Mi nombre es Yolanda, tengo 62 años (diciembre 2023) y vivo en Torrelodones (Madrid). A mediados de diciembre de 2023 estuve afectada por un malestar general de todo el cuerpo, sobre todo de un dolor fortísimo de cabeza. Sentía mucha presión en las sienes y cuenca de los ojos y tenía 38 ºC de fiebre.
Me tomé 3 gotas activadas de MMS cada hora y también, me rocié con dióxido de cloro y DMSO en sienes, detrás de orejas y nuca. En un día el dolor de cabeza desapareció y mejoré totalmente.
Para la fiebre me puse una gota de perióxido debajo de la lengua y me masajeé las sienes con aceite esencial de menta.
En dos días estaba muchísimo mejor.
A fecha de hoy tomo agua de mar, plata coloidal, oro, magnesio, ormus antioxidantes y MMS. El DMSO y dióxido de cloro lo utilizo como spray para dolores.
Me llamo Mateo David, tengo 45 años (febrero 2021) y vivo en Murcia. Hago deporte (CrossFit) y he notado una mejora importante desde que estoy tomando CDS en el tema del cansancio y, sobre todo de las agujetas. Tomo 10 ml de CDS en litro y medio de agua (5 tomas por la mañana y 5 por la tarde), siempre refrigerada. El primer día que lo tomé noté como un pequeño malestar en la cabeza, no era dolor, es raro de explicar. Fui notando que para mi entrenamiento me ayuda en la recuperación. No tengo ácido láctico y antes de empezar a tomarlo acababa el entrenamiento rendido. Ahora puedo seguir. No lo dejo por nada del mundo. Solo por eso, merece la pena. Es maravilloso. En estos momentos es el suplemento que he tomado nunca y, llevo entrenando toda mi vida. Con 45 años, estoy genial. Mejor que nunca, pletórico aun cuando el desánimo te puede por la situación actual. Mi cuerpo está muy bien, va más allá y me motiva un montón.
Mi nombre es Manuel, tengo 56 años (enero 2021) y vivo en Sabiñánigo (Huesca). Tuve un accidente laboral con 8 costillas rotas y 16 fracturas, de las cuales, dos de ellas me perforaron el pulmón, dejándome secuelas por neumotórax en un pulmón y, en el otro pulmón, pérdida de sangre, 1,5 litros aprox. También tuve tres vertebras fracturadas que me operaron con cemento clínico y que, al ser operado, se filtró una pequeña cantidad alojada a fecha de hoy y para siempre, en los pulmones.
He tomado MMS y he notado muchísimas mejorías, entre ellas tuve, hace 10 años, un principio de EPOC por ser fumador. A raíz de ello, ya no fumo. Ahora respiro sin ninguna dificultad. Me encuentro más pletórico y lleno de energía.
Mi dosis ha sido: Inicié el protocolo de Andreas Kalcker como iniciado y continué durante 21 días tomado 5 cl de dióxido de cloro en ½ litro de agua. Lo tomaba por las tardes durante 5 horas (½ litro para 5 tomas). Seguí estrictamente las indicaciones del protocolo.
Leí información en la página de la Dulce Revolución.
Ahora lo tomo como medida preventiva en ocasiones en que me encuentro decaído y con síntomas de resfriado y como prevención de la covid19. Estoy encantado.
Tenéis mi permiso para publicar esto en los medios de comunicación que queráis, para mostrar que el CDS, con los protocolos de Andreas Kalcker es una forma muy efectiva de deshacernos de nuestros virus e infecciones internas. Estaré siempre también agradecido a Josep Pàmies junto al equipo de Dulce Revolución. Sois grandes y lo sabéis.
Mi nombre es Mónica Rodríguez Mantilla, tengo 53 años (diciembre 2021) y vivo en Granada. Hace 8 años empecé a sentir cierto dolor en el hombro derecho que fue, poco a poco creciendo más y más. En menos de una semana el dolor era insoportable, impidiéndome, por completo mover el brazo en lo más mínimo y básico de la vida cotidiana. Llegué a necesitar ayuda. El dolor llegó a ser tan agudo e intenso que no podía dormir ni estar tumbada.
Tras visitar al médico me diagnosticaron calcificación en el hombro derecho. Más adelante también lo sufrí en el izquierdo.
Comencé con analgésicos fuertes, ejercicios de movilidad muy suaves y posteriormente, con ondas de choque. Lentamente, y muy poco a poco, fue remitiendo hasta casi desaparecer después de 1 mes aproximadamente, pero las molestias continuaron algunos meses más.
