Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
Inicio de Estancias y Formación Libre en Agricultura 2024
Para solicitud de información e inscripciones, escribe indicando tus datos a: lacalmadepamies@gmail.com
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Mi nombre es Juan, tengo 59 años (junio 2024), soy chileno y vivo en Madrid. Desde muy joven sufría de amigdalitis crónica, acidez estomacal, tenía lumbalgia muy recurrente. Hace un tiempo dejé de fumar, empecé a cambiar mi alimentación añadiendo muchas más frutas y verduras, infusiones y sobre todo, hago ayunos de 21 días a base de jugos de zanahoria, remolacha y naranja, que me tomo en ayuna e infusiones durante el día. Me siento más en paz y tranquilo conmigo mismo y con la vida. Voy aprendiendo. No voy a ningún médico porque me siento muy bien.
Mi nombre es Raquel (junio 2024), vivo en Cala de Bou (Ibiza). Cuento el testimonio de curación que he tenido con un gatito bebé, de apenas 1 mes de vida que recogí de la calle. Tenía como un tipo de neumonía con bronquitis severa y asma. Mostraba una debilidad general elevada en todo el organismo junto a la afección respiratoria. Tenía tos, mocos, fiebre…
Después de llevarle al veterinario y decirme que en 2 días el gato estaría muerto, le puse el tratamiento que me dio y mejoró, pero cuando terminó su protocolo se puso otra vez enfermo, menos grave, eso sí.
Entonces me decidí a darle MMS con miedo, por no saber si era muy fuerte para su debilidad. Me informé de la dosis que podía administrarle y aun así, se la rebajé un poco por precaución.
Durante 1 mes, aproximadamente, le metía cada día, una jeringa del producto en el cuenco del agua lleno. El gatito ni se enteró.
En unos 4 o 5 días mejoró notablemente y el pelo se le puso súper brillante, sedoso y siendo un gato negro, eso se nota mucho más. El ánimo del gatito y la energía también mejoraron al momento, aunque también podría ser por los cuidados estando ya unos días en casa.
Cuando se recuperó del todo una familia lo adoptó. No lo he vuelto a ver, pero la familia se llevó un bote preparado y les dije cómo administrarlo como protocolo preventivo para los siguientes 2 o 3 meses. Imagino que lo siguieron.
Mi nombre es Amaranta, vivo en Toledo y soy mamá de un niño de 8 años (mayo 2024). Las fumigaciones intensivas afectan a mi hijo con infección severa. Le salen mocos purulentos por los orificios de la cabeza, tiene fiebre, dolores de cabeza y mucho malestar en general.
Durante 7 días le doy antibiótico natural: infusiones de tomillo, infusiones de ajo, cebolla, jengibre, infusiones de laurel…También lavados nasales y oculares con las infusiones (si las noto muy fuerte las rebajo con agua).
Para un litro o medio litro de agua pongo: un puñado de tomillo, jengibre en rodajas, un diente de ajo y media cebolla.
Evito salir cuando fumigan y cierro todas las ventanas.
Así es como mi hijo mejora. A fecha de hoy sigue tomando las infusiones y un poco de CDS (ponemos 15 ml en una botella de 1 litro de agua filtrada).
Mi nombre es José María, tengo 46 años (enero 2022), vivo en Montcada i Reixac (Barcelona). Desde pequeño siempre he sido propenso a tener amigdalitis (fiebre muy alta, dolor en general de todo el cuerpo). Hace tiempo empecé a tomar MMS y CDS, desde el momento que me siento mal. Me tomo 10 ml al día, 1ml cada hora y durante unos 10 días, más o menos, pero al día siguiente o como máximo 2 días, ya me siento bien, con poca fuerza, pero bien.
Mi nombre es Juan, tengo 77 años (noviembre 2023) y vivo en Ayegui (Navarra).
Mi señora, con 78 años (noviembre 2023), dio positivo en Covid 19 en enero de 2021.
Tenía más de 39ºC de fiebre, fuertes dolores de cabeza y malestar general. Tomó, durante todo un día, 20 ml de CDS, en un litro de agua. Al día siguiente, volvió a tomar lo mismo, pero ya estaba casi totalmente restablecida (con un sólo día de tratamiento).
Le desaparecieron todos los dolores, el malestar que tenía y la fiebre. A fecha de hoy soy yo el que tomo de vez en cuando para limpiar los bronquios.
Mi nombre es Manuel, tengo 43 años (febrero 2024) y vivo en Villarrobledo (Albacete). Hace 2 meses me diagnosticaron bronquiolitis. Tenía una tos cogida al pecho todo el día. Tomé, durante un mes, 10 ml de CDS al día en un litro de agua. A la semana ya me encontré mucho mejor.
También me quité la comida “chatarra”.
Ahora tomo agua de mar, infusiones y la comida la estoy comiendo lo más natural posible.
