hasta 13 pastillas al día y para nada, porque me dolía igual y encima drogada. Llevo unos cuantos años usando marihuana y no sólo no tomo pastillas (me las quitó mi reumatólogo, yo no dejé nada por mi cuenta), si no que ya no tengo ningún dolor. Las jaquecas pasaron de ser mensuales a ser anuales, volví a trabajar, a salir por ahí, voy a todos sitios andando, hago Tai chi y Wing Chun, dos artes marciales y ni me acuerdo de lo que tengo.
Gracias a esta planta no sólo he recuperado mi vida si no que la ha mejorado de una forma que nunca imaginé. Yo sólo quería que no me doliera y ahora estoy haciendo cosas que no hacía cuando tenía veinte. La situación de esta planta es la que es y no quiero animar a nadie a "drogarse", pero si tomamos sin pensar ni preguntar lo que es, lo que nos recetan los médicos... ¿por qué no probar con otras alternativas que no sirvan para enriquecer farmacéuticas, crear enfermos crónicos o nuevos y cosas peores?
Mi nombre es Stella, tengo 52 años (marzo 2023) y vivo en Bogotá (Colombia). Escribo para compartir mi recuperación de fibromialgia e hipotiroidismo que me diagnosticaron en el año 2014.
Sentía un dolor intenso provocado por el más mínimo estímulo. Me dolía hasta cargar un pocillo de café. Fui deteriorándome hasta que no podía salir a la calle. La niebla mental me hacía olvidar dónde iba y qué tenía que hacer. Me olvidaba de conversaciones, datos vitales. No podía conciliar el sueño por el dolor y a esto se le sumó la ansiedad y depresión que tenía al tener esta nueva realidad.
Empecé a tomar unos hongos llamados psilocibina en microdosis (2 gr dividido en cápsulas de 200 miligramos). Espaciaba la toma en un día y otros dos días de descanso hasta completar los 2 gr. Lo repetía cada 3, 6 y 9 meses.
Estuve acudiendo a psicoterapia donde me ayudaron a ir cambiando y aceptando todos los cambios tantos físicos como emocionales, así como los hábitos de vida.
El dolor bajó un 90%, volvió la memoria, gracias a que la medicina ancestral (psilocibina) crea sinapsis entre neuronas.
A día de hoy sigo realizando las microdosis de forma periódica. Me encantaría poder expandir este conocimiento, porque también lo vi como tabú, ya que ni siquiera fumé cigarrillos comunes, sino algo similar a los cannabinoides o enteógenos, pero el tomarlos me cambió la vida.
Mi nombre es Mari Carmen, tengo 52 años (mayo 2021) y vivo en Jaén, soy artesana y enfermera. Padezco de fibromialgia desde el año 2000 y cansancio crónico desde niña. He padecido agotamiento total durante meses y años en brotes más o menos fuertes sin que nadie supo qué me pasaba. Como aguantaba se dejó de investigar. A partir del 2000, con mi embarazo, vinieron los dolores persistentes. A duras penas sobrevivía a ese malestar. Necesitaba dormir al menos 10 horas diarias, y cuando en 2008 murió mi padre tuve un brote tan fuerte que tuve que dejar mi profesión como enfermera.
En 2015, tras insistir mucho, me diagnosticaron fibromialgia y me despacharon como "una loca más" (estoy hablando de mis propios compañeros sanitarios). Seguí mi vida como pude y, la artesanía (soy creadora de Orgonitas), me ayudó mucho. Toqué fondo en 2018 y empecé una desintoxicación profunda.
En ese momento empecé a tomar CDS durante casi 2 años. Cuando me desintoxiqué de la medicación tan fuerte que tomaba para los dolores y me pasé al Cannabis CBD, empecé con el protocolo normal 10ml de CDS en 0,5 litros de agua. Eso durante 6 meses, todos los días, sin excepción alguna. Luego hice el protocolo P durante 3 meses con todo lo que implica, aunque los enemas no los hice tan a raja tabla. Al tercer mes hacía los enemas en días alternos. Después de eso seguí con el protocolo de mantenimiento durante 9 o 10 meses más. Después de ese periodo intensivo tomo CDS una o dos veces a la semana en dosis concentrada o cuando me quiere venir la migraña, entonces tomo 10ml en 0,5 litros de agua tomado a lo largo de una hora. Este verano pienso repetir el protocolo P. Además, la perilla en infusión y comprimidos, me ha aliviado casi al 100% las alergias del polen. Utilizo también la Artemisa Annua para prevenir y reforzar el sistema inmune. La tengo para emergencias, en cápsulas.