Durante todo este tiempo (desde hace 8 años) no he vuelto a tener episodios agudos de nuevo. También he cuidado de no hacer esfuerzos innecesarios o levantar peso, pero en octubre hice una mudanza y no tuve más remedio que mover cajas y cosas pesadas. Comencé a tener de nuevo el mismo dolor agudo y lo pasé muy mal pensando que me volvería a inutilizar un tiempo, pero empiezo a tomar MMS: 3 gotas activadas, 3 veces al día. No llegaron a pasar 3 días completos de tratamiento y ya no sentía dolor en el hombro. No podía creer que se esfumara el dolor de forma tan rápida y asombrosa y pudiera seguir con mi vida normal sin necesidad de ayuda.
Ya con anterioridad había tomado MMS ante malestares o síntomas de gripe y había mejorado rápido usando la misma dosis durante máximo una semana.
Sí que he notado que el MMS afecta un poco al estómago, pues me suelta la barriga teniendo un poco de diarrea, pero nada importante.
Mi nombre es María Díaz, tengo 58 años (mayo 2021) y vivo en Moncófar (Valencia-España). Me diagnosticaron discopatía degenerativa desde hace 11 años. Durante todo este tiempo he tenido muchísimo dolor. Conocí el MMS y tomé, durante 1 año el protocolo 1000. Además del MMS también tomé agua de mar y el dolor ha desaparecido. Ahora, si me resiento, tomo 6 gotas activadas en un vaso de agua durante unos días y desaparece de nuevo el dolor.
Mi nombre es José Javier tengo 35 años (febrero 2021) y vivo en Madrid. Soy bombero de profesión y quiero resumir aquí el camino que estoy llevando para poder solucionar mi problema de lesión medular, saliendo del sistema sanitario.
Tuve un accidente de moto y tuve que ser operado. Cuando salí del hospital de Virgen del Rocío, una vez operado de la columna, me derivaron a otro hospital para hacer la rehabilitación.
Como estaba tan fuerte muscularmente, la resonancia magnética no llegó a ver el daño de la médula espinal y por tanto, me catalogaron como "sección medular", es decir, "lesión completa" dicho por los médicos.
Yo insistía en pedir una nueva resonancia para ver mi lesión, pero el equipo me decía que no, que tenía lesión completa y que no hacía falta.
El cirujano que me operó era hermano de una médico de urgencias que trabaja en el punto de Urgencias de mi parque de bomberos y cuando subí a planta, después de pasar por la UCI, fue a verme y me dijo cómo fue la lesión: compresión parcial del lado izquierdo, pero yo seguía sin poder verlo.
Cuando fui a rehabilitación contacté con uno de los médicos del parque (traumatólogo) para que me hiciera una resonancia en su clínica privada, ya que volví a insistir en que me hicieran una resonancia magnética para ver mi lesión y me lo negaban. Me la hizo mi compañero y efectivamente, compresión parcial del lado izquierdo en la vértebra t7, era como una especie de hernia de disco, pero en vez de invadir el disco invadió el trozo de vértebra que estalló, en concreto mi lesión fue "estallido de vértebra t7 con invasión parcial en el canal medular".
El problema fueron los 20 días que estuve esperando para operarme.
Al salir contacté con una clínica privada que se encarga, a escondidas, de colocar células madres llamándola Terapia Endovascular. Cuando yo fui a la consulta para empezar el tratamiento me dijeron que llevaban unos 15 años haciendo tratamientos de células madres obtenidas de la médula ósea. Lo gestiona el ministerio de sanidad y ellos aceptan o no a los pacientes que deben ser atendidos en esta unidad.
Dicha unidad fue creada por un cargo político de la Comunidad de Madrid que padecía cáncer, se recuperó y quedó en manos del Ministro de Sanidad. Esto fue dicho por los médicos de la unidad. Me quedé flipando.
Con las tres veces que me pusieron células madres, mi arteria espinal (la que lleva sangre a la medula espinal) se conectó y mi médula espinal se recuperó y volvió a estar "irrigada o vascularizada" de nuevo, osea, que llegaba sangre a la médula. Mi lesión medular ya tenía una pieza recuperada de las 3 piezas que se necesitan para recuperar una lesión medular.