Mi nombre es Raquel, tengo 45 años (enero 2024) y vivo en Madrid. Hace varios años que me afecta la primavera y siento estornudos, ahogamiento, mocos, silbidos en el pecho y mucha congestión.
Cuando llega la estación primaveral tomo 3 tazas al día, de infusión de la mezcla de Allergivita de Pamies Vitae (Hoja de Perilla (Perilla frutescens), Flor y hoja de Malva (Malva sylvestris), Hoja de Ortiga (Urtica dioica), Flor de Siempreviva (Helicrisium italicum), durante tres meses.
También suelo tomarla cuando siento síntomas de alergia de forma esporádica. Basta que tome una taza de infusión por las mañanas.
De vez en cuando, como prevención tomo tomo dióxido de cloro.
Los cambios que noto son muchos: me desaparece la alergia, elimino los síntomas premenstruales… A fecha de hoy tanto la mezcla de infusión como el dióxido de cloro, forman parte de nuestra alimentación. Siempre están presentes.
Mi nombre es Silvia Artos Fernández, tengo 48 años (noviembre 2023) y vivo en Villagarcía de Arousa (Pontevedra). Desde los 28 años había estado afectada por una alergia a la humedad, a los cambios de temperatura, casi a diario, unos días más fuertes, otros menos. Los días fuertes he llegado a tener incluso fiebre. A veces intentaba aguantar, pero a diario tenía que tomar antihistamínicos.
Todos los días me sentía agotada, con ojos hinchados y goteo constante, incluso acabé desarrollando asma. Sólo había un par de meses al año que me sentía mejor, los meses de verano, julio y agosto.
Encontré la perilla y durante 3 meses la tomé y desde entonces no tengo alergia. De vez en cuando noto algo, pero nada que ver con antes.
Nadie de mi entorno entiende el cambio tan increíble. Yo, después de 4 años, sigo alucinada.
A fecha de hoy, de vez en cuando, tomo la infusión a modo de refuerzo durante una semana y poco más.
Mi nombre es Eva, tengo 51 años (agosto 2023) y vivo en Cambrils (Tarragona). En enero de 2022, tuvimos que recoger a mi hija de 12 de años del cole por encontrarse mal, ese mismo día le hicimos PCR que dio positivo en Covid. En casa somos 4, todos no vacunados excepto mi marido que está vacunado con 2 dosis.
Fuimos desarrollando síntomas todos uno detrás de otro, con unos 4-6 días de diferencia.
Yo cuidé de mi hija y pese a llevar mascarilla FPP2 desarrollé síntomas 4 días después y me hice PCR con resultado positivo.
Al haber decidido no vacunarme y presentar comorbilidades el resultado + con un CT=13 (carga viral elevada) me asustó.
Padezco una paraplejia desde 1989, y aunque mi estado de salud es bueno, en mayo 2020 también sufrí un ictus que no me dejó secuelas. Según algunos estudios el haber sufrido un ictus multiplica por 3 el riesgo de muerte por covid.
No tomo ningún tratamiento anticoagulante excepto cúrcuma por las mañanas.
La noche del domingo al lunes la pasé con muchos escalofríos y molestias leves en la garganta.
Día 1 (Lunes): amanezco con dolor de cabeza y algo de dolor corporal. Tras dormir y tratar el dolor con paracetamol el lunes por la tarde pienso que no me encuentro tan mal, no estoy cansada.
Día 2 (Martes): empeoro, estoy muy cansada con dolor corporal, sólo me apetece dormir. Tengo poca tos, pero algo profunda y me duele la garganta. Me asusto. Nos han metido tanto miedo en el cuerpo...
Contacto con el servicio de consulta de salud de Dolça Revolució. Me tranquilizan y me aconsejan duplicar la dosis de vitamina D y de vitamina C y tomar 50 mg de Zinc, Fluimucil 600mg, infusión de varias plantas, gárgaras con agua con bicarbonato y sal o con agua oxigenada diluida, y spray de própolis.
Aumento las dosis como me aconsejan y empiezo con las gárgaras y también con lavados de fosas nasales con un chorrito de agua oxigenada diluida en agua.
Día 3 (Miércoles): me encuentro mejor que el martes, con algo de mocos y de tos, pero ya no me duele todo el cuerpo ni estoy tan cansada.
Día 4 (Jueves): sigo con mocos, algo de tos y dolor de garganta.
Día 5 (Viernes): mi hijo y mi marido ya han desarrollado síntomas.
Yo, encontrándome mejor, me dedico a cuidarlos a todos, después de desayunar y tomar los complementos, empiezo con náuseas, me encuentro mal y tengo que vomitar, no sé si por el virus o por la dosis alta de zinc.
Después de vomitar me encuentro mejor, se me quita el dolor de garganta.
