Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
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Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Acción o efecto de la presencia en cantidades excesivas o escasas de azúcar en sangre. Es una enfermedad que con una dieta estrictamente alcalina se resolvería casi sola, sobretodo la de tipo II. La de tipo I o insulinodependiente desde el primer momento, necesita más atención, pero con dieta alcalina y Stevia o alguna de las plantas indicadas, nos aseguramos de necesitar menos insulina y de llegar a viejos sin secuelas propias de la diabetes. En niños recién diagnosticados y una vez controlados inicialmente con insulina, solo con Stevia permanecen durante años con la llamada luna de miel y casi sin insulina.
**ATENCIÓN** Hay imágenes de recuperación explícitas que pueden herir la sensibilidad del lector.
Mi nombre es Carmen, tengo 56 años (noviembre 2023) y vivo en Lérida.
Nuestro caso comienza como tantos otros, con diabetes tipo II, una enfermedad silenciosa que va haciendo por dentro.
Mi marido (62 años) fue perdiendo lentamente calidad de vida. Empezó a tener problemas circulatorios y le empezaron a salir úlceras en las piernas. Primero era alguna úlcera esporádica y después ya comenzaron a ser habituales en una pierna, en la otra o en ambas.
Al cabo de un tiempo empezaron a fallar los riñones y comenzaron las sesiones de diálisis. Meses después, empezaron los problemas respiratorios. Había noches que no podía tumbarse en la cama porque se ahogaba y pasaba parte de la noche sentado.
Las piernas se fueron complicando hasta que en la pierna izquierda le tuvieron que hacer un by-pass porque casi no tenía circulación.
La diabetes continuaba siendo un problema. No había manera de tener unos niveles correctos, ni estando ingresado.
Debido a todo lo que iba surgiendo, pasaba bastantes temporadas ingresado.
Por fin llegó el trasplante de riñón y parecía que les cosas mejoraban un poco. Su calidad de vida era mucho mejor.
Pero las úlceras continuaban apareciendo en las piernas. Los problemas respiratorios se fueron agravando hasta que le trajeron una bomba de oxígeno a casa. Tenía que llevar puesto el oxígeno durante toda la noche y algunas horas durante el día, de por vida.
Un día le salió una úlcera nueva, en la pierna izquierda, en la parte de atrás del tobillo, justo encima del tendón. No era la primera vez que pasaba y pensamos que volvería a estar meses abierta, como la vez anterior.
Pero las curas habituales no eran suficiente, cada vez estaba peor, hasta que quedó el tendón al descubierto. Y lo ingresaron.
El diagnóstico: La úlcera no se podía curar porque no le llegaba sangre. El by-pass se había taponado y no habían encontrado ninguna vena en el cuerpo, que pudieran aprovechar para poder cambiarlo. La única opción era la amputación de la pierna por debajo de la rodilla.
El mundo se nos vino abajo.
Empezaron los trámites para la intervención, pero los quirófanos estaban ocupados durante al menos dos días y nos mandaron para casa, a esperar hasta que nos avisaran.
Una vez en casa, nos empezamos a mover y llamamos a todas las puertas que se nos ocurrieron en aquel momento.
Había oído hablar de la ozonoterapia y consultamos si se podía hacer. Nos dijeron que en el estadio que se encontraba su enfermedad, ya no era posible.
Todo apuntaba que nos teníamos que resignar.
Teníamos en casa MMS y había leído "Salud prohibida" de Andreas Kalcker. Yo ya lo había tomado, pero nunca me había atrevido a dárselo a mi marido, por la medicación que tomaba.
Tenía miedo que interfiriera con la medicación del trasplante.
Lo estuvimos valorando y mi marido dijo que adelante, que lo quería probar. Así que comunicamos al hospital, que de momento, no se iba a operar.
Y así fue como me quedé en casa con un paciente trasplantado, con el by-pass taponado, necrosis y bomba de oxígeno.
En esos momentos, empezaba a andar el movimiento MAI (Movimiento Asistencia Integral) y compartisteis su teléfono en las redes. Llamamos. No recuerdo el nombre de la persona que nos atendió, pero muchísimas gracias. Le consultamos la manera de tomarlo y nos aconsejó empezar con un enema de MMS, porque si no había circulación, sería la manera más efectiva para que llegara a la herida.
¡Y funciona! Vaya si funciona
Al día siguiente la herida ya no hacía mal olor. Esto nos dio un poco de esperanza.
Una enfermera nos había dicho que debíamos vigilar la temperatura de la pierna y el olor. En el momento que ya no hubiera nada de circulación, la pierna se enfriaría rápidamente y tendríamos que correr al hospital.
Empecé a buscar información. Debíamos controlar la infección, destaponar el by-pass y atacar la diabetes.
Comenzó a tomar cada noche, un rato antes de la cena, un limón entero, con la piel incluida, triturado añadiendo un vaso de agua y colado. Dos infusiones de estevia, una después del almuerzo y otra después de la cena.
El enema lo preparaba con seis gotas activadas de MMS y para las curas, me preparé un spray con la mitad de MMS diluido y la mitad de DMSO.
Las curas, las hice una vez al día, durante un año, y después cada dos días. Lavaba la herida con agua de mar y jabón, después la rociaba con la mezcla del spray, la dejaba actuar 4 minutos, y antes de tapar la herida le ponía aceite de coco. También estuve alternando con miel.
Descubrí las propiedades de la ortiga y la incorporé a las infusiones de estevia.
También le puse trapos mojados con la infusión de ortiga, encima del by-pass.
Al cabo de 10 días tuvo una hemorragia y dedujimos que la circulación se había restablecido en parte.
A partir de ese momento cambiamos al CDS. Era más cómodo de usar. Sólo había que poner en el spray la mitad de CDS y la mitad de DMSO. También dejamos los enemas y nos pasamos al CDS de forma oral.
Cada día preparaba 1 litro de agua con el CDS (empezamos con 5 ml y fuimos aumentando hasta 20 ml) Este litro de agua lo repartía en dos botellas. Una botella se la tomaba a media mañana y la otra a media tarde. Así nunca se mezclaba con la medicación que se tomaba en las comidas y tampoco interfería con el limón que se tomaba antes de la cena.
A los tres meses de hacer todo esto, ya no necesitaba la bomba de oxígeno. Los niveles de azúcar se habían moderado, aunque aún eran elevados.
Le pidieron hacer analíticas y no había infección, que era lo que más nos preocupaba. Y los valores habían salido mejor que nunca.
Teníamos que insistir con el tema diabetes, pues era la causante de todo.
A parte de hacer un cambio de dieta, incorporamos a las infusiones, la tulsi, el cardo mariano y la bardana. Estos dos últimos los tuvimos que dejar porque interferían con la medicación del trasplante. Y fue una lástima porque realmente lo ayudaron a bajar los niveles de azúcar.
Vi el vídeo del Josep Pàmes, recomendando la Lepidium para deshacer las calcificaciones de las venas y arterias. La incorporamos también. Así que cada día se toma dos infusiones de estevia, juntamente con otra planta de las que he mencionado. Nunca repite el mismo día, vamos alternando las plantas.
De todo esto ya hace un año y medio.
Os paso un resumen de fotos de este último año y medio, donde podréis ver la evolución de la herida.
La herida aún no está cerrada, queda muy poquito.
Como en los últimos cuatro meses, no vemos ningún avance, hemos ido a consultar al especialista.
Nos dice que puede quedar como una herida crónica que habrá que curar dos veces por semana.
Tal vez tenga razón. Pero aún tengo esperanza que cierre completamente.
Lo más importante es que mi marido puede caminar. Nunca ha dejado de hacerlo. En todo este tiempo no ha aparecido ninguna úlcera nueva. No necesita la bomba de oxígeno, y descansa toda la noche.
Los niveles de azúcar han bajado tanto, que está a punto de dejar la insulina y pasar a tomar únicamente pastillas.
Agradezco a Josep Pàmies y a todo su equipo por toda la información que han compartido y que nos ha servido de tanto. Gracias por estar al lado de los que lo necesitan.
Gracias al personal médico, que sin aprobar lo que estábamos haciendo, lo han entendido y respetado. He de decir que he tenido la suerte de encontrar personas maravillosas.
También quiero agradecer a Sara de Vic que compartiera su testimonio. Me ha sido de gran ayuda.
Me detectaron diabetes melitus tipo 2 y me estaba tomando dos pastillas de metformina de 1000 mg y me pinchaba por la noche 80 de insulina. Empecé a tomar cuatro vasos de infusión de estevia en hoja seca y en el año que llevo tomando esta infusión he conseguido reducir la toma de insulina a 15 en vez de los 80. El azúcar se mantiene normal, por debajo de 120 mg, y mi médico me anima a seguir. Llegará un momento en el que podré deshacerme de toda esta química que nos estamos metiendo en el cuerpo.
Utilizo la estevia en fitoterapia por sus beneficiosos efectos y como complemento en combinaciones con plantas para infusión y preparados específicos. Además de aportar un nuevo sabor dulce se integra perfectamente en tinturas y bebidas saludables y como aporte en preparados probióticos, fruto de la fermentación acidoláctica.
Los beneficios de la estevia son bien conocidos y están documentados para quien quiera consultarlo. Es absurdo prohibir una planta medicinal mientras existen en el mercado, tanto en productos sanitarios como en alimentación, un gran número de elementos y compuestos tóxicos con efectos secundarios perniciosos para la salud.
Desde hace 10 años aproximadamente que uso la estevia en hoja para hacer infusiones y triturada en un molinillo de café como edulcorante para diferentes platos y postres. Estoy muy satisfecho por las implicaciones positivas en mi salud porque es un edulcorante natural, no como el aspartamo y otros edulcorantes con probados problemas para la salud. Lo compartimos con mi familia y mis padres. Espero que prontamente se anule esta prohibición absurda que seguro obedece a intereses económicos y no a criterios de salud.