Después de recuperar la irrigación vascular en mi médula espinal le propuse al equipo médico que me colocarán las células madres "INTRAMEDULAR" encima de la lesión, en la misma y debajo de la lesión.
Me llevé 2 años colocando células madres intrarterial. Iba cada 3 meses y cada vez que conseguía una clínica fuera de España y Europa que me hacían el tratamiento que les pedía a esta clínica de Madrid ellos no me decían nada, hasta que ya les pregunté si me podían hacer el tratamiento que les estaba pidiendo y el anestesista me dijo que el ministerio de sanidad no les daba permiso a hacer dicho tratamiento, porque se está "INVESTIGANDO" en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid.
Si ellos me colocan las células madre y salgo andando, ¿dirán "que están investigando en Puerta de Hierro"? LA SANIDAD ES EL MEJOR NEGOCIO.
He tenido que irme de España y de Europa para que me pusieran las células madre como yo quería y así llegar a estar como estoy.
Cuando elegí una de las clínicas donde me hacían el dicho tratamiento que necesitaba para mi lesión (porque ninguna lesión es igual), el médico me dijo: “Jose, tratamos personas con hernias de disco que tienen movilidad” y la médula espinal sigue comprimida, pero mejoran los dolores y etc.
Yo quería conseguir descomprimir mi lesión, ya que fue traumática por efecto óseo de mi vértebra.
A los 15 días de la 1ª puesta de células madres más PRP colocadas INTRAMEDULAR CON FLUOROSCOPIA en España, me hice una resonancia magnética y empezó mi lesión medular a removerse como queriendo descomprimirse. Me hice otra resonancia con la 2ª y 3ª puesta de células madres donde se iba viendo cómo mi lesión medular se iba descomprimido. La última resonancia magnética hace ya 3 o 4 años y mi lesión estaba al 90% descomprimida, actualmente no sé cómo habrá evolucionado debido al parón del tratamiento con la pandemia.
El médico de Costa Rica se quedó sorprendido porque mi lesión se empezó a remover y descomprimir, me preguntó que estaba usando y le comenté que estaba usando un medicamento ruso que atraviesa la barrera hematoencefálica y penetra en la medula espinal actuando como neuroprotección, estimulando, etc…
Me coloqué ese medicamento 15 días antes de la puesta de células madres y el síntoma que me apareció era un dolor inmenso a la misma altura del nivel de mi lesión medular.
Voy a seguir el tratamiento en Bielorrusia. El tratamiento será con células madres olfativas, otro dichoso tratamiento que están "INVESTIGANDO" en varios sitios del mundo.
También pasé por una clínica de rehabilitación en Santiago de Compostela en Galicia donde vendían a los clientes (les llamo clientes porque estaban engañados) que salían recuperados con HORMONA DE CRECIMIENTO Y MELATONINA, tal como me dijeron a mí.
En la 1ª consulta me dijo el médico que a los 6 meses SALÍA ANDANDO, que no andaría como antes del accidente porque el estilo de la marcha se pierde, pero andaría con otro estilo de marcha.
Flipanteeeeeee!
Estoy usando medicación de Rusia que actúa en el sistema nervioso central y periférico.
Estoy usando péptidos para volver a intentar inervar "conectar" los nervios que es lo que me falta ahora ya que la medula espinal esta descomprimida.
Estoy usando THC, que me sienta de maravilla en mi sistema nervioso. El MMS también me está ayudando en la lesión medular.
Empecé tomándolo así:
Estoy en lista en el ensayo clínico de Puerta de Hierro, pero llevan 25 años "viviendo del cuento" lucrándose de los lesionados medulares.
El problema va a ser cuando me levante de la silla de ruedas porque voy a divulgar todo esto en todo el mundo.
Hago 16-18 horas de rehabilitación al día de lunes a lunes y todo lo que me sienta bien y me ayude con mi lucha diaria lo tomaré y añadiré a mi tratamiento, como el MMS en este caso.
Mi nombre es Gloria Rojas, tengo 56 años (junio 2020), soy técnico en cuidados Auxiliares de enfermería. Trabajo en el hospital 12 de octubre de Madrid, en reanimación.
Mi unidad es una UVI de anestesia. Durante la pandemia fuimos una UVI Covid19 en la que me tocó vivir muy de cerca todas esas jornadas extenuantes dentro de un epi.
Soy enferma de fibromialgia o, mejor dicho, ex-enferma. Me lo diagnosticaron hace año y medio.