Día 6 (Sábado): Consigo ivermectina. Tomo 12 mg en una toma, por la mañana en ayunas. Reduzco la dosis de zinc para evitar las náuseas. El sábado por la tarde me encuentro muy bien. Sin tos ni mocos. Duermo muy bien.
Día 7 (Domingo): vuelvo a tomar 12mg de ivermectina. Por la tarde me encuentro totalmente recuperada.
No he notado ningún efecto secundario debido a la ivermectina. Sólo una gran mejoría.
Espero que mi testimonio pueda servir a aquellas personas asustadas ante un diagnóstico covid. Pese a mis comorbilidades y al no estar vacunada, he cursado la enfermedad de manera leve y la ivermectina me ha ayudado a acelerar la eliminación del virus.
Agradezco enormemente a Dolça Revolució la ayuda y los consejos. Lo peor de toda esta “plandemia” es que te aterroricen y te dejen solo en casa sin ningún protocolo de actuación, y que hayan demonizado tratamientos como el de la ivermectina, sobre cuya efectividad y bajísima toxicidad existen al menos 200 estudios.
Somos los hermanos Josep y Sergi, de 61 y 54 años (julio 2023), respectivamente, actualmente vivimos en Capellades (Barcelona). Tenemos una experiencia con nuestra madre de 83 años de edad, no vacunada desde 2016. A los 82 años, vivíamos en Barcelona capital, sufre una caída en casa y se hace daño en el costado. A los 3 días llamamos a la teleasistencia para que vengan a verla a casa, pues, tiene mucho dolor y no puede descansar. Acude una doctora del 061 y, por protocolo le hace un test Covid que da positivo.
Afirma oír un ruidito en la parte baja de los pulmones y mejor llevarla al hospital para hacerle una radiografía de control, dice textualmente: “Consol, para el mediodía ya estarás en casa”.
Mi madre sale de casa con su bastón caminando por su propio pie hacia la ambulancia. No me dejan acompañarla a pesar de ser su cuidador - Josep R-. Tiene párkinson y una dependencia del 80 %. Ingresa en el hospital por urgencias para hacerle la radiografía y más o menos a las 6 horas me llama una doctora diciéndome que mi madre tiene una neumonía bilateral y que eso se podía haber evitado si hubiese estado vacunada (se produce un cambio de opiniones, sin comentarios). La conectan a una máquina de oxígeno y la derivan a otro hospital. Estamos dos días, casi tres, para poder verla. Una neumóloga dice que nuestra madre está muy grave, que no llega a un 15% de probabilidades de sobrevivir en las próximas 24-48 horas. Le aplican el protocolo Covid con corticoides y morfina a demanda (tratamiento para terminales).
Consigo un pase y puedo entrar a verla. Se le había acabado la pila del audífono, estaba sorda, aislada y muy desorientada. La cambian de una habitación compartida a una individual debido a su estado terminal. Pido un pase para que mi hermano pueda entrar a verla (concepto del pase: “fin de vida”).
Sin entrar en más detalles, que los hay. Valoramos, decidimos e iniciamos conjuntamente con mi hermano un tratamiento de choque para infecciones graves, víricas y bacterianas con MMS, detallado más abajo. Todo esto como complemento al protocolo médico y sin comentarlo con el equipo médico, claro está.
También tomaba complementos homeopáticos: descritos más abajo también.
La mejora en los valores de oxígeno, fueron inmediatos y contundentes, pasando por ejemplo de una oxipulsimetría de 84 a 93 durante la primera hora, hora y media del primer tratamiento de choque.
Al cabo de 27 días mi madre, sorpresivamente para el equipo médico, está en casa sin oxígeno, muy débil, en silla de ruedas y con mucha necesidad de recuperación y rehabilitación por delante, pero en casa.
En esos momentos pesaba 45 kg.
El tratamiento por días fue el siguiente:
Primer día:
Tratamiento de choque: 8 gotas activadas en 800 ml de agua. Dosis 100 ml cada 15’. Dos horas de reposo. Tratamiento de refuerzo: 16 gotas activadas en 1000 ml de agua. Dosis 100 ml cada hora.
Segundo día:
Tratamiento de choque completo. Cuatro horas de reposo. Medio tratamiento de choque (hasta que no toleraba más líquido).
Dos días después 6 pastillas de “artemisa annua” ( tienda Pàmies vitae) al día durante 4 días.
Además, tomaba al día:
Dos cucharaditas de espirulina diluidas en un caldo vegetal ecológico.
1 cápsula de Magnesio 1000
1 cápsula de 1g de vitamina C
2 cápsulas de levadura de cerveza.
2000 mcg de vitamina B12 a la semana.
Mi nombre es Cristina, tengo 57 años (febrero 2023), vivo en San Lorenzo de la Parrilla (Cuenca), soy maestra, terapeuta energética y coach de intervención estratégica. Desde que tenía 18 años he tenido alergias: rinitis, picazón de ojos, picores, asma, mucha tos. La nariz se me ponía como una bota y los ojos también. Muchas veces he tenido que ir a urgencias a ponerme inhaladores por no poder respirar. Cuando conocí la perilla en pastillas y la mezcla de varias plantas para las alergias, las he ido tomando y ahora ya prácticamente no las necesito. Es una maravilla y todo gracias a Pàmies.
