Afonía:
- Belladona 9CH, 1 gránulo cada 10 o 20 minutos, 1 día de duración.
- 25 gr. de Flores de Gordolobo + 25 gr. de hojas de Hinojo, cocer la mezcla durante unos minutos en 250 cm3 de vino, ponerlo en un termo y beberlo durante el día.
Pólipos en el cuello o cuerdas vocales:
- Gargarismos con infusiones de Ruda.
- Gargarismos de infusiones de Agrimonia. Fuente: Libro María Treben, pág. 9.
- Gargarismos de Nogal. Fuente: Libro María Treben, pág. 45.
- Gargarismos de Malva, a ser fresca, complementar con infusión bebida también de Malva 4 veces al día. Fuente: Libro María Treben, pág. 92.
- Jarabe de Granada (antiinflamatorio faringe).
- AFOVITA, mezcla de hierbas de Dulce Revolución.
Otras recomendaciones y tratamientos:
- Salvia, Angélica, Galio: Utilizar para hacer gárgaras con ellas y/o tomar en infusiones. Por sus principios activos, son desinflamatorios y a la vez suavizantes. También es conveniente mantener el cuello protegido en los días de más frío y viento.
- Tomar caldos calientes preferiblemente de verduras, respirar por la nariz, hacer gárgaras y lavados de nariz con agua de mar isotónica. Una cucharadita de miel con canela también ayuda a suavizar la zona, chupar una rodaja de limón y aspirar su zumo rebajado con agua por la nariz y sacarlo por la boca (no tragar).
- Acostumbrarse a hacer respiraciones profundas y completas.
- Deberíamos reducir los lácteos, el gluten, los azúcares industriales, harinas refinadas etc. y aprender a comer más despacio, masticando y ensalivando bien los alimentos.
- Debemos incorporar vitamina C, tomar más líquidos, incluida el agua de mar.
- Nuestro cuerpo posee una fuerza curativa natural, la cual no es conveniente cortar con medicamentos químicos, tan solo ayudar al cuerpo en su proceso biológico natural, salvo en raras excepciones. El cuerpo reacciona biológicamente a un proceso de sobrevivencia, y nuestro deber es ayudarlo en este cometido, para ello tenemos lo que la naturaleza nos proporciona desinteresadamente.
- Tener en cuenta que al hacer ayunos estamos ayudando al cuerpo a sanar más rápidamente. Normalmente cuando estamos ante un proceso de "sanación" nuestro cuerpo no nos pide comida sólida, debemos estar atentos y respetar el aviso para mantener la energía donde es más necesaria en estos momentos.