A mi médica de cabecera le costó mucho aceptar que mi dieta sin gluten ni lácteos fuera algo eficaz, por ello me mandó al psiquiatra. Sé que puede parecer extraño, pero ahora sé que me anticipé a sus conocimientos. El psiquiatra me animó a seguir y me recomendó no luchar contra el sistema.
Mi médica me recetó analgésicos, que solo empeoraron mi situación. Me hinché y engordé muchísimo.
Tuve suerte al dar con un neurólogo que dedica la mayor parte de su tiempo a la fibromialgia y me ratificó la dieta que estaba siguiendo como adecuada. Me habló de no tomar medicamentos y de la terapia Magnética trascraneal. Lo peor 1 año de lista de espera.
Tuve grandes dolores en el colon seguido de estreñimiento. Dolor en el trigémino, articulaciones, sobre todo en las piernas y pies. Grandes y persistentes dolores de cabeza, sobre todo occipital. Mi cansancio no me permitía ni tan siquiera mantenerme en pie. He llorado, sí, y algunos días he dudado de cómo iba a ser capaz de vivir con aquello que me estaba pasando. Mi vida se interrumpió de golpe yo, tan activa y valiente en todo lo que la vida me daba en cuanto a golpes. Mi filosofía de sacar lo positivo de la vida me pareció en aquellos meses una ilusión. Pero no dejé de luchar.
Alcancé a darme dos sesiones de la terapia y me fue muy bien, pero se vio interrumpida por la pandemia.
Los extenuantes turnos me llevaron de nuevo a los dolores, pero esta vez, estaba activa laboralmente y sin poder darme de baja. Había agotado 1 año y la seguridad social no me lo iba permitir. Eso o la incapacidad y eso nunca lo quise.
Volvía a levantarme de la cama agotada y con dolores. Mi patrón de sueño volvió a ser de 1 hora u hora y media. Mi equilibrio fatal. Mi memoria fatal.
Empecé a tomar el clorito de sodio con los protocolos de Andreas Kalcker y ahora después de más de un mes, me considero recuperada.
Pongo a vuestra disposición mi nombre y mi experiencia con el dióxido de cloro y en consecuencia mi mejoría notable.
Todas mis PCR fueron negativas, al igual que mi serología.
Hoy sigo en tratamiento y soy una estudiosa de todo lo concerniente a mi salud.
Tengo energía, memoria, equilibrio, mi intestino está perfecto, no tengo dolores, e incluso empiezo a perder peso.
He escuchado muchos vídeos de vuestra asociación desde hace años. Mi filosofía siempre ha ido en esa dirección, de hecho, hace años estudié naturopatía, pero pasé por una separación muy dolorosa con graves problemas económicos y me aparté de mi centro. Más bien, me perdí. En mi vida solo había trabajo sin descanso. Doblaba turno en el hospital para arañar algún euro más.
Hoy soy yo de nuevo. Quien busca el camino lo encuentra. Soy feliz y tengo una dirección, mi dirección.
Vosotros representáis mucho más de lo que podéis imaginar. Sois un horizonte.
Mis observaciones durante el período de pandemia en mi unidad también las pongo a vuestra disposición. Tendría que haber sacado fotografías de las gasometrías de esos enfermos. El color de la sangre arterial era muy diferente, casi aguada. Antes de saber muchas cosas, y lo que me llevó a no creer en los tratamientos fue mi observación. Los ph y los índices de ácido láctico fueron lo que más me alertaron.
Mi nombre es Begoña, tengo 48 años (abril 2020), soy educadora social y vivo en Iruña (Pamplona). Me animo a compartir mi experiencia en un tratamiento que inicié a principios de abril y como la reacción está siendo excepcional, quería compartirla.
Tengo síndrome de mucosidad. Empecé a tomar CDS el día 1 de abril, y me propongo hacer una limpieza de 21 días mínimo. Los síntomas que han desaparecido son los siguientes:
Han disminuido y siguen haciéndolo estos síntomas:
A todo eso se le une que mi carácter está siendo mucho más alegre, jovial, bromista, vital. Me siento mucho más ligera en todos los sentidos, duermo y descanso mejor.
Mi nombre es Vicky y vivo en Sabiñánigo (Huesca). Quiero relatar la experiencia con una perra de 10 años llamada Lupa. Hemos usado MMS, DMSO y kalanchoe a raíz de diagnosticarle una neoplasia maligna de comportamiento agresivo con potencial de metástasis elevado. Diagnostico final: osteosarcoma productivo.