La dosis que me tomaba era una cucharada sopera en 1 litro de agua. Las pastillas de perilla la misma dosis que pone en el bote.
Me encantan las infusiones y tomo muchas clases de plantas en infusión como romero, tomillo, salvia, eucalipto, laurel, diente de león, escaramujo, hamamelis… Al principio tomaba lo que el médico me recetaba, luego dejé todo progresivamente y solo tomo mis hierbas. También he hecho un cambio radical de conciencia y de saber que yo soy la única que puedo sanarme porque soy esa pura energía de la creación. Actualmente ya no tengo alergias y si en primavera brota algo como sigo con mis hierbas y mi conciencia voy de maravilla.
Gracias a la perilla y las otras hierbas y gracias a mi cambio de conciencia.
Los cambios fueron rápidos y las mejoras hasta día de hoy estoy genial. El doctor que me llevaba de inmunología me dijo que estaba perfecta, que siguiera tomando los inhaladores y pastillas y lo que no le dije nunca, cuando me dio el alta, es que llevaba años sin tomar nada de eso.
Muchas gracias a Josep Pàmies por todo lo que haces por este gran planeta y por todos los seres vivos que en él habitamos. Ojalá el cambio que esperamos se dé para mejorar nuestros campos y abrir conciencia de que la madre naturaleza nos da lo que necesitamos para nuestra sanación.
Me queda probar y plantar la artemisa, ¡qué ganas tengo de tenerla!
Mi nombre es Josu, tengo 63 años (julio 2023) y vivo en Pamplona. Hace unos 7 años mi compañera (63 años), después de la vacuna gripal, tuvo una neumonía muy fuerte. Estábamos preocupados. Se sentía con cansancio, tos y fiebre. Durante 21 días hicimos el protocolo 1000 (CDS), llegando a las 24 gotas cada día (iba tomando cada hora). La neumonía desapareció sin tomar ningún medicamento. Nos quedamos alucinados.
Yo lo uso hace más de 10 años, como dentífrico.
Mi nombre es Paz, tengo 48 años (julio 2023) y vivo en Sevilla. Mi marido (50 años) y yo, supuestamente, tuvimos Covid 19 diagnosticado. Teníamos en casa CDS. Yo había sido muy reticente a comprarlo y mi marido a tomarlo cuando enfermó, pero teníamos el testimonio de una amiga cuya familia lo tomó con buenísimos resultados.
Teníamos síntomas leves, pero cada vez nos sentíamos algo peor, así que, por si acaso, hicimos el protocolo de tomar, cada uno, un litro diario de agua con CDS diluido (como unos 6 tapones de CDS en el litro de agua).
Sólo necesitamos un día para sentirnos mucho mejor. Está malísimo y nos daba un poco de desconfianza porque parece que estás tomando algo que te daña, ya que huele a producto químico fuerte, pero guiados por mi amiga decidimos confiar. Y de verdad que nos hizo mucho bien. Al mismo tiempo estábamos tomando complementos de vitamina c, zinc, vitamina b y una vez en semana omega 3 y colágeno con magnesio. Mis hijos con estos complementos, lo pasaron sin síntomas.
Mi nombre es Sandra, tengo 62 años (enero 2023), soy costurera y vivo en Quilmes (Argentina). Mi hija con 28 años en 2021 fue afectada por la Covid 19. En ese momento tenía una dosis de vacuna que se había puesto un mes antes de aparecer los síntomas: gripe fuerte, dolor de huesos …
Empecé a darle el protocolo 1000 de MMS durante 1 semana y en 3 días se recuperó. Luego 15 gotas activadas en 500 ml de agua que bebía en 8 tomas al día. No tuvo más molestias que un leve cansancio que continuó durante 3 o 4 meses. Ella continua con protocolo de mantenimiento ahora con CDS, descansando 2 meses y luego vuelve a tomarlo 2 meses y está perfectamente. No ha vuelto a enfermar de nada desde entonces.
Yo no estoy vacunada y no me contagié de Covid a pesar de ser quien la atendió durante su contagio. Yo ya tomaba MMS desde 2020 y sigo sin problemas hasta la fecha.
Ambas estamos más sanas y vitales.
En mis cercanías, y vivo en una gran ciudad, no se han producido muertes a causa del virus, al menos no me he enterado. Todos repetían lo que los noticieros decían, no había otra información. Muchas personas temían, ya que los muertos por otras patologías eran etiquetados como muertes por Covid. Las estadísticas crecían a diario y el temor infundido en la gente hacía que salieran desesperados a aplicarse la vacuna, luego te enterabas que de estar sanas, a los pocos días morían por diversas causas, y no producto del virus, sino a causa de los daños en su sistema causado por la vacuna.