Me gusta mucho tomar tomillo, hinojo y poleo en infusiones. Estas plantas las tengo siempre a mano.
Hice mis pinitos con el DMSO pero no soy muy fan. Lo uso en caso de algo urgente como cuando tuve una contractura en el trapecio de un mes de duración, ahí puse CDS con DMSO local con un algodón y noté alivio.
También utilizo plata coloidal para mantener la boca libre de inflamaciones (me gusta más el sabor que el CDS).
Dejé de comer basura química, carnes, lácteos y gluten. Luego me quité todos los medicamentos que tomaba y empecé con Cannabis CBD para aguantar el dolor cuando bajé la dosis de la medicación para el dolor.
Tomo antioxidantes en altas dosis:
Q 10, Resveratrol, L-Carnitina, Ácido Alfa Lipóico, y Vit. E.
Empecé a tomar Magnesio y Colágeno. Todo eso ANTES de empezar con el CDS. Después pude ir quitando algunos antioxidantes (que los tomaba por la mañana para no interferir en el CDS que lo tomaba por la tarde / noche).
Pasé de querer morirme porque no podía más, durante años (no es cliché ni lo digo a la ligera), a levantar la cabeza poco a poco y darme cuenta que consigo subir esas escaleras, puedo dar ese paseo de 30 minutos sin pagarlo caro físicamente.
Antes tenía que recuperarme de algo, quedándome en cama durante al menos 2 días. Ahora puedo agacharme y levantarme de nuevo sin marearme. Puedo cepillar mis perros y sujetarlos sin que me tiren al suelo. Puedo llevar un cubo de agua al bebedero, puedo aguantar una velada con mis amigos sin tener que retirarme a dormir un rato. Bueno eso no era dormir, cuando me daba ese cansancio repentino, era como caer en coma y despertar un par de horas más tarde. Mis amigos ya estaban acostumbrados, por eso hacíamos estas veladas en mi casa.
Ahora puedo empezar una tarea y acabarla, sea escribiendo un texto o fregando los platos.
Tengo dos garrafas, una de Clorito y otra con el Activador de 5 litros y lo he puesto a disposición del que quiera acercarse y llevarse un poco o rellenar su bote. Siempre tengo CDS recién hecho en el frigorífico. Lo uso para muchas cosas.
Mi protocolo de emergencia cuando asoma la migraña: 10ml de CDS en 0,5 litros de agua tomado a lo largo de una hora y un buen chute de Cannabis CBD para acompañar, luego a dormir la siesta o si es por la noche a descansar, al día siguiente estoy como nueva.
Pongo CDS en mi cuero cabelludo cada vez que me lavo el pelo. Lo siento más fuerte que nunca. Uso el spray de CDS en heridas, pequeñas pupas, roceduras y para limpiar los ojos de mis animales (esas legañas que se forman cuando tienen una infección).
Tengo el libro del MMS en animales y lo uso con frecuencia.
Tengo 6 pilares principales para mi bienestar:
Sé qué es estar muerta en vida. Han sido 20 años largos y tediosos hasta que di con las hierbas de Josep y los vídeos sobre el CDS de Andreas. Estoy muy agradecida por el esfuerzo y la valentía que han demostrado. Gracias de corazón.
Mi nombre es Maya, tengo 44 años (febrero 2021) y vivo en Las Palmas (Gran Canaria). Me gustaría contar mi testimonio y el de mi padre 80 años.
Padezco de Fibromialgia y posible sensibilización. Al bajarme las defensas brutalmente padezco de continuas aftas, infecciones. Me salían coágulos de sangre en la boca, tenía desequilibrios (no han podido hacerme dos pruebas porque no aguantaba el dolor). Muchos médicos no comprenden lo agudo que puede ser nuestro dolor. Desde que empecé a tomar el CDS, junto con los remedios de plantas (tomo varias según mi estado de salud), combinado con lo que me enseñó mi abuela de Japón que se transmite de hijo a hijo: Reiki, shiatsu, meditación, yoga...... He mejorado en la intensidad de mis dolores. Ahora son soportables.
Los medicamentos que me daban me hicieron tocar la locura. Nunca había tomado tantos medicamentos en mi vida. Siempre fui de tomar medicina natural, pero al verme con esta enfermedad desconocida, decidí medicarme. Esto me hizo mucho mal, me dejó empotrada en una cama y mi mente más cerca del delirio.