En mayo de 2017 la perra empieza a cojear. Se le hace una radiografia y el veterinario lo achaca a desgaste de cadera por edad. Un mes después se le inflama una pata trasera y empeora rápidamente. Se le vuelve a hacer radiografias y se le achaca a una fractura que tuvo de cachorra, así que se le pone tratamiento durante un mes con antiinflamatorios. No solo empeora sino que deja de apoyar la pata. A principios de septiembre se le hace una biopsia y nos anuncian que tiene aspecto de osteosarcoma.
El 15 de septiembre nos confirman el resultado dándonos las siguientes opciones:
* 3-4 semanas sin tratamiento sufriendo mucho, recomiendan parches de morfina (no se le dan).
* 4 meses amputando la pata.
* 1 año amputando la pata y dándole quimioterapia.
Las tres opciones con el mismo resultado final: la muerte de la perra.
Descartamos las tres opciones e inmediatamente comenzamos con el tratamiento máximo que se le podía hacer con MMS.
La perra no llegó a dejar de comer ni un solo día (se le motivaba con comida más apetecible) aunque su estado anímico era bastante bajo.
En una semana empezó a mejorar notablemente. A los 15 días la perra empezó a apoyar la pata y un mes después sin fallar en el tratamiento ni un solo día y siendo muy constants, la perra corría, la inflamación de la pata empezó a bajar notablemente (más o menos un 60/70%) y su estado anímico era fantástico.
Seguimos con el tratamiento los 3 meses que nos indicaron. Se le hicieron dos analíticas completas con buenos resultados. La hinchazón que le queda en la pata es casi inapreciable y es resultado de la biopsia.
- Tratamiento que se le dió durante 3 meses a Lupa pesando 27 kilos:
Este es el tratamiento que nosotros aplicamos a nuestra perra Lupa de 9 años y 27 kilos.
En la actualidad le seguimos aplicando en la pata MMS y DMSO por vía externa como recuerdo y seguimos disfrutando de una perra sana y feliz.
Mi nombre es Ramón, tengo 74 años (diciembre 2017) y vivo en Lérida. He sido agricultor toda mi vida, actualmente estoy jubilado. A lo largo de mi vida he gozado de buena salud, pero desde hace un par de años empecé a sufrir dos pinzamientos o hernias discales en diferentes puntos de la espalda, uno en la base del cuello que me causaba dolor hacia el brazo y me dificultaba mis actividades diarias y otro en la zona lumbar que irradiaba hacia la pierna derecha con ciática, causando también unos calambres dolorosos.
Sufría dolor en la rodilla, sobre todo cuando me agachaba, el dolor era fuerte. Fui al médico y me mandó una radiografía. Me dijo que el pinzamiento en el brazo estaba provocado por una artrosis de columna. En el caso del dolor ciático, no sé por qué no me hizo ninguna prueba. Para la rodilla tampoco me hizo pruebas, pero me dijo que casi seguro se trataba de una artrosis y que eso no tenía cura.
Me recetó analgésico y antiinflamatorio, que no los llegué a tomar. Decidí ponerme en manos de una persona que practica apiterapia en Lérida para que me tratara con picadas de abeja. Por miedo y precaución, primero empecé a tratarme el pinzamiento cervical a pesar de que él me informó que se podían tratar los dos pinzamientos a la vez. Después de la primera sesión sentí que empeoraba el dolor y la inflamación, cosa que me había indicado que podía ocurrir. Estuve a punto de no hacerme la segunda sesión, pero él me convenció.
Después de dicha sesión empecé a sentir algún alivio y, a partir de la tercera sesión, me desapareció casi por completo el dolor y la limitación que me producía el pinzamiento cervical.
Después, ya confiado, me traté la ciática y la rodilla con picaduras de abeja y en este caso, desde la primera sesión empecé a notar la mejoría. En unas pocas sesiones me desapareció casi por completo el dolor y la limitación.
Mi nombre es Carmen, tengo 64 años (diciembre 2017) y vivo en Figueres (Barcelona). Con un año y medio de edad contraje el virus de la polio, según mis familiares fueron días de dolores horrorosos, quedé que no me sostenía en pie cuando ya caminaba correctamente. Costó mucho diagnosticarlo, pero al final un médico veterano, lo hizo. Me recetaron una bota, con hierros hasta la cadera, en la pierna izquierda, pero no me la colocaron ni en una ocasión porque me estuvo tratando una terapeuta energética durante 12 años. No me han operado nunca y he vivido como una persona normal, trabajado siempre y sin reconocimiento de minusvalía hasta los 45 años de edad.