Mi nombre es Maite, tengo 71 años (febrero 2023) y vivo en Hendaya – Francia.
Mi hijo (45 años), alérgico a los pelos del perro, hasta hace un año, cuando venía a casa a pasar un fin de semana (vive bastante lejos de aquí) o de vacaciones en verano y navidades, tenía que meter a la perrita en una habitación 15 o 20 días antes de su visita y pasar la aspiradora todos los días por el sofá.
En el verano de 2020, cuando regresó de pasar las vacaciones aquí, se fue con una bolsa de hierbas preparada con mucha perilla.
El verano de 2021 no le saqué a la perrita de entre nosotros para probar cómo estaba con el tema de la alergia. Cuál sería mi sorpresa que apenas estornudaba, vinieron en navidades y apenas nada, nos visitó un fin de semana de abril pasado e incluso, ha estado jugando con ella (es una perrita muy juguetona). Esta vez llegó tosiendo mucho. Toda la noche se pasó tosiendo (fuma bastante). Por la mañana le preparé una infusión de: llantén, pulmonaria, perilla y alguna más que se me ocurrió añadirle y la segunda noche no tosió apenas nada, le pregunté a los días qué tal iba y me dijo que muy bien.
Espero que les sirva a todos aquellos que tengas estos problemas y se animen a intentar, seguro que lo consiguen.
Mi nombre es Manuel, tengo 56 años (enero 2021) y vivo en Sabiñánigo (Huesca). Tuve un accidente laboral con 8 costillas rotas y 16 fracturas, de las cuales, dos de ellas me perforaron el pulmón, dejándome secuelas por neumotórax en un pulmón y, en el otro pulmón, pérdida de sangre, 1,5 litros aprox. También tuve tres vertebras fracturadas que me operaron con cemento clínico y que, al ser operado, se filtró una pequeña cantidad alojada a fecha de hoy y para siempre, en los pulmones.
He tomado MMS y he notado muchísimas mejorías, entre ellas tuve, hace 10 años, un principio de EPOC por ser fumador. A raíz de ello, ya no fumo. Ahora respiro sin ninguna dificultad. Me encuentro más pletórico y lleno de energía.
Mi dosis ha sido: Inicié el protocolo de Andreas Kalcker como iniciado y continué durante 21 días tomado 5 cl de dióxido de cloro en ½ litro de agua. Lo tomaba por las tardes durante 5 horas (½ litro para 5 tomas). Seguí estrictamente las indicaciones del protocolo.
Leí información en la página de la Dulce Revolución.
Ahora lo tomo como medida preventiva en ocasiones en que me encuentro decaído y con síntomas de resfriado y como prevención de la covid19. Estoy encantado.
Tenéis mi permiso para publicar esto en los medios de comunicación que queráis, para mostrar que el CDS, con los protocolos de Andreas Kalcker es una forma muy efectiva de deshacernos de nuestros virus e infecciones internas. Estaré siempre también agradecido a Josep Pàmies junto al equipo de Dulce Revolución. Sois grandes y lo sabéis.
Mi nombre es Olga, tengo 56 años (abril 2021) y vivo en Cornellà de Llobregat (Barcelona). A principios de marzo de 2021, tras hacerme un test de antígenos di positivo en Covid19. Mis primeros síntomas fueron dolor muscular en las cervicales y fiebre inferior a 38ºC. Se sumó a todo esto: diarrea, ausencia de apetito (no me entraba la comida), boca reseca y pegajosa, cansancio y tos con expectoración de moco denso y transparente.
Estos síntomas me empezaron a remitir a los 9 días. Yo misma me ideé el siguiente tratamiento: por la mañana y por la noche tomaba zumos de naranja, zumos de limón con agua tibia y miel y varios preparados (4 o 5) en un poco de agua de: extracto de própolis, perlas de aceite de orégano (una a la mañana y otra a la noche), extracto de semilla de pomelo, tintura de equinácea (de todo lo anterior puedo decirte las marcas, pues para mí son fundamentales), tintura de artemisa annua fabricada por mí, aceite de nigella sativa (comino negro), cúrcuma y Chyawanprash (una medicina ayurvédica preparada con más de 40 plantas, frutas, raíces, hierbas y minerales en una base de la pulpa de la tradicional fruta de la India “ amla” muy rica en vitamina C que refuerza de forma increíble el sistema inmunológico). Después dejaba pasar una hora o dos y empezaba a tomar CDS: un litro de agua con 15ml de CDS. Cuando me fui encontrando mejor reduje a 10 ml por litro de agua. También preparé la siguiente tisana que iba tomando durante todo el día: puse a hervir durante cinco minutos raíz de malvavisco, raíz de regaliz, semilla de hinojo, semilla de coriandro, jengibre y liquen de Islandia; tras parar la cocción añadía tomillo, pulmonaria, llantén, artemisa annua y estevia. Los preparados de la mañana eran antisépticos y antivíricos y para aumentar mi sistema inmune.