Mi padre se enteró de cómo estaba y me hizo levantar y recordarme que yo era terapeuta, que, si no sabía de la enfermedad, pues que la estudiara y que buscara solución. Así hice.
Tengo días muy duros, pero no he tirado la toalla. Mis hijos, mi padre, mi compañero están sorprendidos del cambio que estoy generando con mi enfermedad. Mis hijos me ven con otros ojos. Ven una madre que lucha día a día para derrotar la enfermedad. Si mi padre no me hubiera recordado quién era, seguramente estaría con los parches. Preferí aguantar el dolor y estudiar mi cuerpo. Estoy teniendo mejores resultados que la medicina tradicional.
Mi padre tiene varias enfermedades: diabético, tensión alta, problema cardíaco, problema pulmonar, pero está mejor que nunca desde que toma el CDS, ya no se asfixia y la flema, que era oscura, está cada día más clara. Ya no tose. No quiere dejar de tomar el CDS por el alivio que le está dando a su salud.
Esta es nuestra dosis de CDS:
Yo empecé con 7 tomas de 1 ml CDS a 100 ml de agua y fui subiendo hasta 3 ml. Cuando me recupero voy bajando la dosis. Me he dado cuenta que soy sensible a las antenas. Cuando veo que soy afectada subo la dosis. A veces me preparo una botella de 700 ml con 7 ml de CDS y la reparto en tomas de 100 ml de agua, 7 vasos al día. Voy viendo en función de mis dolores y subo o bajo la dosis. El tope al que he llegado son 21 ml de CDS en una botella de 700ml diarios. Gracias al CDS las crisis de convulsiones no me están dando.
A mi padre, en una botella de 700ml de agua potable, le introduzco 10ml de dióxido de cloro y se toma 7 vasos de 100ml durante el día. Aún no se lo subo porque me gustaría que fuera quitándose paulatinamente las medicaciones para ver cómo su cuerpo va reaccionando. Tiene antenas alrededor de la vivienda y se le inflama las piernas puntualmente. Ya le digo que hay cosas que no podemos sanar porque tenemos antenas y tanques de combustibles alrededor de la casa. El CDS también ha mejorado su salud. Ya no tose (cuando lo hacía parecía que se iba a morir). Tuvimos hasta quejas de los vecinos porque mi padre tosía. Él también sigue tratamiento de Reiki, shiatsu y masaje. Lo importante también es que procuramos comer alimentos frescos y ecológicos. Usamos productos biodegradables en la higiene y limpieza para cuidar nuestra salud.
Mi nombre es Gloria Rojas, tengo 56 años (junio 2020), soy técnico en cuidados Auxiliares de enfermería. Trabajo en el hospital 12 de octubre de Madrid, en reanimación.
Mi unidad es una UVI de anestesia. Durante la pandemia fuimos una UVI Covid19 en la que me tocó vivir muy de cerca todas esas jornadas extenuantes dentro de un epi.
Soy enferma de fibromialgia o, mejor dicho, ex-enferma. Me lo diagnosticaron hace año y medio.
A mi médica de cabecera le costó mucho aceptar que mi dieta sin gluten ni lácteos fuera algo eficaz, por ello me mandó al psiquiatra. Sé que puede parecer extraño, pero ahora sé que me anticipé a sus conocimientos. El psiquiatra me animó a seguir y me recomendó no luchar contra el sistema.
Mi médica me recetó analgésicos, que solo empeoraron mi situación. Me hinché y engordé muchísimo.
Tuve suerte al dar con un neurólogo que dedica la mayor parte de su tiempo a la fibromialgia y me ratificó la dieta que estaba siguiendo como adecuada. Me habló de no tomar medicamentos y de la terapia Magnética trascraneal. Lo peor 1 año de lista de espera.
Tuve grandes dolores en el colon seguido de estreñimiento. Dolor en el trigémino, articulaciones, sobre todo en las piernas y pies. Grandes y persistentes dolores de cabeza, sobre todo occipital. Mi cansancio no me permitía ni tan siquiera mantenerme en pie. He llorado, sí, y algunos días he dudado de cómo iba a ser capaz de vivir con aquello que me estaba pasando. Mi vida se interrumpió de golpe yo, tan activa y valiente en todo lo que la vida me daba en cuanto a golpes. Mi filosofía de sacar lo positivo de la vida me pareció en aquellos meses una ilusión. Pero no dejé de luchar.