Como doctora en Biología, especialidad Biología Molecular y Bioquímica, creo que la estevia no sólo no se debe limitar sino que se debe promover. La diabetes de tipo 2 por el abuso de azúcares es un problema de salud pública de primer orden en los países del Norte económico y emergentes. Sólo esto es una buena razón, pero es que además otros glucósidos de la planta estabilizan el nivel de azúcar en la sangre mediante el aumento de resistencia a la insulina, e inhiben la absorción de glucosa. Por tanto ayudan a prevenir la diabetes, de manera natural con un bajo coste para la sanidad pública. Necesitamos decisiones políticas fundadas en hechos científicos y no en intereses corporativos, para algo el Gobierno existe por y para el pueblo.
Cada día nos quedan menos opciones para vivir una vida natural, más armónica con lo que somos. Abogo por una alimentación sana y preventiva usando las plantas medicinales que este planeta nos da. Decidí por una cuestión de salud eliminar toda glucosa y fructosa de mi alimentacion aún siendo muy golosa. Cuando la salud desciende hay que dar pasos firmes. Bendita estevia que endulzas mis días y me regalas nutrientes que necesito.
Por una estevia libre. Por una vida en libertad. Gracias Josep por luchar por ello. Estamos contigo.
Buenos días me tomo la estevia desde hace más de un año. La utilizo en hoja seca en infusión con jengibre. Conozco todas sus propiedades y la recomiendo, es más, tengo una hermana diabética a la que se la he regalado para que la pruebe. Sé que además es buena para la hipertensión, diabetes y un sinfín de cosas. La tomaré siempre que pueda y llevo más de un año sin ningún efecto negativo. La he comprado también en planta y la tengo en forma líquida, pero recomiendo la hoja seca. Quiero seguir tomándola y aconsejo su uso a todo el mundo.
Buenos días me llamo José y tengo 42 años. Hace 4 años me diagnosticaron diabetes tipo 1 y llevo consumiendo estevia desde hace 3 años. Desde que empecé con la estevia no he dejado un solo día de tomarme 2-3 infusiones y los resultados son asombrosos. Pasé de pincharme insulina 5 veces al día a cero en 4 meses.
Quiero darle las gracias a Josep Pàmies en concreto y a todos los defensores de la estevia en general. Animo a quien pueda leer mi modesta experiencia a que no os resignéis a lo que os digan oficialmente sobre lo qué es seguro y no para ti. Atreveros a probar, hay otras alternativas a las medicinas que nos mantienen crónicos en la enfermedad, que es donde nos quieren tener. Hay ejemplos como la estevia para regular el azúcar en sangre, o una dieta alcalina para el cáncer, pues se ha comprobado que las células cancerígenas mueren de inanición con esta dieta.
Todos los cambios en el mundo y roturas de monopolios injustos para la población, y lucrativos para unos pocos, empezaron por la acción de un solo hombre que siente amor hacia los demás y quiere mejorarnos la vida. Pongo el caso de Indira Gandhi que, con el gesto de ir al mar y hacer su propia sal, desafío al imperio ingles en su monopolio de la sal creando un movimiento imparable.
Mi nombre es Mónica, tengo 48 años (marzo 2021) y vivo en Barcelona. Mi madre tiene ahora 85 años, 10 años atrás fue diagnosticada con diabetes de tipo II, desde entonces tomaba un medicamento que ayuda a regular la glucosa. La dosis era de 1 comprimido en la mañana y otro en la noche. Ella siempre se ha cuidado mucho y ha comido sano. Es una persona activa.
Hace unos 3 años que comenzamos a trabajar más a fondo con naturopatía para intentar bajar la dosis del medicamento, y empezamos a obtener mejoría a base de suplementación natural reguladora de glucosa; conseguimos reducir la dosis de 2 a 1 pastilla diaria. Así llevaba 1 año aproximadamente, tomando menos dosis, pero no podía dejar del todo la medicación. No obstante, ella quiso probar el consejo de Josep Pàmies, de tomar 2 tazas de estevia diarias, durante unos 3 meses. Quedamos sorprendidos al percibir una cierta reactivación del páncreas. Esto marcó un antes y un después, una notable mejora en las mediciones de glucosa, que hicieron que mi madre dejara definitivamente la medicación. De esto ya hace 9 meses. A sus 85 ha conseguido prescindir de un medicamento que le aseguraban sería de por vida y que incluso le decían se le podría quedar corto y acabaría pinchándose insulina.
Ella sigue cuidándose bien, tomando suplementación natural de apoyo y sus infusiones de estevia de vez en cuando (ya no a diario), pero ya no necesita para nada el medicamento que ha estado tomando tantos años. Estamos felizmente sorprendidos por tan buen resultado. Solo quien vive estas experiencias en persona es consciente del gran regalo que nos ofrece la naturaleza.
Mi nombre es Lucía, tengo 61 años (julio 2018) y vivo en Valencia. Hace 4 años tomé MMS durante 15 días para diabetes (no me han dicho los médicos qué tipo es), la cual remitió después del análisis pertinente.
El protocolo que seguí durante esos 15 días fue el siguiente:
Me he dado cuenta que las náuseas llegan cuando tomo 3 gotas.
Lo que no hice fue tomarme antioxidantes, vitamina C y LN cisteína ni tampoco me tomé las dosis de 6 gotas por la noche de MMS como preventivo.
Hace aproximadamente un año y después de cuatro eventos emocionalmente traumáticos, comienzo a no ser yo. Negativa, con molestias progresivas como dolor en la pierna izquierda desde el sacro-vértebras lumbares hasta el pie. En las terapias que utilizo, rebajo o elimino el dolor, pero más adelante vuelve a aparecer de distintas formas. Como colofón, comienzo a sufrir calambres en las manos (agarre de pinza) y progresivamente empiezo a ir al baño hasta diez veces diarias.
A todo esto, como soy “alérgica” a algunos médicos y especialistas tardo en ir a consulta. Cuando el dolor en la pierna empezó a ser fijo, hasta el punto de cojear, me asusté y me puse a investigar sobre ello. Tomo por mi cuenta electrolitos, probióticos y magnesio, eliminé en dos días la diarrea, y los calambres del agarre de pinza.
Fui al médico para que me haga una analítica. En ella me sale 286 de glucosa en sangre y prácticamente sin Vitamina C. Esto asustó al médico. Me dio todo tipo de medicamentos, pero que yo no tomé, salvo un complejo vitamínico 2 gramos al día repartidos en comida y cena (vitamina C, Zinc, vitamina D).
A la primera toma de 1 gramo en la comida, por la tarde, prácticamente, había desaparecido el dolor. Me tomé la correspondiente en la cena y al día siguiente no me dolía nada, sólo un resquemor.
He dejado de tomar vitamina C, para tomar MMS. En esta última ocasión, sólo lo he tomado 9 días con el mismo protocolo anterior y 3 gotas diarias durante los 2 últimos días, ya que previamente había estado tomando Vitamina C.
En la actualidad, después de tomar MMS e ir a un médico de medicina ortomolecular, estoy tomando vitamina C, 3 veces al día, N Acetil L Cisteína 2 cápsulas y probióticos, una toma, todo ello diario.
En septiembre me haré otra analítica de glucosa, metales, proteínas y otros.
Tengo pensado hacerme un análisis mineral tisular con objeto de revisar los minerales y vitaminas de mi organismo como prevención.
Mi nombre es Ester, tengo 43 años (enero 2020) y vivo en Bañolas (Gerona). Hace aproximadamente dos años les pedí ayuda, pues la situación de mi madre (67 años) era muy muy complicada. Hoy quiero dar las gracias y escribir mi testimonio porque, gracias a los consejos de Aleix Pàmies hemos podido ir reduciendo toda la medicación que le hacía estar cada vez más débil.
Hace dos años mi madre se estaba medicando para muchos tipos de enfermedades: artritis, diabetes, polineuritis, colesterol, presión arterial alta... aparte de su enfermedad degenerativa de la visión, hacía mucho que lidiaba con todas estas enfermedades, hasta llegar a tomarse diariamente entre 17 y 20 pastillas más la insulina correspondiente. En algún momento también se ponía parches de morfina para el dolor. Hoy ya no utiliza parches de morfina.
La cosa se complicó cuando le recetaron un medicamento para el dolor, ya que, debido a la polineuritis diabética, no podía soportar el dolor intenso a todas horas: no podía dormir, ni comer, ni caminar. Con esta medicación no era mi madre, no se mantenía en pie, caía, se mareaba, era un sin vivir y no sabíamos qué hacer.
Conseguimos contactar con Aleix. Él nos recomendó que tomara Magnesio, Artemisa Annua, la mezcla de: Ulmaria, corteza de Sauce, raíz de Harpagofito, hojas de Grosellero negro y Stevia. Aún hoy se toma las infusiones diariamente y hemos conseguido reducir los dolores, los brotes de artritis y regular el azúcar. Mi madre ha podido recuperar su calidad de vida. Las enfermedades siguen estando, pero la manera de llevarlas no tiene nada que ver. El sufrimiento le había hecho perder casi 15 kg y ahora ya ha recuperado, y vuelve a estar en su peso ideal. Puede hacer una vida normal: hace ejercicio, va a comprar… una vida que todo el mundo se merece.