También para impedir la formación de coágulos con el limón y jengibre. Las plantas de la tisana también para sistema inmune, depurativas y para proteger mis pulmones con el liquen de Islandia y la pulmonaria. He de decir que nunca había tomado tantos remedios juntos, pero lo hice porque sentía que era fuertecito el virus. Al final me hicieron una placa de pulmón y salió limpia y un test serológico en el que tenía anticuerpos de dos tipos, que parece ser, porque lo ponía en el análisis, que con la vacuna solo se adquiere un tipo. Aproximadamente al mes, ya me encontré restablecida, pero con un poco de tos irritativa alguna vez.
Mi nombre es Ana, tengo 49 años (febrero 2021) y vivo en Barcelona. La primera vez que descubrí el MMS, fue hace varios años, lo tenía en casa y tardé un poco en usarlo porque la verdad, hacía tiempo que no me ponía enferma.
Un día, hace unos 6 años me empecé a encontrar muy mal. En mi trabajo había mucha gente con una gripe muy fuerte y muchas bajas. Esa noche al ver que cada vez tenía más fiebre y el estado general iba a peor, decidí que, al día siguiente, tomaría MMS, y así lo hice. Me pasé todo el día tomando 3 gotas de MMS activadas cada hora, comenzando a las 8 de la mañana y terminando a las 11 de la noche. Durante todo el día sólo hice reposo, bebiendo bastante agua y comiendo poco ya que tampoco tenía hambre.
La fiebre al comenzar el día era muy alta, cerca de los 40 °C. Estaba fatal, hacía muchos años que no lo pasaba tan mal. Por la tarde empecé a sentirme un poquito mejor y bien, fui a dormir. Cuál sería mi sorpresa que a la mañana siguiente me levanté nueva, sin ningún síntoma de gripe y la fiebre había marchado del todo. Fue increíble, brutal, una gripe tan fuerte para mí era una semana de cama. Gracias al MMS con un solo día tuve suficiente. Desde entonces no falta en mi casa. Ahora también uso el CDS, de momento como preventivo y la verdad es que estoy súper bien.
Mi nombre es Beatriz, tengo 64 años (abril 2020), soy enfermera en activo y vivo en Olite (Navarra).
Conozco este medicamento (MMS) hace aproximadamente 12 años a través de una amiga que lleva tomando todos estos años y está viva gracias a él (tenía un cáncer de hígado).
En casa hemos tomado para curar amigdalitis, infecciones bucales, para implantes dentales, catarros …
Siempre tenemos un frasco en casa, me da mucha confianza.
Apoyo totalmente el tratamiento en esta pandemia que está padeciendo la humanidad. Estoy a favor y creo que se está perdiendo mucho tiempo por tanto prejuicio.
Mi nombre es Gabriel, tengo 39 años (abril 2020), soy técnico de telecomunicaciones y vivo en Segovia.
Llevo más de 10 años tomando y usando el MMS en síntomas como gripe, tos, constipado, fiebre y un largo etc… así como para la eliminación de metales pesados con éxito.
Gracias por la labor defendiendo nuestros derechos y nuestra salud.
Mi nombre es Carlos, tengo 50 años (abril 2020), soy taxista y vivo en Escocia. Llevo utilizando clorito de sodio activado (CDS) desde hace 6 años. Inicialmente con el protocolo de desparasitación para el autismo donde mi hija donde logramos sacar gran cantidad de parásitos y una recuperación parcial de ella.
Mi experiencia con el clorito de sodio sin activar ha sido muy buena también y doy fe de que funciona y es muy efectivo. Todo depende de los niveles de ácido que tengas en el estómago, pero es fantástico.
También lo usamos en la familia para cuando hay algún virus de gripe o constipado. En 2 días con reposo y tomas conscientes se pasan los síntomas y la enfermedad.
Para las anginas hago gárgaras cada 6 horas y seca la infección en 3 días.
Yo lo uso para desinfección de boca, mal aliento. Por las noches (ahora, diariamente, con este tema del Covid19) activo 10 gotas de clorito de sodio y 10 gotas de ácido clorhídrico, le pongo un chorrito de agua y lo dejo en la habitación para limpiar la atmósfera.
Ahora vivimos en Escocia y, como prevención para este el coronavirus, yo lo estoy tomando a diario. Hago la desinfección con el spray de manos a los zapatos al entrar en casa, pongo en los radiadores la mezcla activada para humedecer el ambiente y limpiar la casa.
Ayer mismo le puse en los labios y paladar de mi hija que se muerde al comer. Hoy amaneció mucho mejor y comió sin ninguna molestia.
