Cebolla, por su cantidad de jugos sulfúreos, es capaz de ablandar las mucosidades, deshacerlas y matar las bacterias. Utilizaremos una cebolla cruda cortada en juliana, envolver en un lienzo de algodón y aplicar en el pecho durante toda la noche, mantener caliente. También está indicada para inflamaciones de amígdalas, garganta, faringitis, senos maxilares, bronquitis. Hacerse caldos de cebolla y tomarlos calentitos. Puedes también hacer un jarabe de cebolla, indicado para las inflamaciones de las vías respiratorias: poner en un bote una cebolla cortada en juliana, añadir 3 ó 4 cucharadas de miel de romero, en unas horas verás que ha licuado, colar y añadir el zumo de un limón, tomar a cucharaditas tantas veces como haga falta.
Cataplasma de Col: Aplicar en el pecho y mantener toda la noche una hoja de col caliente o fría (puede escaldarse y quitar la parte más dura). Tiene el poder de absorber todos los desechos y focos purulentos.
Cataplasma de limón si hay espasmos, aplicar sobre el pulmón.
Cataplasma de Cola de Caballo, es muy desinflamatoria y muy indicada en afecciones pulmonares.
Raíz de Cálamo aromático. Masticar y tragar el líquido en muy aconsejable para afecciones de pulmón.
Ortiga, una infusión al día durante un año te previene de virus y bacterias, es considerada un buen profiláctico (no hervirla para mantener sus principios activos, sólo escaldada a 80 grados centígrados).
Tomar un baño de Serpol te ayudará a ponerte en marcha otra vez después de haber pasado la enfermedad.
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