Alcancé a darme dos sesiones de la terapia y me fue muy bien, pero se vio interrumpida por la pandemia.
Los extenuantes turnos me llevaron de nuevo a los dolores, pero esta vez, estaba activa laboralmente y sin poder darme de baja. Había agotado 1 año y la seguridad social no me lo iba permitir. Eso o la incapacidad y eso nunca lo quise.
Volvía a levantarme de la cama agotada y con dolores. Mi patrón de sueño volvió a ser de 1 hora u hora y media. Mi equilibrio fatal. Mi memoria fatal.
Empecé a tomar el clorito de sodio con los protocolos de Andreas Kalcker y ahora después de más de un mes, me considero recuperada.
Pongo a vuestra disposición mi nombre y mi experiencia con el dióxido de cloro y en consecuencia mi mejoría notable.
Todas mis PCR fueron negativas, al igual que mi serología.
Hoy sigo en tratamiento y soy una estudiosa de todo lo concerniente a mi salud.
Tengo energía, memoria, equilibrio, mi intestino está perfecto, no tengo dolores, e incluso empiezo a perder peso.
He escuchado muchos vídeos de vuestra asociación desde hace años. Mi filosofía siempre ha ido en esa dirección, de hecho, hace años estudié naturopatía, pero pasé por una separación muy dolorosa con graves problemas económicos y me aparté de mi centro. Más bien, me perdí. En mi vida solo había trabajo sin descanso. Doblaba turno en el hospital para arañar algún euro más.
Hoy soy yo de nuevo. Quien busca el camino lo encuentra. Soy feliz y tengo una dirección, mi dirección.
Vosotros representáis mucho más de lo que podéis imaginar. Sois un horizonte.
Mis observaciones durante el período de pandemia en mi unidad también las pongo a vuestra disposición. Tendría que haber sacado fotografías de las gasometrías de esos enfermos. El color de la sangre arterial era muy diferente, casi aguada. Antes de saber muchas cosas, y lo que me llevó a no creer en los tratamientos fue mi observación. Los ph y los índices de ácido láctico fueron lo que más me alertaron.
Mi nombre es Ana María, tengo 55 años (febrero 2021) y vivo en Almería. Me diagnosticaron de fibromialgia hace 15 años. Había acudido al médico de familia porque tenía dolores en todo el cuerpo y desde allí me derivaron a reumatología. Las pruebas salían bien. El reumatólogo me dijo que no tenía tratamiento y que tenía que tomar solo analgésicos para paliar el dolor.
Cuando conocí el MMS, me compré el libro de Andreas Kalcker y comencé a tomarlo, pues todavía no sabía preparar el CDS.
Comencé preparándome una botella de litro con seis gotas activadas, repartido en el día. Tomaba un vasito de 125 ml cada 2 horas y seguí subiendo dos gotas cada día hasta las 24 gotas diarias.
Esto lo hice durante 3 meses, pero sentí los efectos a las tres semanas. Empecé a mejorar, los dolores que tenía en todo el cuerpo iban desapareciendo. Tantos años con el dolor y me estaba desapareciendo y yo no me lo podía creer.
Actualmente lo sigo tomando solo tres veces al día, pero ya me hago el CDS: diariamente me hago 10 centilitros de CDS, en un litro de agua para mi marido y para mí. Repartimos el litro de agua en seis tomas, tres para cada uno y descansamos de vez en cuando.
Gracias a que conocí a Josep Pàmies y después conocí a Andreas Kalcker y me decidí a hacer el protocolo de fibromialgia, mis dolores han desaparecido. Nunca más he vuelto a tomar ningún analgésico.
Mi nombre es Beatriz, tengo 52 años (febrero 2021) y vivo en Colombia. Mi testimonio es de fibromialgia. Hace 9 meses que consumo CDS y hace 3 meses que hago el protocolo de desparasitación. Fui subiendo poco a poco desde 5 ml hasta ahora que tomo 20 ml en un litro de agua.
Esto me reportó mejor calidad de sueño, disminución significativa de los dolores en el cuerpo, mejor ánimo, mucha más energía para emprender mis actividades, mucho menos agotamiento físico.
Hace 3 meses con la desparasitación la mejoría es a otro nivel. No solo ha remitido la fibromialgia casi en un 90% sino que también he notado una mejoría sorprendente en mi síndrome de túnel carpiano que padezco en ambas manos.
También han mejorado las jaquecas que me habían afectado casi toda mi vida, desde la menarquia. ¡Literalmente han desaparecido!