A nosotros NO nos falta en el botiquín. Eso sí también es importante no comernos la cabeza con tanta información que nos afecte y nos deprima.
Gracias por la difusión y vuestra fuerza.
Mi nombre es Begoña, tengo 48 años (abril 2020), soy educadora social y vivo en Iruña (Pamplona). Me animo a compartir mi experiencia en un tratamiento que inicié a principios de abril y como la reacción está siendo excepcional, quería compartirla.
Tengo síndrome de mucosidad. Empecé a tomar CDS el día 1 de abril, y me propongo hacer una limpieza de 21 días mínimo. Los síntomas que han desaparecido son los siguientes:
Han disminuido y siguen haciéndolo estos síntomas:
A todo eso se le une que mi carácter está siendo mucho más alegre, jovial, bromista, vital. Me siento mucho más ligera en todos los sentidos, duermo y descanso mejor.
Mi nombre es María Isabel, tengo 64 años (abril 2020), soy secretaria de dirección y vivo en Madrid. Hace años que utilizo el MMS, desde que compré el libro de Andreas Kalcker.
Lo he utilizado con éxito en pequeñas afecciones tipo gripes. En India me salvó de una intoxicación alimentaria bastante fuerte. Sinceramente no sé qué hubiera hecho sin él.
Hace años que no viajo fuera de España sin el MMS, aunque tengo seguro privado que puedo utilizar, pero me da una confianza tremenda.
Esta experiencia ya la he compartido en la página del MMS.
Deseo agradeceros sinceramente vuestro esfuerzo y la paciencia que demostráis con los ataques que recibís desde todos los frentes.
Mi nombre es María, tengo 69 años (abril 2020). Cuando cojo una gripe me dura entre 7 y 10 días. La última que tuve me subió la fiebre a 41,5º me postró en la cama y creía morir.
Me levanté casi arrastrándome al 3er día y me preparé 15 gotas de clorito + 15 gotas ácido clorhídrico y dejé que se activara (MMS).
Como me pasé de dosis, tuve diarreas y vómitos, pero a las pocas horas la fiebre había desaparecido por completo y pude levantarme a prepararme algo de comer, con la sensación de que todo lo malo de mi organismo lo había eliminado y las fuerzas habían vuelto.
Desde entonces procuro tener siempre MMS en casa. También lo utilizo para lavar la ensalada.
Altamente recomendable.
Mi nombre es Ana, tengo 59 años (junio 2020), soy auxiliar de enfermería y vivo en Calahorra (La Rioja). Actualmente trabajo en una empresa de atención domiciliaria a personas dependientes.
Os mando este breve mensaje para agradeceros la información del CDS, a pesar de la mala prensa que tiene. En mi familia mi hijo (26 años) enfermó al principio de la pandemia. Nos atendían por teléfono y nos sugerían paracetamol.
Mi marido se había informado muy bien sobre CDS y mi hijo empezó a tomarlo: 10 ml de CDS en 1 litro de agua, durante 10 días.
Mejoró de la fiebre y poco a poco recuperó el olfato y el gusto. En la siguiente prueba dio negativo. Desde entonces, toda la familia toma un vasito a modo preventivo: preparamos 1 litro y lo tomamos durante el día los 3 miembros de la familia. No nos ha causado diarrea.
Gracias por ser valientes. Ir contra la corriente siempre es difícil. Lo digo porque soy creyente, pero no católica universal y más de una vez sentimos rechazo. De todas maneras, la promesa de Dios es que vivamos felices en un paraíso y nadie esté enfermo.
Mi nombre es Maite, tengo 60 años (abril 2020), soy maestra de Educación Primaria y vivo en Fuerteventura – Islas Canarias. He tomado MMS a razón de una gota activada por la mañana y otra por la noche desde marzo 2020. No estoy contagiada de Covid-19, pero se me ha curado una sinusitis que tenía desde mayo de 2019 y que no había respondido a tratamiento de antibióticos. En 3 días lo empecé a notar.
Mi nombre es Antonio, tengo 60 años (abril 2020), pintor artístico (ahora pensionista) y vivo en Valencia (España).
Llevo años tomando el MMS, cuando comienzo un proceso gripal, y los “Antibióticos Naturales” llegan tarde, recurro al MMS, con el Protocolo 1000. Y me liquido una gripe, en un día o dos.
También lo utilizo para todo lo que me pueda ayudar en mi salud bucal, dermatológica y otras muchas utilidades que tiene...
También hice un periodo de limpieza de mi organismo de 21 días seguidos, con el Protocolo 1000, con la intención de eliminar cualquier bacteria, virus o patógeno. No daña mis células, y confío plenamente, en el MMS, tengo plena fe.
Me he informado y documentado mucho al respecto, antes de juzgar y difamar al MMS y a sus investigadores y defensores, los cuales, merecen todo mi respeto por su VALENTÍA, y dedicación, en defensa de la verdad, ya que no tienen ningún beneficio económico por defenderlo. Lo hacen por el bien de la humanidad.