Mi nombre es Adriana, tengo 57 años (enero 2018) y vivo en Turín (Italia). Deseo dar a conocer mi experiencia para que sirva de estímulo a otros. En un control de salud encontraron la glucemia a mi marido (61 años) a 140. Repitieron otras dos veces el examen y llegó a 150. Lo declararon diabético y quisieron medicarlo, pero les pedí unos meses para probar alguna solución natural. Gracias a la Dulce Revolución, descubrí la stevia. Compré una planta y mi marido empezó enseguida a consumirla fresca. Luego la compramos seca y la incorporamos en nuestro diario "mate" (somos argentinos) junto con las hierbas habituales. Además de mezclarla con el mate, tomaba otras dos infusiones diarias de stevia.
Conclusión: después de dos meses, hemos hecho una infinidad de controles y la glucemia no supera nunca los 100. No toma medicación. ¡La stevia cura!
Ahora que hemos descubierto el enorme poder de las hierbas, estamos decididos a mejorar siempre. En estos momentos estoy comprando otras hierbas para mejorar nuestro colesterol y otras como desintoxicantes. Les agradeceré eternamente.
Mi nombre es Jose María, tengo 56 años (junio 2017) y vivo en Valencia. Mi hermana tiene una perrita que hacía seis meses le detectaron diabetes. Ya le estaban dando tres pastillas diarias y una inyección de insulina (dosis que iban a aumentarle a dos inyecciones de insulina al día). Yo le recomendé que le pusiera en el agua de beber, una infusión de estevia.
Así lo hizo. Empezó un martes a dársela y el viernes, cuando le hicieron la analítica, le había bajado de 500 a 100. Solo cuatro días. Además la perrita de vez en cuando, sufría como un infarto y se quedaba como muerta.
Ahora ya no le pasa. Y aunque el veterinario le dijo a mi hermana que la estevia no hacía nada, ya que era un edulcorante, mi hermana sigue dándosela y le va muy bien. Le pone dos y tres hojas frescas en el agua, las deja un rato y las quita. Es decir, no calienta el agua ni nada.
Espero les sirva y pueda ser de utilidad para otros animalitos. Gracias en nombre de mi hermana.
Mi nombre es Justine, tengo 70 años (junio 2017) y vivo en Barcelona. Desde hace 6 años que murió su mujer, cuido de mi hermano Pepe de 72 años con una diabetes de más de 20 años. Al no alimentarse bien tenía los índices de glucemia altísimos: 300 a 400 llegando a 420 y sin querer ir al hospital. Debido a su rebeldía, tomaba 2 y 3 pastillas al día. Muchas veces, por trabajo estaba fuera de Barcelona y no se cuidaba nada.
Cuando empecé a cuidarle conecté con la stevia y yo creo que eso ha sido la mejor ayuda. Le retiré todos los azúcares que tomaba y mejoré su dieta. Ha sido un largo y duro camino, pero con el tiempo ha mejorado mucho. Ahora está a 130 - 140 con una pastilla para el azúcar al día (1/2 por la mañana y 1/2 por la noche)
No toma la planta de stevia porque no quiere, pero sí stevia líquida, en pastillas y en polvo.
Me llamo tengo 59 años (enero 2017) y vivo en Alhama de Murcia (Murcia). Soy diabético tipo II, diagnosticado en febrero 2016.
El análisis reveló que tenía 332 mg/dl de Glucosa (suero) y 12.7 % de Hemoglobina Glicosilada (HbA1c). En noviembre de 2016 (nueve meses después) tengo: 123 mg/dl de Glucosa (suero) y 6.7 % de Hemoglobina Glicosilada (HbA1c). El médico me dijo que siguiera así, que prácticamente podría decirse que ya no soy diabético.
Desde el primer día que me diagnosticaron la diabetes he tomado dos infusiones diarias de stevia, siguiendo los consejos de la Asociación Dulce Revolución.
He cambiado radicalmente mi alimentación. He tomado las dos pastillas diarias para el azúcar, recetadas por mi médico. Todos los días me he hecho: 1/2 litro de zumo de limón; 1/2 litro de agua de mar; seis cucharadas de copos de avena integral ecológica; cinco nueces; tres manzanas y dos kiwis.
Al mes y medio introduje tres dientes diarios de ajo negro. Al cuarto mes ya pasé de tomar dos pastillas a una sola. En el quinto mes, introduje media cucharadita de canela con los copos de avena. Al sexto mes, empecé a tomar chía cada día. También garbanzos. Al octavo mes empecé a tomar una infusión de cola de caballo diaria y dejé de tomar completamente la pastilla para el azúcar.
Ahora, nueve meses después, tengo controlada la diabetes a pesar de que me he relajado un poco en la alimentación (tomo cerveza y dulces los fines de semana).
Sigo tomando dos infusiones de stevia cada día, ya que, me da la seguridad de que la glucosa se mantiene en los niveles normales, sin tener que tomar pastillas.
Desde mayo de 2016 cultivo diez plantas de stevia que compré en Dulce Revolución. Las plantas de stevia han crecido sin problemas. En noviembre las corté a diez centímetros del suelo, sequé las hojas a la sombra durante tres semanas y las tengo guardadas en botes. Espero que rebroten en primavera de este año. Mi idea es consumir las hojas en fresco hasta noviembre que volveré a cortarlas y guardarlas para consumir en infusión en el invierno.
No entiendo por qué puedo plantar y comprar tomates y no stevia.
Me llamo Andrés, tengo 54 años (febrero 2017) y vivo en Sevilla. Soy diabético desde los 8 años y, como consecuencia de ello he tenido muchas complicaciones. Hace 15 años me diagnosticaron insuficiencia renal crónica y me prepararon para diálisis.
En ese momento me hablaron de una persona que practicaba la Medicina Tradicional China. Fui a verle, me hizo acupuntura y la capacidad renal paso del 8% al 23% . Estuve así un tiempo. Como también había cambiado de estilo de vida y empezaba a cuidarme pensaba que no había sido la acupuntura solamente. Dejé de ir y la capacidad renal bajo de nuevo, por lo que desde hace 15 años no he dejado la acupuntura. Aún no he probado la máquina infernal. Me tomo todas las pastillas que me mandan en el hospital, pero como dice la doctora, no tiene pastillas para curarme, solo para bajar tensión, fósforo, sodio, pero no para curarme.
Él me habló de la stevia y, desde hace dos años tomo dos infusiones al día. Estoy pensando no ir más al hospital. Estoy muy agradecido, ya que, me dio un infarto y me salvaron la vida, pero tengo demostrado la mafia que hay con las pastillas.
Tengo muchas cosas y no sé si habrá plantas para todo lo mío, pero estoy decidido a dejar las 20 pastillas diarias, porque convencido estoy que no me matarán las enfermedades, lo harán las pastillas. Nadie cree que lleve 15 años con mi diagnóstico y aún no esté haciéndome diálisis. En estos momentos sigo con sesiones semanales de acupuntura y moxibustion. Me encuentro muy bien.
Me llamo Juan de Dios González Peña, tengo 78 años (enero 2017) y vivo en Roquetas de Mar (Almería).
Me diagnosticaron diabetes hace más de cincuenta años. Estuve tomando medicamentos para ello y haciendo mucho ejercicio.
No tengo estudios porque vengo de familia muy pobre. Desde hace 7 años empecé a aprender a comer bien y a saber el peligro que tienen los fármacos y las farmacéuticas. Desde entonces ya me bajó la diabetes de 180 a 140 aprox., pero aún no conocía la stevia.
La conocí y empecé a tomar a principios del año pasado (2016) y ahora la tengo a 95 de media. En estos momentos me cuesta mucho encontrar la stevia en planta y estoy a la expectativa de a ver qué ocurre, pues yo la necesito. Me gustaría que a este testimonio se le dé toda la publicidad posible, porque es la verdad y porque alguien le tiene que plantar cara a las farmacéuticas.
Me llamo Javier Miravete Gual, tengo 46 años (enero 2017) y vivo en Castellón de la Plana (Comunidad Valenciana). Soy consumidor de hoja seca de stevia por las diversas patologías que sufro.
Padezco de HEMOFILIA tipo A GRAVE, artropatías, hemartrosis, osteoporosis, artritis, artrosis y fui infectado de hepatitis C. Todo son enfermedades ligadas a la hemofilia, como también lo son la ansiedad, insomnio, falta de apetito y depresión por cuadros adaptativos.
Los hemofílicos somos muy propensos a desarrollar diabetes. Y también debemos cuidar mucho nuestros huesos y músculos, por eso debemos evitar a toda costa los azucares refinados, así como las grasas saturadas.
Otro de los motivos que me afecta en esta enfermedad es en el sobrepeso, por mis patologías en los huesos, músculos y articulaciones he de prestar mucha atención a mi peso. Cuando dejé la silla de ruedas, la stevia fue un gran aliado para recuperar mi peso normal, pues tras unos años tomando antidepresivos y sin poder hacer ejercicio, mi peso aumentó considerablemente (76 kg), logrando rebajarlo a mis 62 kg actuales.
Sufro de colon irritable y hemorroides debido a toda la medicación convencional que he tomado durante años para el tratamiento de mis patologías, sobre todo debido al uso de la medicación para el tratamiento de la Hepatitis C, la cual logré superar paliando los efectos de estos medicamentos con el cannabis medicinal.
Con esta enfermedad lo primero que te desaconsejan los médicos es el azúcar refinado, así como café, alcohol, grasas trans, etc., sobre todo el azúcar refinado por efecto negativo sobre el sistema óseo.
Otra patología es el glaucoma. Al que acompañan miopía y astigmatismo en un grado bastante alto, por si fuera poco, tengo bastantes antecedentes en la familia con degeneración macular avanzada, donde tampoco es nada aconsejable consumir azúcar.
Por todo esto llevo años consumiendo hoja seca de stevia para suprimir en todo lo posible el uso del azúcar refinado y así evitar agravar mis ya difíciles patologías. La utilizo en infusión, como edulcorante en la pasta de dientes que me preparo, en las cremas para nutrir la piel junto con la moringa y la espirulina, así como para el preparado de mis cremas para el dolor e inflamación pues aportan muchos minerales y vitaminas.