A partir de los 55 años empecé a tener molestias, cansancio físico acusado y por las noches, en la cama, empecé a tener leves espasmos dolorosos con sensación de que me estuvieran clavando un cuchillo. Me despertaba con una alerta muy exagerada y se fue agravando con los años. Me recetaron antiinflamatorio y un medicamento que se receta para epilepsias y crisis de ansiedad, pero cada vez eran más frecuentes y dolorosas. Llegué a tener luxaciones articulares debido a los espasmos.
Tuve que asistir varias temporadas a un osteópata para que me pusiera los huesos en su sitio. Mi médico me dijo que tenía que pensar que mejor era tomar mórficos porque los antiinflamatorios me podían dañar el aparato digestivo, que todo venía de la post polio, que al envejecer, el virus que estaba latente en mis nervios se activaba. Me asusté, pues con la edad que tengo he asumido siempre mi enfermedad y he sido una persona activa, buscando siempre la forma de ayudarme.
Un día, una amiga me comentó por qué no tomaba cannabis. Lo consulté con mi neuróloga y me comentó que ella tenía algunos pacientes que lo tomaban y les iba bien. Me puse a buscar información y di con un centro de alquimia que me aconsejó tomar el aceite de cáñamo y … ¡¡ bendita la hora !! El efecto fue inmediato.
La dosis que tomo son 2 gotas 3 veces al día sublingual durante 1 minuto y después 3/4 de vaso de agua. Han desaparecido los espasmos, cuando estoy muy nerviosa por algo emocional, parece que me quiere dar, pero no me dan. Solo tomo algún antiinflamatorio de vez en cuando por la artrosis, pero ya no necesito el medicamento de “epilepsias”. Duermo mejor, las piernas relajadas y sobre todo, el infierno que pasaba, ha desaparecido. La alimentación siempre la he cuidado y he intentado comer una dieta sana.
Mi nombre es Paco, tengo 37 años (octubre 2017) y vivo en Alicante. Mi pareja Noelia de 34 años y yo llevamos un tiempo luchando contra un cáncer de huesos que le fue diagnosticado a ella en el mes de febrero pasado. Después de supuestamente haber superado anteriormente un cáncer de mama, aun así los resultados del PET-TAC fueron: metástasis ósea, en pierna, cadera y vértebras.
Después del diagnóstico busqué información en internet y empezamos con una dieta alcalina, además tomaba, 10 g kalanchoe diario, 5 mg de moringa y 2 mg de aceite de cannabis. Asesorado por dos personas de una asociación de cannabis en Murcia, comencé a tener herramientas para poder tener nuestra pequeña plantación y poder hacer nosotros mismos el aceite medicinal.
También le ayudó mucho la terapia técnica zen para trabajar el tema de las emociones. En marzo empezamos con el tratamiento, en el mes de mayo los marcadores tumorales habían bajado algo, en el mes de julio se redujeron a la mitad y hoy, 29 de septiembre, Noelia ha recogido los resultados del último PET-TAC y la oncóloga no entiende nada. Las metástasis han desaparecido y estamos encantados de poder compartirlo con vosotros. Mucha fuerza y optimismo para quien vea un cáncer como algo malo, un cáncer es una especie de enseñanza y cuando lo entiendes y pones medios tu cuerpo se cura. Saludos!
Mi nombre es Soraya tengo 45 años (junio 2017) y soy de La Pampa (Argentina). Empecé a utilizar CDS después de escuchar una charla Jim Humble. Después de oírlo, comencé a investigar testimonios y compré CDS solo para probar su efecto. Desde esto hace ya 3 años y, desde entonces, lo tomo seguido.
Una de las veces utilicé el protocolo 1000 (1 o 2 gotas porque no tolero las 3) y en 3 días me di cuenta que había desaparecido mi dolor de columna (me costaba mucho enderezarme por las mañanas).
Muchas veces lo ha tomado mi familia cuando alguno de sus miembros ha tenido algún dolor y nunca han manifestado efectos secundarios.
Actualmente lo utilizo para lavarme los dientes ya que, me sangraba la encía. También lo utilizo para lavados íntimos con muy buenos resultados.
Me siento agradecida por haberme encontrado con el CDS y lo seguiré usando.
