Mi nombre es Rosa, tengo 53 años (diciembre 2017) y vivo en Sevilla. Yo tenía unas grietas en la uña de un pie con un color amarillento. Acudí al podólogo y al dermatólogo. Me diagnostican hongos. Me mandan un medicamento que yo me pongo rigurosamente durante más de un año y no observo mejoría. La dermatóloga me dice que es normal, que tardará en curarse. Vuelvo de vez en cuando al podólogo y recorta y sanea, pero no termina de curarse.
Un día, tomando una infusión de Perilla, recuerdo que es fungicida y se me ocurre ponerme las hojas frescas, resultado de la infusión durante un buen rato en la uña. Lo hago durante unos cinco días y la uña empieza a cambiar de color a mejor y, a medida que fue creciendo la uña, fueron eliminándose las grietas.
De esto hace ya unos cuatro meses y no ha vuelto la enfermedad.
Quisiera dar las gracias Dulce Revolución por su gran labor.