CREMA DE STEVIA PARA LA PIEL (nutritiva, hidratante, cicatrizante, bactericida y fungicida)
PROCEDIMIENTO:
1º Colocaremos agua a calentar en el cazo grande para preparar el baño maría.
2º En un bol o tarro de cristal pondremos la stevia pulverizada y la cubriremos con los aceites ya mezclados.
3º Pondremos el tarro al baño maría durante 2 horas a una temperatura de 70-80ºC donde lo iremos removiendo para conseguir una mejor extracción. No calentar más el aceite para no perder propiedades.
4º Filtraremos bien el aceite para separar la stevia y volveremos a calentar el aceite filtrado.
5º Añadimos la cera de abeja (o de cáñamo) cortada en trozos pequeños al aceite caliente 80ºC y la dejamos derretir.
6º En este punto podemos añadir los aceites esenciales (romero, lavanda, menta…) que necesitemos o fragancias que nos gusten sin superar nunca el 2% del total del producto, removemos y al tarro. También se le pueden agregar unas gotas de vitamina E muy buena para la piel y nos servirá de conservante, aunque la cera y los aceites ya lo hacen bastante bien.
Me llamo Carlos, tengo 58 años (2016) y vivo en Madrid desde los 6 años. En octubre de 2015, me diagnosticaron Diabetes Mellitus tipo II (causada por una hemocromatosis). Mis síntomas eran, sobre todo, cansancio, todo me costaba mucho. Cuando fui a la consulta del médico de familia, me hicieron una primera analítica y una posterior en un intervalo de unos 10 días y el diagnóstico fue: es usted diabético. Quedé perplejo, no me pareció de rigor la forma de diagnosticar una enfermedad tan seria, y exigí una analítica más exhaustiva. La doctora de familia me derivó a la especialista de digestivo y sí, en este caso, me realizo unos análisis completos, incluído un estudio genético, así como un fibroscan y ecografía.
Se confirmaba la diabetes tipo II, y una hemocromatosis, con una fibrosis grado 3. Me eché a temblar, pero pasado ese primer susto me dije...”esto no va a poder conmigo”...y lo primero que hice fue documentarme. Empecé a estudiar, devoraba todo lo que caía en mis manos. El primer paso fue inscribirme en la asociación de hemocromatosis de Madrid, no estaba por la labor de tomar ese medicamento que recetan: la deferoxamina. Con este panorama seguí estudiando y leyendo cada día un montón de horas, hasta que di con Josep Pàmies y Andreas Kalcker en internet. Me compré el libro de Andreas, (lo leí y vuelta a leer), el libro de la botica del Señor. Conocí la estevia y ataqué con todo lo que estaba en mi mano de una forma natural. Es decir dejé mis hábitos y comencé lo que yo llamo una “vida espartana”, de alimentación, ejercicio y las infusiones de la Asociación Dulce Revolución.
A las 7:00 horas de la mañana, en ayunas: un zumo de limón, una cucharadita de comino negro molido, un ajo crudo y una pizca de cilantro. Añadimos un buen vaso de agua caliente-tibia y para dentro. Es difícil de tomar, pero mi salud lo vale.
Después, camino rapidito 4 km por la mañana y, al atardecer, otros 4 km. Respiro y me oxigeno. Al llegar, en la cocina me espera la batidora en la que echo una manzana, 4 cucharadas soperas de avena ecológica, una de salvado de avena, otra de germen de trigo, otra de levadura de cerveza y día sí y día no, salvado de trigo sarraceno. Añado también una cucharadita de semillas de sésamo, semillas de lino, chia, otra de hierba de trigo (alterno con hierba de cebada) y, de vez en cuando, cúrcuma con su pimienta (no abuso de la cúrcuma). También una cucharada de aceite de lino, una gota de aceite de orégano, maca andina, estevia en polvo (mucha porque soy muy goloso) y, para rematar, espirulina y chlorella en polvo una cucharadita no muy colmada. Luego en el apartado de hortalizas: media cebolla o un cuarto dependiendo del tamaño de la cebolla, zanahoria, rabanitos, apio, un buen trozo de jengibre, pepino... lo que da la huerta. Todo esto lo baño con bebida de avena, o de soja, o de arroz, alpiste (voy alternando).
Al batirlo sale como una especie de “papilla” y me como un buen tazón de unos 400 gramos todos los días. Está deliciosa. A continuación, me tomo una infusión, que ha estado toda la noche macerando con la estevia, con romero, con la mezcla de hígado (alcachofera, boldo y diente de león). Añado cardo mariano y desmodium ascendens y, semana si y semana no, ortiga. Para terminar mi orotato de Calcio, mi orotato de magnesio y más cápsulas de calcio y una capsula de ácido alfa lipoico, (que tengo que comprar fuera de España). Acabo el desayuno a las 8:45. Sobre las 11:30 hago mi primera toma de MMS: 4 gotas activadas por toma. Así he estado durante meses, después mantenimiento 5 gotas en una toma diaria por la tarde, este mantenimiento lo hice durante 2 meses volví a repetir el protocolo 1000, esta vez 2 meses. Ahora estoy haciendo el mantenimiento, pero dentro de unos tres meses volveré hacer el protocolo 1000 para no dejar de estar alcalino, esto formará parte de mi vida.
Cuando me hicieron las analíticas se vieron dos piedras en el riñón izquierdo. Para ello tomé durante 9 días, 3 infusiones de Lepidium (mañana tarde y noche) y al mes otra novena. Nunca más se supo y ha pasado un año. Tampoco sé si fue por el MMS o por el Lepidium, pero padecía de Tinnitus (acufeno) y ya no me molesta el oído.
También me he hecho unos cuantos enemas con MMS y me han ido de maravilla.
Mi dieta se basa en vegetales, no tomo alcohol ni carnes, tampoco lácteos. La única proteína que tomo son tres huevos duros por semana, así como un poco de salmón o sardinas a la plancha. Cremas de avena con todo tipo de verduras, gazpacho a toneladas, ensaladas de todos los colores, algas del mar de todo tipo, setas, una botellita de agua de mar isotónica...en fin he cambiado mi vida, mis hábitos... No paso hambre, estoy nutrido, he recobrado mi lívido.
A día de hoy, con este régimen, tengo unas analíticas para poner en un marco, el hierro está casi en niveles: ferritina 162 ng/ml, transferrina 246 mg/dl cuando hace 4 meses la tenía en 500. Los índices de glucosa no suben de 96. Me siento fenomenal.
Quiero desde aquí invitar a cualquiera que no se dejen comer el coco.
Una vida alcalina, y mucho ánimo...hay que resetear nuestra vida.
El miedo sí que es una enfermedad y además mata, así pues, alegría y ganas de vivir.
Salud para todos.
Mi nombre es Enriqueta Guardiola Escoda, el 27 de diciembre de 2015 cumplí 77 años. A los 52 años me diagnosticaron una angina de pecho, en aquellos años yo tenía mucha actividad y mucho estrés, no recuerdo los nombres de los medicamentos, pero me recuperé bien y pronto volví a la vida activa. Al cabo de varias revisiones, como había mejorado, me quitaron los medicamentos y me recetaron nitroglicerina por si acaso.
En una de las revisiones anuales del trabajo me encuentran la tensión alta, colesterol y triglicéridos, me volvieron a recetar varios medicamentos. Aún así me encontraba muy bien hasta llegar a mi jubilación en 1999. En ese momento comienzan los problemas.
A consecuencia de un granito en el pecho que no se curaba me dice el médico que soy diabética, me receta una medicación para la diabetes y sucesivamente los análisis de sangre reflejan más enfermedades por lo que termino tomando muchísimos medicamentos.
Llego a encontrarme muy cansada.
A principios del mes de marzo de 2015, tomo por primera vez infusiones de Estevia la voy alternando con la medicación para la diabetes hasta que este verano pasado comía las hojas frescas de la Estevia que tenemos en el jardín. Me voy encontrando tan fantásticamente bien que dejo todas las pastillas y me fío sólo de la Estevia. La tomo tres veces al día, después de las comidas.
También he cambiado los hábitos alimentarios. He vuelto a hacer ejercicio y me encuentro mucho mejor que cuando tomaba tantas pastillas.
Hace tres semanas viajaba con mi hermano mayor que es diabético desde hace diez años. Él conducía y noté que en su mano izquierda llevaba una venda. Le pregunté qué le había pasado y me dijo que se había hecho un rasguño unos días atrás y ahora la herida se estaba haciendo más grande y se estaba infectando.
Hace algunos meses yo le regalé una planta de kalanchoe daigremontiana y le recomendé que la usara. Así lo hizo. Aplicó zumo fresco colocado directamente en la herida dos veces al día. Al tercer día la herida ya había mejorado.
A día de hoy, aproximadamente 16 días después, la herida ha sanado y mi hermano está muy sorprendido. Fue un placer compartir esto. Recibe saludos.
Mi nombre es Monika y en 2012, en el tercer mes de mi segundo embarazo me diagnosticaron diabetes del embarazo. Pesando 57kg y midiendo 1,60 pretendían ponerme una dieta estándar para mujeres obesas embarazadas. En el hospital los mismos me decían que era una locura y que yo tenía que engordar. Mis niveles de azúcar no eran muy altos pero en la prueba salió diabetes y me impusieron el mismo protocolo que a todas.
Sabiendo de Dulce Revolución y de la estevia, investigué todo lo que pude y decidí tomar estevia en vez de ponerme la insulina que me decían que tenía que ponerme. La endocrina me dijo que mi hijo nacería con malformaciones por mi culpa!!
