A los 7-8 años, cuando polinizaban los pinos, empecé a mostrar signos de alergia (picores en las piernas, brazos, ojos, me salían orzuelos, se me inflamaba la nariz por dentro y me costaba respirar). Durante varios años me hicieron las pruebas de asma y alergias, pero sólo salía un poquito de reacción al ciprés, que, según los médicos no era suficiente para los síntomas. Tuve este problema hasta los 20 años, unas temporadas peores que otras, y a partir de esta edad remitió casi por completo o solo aparecía algún síntoma cada 2 o 3 años. Igualmente, casi todo el año tenía algo de mucosidad y alguna pequeña molestia.
Ya me había olvidado hasta hará dos primaveras cuando un día en pleno bosque, recogiendo leña, noté como una picazón en la garganta que cada vez era más molesta. Al llegar a casa notaba los mismos síntomas de alergia que tenía de pequeño.
Esto coincidió con una prueba analítica que me había hecho hacía pocos días para revisar si con la nueva alimentación vegana que había empezado hacía un año me faltaba algo. Los análisis salieron más que perfectos, pero con los leucocitos altos, que indicaban que el sistema inmune estaba trabajando mucho debido a la alergia. La doctora sólo supo recomendarme que tomara antihistamínicos, que cambiara de casa, ya que es vieja y en un pueblo, y que sacara a mis cinco perros de casa. No hice caso a ninguna de sus recomendaciones y ataqué de forma muy diferente el problema. Fui a la herboristería para encontrar una mejor solución.
Primero empecé a beber de 2 a 3 litros diarios de zumo recién exprimido de naranjas y limones (a veces a partes iguales, otras con más naranja), sobre todo sin añadir azúcar. Esto para desintoxicar un poco la sangre y el sistema digestivo y así dejar trabajar un poquito mejor al sistema inmune. Para quien no sea vegano recomendaría eliminar leche y derivados, pues son conocidos por empeorar problemas de mucosidades y alergias. Después me preparaba un litro y medio de infusión que iba bebiendo durante el día, por la mañana después del zumo y por la noche después también de la otra mitad del zumo.
La infusión era de tres hierbas: Helicriso (depurativa), Equinácea (para el sistema inmune) y Ortiga seca.
A los tres días empecé a notar alivio pero seguí con el tratamiento una semana y media, más o menos, y el problema remitió de golpe.
No sé si sería un brote puntual pero quien tenga alergia puede probarlo, ya que seguro que será menos malo que los antihistamínicos.
Julio 2013