Mi nombre es María Luisa, tengo 59 años (febrero 2021) y vivo en el rural de Galicia, A Coruña. Me tuvieron que hacer una cirugía facial para extraerme las muelas del juicio. Las había dejado crecer pensando que se harían sitio dentro de mi cavidad bucal. Y así fue, se hicieron su lugar empujando toda la dentadura, las muelas colindantes quedaron torcidas. A causa de esto, no podía masticar bien, y de vez en cuando, se producía una infección. Finalmente me decidí a quitarlas. Escribí a Dulce Revolución porque no quería tomar antibióticos, y me aconsejaron un protocolo: tomar diez gotas de MMS en un litro de agua durante el día, y enjuagues bucales con 10 gotas de MMS en 200 ml de agua.
El primer día, después de la operación, empecé con el protocolo de MMS, hielo, y alimentación a base de batidos, sin lácteos. Suelo suprimir los lácteos cuando tengo que enfrentarme a cualquier crisis de tipo físico, que suelen ser resfriados o gripes, me producen mucha mucosidad y también inflamación.
Después de tres días, bajé las gotas de MMS a 6, ya que me produjo un poco de diarrea; siempre lo tomé con el estómago vacío. Posteriormente me dijeron que no es conveniente, pero también tengo el impedimento de que no puedo beber agua con las comidas, ya que no digiero bien.
Después de cada comida limpiaba bien la zona y enjuagaba con la mezcla de las 10 gotas de MMS en los 200 ml de agua.
El protocolo lo mantuve hasta que se curó la herida, y dejaron de estar inflamados los ganglios linfáticos de la zona.
No se produjo ninguna infección en ningún momento.
El MMS, junto con una dieta adecuada, me fue perfecto.