Mi nombre es Lea, tengo 52 años (abril 2020) y vivo en Madrid. He visto el llamamiento para confirmar el tratamiento con MMS en el caso del Covid19.
Soy personal sanitario de un hospital en Madrid. Tenía síntomas que correspondían con los de Covid19. Di positivo en la prueba PCR que me realizaron a los cuatro días de empezar los síntomas y negativo a los 15 días. Entre los síntomas: fiebre 38,8 º, dolor de cabeza intenso, pérdida de olfato y gusto, dolor y calambres en todo el cuerpo, dolor como de quemadura en la cabeza y la cara. La falta de aire solo ocurrió en contadas ocasiones y recurrí a un aerosol.
Cuando llevaba cinco días tomando paracetamol y acetilcisteina, cesó la fiebre y el malestar, pero al día siguiente volvieron de nuevo todos los síntomas más agudizados. Al cabo de 10 días, contando desde el principio del episodio, decidí probar MMS y, ese mismo día, desaparecieron la fiebre y TODOS los síntomas. Puede ser casualidad o porque llevaba ya muchos días y vencí al virus, pero a mí me ayudó. Era la primera vez que lo tomaba.
Me resultó complicado encontrar los protocolos, quería algo rápido y no podía pararme a leer todo lo que me enviaban de grupos. Al final, una amiga me dijo que tomara 3 gotas activadas cada hora, durante ocho horas. Y solo lo hice un día y cesó la infección.
Me daba mucho respeto y probé primero con una gota, luego dos a la hora y seguí con tres, hasta completar siete tomas, porque empecé a tener náuseas y no me pedía el cuerpo más.
He participado en un estudio en mi hospital en el que investigan la inmunidad frente al Covid19 y me acaban de enviar los resultados: Tengo anticuerpos IgG. Voy a continuar en el estudio para saber si se mantiene en el tiempo.
Aparte de esto, estoy diagnosticada de fibromialgia, y creo que también me ha podido ayudar el MMS, porque me encuentro mejor. Y no tengo respuesta para esto. A no ser que la fibromialgia sea causada por una infección.
Me llamo Rosa, tengo 60 años (2016) y vivo en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Quería compartir que yo fumo marihuana terapéutica. Padezco muchísimos dolores debido a que tengo varias enfermedades.
Padezco fibromialgia en un grado alto con fatiga crónica. Estoy operada siete veces de la columna a cual peor, operada del páncreas, vesícula y de hígado. Tengo un enfisema pulmonar y por tanto no debería fumar, pero no puedo dejarlo pues es lo único que me calma los dolores. La he solicitado a la Seguridad Social, pero me la niega, ya que tres viales pueden costar unos 500 euros y yo no puedo pagarlo, pero les aseguro que aunque me cueste la vida no dejaré de fumarla, pues es lo único que me alivia los dolores.
En abril de 2013 diagnosticaron polimialgia a mi madre y le recetaron cortisona. Según la reumatóloga necesitaría entre uno y dos años de tratamiento para que desapareciera totalmente. Sabíamos que los corticoides, único tratamiento para curar la polimialgia, tenían unos efectos muy nocivos para el organismo, pero además, tuvo muchos problemas de tolerancia, por lo que decidimos buscar alternativas.
Comenzó a tomar tintura de Cannabis en octubre. Se tomaba 4 gotas por la mañana y 8 por la noche y la fue graduando en función de la intensidad del dolor, que en aquella época era muy fuerte y le dificultaba enormemente llevar una vida normal.
En diciembre se terminó el frasco y no pudo ir a buscar más, por la coincidencia de las fiestas de Navidad. El dolor sin embargo, había disminuido mucho.
Antes de terminar el año, tocó hacer las analíticas de seguimiento de la polimialgia y, pasado fiestas, a mediados del mes de enero, fuimos a buscar los resultados a la reumatóloga. Imaginaos la sorpresa que tuvimos cuando nos dijo que la enfermedad había desaparecido ¡totalmente!
Tal y como explicó la doctora, puede aparecer algún brote, por eso procuramos hacernos más tintura. Ahora se toma 5 gotas de tintura de Cannabis cada tarde, como medida de prevención y de alivio, los días de dolor.
Hay que decir también que, desde octubre 2013, bebe una vez al día la mezcla de hierbas con Ortiga, Diente de león, Cola de caballo y Estevia. La verdad es que le va muy bien y está muy contenta.
Abril de 2014