Me llamo Ildefonso, tengo 53 años y resido en Sevilla. Tengo un perro labrador que tiene 12 años de edad (2016 - macho) con una distrofia de cadera (patología común en esta raza y también en los pastores alemanes). Cojeaba de ambas patas traseras. No podía levantar la pata para orinar. Durante tres días seguidos le di 15 gotas de MMS. Se las metía dentro de una salchicha. Al segundo día no cojeaba, a la semana ya podía levantar la pata para orinar. Está mucho más activo y feliz que antes.
Mi nombre es Valentín, tengo 63 años (2016) y resido en Baracaldo (Vizcaya).
Me diagnosticaron desgaste en cervicales y lumbalgias con artrosis en parte derecha de mi cuerpo. Esto me llevaba a tomar una o dos pastillas antiinflamatorias al día. Llevaba así 10 años.
Empecé con un cambio: bebía agua de mar (1 vaso de agua de mar + tres del grifo) que me apetecía durante el día. Esto me ayudó a que se fueran para siempre mis llagas de la boca, que se me iban y volvían y algunas veces no podía comer de dolor.
Los antiinflamatorios, los dejé al segundo día de hacer infusiones con hojas frescas de Llantén mayor tres veces al día, una antes de desayunar enjuagando la garganta y luego tragar, otra después de comer y otra después de cenar. Si me levantaba de madrugada para orinar, tomaba otro vaso (fría).
En un litro de agua hirviendo echaba 5 hojas frescas o recogidas hacía pocos días de llantén mayor, lo quitaba del fuego, lo tapaba y cuando estaba frio lo metía en una botella. Llevo tres meses con el llantén y tengo suerte porque aquí en el norte, lo encuentro muy fácilmente.
La perilla la he tomado unos tres meses, dos veces al día durante tres semanas y una de descanso. Ahora la tomaré una semana al mes. No he vuelto a tener problemas con mi fatiga, no necesito inhalador y mi fuerza pulmonar está mucho mejor. La he sembrado en casa.
Uso la stevia para los cafés que tomo en mi casa. La melisa la utilizo para las cervicales. La reacción es muy buena, me quita el dolor y posibles tortícolis. Hiervo un litro de agua y pongo una cucharada de melisa seca, dejo reposar cuando hierve y después la dejo enfriar. Tomo dos veces al día, una por la mañana, antes de desayunar y otra a la noche, antes de dormir.
Mi más sincero agradecimiento a todos.
En enero del 2009 diagnosticaron a mi marido un cáncer bucal. El maxilofacial que nos atendió la única solución que nos daba era la extirpación quirúrgica de media mandíbula, además de las sesiones de quimio y radio habituales en sus protocolos. Le pregunté si con eso tendría posibilidades de supervivencia y me dijo que no, que eso no aseguraba nada.
En vista del panorama, nos fuimos sin concretar ningún tratamiento. Como soy habitual de la revista DSalud, por medio de ellos contacté con un médico homeópata en San Quirze del Vallés. Allí después de examinarle y ver las pruebas que le habían hecho le recetó una serie de complementos alternativos como uña de gato, cúrcuma, brócoli, etc... además siguió la dieta de la Dra. Budwig, tomó Renovén, etc... pero el cáncer siguió avanzando. En julio de ese mismo año se había extendido por toda la mandíbula inferior. Pensando que quizás me había precipitado al negarme al tratamiento convencional, fuimos a Granada, para que le vieran los especialistas de allí. La recomendación de ellos fue la extirpación completa de la mandíbula, un trozo de lengua y los ganglios linfáticos. Además me culpabilizaron totalmente por la evolución que había tenido el cáncer (aunque en uno de los informes que leí después, ellos mismos estaban sorprendidos de que no hubiera avanzado todavía más).
Con esas perspectivas y viendo la calidad de vida que le iba a quedar en el futuro, al llegar a casa decidimos pedir uno de los productos que nos faltó por probar del médico homeópata: UKRAIN, producto semisintético hecho con Celidonia Mayor como principal componente. Como el mismo era para nuestra economía un poco caro, lo habíamos dejado como última alternativa. Además, yo por mi cuenta empecé a investigar y pedí en una clínica de Canadá BIO-BRAN, específico para las defensas, que está hecho a base de salvado de arroz. Ahora ya se puede conseguir aquí en España.
En septiembre, y por medio de un ATS, le empezamos a inyectar Ukrain, 20 dosis. El médico nos recomendó 2 sesiones de 20 dosis cada una, pero nuestro presupuesto no daba para más.