Yo tenía claro que no iba a dejar que hicieran pruebas de medicinas sintéticas con mi hijo o conmigo. Lo bueno es que mi médica de cabecera me apoyó en esta decisión. Mis niveles de azúcar incluso después de comer todo lo que me apeteciera (por ejemplo un bocadillo de nocilla) como mucho era de 160.
Así empecé a tomar infusiones de estevia. Una por la mañana y otra antes de cenar. Me regulé prácticamente desde el primer día. 70 antes de comer y 110-120 después. Engordé 11 kg en todo el embarazo (con mi primera hija engordé más de 25 aunque no me detectaron diabetes) pude hacer una vida tranquila y mi hijo nació sin problemas y con 3.400gr, el 12 de septiembre de 2012.
Desde entonces sigo tomando estevia como edulcorante y en infusión. No tengo diabetes y vuelvo a tener el mismo peso de siempre.
Quiero daros las gracias tanto a los miembros de Dulce Revolución como a todos los que escriben sus testimonios porque dan fuerzas para tomar decisiones como la que yo tomé en su momento.
También quiero dar las gracias a Josep Pàmies por su visita esta semana pasada a Aldea del Fresno. Disfrute muchísimo con su charla. Podéis estar seguros de que estamos montando esa pequeña revolución desde aquí.
Ahora estoy estudiando herboristería y desarrollando mi propio huerto medicinal gracias al cual mis hijos no toman medicamentos y están sanos y mis familiares y amigos van comprendiendo la importancia de la autogestión farmacológica.
Desde el aceite de hipérico a la estevia o el diente de león son parte de la vida de mi familia.
Si alguien necesita o quiere mi ayuda respecto a la diabetes del embarazo se puede poner en contacto conmigo en este mismo correo electrónico.
Una vez más gracias por vuestro trabajo.
Ese día compre estevia seca para infusión y cuatro plantas que he plantado. Desde aquel día, por la mañana y por la noche me la tomo mezclada con hierba luisa, ya que no me acaba de gustar el sabor. No es que sea malo pero le quita intensidad.
He notado una mejora sensible en referencia a mi tratamiento, ya que por la mañana y por la noche me inyecto una unidad menos y he suprimido la insulina rápida que esporádicamente me inyecto cuando como platos más altos en hidratos. No sé si lo estoy haciendo bien o no, y si puedo esperar más de la estevia, o no sé si comiendo una hoja de la planta puedo notar más mejora.
Las plantas aún las tengo pequeñas pero en todo caso sería para más adelante.
Para edulcorar los yogures, infusiones, leche, etc., hago servir desde finales de 2008 extracto refinado de estevia: mezclo 12 cucharadas rasas de café con 33 cl. de agua, a mí ya me está bien, aunque noto el gusto de la estevia y cuando lo dejo probar a alguien que no lo sabe también lo nota. Esto implica que no puedo hacer ninguna aplicación para cocinar cuando todos han de comer lo mismo.
Estoy muy animado con el tema y espero que mi testimonio sirva para todo el mundo a quien pueda interesar, y si alguien sabe otra forma que le vaya bien, me gustaría conocer su testimonio.
En un principio, empecé con antidiabéticos orales (pastillas), pero desde hace aproximadamente dos años, empecé ya a inyectarme Insulina. Mis niveles de glucemia, estaban rondando los 170 - 190 mg/dl (a pesar de las pastillas, la insulina, la dieta y el ejercicio diario) excepto cuando se producían subidas sin saber el por qué, que estos niveles aumentaban y llegaban a superar los 200 y muchos mg. Hace tiempo llegaron a mí noticias sobre la STEVIA, pero no había podido conseguirla.
Hace aproximadamente 20 dias, en un mercadillo ambulante, encontré la famosa hierba dulce, y desde entonces tomo una infusión diaria hecha con la hoja seca y triturada. ! INCREÍBLE ¡ Parece un milagro. Mis niveles de glucemia se han equilibrado y han descendido hasta 114 - 124 mg/dl. Incluso he probado a ir descendiendo paulatinamente la dosis de insulina diaria, y el nivel glucémico se mantiene.
No podía imaginar que los resultados pudieran ser tan positivos y tan rápidos. Por otro lado, con estos resultados tan espectaculares, ¿cómo la burocracia, los grandes intereses de las multinacionales, y las diferentes Administraciones, son capaces de frenar y poner trabas a la expansión y el conocimiento de tales remedios? ¿Hasta dónde nos están engañando, si son capaces de "jugar" de esta manera tan descarada con nuestra salud? Estoy dispuesto a responder a cuantas consultas y preguntas me lleguen.
Con el fin de evitar la insulina ahora está en casa, así podemos controlarle los hábitos, por ejemplo: ahora come 5 veces al día, toma infusiones de estevia y eucalipto, y cereales como el mijo. Encima de la mesa tiene una botella con infusión de estevia, o de estevia con eucalipto para variar, para tomar durante el día. La infusión se hace diariamente por la noche para tomarse a temperatura ambiente al día siguiente. Para desayunar toma mijo cocido (una parte de mijo por 6 de agua, se hierve media hora más o menos con un poco de sal marina; se cuece por la noche y por la mañana se toma frío, ahora en verano) con miel, lecitina de soja y levadura de cerveza, o con manzana rallada, o con albaricoques, etc.
En el medidor de glucemia, en tres semanas ha pasado de marcar inicialmente niveles superiores a 300 a marcar ahora 91 por la mañana en ayunas. Esto a mi entender ha sido debido al cambio de dieta (comer poco y a menudo, la fruta únicamente sola a media mañana y a media tarde, poca carne, poca pasta y poco pan, y pocas grasas, aceite de oliva virgen principalmente), infusiones y mijo. Esto del eucalipto y el mijo lo leí en un libro de Txumari Alfaro. La estevia la conocí a través de la Dulce Revolución. En hoja fresca es magnífica, pero yo vivo en Les Garrigues y el clima encuentro que no va demasiado bien para cultivarla en casa. También se la comen las palomas torcaces, de manera que seca y triturada creo que es la mejor opción aquí. O bien cultivarla mejor de lo que hago yo, protegida del sol y de los pájaros...
Durante más de 20 años estuve ayudándome con medicina tradicional, caminar cada día, control de las cosas dulces y cuidado con la alimentación. Tenía niveles entre 110 y 120, que fueron subiendo hasta 150 y 160. Entonces opté por la medicina convencional para regular los niveles entre 100 y 110.
Tomaba una pastilla diaria de por vida. Los efectos secundarios más visibles eran el estreñimiento y como consecuencia las hemorroides. Desde hace unos 2 años estoy tomando únicamente estevia. No tengo estreñimiento ni hemorroides, y estoy en unos niveles de 110. Además la estevia me ha resuelto un problema de hipertensión. Tomaba una pastilla diaria y desde que tomo estevia ya no me hace falta.
Hace ya trece años que convivo con una diabetes tipo I que me trae de cabeza. Desde el principio se ha caracterizado por unos altos y bajos (muchos bajos) en el nivel de glucemia resistentes al control con insulina y un estilo de vida saludable. Es por eso que llevo una bomba infusora desde hace unos cuatro años que me ha proporcionado unos resultados discretos.
En diciembre pasado conocí esta iniciativa de Dulce Revolución. Enseguida pude contactar con un socio que me facilitó la estevia para hacer infusiones. Es así como la tomo desde entonces, en forma de 3 tazas al día: después del desayuno, comida y
cena.
Los resultados que he apreciado son buenos. En general mis controles son más estables y las hipoglucemias, antes tan frecuentes (aproximadamente 2 diarias, pero había llegado a hacer 4 al día) se han reducido a 1-2 por semana. Seguiré tomando la estevia, ya que además me proporciona la posibilidad de poder probar algo dulce sin necesidad de edulcorantes artificiales que nunca me han gustado. Además no tengo que estar contando los hidratos de carbono que tiene, mi nivel de azúcar actual y la cantidad de insulina necesaria para tomarla.
Mi agradecimiento a Xavi y al equipo de Dulce Revolución para hacerme este descubrimiento.
Hace 9 meses me detectaron diabetes tipo II unido a una grave hipertensión (210-130). Una vez diagnosticado, a través de la prueba de la hemoglobina glicoxilada 9,7 junto con el test de glucosa en ayunas a 180, el médico me despachó en un minuto. Me dijo: "Patatas una vez a la semana, pastas y arroz igualmente, no coma dulces ni azúcar, no coma más de tres piezas de fruta al día, haga ejercicio y, por supuesto, tome la pastilla de metformina. Para empezar, una al día”. Como mi padre también era diabético, todo quedó confirmado.
Soy aficionado al naturismo y no me importaba sacrificarme con una dieta más severa; así que me informé por mi cuenta de los alimentos más beneficiosos y la manera de prepararlos. Durante tres meses estuve manteniendo una dieta bastante severa de 1500 calorías al día, aproximadamente, que aún sigo. La dieta es casi vegetariana con un poco de carne y pescado, huevos y yogurt. Hago caminatas diarias de 45 minutos a paso rápido, aparte de mi trabajo que no es nada sedentario.
Después de los tres meses hice otra vez la analítica y fue un jarro de agua fría: la prueba de la hemoglobina glicoxilada dio 9.3 y la glucosa en ayunas 170. La solución del médico fue doblar la dosis de metformina.
Ya me estaba empezando a mentalizar que en un futuro pasaría a inyectarme insulina. Entonces, un amigo que trabajaba en una ambulancia para transporte de enfermos con necesidad de diálisis me habló de un médico que trataba a diabéticos con estevia.
