Mi nombre es Carmen, tengo 53 años (abril 2020), soy arquitecta sensorial, regenerativa y biológica y vivo en el Maresme (Barcelona). Quiero aportar mi experiencia durante 4 años, consumiendo la maravillosa substancia MMS, con éxito.
Vengo de una familia que ha tenido, desde siempre, contacto con la tierra, conocimientos tradicionales con remedios naturales, hábitos saludables.
Hace 4 años tuve una baja de defensas debido al estrés que afectó a mi sistema inmunológico. La glándula timo se debilitó y empecé a ser más vulnerable a las infecciones. Fue entonces cuando, por mi cuenta investigué, por proximidad, las investigaciones de Dolça Revolució y Andreas Kalcker, que merecen toda mi confianza. Valoré la posibilidad de la ingesta del MMS, empezando por el protocolo 1000.
En poco tiempo me recuperé con total éxito, de manera que lo he utilizado para varias dolencias: dolor de muelas, limpieza bucal, heridas, y como desinfectante en la casa y la limpieza de alimentos frescos. Lo tomamos toda la familia. Tengo dos hijos, uno de 9 años y una hija de 28 años que trabaja en emergencias sanitarias.
En estos momentos de incertidumbre y conscientes de la evidencia de un sistema fraudulento, tóxico en todos los aspectos y que no cuida a la población, nos invita a retomar la autosuficiencia, el conocimiento de los antiguos, y prevenir nuestra salud de manera natural y saludable.
Recomiendo con toda seguridad el MMS para todas las personas, hospitales, escuelas, restaurantes, comercios. Mi hija mayor está en contacto directo diario con todo tipo de infecciones. Ella usa MMS a nivel interno y externo y nunca la hemos vacunado, sigue sus precauciones sanitarias. Vivimos sin Miedo.
Mi agradecimiento y apoyo incondicional a Dolça Revolució y en especial a Josep Pàmies por velar con respeto y compromiso la salud de las personas y la tierra, por mantener el conocimiento y la sabiduría de su linaje y ancestros en beneficio de la humanidad.