En enero de 2010 volvimos a la consulta del maxilofacial. El cáncer había desaparecido totalmente. Si esto le sorprendió, lo ignoró en absoluto, porque no se interesó por nuestros medios alternativos para curarlo. Hasta ahora, no ha vuelto a tener recaídas del cáncer en ningún órgano.
Tengo que decir también que además de aquello en 2010 tuvo un infarto cerebral que le dejó medio cuerpo "casi” paralizado, pero a pesar de ello, consiguió superarlo. Ahora anda con dificultad, tiene insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, es hipertenso y tiene arterioesclerosis, la cual le ha producido un aneurisma de aorta de 4,5 cm.
A pesar de todo esto, el único medicamento que toma son las pastillas para dormir, ya que todavía no he dado con nada alternativo para que duerma.
Toma extracto de alcachofa, para el colesterol. Ajo y olivo para la tensión y la circulación y ahora para la tos le he comprado un jarabe de Llantén.
Sé que ahora el creador de Ukrain, el Dr.Nowicky, ha tenido problemas legales (normal cuando hay de por medio un producto que elimina las células cancerígenas sin afectar a las sanas y no está en manos de las farmacéuticas). A pesar de que hay una carta de este médico en la que en el año 2009, creo, escribió a la directora de la OMS, ofreciéndolo como medio para curar el cáncer. Decía que nunca había recibido contestación.
Septiembre 2014
Mi abuela tiene cáncer de huesos, no se puede hacer nada, sólo intentar que pase el menor dolor posible. Cada día tiene náuseas por el dolor, ningún medicamento ha funcionado para ello. Hace un año, una compañera me aconsejó flor de tojo (hay mucha aquí, en los montes de Galicia). Creo que se trata de la variedad ulex australis.
La flor de tojo es lo único que hasta ahora ha dado algún resultado. Las cogemos en el monte, las secamos sin luz para que aguanten todo el año y se toman en infusión. No hace falta secarlas para la infusión pero lo hacemos para poder tenerlas todo el año.
En esta época se están acabando pero aún quedan algunas.
Si tienen alguna duda o pregunta no tengo problema en responder.
Mi marido tiene ahora 44 años y desde hacía medio año, más o menos, notaba un dolor por las mañanas en la zona lumbar, pero al rato le pasaba y hacía su trabajo normal. Poco a poco el dolor se fue intensificando y llegó el momento en que le duraba todo el día, pero era un dolor soportable. Ahí si empezó a tomar ibuprofeno, pero no notaba apenas alivio. Para colmo tuvo que cargar un mueble que pesaba una barbaridad e hizo un esfuerzo tremendo y a partir de ahí el dolor fue mucho más fuerte. A los dos o tres días fue cuando tuvo la ciática. Se quedó completamente inmóvil, con un dolor insoportable, y tuvieron que venir a pincharle. A partir de ese momento empezaron a darle barbaridades de medicación y aún así estuvo 15 días sin poder levantarse de la cama. Luego fue mejorando muy poco a poco.
Le hicieron una resonancia magnética con contraste y el diagnóstico fue una hernia discal entre L-5 S-1 bastante abultada. El cirujano le dijo que era para operar, pero como con todo el tratamiento él se notaba bien, dijimos que queríamos esperar, aunque es verdad que se pasaba casi todo el día acostado.
Al cabo de dos meses empezó a trabajar y unos días antes empezó a tomar el cloruro de Magnesio de Ana Mª La Justicia en comprimidos. Se tomaba 6 al día (2/2/2) después del desayuno, comida y cena.
Los primeros días de trabajo notó mucho el cambio y tuvo un poco de recaída, pero cuando volvía a casa se tumbaba y se encontraba mejor. Así estuvo unos 2 ó 3 días, pero a partir de ahí empezó la mejoría asombrosa. Iba recuperando el ritmo de siempre, hacía el trabajo de carga como siempre, en casa también empezaba a coger peso y hasta ahora, que hace ya un mes y medio que está trabajando, se encuentra perfectamente, sin ninguna molestia, cosa que ni la doctora se creía.
Realmente el efecto grande lo notó a los 10/15 días más o menos de empezar a tomar el magnesio.
Sigue tomando los 6 comprimidos diarios y digestivamente le sientan bien. También hace ejercicios para reforzar la zona lumbar y sale a caminar.
Marzo 2014