Hice un pedido de plantas y estevia en polvo a la Dolça Revolución. Dejé de tomar la metformina, seguí con mi dieta y mis caminatas y esperé seis meses a hacer el control de glicoxilada. Mientras y para mi sorpresa, en los controles de glucosa en ayunas veía que cada vez iba bajando un poco hasta llegar a la última que fue de 133. Llegó el día de la prueba de glicoxilada y el resultado fue 7,3. El médico (al que no le había dicho hasta ese momento que había dejado de tomar la metformina) me dijo que siguiera como hasta ahora y entonces le conté que ya no la tomaba. Me dijo que me convenía continuar tomándola para bajar a menos de 7.
Voy a continuar así otros 4 meses (sin tomar la metformina) y os volveré a contar los resultados. Tomo tres infusiones de estevia cada día, una después de cada comida. Aparte también tomo infusiones de diente de león y espino blanco para la hipertensión. En este caso no son suficientes pero me ayudaron a bajar la tensión de 200/110 a 170/100 y puedo tomar sólo una pastilla del medicamento para la hipertensión (ARA II, 16 mg). Espero que le pueda servir a alguien mi experiencia.
Mi padre tiene 86 años (2012) y desde hace tres años tiene las dos piernas amputadas por culpa de la diabetes. Uno de los problemas más grandes con el que nos encontrábamos era que a menudo teníamos que correr por las constantes subidas y bajadas de azúcar y algunas de ellas muy graves. Nos temíamos lo peor. En pocos días podía estar de un máximo de 500/600 a un mínimo de 30/40. Su estado era tan variable que nos hacían mirar el azúcar cada día y según como, dos veces al día.
Le empecé a dar regularmente estevia por la mañana y por la tarde y en poco más de 4 meses se le ha regularizado el azúcar. Ahora ya sólo se lo miramos dos veces por semana y siempre está estable. Entre 80 y 120. Incluso estuve unas semanas sin darle medicación y seguía estando estable, pero el médico me aconsejó que no dejara de darle el Unidiamicron, aunque en una dosis más reducida.
Creo que es bueno que estas cosas se puedan dar a conocer y que otras personas tomen ejemplo y lo prueben. No pierden nada.
Saludos.
A los 52 años me diagnosticaron diabetes, ahora tengo 73. Mi madre también era diabética y enseguida me controlaron por motivos hereditarios. Hacía régimen y me tomaba 3 pastillas de Diamicron. Después de unos años añadieron también 3 pastillas de Uni Diamicron y al cabo de unos años 3 medias pastillas de Metformina. Al final tomaba 7 pastillas y media al día. Tenía el azúcar entre 130 - 150 - 180 y alguna vez había llegado a 200.
En abril de 2009 conocí a Josep Pàmies y la planta estevia. Me explicó todas sus propiedades. Ahora hace un año que tomo la planta, dos veces al día, por la mañana en ayunas y por la noche antes de cenar, diariamente, en invierno en infusión y en verano como hoja fresca. Tengo que reconocer que me encuentro muy bien, con mucha energía, y el azúcar lo tengo entre 90 -125.
No obstante, hay que hacer ejercicio, no beber alcohol y no comer dulces. Actualmente tomo sólo media pastilla de metformina en cada comida. Si bien es cierto que la estevia no te quita la diabetes, sí te la regula, y físicamente y mentalmente te hace sentir mucho mejor.
Quiero dejar el testimonio de mi experiencia como diabético y quiero agradecer a Josep Pàmies esta oportunidad que tengo de mejorar mi calidad de vida. Gracias Josep.
Desde hace aproximadamente dieciséis años tengo diabetes tipo 2 y he estado siguiendo un tratamiento bajo control médico.
Hace ya como cuatro años que todas las mañanas sin falta, y antes del desayuno, tomo una infusión de estevia. No tomo más cantidad porque, en mi caso, he notado que me baja demasiado los niveles de azúcar. Por otra parte, cuando las plantas que tengo en casa tienen las hojas verdes, en varias ocasiones que he intentado comer tres o cuatro hojas he podido comprobar que al cabo de un par de horas de haberlas ingerido se producían unos derrames parecidos a hematomas superficiales en los dedos que al poco rato desaparecían. Por este motivo solo tomo la estevia en infusión.
Pues bien, bajo la supervisión del médico de cabecera esto me ha permitido reducir un poco la medicación que tomaba. Además, en las revisiones de la vista para controlar el fondo de ojos que paso anualmente, la doctora ha podido comprobar que los inicios de rinopatía diabética habían desaparecido en la última revisión. La doctora me comentó si es que había cambiado de medicación a lo que yo solo le expuse que estaba tomando estevia y le comenté cosas de la planta. La doctora tomó nota con el fin de obtener más información sobre la misma.
Espero que pueda ser de interés lo expuesto.
Mi madre usó aspartamo durante muchos años. Tenía una diabetes severa que le impedía caminar. Cuando sustituimos el aspartamo por estevia, poco a poco sus dolores fueron cediendo. Hoy, con sus 87 años (2012), le desapareció la diabetes, usa la mitad de la dosis de insulina y camina perfectamente sin bastón, sin dolores. Sus dolencias ¡no eran por la diabetes sino por el aspartamo!
Empezó a tomar estevia hace aproximadamente año y medio. Se la toma en gotas que le traigo de Panamá. (Ella toma mucho café horrendo, de ese descafeinado, así que lo endulza con las gotas). Al mes de iniciar con esto, su médico internista tuvo que disminuir dos unidades de insulina, sencillamente porque no presentaba esos niveles tan altos de hiperglucemia (aunque claro, él dijo que esa hierba no tenía nada que ver con la mejoría).
Además, ahora se toma diariamente una infusión de hojas secas por las mañanas (de esto hace como 6 meses).
Como siempre está hambrienta, hace 3 meses toma un preparado que yo hago para mis pacientes diabéticos y/o hipertensos y obesos que es una mezcla de avena pura pulverizada con extracto en polvo de estevia. Lo diluye en un vaso de agua y lo toma 3 veces al día antes de los alimentos.
La mejoría de la pierna la empezamos a notar primero los familiares, como a los 15 días de iniciar la toma de las gotas (antes no conseguía las hojas deshidratadas). Y fue porque nos dimos cuenta que el bastón ya casi ni lo apoyaba (por ejemplo, cuando iba al baño). Después ella comentó que ya no sentía ese hormigueo permanente de la pierna y que se la "debilitaba", por lo que empezamos a dar pequeños paseos por la habitación, hasta que definitivamente ya no utilizaba el bastón. Así, poco a poco iba aumentando sus caminatas. Ahora camina 3 cuadras hasta el parque, da un paseo, le lleva migas a las palomas, se sienta un ratito al sol y se vuelve a casa tan tranquila.
Pero además, no sé si es por la estevia o qué, pero también le ha mejorado una ligera encefalopatía que sufría; es decir, de pronto aparecían cuadros de "demencia senil" que remitían como de golpe; pues francamente eso ha disminuido de manera increíble. Ha vuelto a jugar a las cartas con sus amigas; otra vez lee diariamente, etcétera. Por supuesto que no está del todo bien, pero sin duda ha recuperado mucho la lucidez.
He de decir que no sólo usa estevia. Yo le mandé MMS en pequeñas dosis, pues constantemente presentaba infección de vías urinarias; así que toma 2-3 gotas de esta maravilla dos veces al día (no se deja más). Esto ha sido también un gran remedio, pues no ha requerido nunca más de los cocteles de antibióticos que le perjudicaban muchísimo.
Tengo 79 años (Diciembre 2012). Desde los 57 años que sufro diabetes. Empecé tomando pastillas, después se añadió la insulina.
En unos análisis hechos el mes de abril del 2012 el valor de la hemoglobina glicosilada era de 7,90. El mes de agosto de este año mi hija me trajo unas plantas de estevia y me animó a que probara esta planta. La medicación que me tomaba en aquellos momentos eran 2 pastilla de metformina y 32 unidades de insulina. Sin ninguna confianza empecé a tomar dos hojas de planta fresca por la mañana (normalmente en ayunas) y dos hojas por la noche.. Poco a poco, sin dejar de tomar la estevia, los niveles de azúcar que me voy midiendo en casa fueron bajando.
Así pude empezar a bajar también las unidades de insulina que me administro diariamente. En estos momentos (4 meses después de empezar con la estevia) estoy tomando todavía las pastillas de metformina y 22-24 unidades de insulina. Ahora ya no tengo la planta fresca pero me tomo la planta seca en infusión: una infusión por la mañana después de desayunar y una por la noche después de cenar.
También he notado otras mejoras, como la desaparición del hormigueo en los dedos de los pies que tenía por la noche, quizás debido a una mejor circulación. De momento, continuaré con la estevia, porque, además, me gusta.
Me llamo Ángeles y soy de Barcelona. Tengo diabetes tipo 2 desde hace un año. Mi padre y toda su familia eran diabéticos. Por este motivo, me he cuidado mucho desde niña y siempre he controlado mis niveles de glucosa.
Durante años he padecido hipoglucemias (bajones de azúcar). Me hicieron 2 curvas de glucosa-insulina en diferentes años y mi páncreas trabajaba en exceso, segregaba más insulina de la normal. Después de un año de estrés y descontrol en la alimentación por enfermedad grave de un familiar, miré mi glucosa con síntomas de hipoglucemia y mi sorpresa fue que estaba a 400 dos o tres horas después del desayuno. Fui al médico y se confirmó la diabetes. Me recetaron medicación y la tomé los primeros días, por el susto que llevaba encima, pero no las tenía todas y la dejé. Pensé que siempre estaría ahí si los remedios naturales no funcionaban...
Conocía la estevia, así que contacté con Josep Pàmies y empecé a tomar 3 infusiones diarias (en ayunas y después de la comida y la cena). A los pocos días de tomarla bajaron un poco los niveles. A los 3 meses la glucosa en ayunas y antes de las comidas se había casi normalizado (con valores de 80-115). Los valores 2 horas después de las comidas también habían bajado mucho (máximo 170).
