A la hora de la compra, es cuando debemos hacer el esfuerzo de escoger los alimentos que nos nutren y desechar los que nos envenenan. Aunque nos quieren convencer de que los aditivos alimentarios sólo son perjudiciales si ingerimos una cantidad determinada diariamente, es imposible sumar esas cantidades, puesto que en muchos casos, ni siquiera encontramos información de su presencia; omisión aceptada por la connivencia entre la industria alimentaria y la administración pública, quien mantiene una Ley de Etiquetado con información minúscula e insuficiente para el consumidor. Vamos pues a convertir nuestro carro de la compra en carro de combate, rechazando los aditivos químicos peligrosos en forma de boicot hacia las marcas que los utilizan.
Esta es la lista de aditivos alimentarios perjudiciales que nos va a ayudar:
Libro recomendado: “Nuestro veneno cotidiano” de Marie-Monique Robin (Península, 2012).