Pero yo quería más, quería conseguir valores más bajos sin recurrir a la medicación, y quizás con más tiempo lo hubiera conseguido sin añadir nada más. Pero mi impaciencia y el miedo que tengo a esta enfermedad hizo que no parara de buscar información. Así que con el tiempo fui introduciendo suplementos (añadiendo y quitando según los resultados). En un par de meses más mi glucosa estaba ya normalizada tanto en ayunas cómo en las 2 horas posteriores a las comidas.
Los resultados de las dos glicosiladas que me han hecho durante este año han sido de 6'20 y 6. Por supuesto todo lo que cuento va acompañado de dieta con los hidratos de carbono muy controlados y caminar cada día un ratito. Aquí va mi cóctel personalizado. Todos los suplementos se encuentran en herbolarios y parafarmacias.
En ayunas: infusión de estevia a la que añado 1/4 cucharada/café de cúrcuma en polvo. 1 cápsula de un hongo "Coprinus-HdT" de Hifas da Terra.
Después del desayuno: 1 capsula gymnema (hierba india de la medicina ayurveda de Solaray).
Antes de comer: 2 cápsulas hongo coprinus.
Después de comer: 2 comprimidos Diaglucoforte (suplemento que lleva principalmente cromo) + 1 cápsula gymnema + infusión estevia.
Después de cenar: 1 cápsula gymnema.
Agradecer desde aquí otra vez la ayuda inestimable y amabilidad de Josep Pàmies. Recomiendo la estevia a mucha gente. Conozco una persona mayor que le ha regulado la tensión arterial y ha dejado la medicación (no es diabético).
Soy diabético desde hace 10 años. En los últimos 4 años he estado tomado glivenclamida y metformina, 5 y 500 Mg respectivamente. Los resultados no fueron buenos y cada día era peor. Hace un mes he empezado a tomar tres plantas:
Estas plantas las tomo en microdosis (más abajo se explica cómo prepararlas). Se toman cuatro gotas, cuatro veces al día, espaciado, no importa si es antes o después de comer, siempre debajo de la lengua. En primer lugar tomo el wereque, después la tronadora, después la estevia, luego el boldo y enseguida el zinc. Por último tomo pasiflora, para tranquilizarse un poco. También llevo una dieta restringida de carnes, leche y sus derivados y todos los productos de harina de trigo en todas sus formas.
Sigo además tres terapias de reflexología para estimular los órganos dañados que son el hígado, el estómago y el páncreas. El daño en estos órganos se detectó mediante la reflexología, porque mediante análisis clínicos todo estaba bien, o por lo menos no se reflejaba nada anormal excepto el alto nivel de azúcar en la sangre. Finalmente he empezado a tomar boldo y ajenjo para ayudar al hígado. El resultado está siendo excelente y, después de un mes, he suspendido la medicina convencional y mi nivel de azúcar se ha mantenido en 100 unidades. Estoy feliz del resultado ya que la medicina convencional me daba malos augurios.
Cómo se preparan las microdosis: Se obtienen de tinturas hechas con las plantas. La planta seca se pone en un frasco de vidrio al 50% de su volumen y se llena de una solución de alcohol de 96 grados mezclado con agua purificada (para beber) en proporción de 3 partes de alcohol y una de agua. Se deja durante 40 días a la sombra, se remueve de vez en cuando y después de los 40 días se cuela. Se vierten 45 gotas de este líquido (tintura) en un frasquito gotero de 25 mililitros y se rellena el frasquito con una mezcla de 3 partes de agua y una de alcohol de 96 grados. Y ya está listo para tomarse.
El alcohol debe ser de destilería, no de farmacia puesto que muchas veces no es apto para el consumo.
Mi hermana, mi cuñado y su madre de 83 años (2012) están tomando estevia. La señora de 83 años tiene problemas de diabetes desde hace más de 15 años. Tiene que pincharse insulina todos los días y se tiene que estar controlando continuamente.
Un día que vinieron a casa le hice probar (casi por obligación) un poco de infusión de estevia seca que me habían regalado en un herbolario. Por lo menos le gustó. Le tuve que explicar las propiedades de la estevia para la diabetes. Mi cuñado me pidió la que tenía para que su madre pudiera probarla unos días seguidos.
Al día siguiente comprobaron el azúcar antes de la primera infusión, y estaba a 143. Al cabo de un rato de tomar la estevia, el azúcar había bajado a 118. Continuó tomando un par de días más y el azúcar no subía de 120 y, lo más importante, no se tenía que pinchar. Se toma una taza de infusión (2-3 gramos por taza) una por la mañana y otra por la tarde/noche.
Mi hermana y mi cuñado tenían problemas de insomnio y también han empezado a tomar estevia. Se toman la misma dosis, 2-3g por taza de infusión, una por la mañana en ayunas y otra por la noche, antes de dormir. Resulta que, desde que la toman, ¡duermen los dos!. Supongo que será porque también regula el sistema digestivo y va bien para la ansiedad. Una de las causas de que ella duerma es que le ha quitado el dolor de riñón que arrastraba desde hace años.
Yo también la estoy tomando aunque no tenga ningún dolencia, porque sé que ayuda a mi organismo y durante el verano está muy buena bien fresca.
Tengo 50 años (2012), y me diagnosticaron Diabetes tipo 2 hace 8 años. Fue una época de mucho estrés y preocupaciones, mis hijos estaban en plena adolescencia y se desencadenó la enfermedad.
Me recetaron metformina 850 (yo creo que por prevención más que por niveles excesivamente altos), y así he estado tomándola hasta abril de 2012, que descubrí a Josep Pàmies en un video de Internet y me abrió los ojos. Comencé entonces a tomar dos infusiones al día (mañana y noche) y seguía con la medicación y los controles de glucemia.
Por mi cuenta empecé a reducir las pastillas, cada vez las cortaba más pequeñas, y una pastilla me duraba cuatro días, así tomaba un cuarto de la medicación y las dos infusiones de estevia al día. En noviembre de 2012 dejé totalmente la metformina y he seguido únicamente con las dos infusiones de estevia, como sin dieta, pero si es verdad que los dulces ya no me apetecen como antes que tenía necesidad continua de tomar algo dulce. En este tiempo he perdido unos 4 kilos sin hacer régimen (peso 60 kg) y estoy más relajado. En este último análisis, después de 6 meses sin pastillas, mi glucosa es 83, y la glicosilada es 5,5. Me mantengo en estos niveles normales solo con estevia, que también uso para endulzar en lugar de azúcar. Llevo unos 4 meses tomando también agua de mar, bebo medio vaso al día mezclada con agua dulce. Esto me regula muy bien el intestino.
He de añadir que desde hace un tiempo me cuido emocionalmente, creo que las emociones son muy importantes en nuestra salud. Me ocupo de mi salud y de mí mismo, algo que antes no hacía. Me quiero más, me acepto tal y como soy. Intento no sentirme responsable de la felicidad de los que me rodean, ni tampoco imprescindible. Voy soltando.
Agradezco a la Diabetes y a Josep Pàmies, que me ha hecho conocer las plantas medicinales y otra realidad. GRACIAS.
A mi hace ya 3 años me detectaron diabetes mellitus tipo 2. Desde que me la detectaron no habían podido controlármela, a tal grado que estuvieron a punto de ponerme insulina inyectada.
Desde hace ya casi 8 meses estoy consumiendo la estevia. La experiencia con la estevia ha sido magnífica y la forma de controlarme la diabetes ha sido muy fácil. Por la mañana al despertar consumo 4 o 6 hojitas frescas de mi estevia, durante el día preparo 2 litros de agua con la hoja seca y esta infusión la guardo en el refrigerador, la cual estoy consumiendo como agua de uso.
Por las tardes me preparo un delicioso té de hoja seca y antes de dormir me como 4 o 6 hojitas frescas. Todo ha salido de maravilla, sigo controlado y sobre todo sigo sin tomar metformina y glibenclamida. Pero eso sí, también es muy importante el ejercicio, por lo menos 30 minutos diarios. La dieta también es importante, pues yo como de todo, pero poco, es decir como poco de todo.
Mi esposa es diabética desde hace unos diez años. Sus niveles de azúcar siempre rondaron los 2 grs/lt, aunque tuvo algunos picos de hasta 3 y algo más. Comenzó a tomar estevia hace alrededor de un año y medio. Sucedió que a pesar de que la hierba le regularizaba la glucemia, cuando dejaba de tomarla inmediatamente comenzaba a hacer "picos". Que yo recuerde el más bajo fue de 0,43 y el más alto de 3.18. Tanto era el descontrol que la doctora le propuso inyectarle insulina, pero mi esposa no lo permitió.
La estevia siempre la tomaba en infusión antes de comenzar la jornada (en ayunas) y al acostarse. En cuanto regularizó la ingesta del té de estevia se le regularizó la glucemia en valores entre 0,90 y 1.40. Cuando la doctora vio los valores tan regulares le sacó toda la medicación durante 15 días. Al cabo de esos días se dio cuenta de que los valores continuaban iguales sin medicación, por lo que le sacó los medicamentos por un mes más. Hoy lleva ya más de tres meses sin medicación, con los valores estables, y mientras siga así no le recetarán más medicamentos.
Algo que me parece notable es que tomando el té de estevia se da "el lujo" (de vez en cuando) de comer algún postre con azúcar o chocolate (sin exagerar).
Ejerzo la medicina holística, acupuntura, fitoterapia, técnica energética Zen, etc..
Mi hijo es diabético de tipo 1. Se le declaró con 7 años y ahora tiene 10 (2013). Los afectados de tipo 1 tienen que pesar todo lo que comen para saber los granos de hidratos de carbono que ingieren y pincharse la proporción de insulina que necesitan. Bien, como los niños son un poco difíciles con la acupuntura pues decidí probar con otras vías. La primera fue la estevia y en una semana le he tenido que reducir las unidades de insulina de cada comida en dos. Es decir que si para comer se tenía que poner 6 unidades ahora se pone 4. Se la toma dos veces al día: una antes del desayuno y otra antes de irse a dormir
Tras esto, la verdad, he alucinado y ahora he empezado también a cambiar a una dieta alcalina, además de terapia energética.
Si esto sigue así estoy dispuesta a ir donde sea a contarlo, incluido la asociación de diabéticos.
Me descubrieron la diabetes en 1999 después de haber sufrido un ictus. Como primera medicación me estuve inyectando insulina, por un tiempo no superior a 6 meses, después pasé a la metformina con 3 pastillas diarias. Hace 5 semanas empecé a tomar estevia y observé una bajada importante de glucosa en sangre a partir de 6 ó 7 días de mis tomas de stevia. Estuve durante una semana más combinando la metformina con la estevia. Después fui reduciendo la ingesta de metformina progresivamente hasta llegar a mi dosis actual, media pastilla de metformina después de la cena y estevia directa de la planta 3 veces al día. Últimamente estoy de tensión 13 y, 7.7 y pulsaciones cardiacas 65. Mi glucosa en sangre hace 5 minutos era 93, y he desayunado hace ya 4 horas. Así que debo confirmar que me estoy beneficiando muy positivamente.
También he dejado de consumir 2 antidepresivos diarios, así como pastillas para dormir. Durante 40 años he consumido anti depresivos de todas las marcas y modelos y ahora he suplido estas tomas con flor de sant joan. Desde hace un mes tomo una cápsula diaria. Me cuesta más iniciar el sueño pero duermo como mínimo ocho horas diarias. Ya solo me queda superar una fase, los dolores que yo padecía en todo el cuerpo, desde las caderas hasta la cabeza. Ahora ya no sufro tantos dolores, únicamente en las articulaciones de cadera y rodillas. Hasta hace 10 días yo consumía como mínimo tres gelocatil diarios. Ahora no me tomo ni medio.
Debo decir que yo decidí por mi mismo dejar la medicación alopática y pasarme a la alternativa. Creo que cada persona debe ser responsable de sus decisiones y asumir sus responsabilidades.
Hace poco más de 3 años empecé a tomar la planta insulina (Cissus verticillata - Cissus sycioides) para tratar mi diabetes. Preparaba la infusión de esta planta con hojas frescas, de 3 a 4 hojas medianas o 2 hojas grandes en 1.5 litros de agua previamente hervida y ligeramente reposada, después de retirada del fuego. Esta infusión la tomaba varias veces al día, hasta terminar con el volumen preparado cada día. Lo repetí con cierta regularidad durante tres meses.
En el último análisis, 4 meses antes de empezar con las infusiones, se registraba 1.41 de glucosa. No me hice otro análisis al dejar de tomar las infusiones con regularidad porque me sentía tan bien que no lo creí necesario. Supuse que el poderoso lavado de riñones que produce la toma de la infusión me habría regularizado los niveles de glucosa en mi sangre.
Durante ese tiempo me habían detectado un mini tumor prostático. Tenía mucha dificultad para retener la orina y cuando me disponía a orinar lo hacía muy lento y con algún dolor en la uretra. Todas estas molestias desaparecieron por completo después de la toma de la infusión, creo que también desapareció el tumorcito. Tanto al empezar los estudios sobre el tumor, como después de la biopsia que me hicieron para determinar su naturaleza, me hicieron los correspondientes análisis de sangre. En el primero se encontró 1.1 de glucosa y en el segundo tan sólo 0.98.
Sigo tomando la infusión, aunque no con la regularidad que la tomaba al principio. Me siento muy bien y no he vuelto al médico hasta el momento. He cumplido mis "primeros" 80 años, cómo y duermo bien y sigo trabajando brindando asistencia técnica a pequeños productores agro-ganaderos en la Provincia del Chaco (Argentina).
Tengo diabetes mellitus tipo II, diagnosticada desde hace 4-5 años. En los últimos tiempos la medicación era de 850 mg de Metformina.
Ahora hará 4 meses que estoy tomando estevia con infusión 3/4 veces al día por la mañana, al mediodía, por la tarde y por la noche. Pongo una cucharadita de postre por taza. También tengo la planta y en verano como 2/4 hojas cada día, cuando la planta está creciendo.
La mejora en mi salud fue inmediata. La primera noche que la tomé, al despertar por la mañana me levanté con una nueva energía. De valores de 280 de azúcar pasé a 140 en menos de una semana.
Desde el tercer día dejé la medicación y a día de hoy ya no tengo las subidas y bajadas de azúcar que tenía antes de tomar estevia.
Evidentemente continúo andando mucho y con una alimentación lo más sana posible. Como 4 veces al día.
Mi vida ha cambiado cien por cien. De estar todo el día muy cansado y encontrarme bastante mal, he pasado a sentir un equilibrio que hacía muchos años que no sentía en mi organismo.
En mi última analítica, después de estos 4 meses tomando estèvia, los valores de glucosa han bajado de 2,51 g/l (13,94 mmol/l) a 1,91 g/l. ( 10,61 mmol/l), pero lo más importante es que la glicohemoglobina ha bajado de 8,6 % (71 mmol/l) a 7.0 % (53 mmol/l). ¡Y esto sólo en 4 meses!
Incluso mi endocrina ha queda boquiabierta cuando le he comentado que ya no tomaba la Metformina y sólo estaba tomando estevia. Me ha comentado que continuara con la estevia.
Mi marido sufre de diabetes desde hace 8 años. Sus niveles de azúcar en sangre solían ser entre 260 y 270.
Empezó a tomar estevia y a los 10-15 días los niveles le bajaron a 140-150. Empezó a tomarse 3 o 4 hojas de estevia dos veces al día, antes de la comida y de la cena. Aún sigue tomando la misma cantidad hasta ver si la diabetes se va controlando. De momento se va ajustando las dosis de la medicación.
Mi padre también es diabético y su diabetes está mas avanzada que la de mi marido. Cuando toma la planta le baja considerablemente el nivel de azúcar y también debe ir ajustando la dosis de insulina.
Quiero dejar claro que solo hace un mes y medio que sé de esta planta y ya en tan poco tiempo nos ha cambiado la vida.
Mi mama tiene 83 años y desde hace 25 años tiene diabetes mellitus tipo 2. Tenía también hipertensión, llegando casi a 20 la alta.
Al cabo de un mes de comenzar el tratamiento con estevia, su glucosa bajó de 280 a 130. Se tomaba una taza de infusión de estevia con el desayuno y una taza después de la cena.
Ahora está tomando aún la misma cantidad (2 infusiones al día) que prepara con 2 cucharaditas pequeñas de la planta en un litro de agua hirviendo.
Mi hija va a cumplir 14 años. Dos días después de cumplir los 12 (2010), la llevé a hacer una revisión. Me habían dicho que últimamente bebía mucha agua, pero yo no había notado nada. Tras unas cuantas preguntas, analíticas y demás llegó el diagnóstico: diabetes I. Ningún familiar conocido tiene diabetes. En casa siempre hemos comido muy sano y ecológico, por eso, pocas cosas tuvimos que cambiar en su alimentación.
En aquel momento yo ya conocía la estevia y tenía información de para qué servía y de sus propiedades. Me empecé a mover para conseguir una planta y desde agosto del mismo año que va tomando. Le gusta más en hoja, tal cual, ¡como un caracol! En infusión no la toma nunca y este invierno hemos tenido la suerte de que la planta nos ha ido regalando algunos brotes verdes (yo pienso que nos tiene cariño, je je!!) y con esto hemos ido pasando, aunque no era lo mismo que en verano, que comía cada vez que le apetecía. Ella acostumbra a comer una hoja por la mañana y otra por la tarde, los fines de semana quizás come a mediodía. No miramos nunca si es antes de comer o después.
Debido a los cambios de su edad, nos cuesta mucho mantener los niveles de glucosa en su lugar, además, a mi hija le gustan las actividades más bien sedentarias. Aunque sus controles diarios tienen tendencia a estar más altos de lo que querríamos, las analíticas que le hacen cada tres meses para mirar los niveles de glucosilada salen siempre dentro de los límites establecidos. También nos hemos fijado que le quita la sensación de hambre, ella dice que es hambre de diabetes.
Desde el principio se ha pinchado ella sola; a pesar de la responsabilidad que muestra ante su enfermedad, su comportamiento es el de una niña de su edad: no tiene miedo de hacer cosas, de salir, no se siente diferente a sus compañeros. Lo que más me satisface como madre es que ríe y está contenta.
Lo que puedo afirmar es que los resultados de glucosilada que le van haciendo, salen dentro de lo que podríamos decir de una persona sin diabetes, y esto es importante, porque el día a día está más bien alta, por lo tanto los niveles de glucosilada de cada 2-3 meses deberían salir también altos y no es así. Por ejemplo, el invierno pasado estuvo por encima de los niveles normales, pero es que no teníamos estevia fresca y a ella en infusión no le gusta. En cambio desde la primavera pasada hasta ahora, que hemos tenido estevia fresca incluso a lo largo del invierno, todos los resultados de glucosilada han dado 6,5 , 6,8 , etc... Además, como ya he comentado, le calma esa sensación de hambre que ella define como de diabetes.
Enero 2012
Clara tiene ahora 15 años. Hace ya tres años que le diagnosticaron diabetes de tipo I y continúa tomando estevia. En las últimas analíticas el nivel de la hemoglobina glucosilada está a 7,1. Además, en este último año y medio hemos ido bajando las dosis de insulina y esto lo veo como muy positivo.
Un saludo.