No creo en la segunda gran industria del planeta, que son, las farmacéuticas, los fármacos, vacunas y antibióticos de las farmaMAFIAs, por sus efectos secundarios y los daños mortales de millones de personas que mueren al año.
Mi nombre es P. V. M, tengo 47 años (mayo 2020) y vivo en Elche. Hace 15 días que inicié las tomas de CDS, según protocolo A de Andreas Kalcker.
Llevo casi dos meses con alergia. Este año se adelantó en febrero.
Cada año me dura hasta finales de junio.
Siempre la he tratado con productos de fitoterapia. Salvo los primeros años que me tomaba las pastillas del médico, pero me sentaban mal y las dejé.
Empecé con el CDS el pasado martes día 14 de abril. Y he dejado las dos cosas que tomaba (aceite en pastillas y ampolla bebible) si bien es cierto, tomando esto, no me quitaban en la totalidad los síntomas: picores muy fuertes de paladar, lagrimales, los estornudos y la congestión. Me lo reducían y era llevadero.
Desde que empecé con las 3 gotas, me ha desaparecido de forma paulatina la sintomatología. El viernes de esa misma semana ya no sentí ni picores, ni congestión ni nada.
Mi nombre es Marta, soy médico de Atención Primaria y vivo en Madrid (junio 2020). Quiero dejar mi testimonio de curación de un paciente diagnosticado de COVID19 que se ha recuperado sin recaída.
Se trata de un hombre de 40 años sin problemas de salud salvo hipertensión y ansiedad.
Debutó a finales de marzo de 2020 con fiebre alta (38,8ºC), dolores musculares intensos, cefalea, tos, sensación de falta de aire y opresión en el pecho. A todo ello se sumaron vómitos frecuentes y diarrea leve que le provocaron un estado de gran abatimiento, insomnio y cansancio.
Consulta tres días después y, desde el centro de salud, fue remitido al hospital, donde se le diagnostica una neumonía en el pulmón izquierdo. La analítica mostraba notable alteración de marcadores inflamatorios (ferritina, dímero D, linfocitos, etc) y la PCR fue positiva para COVID19.
Como el hospital estaba bastante saturado no se le ingresó, se le dio de alta con la prescripción de varios fármacos y se le incluyó en un programa de seguimiento estrecho a través de Atención Primaria.
A causa de las náuseas y vómitos intensos, no llegó a tomar ninguno de los comprimidos recomendados, de modo que, al 8º día de la infección, le propongo iniciar CDS, administrado con el "Protocolo Mil", por los vómitos y por su gran debilidad física. Él acepta y al 4º día de tratamiento por fin, pudo decir "estoy bien y he dormido toda la noche". Terminó de tomar CDS a dosis crecientes, para completar el mes de tratamiento. No ha vuelto a recaer.
Mi nombre es Alba, tengo 32 años (abril 2020) y vivo en un pueblo de la provincia de Huesca.
El primer fin de semana de marzo estuve en Barcelona. A la vuelta me sentía el cuerpo extraño, como si tuviera algo de fiebre (no me la miré), pero seguía trabajando y haciendo vida normal, sin problemas.
Diez días después de empezar el confinamiento, comencé con una tos (nada habitual), escalofríos y dolor en el pecho a la hora de respirar (durante dos días).
Comuniqué mi estado a una amiga médica ya jubilada y con una mirada "abierta" en torno a la salud y la enfermedad.
Ella me habló del MMS, de Josep Pàmies y Andreas Kalcker. Por otro lado, me puse en contacto con otra amiga que realiza trabajos con el Par Biomagnético.
Con varias horas de tratamiento a distancia, en sólo 24h neutralicé mi cuerpo y comencé con el MMS, con el protocolo de mantenimiento (10 gotas activadas en un litro de agua al día en diez tomas).
A los tres días estuve curada, sin tos y sin dolores en el pecho. Me sentía con mucha más vitalidad y muy agradecida.
Vivo con mi compañero y un día, él comenzó a sentir alguna molestia corporal, más cansancio, etc... Se tomó durante 2 días el MMS con protocolo de prevención y ya no tuvo ninguna molestia ni incomodidad más.
Mi nombre es Mónica, tengo 50 años (abril 2020) y vivo en Manresa. Quiero compartir este testimonio de mi padre.
Sr. de 84 años con Covid19 en estado grave de una semana de evolución y tratado con terapia neural por ahogo con una mejora importante. Comenzó el día 23-03-2020.
Estado de salud antes del Covid19, sin problemas. No toma ningún tipo de medicación. Ejercicio diario (camina 1h 30'). HBP que controla con fitoterapia. Buena alimentación de base macrobiótica.
Sistema emocional estable dentro de la conflictividad con su pareja.
Antecedentes: IQ de Neo de colon hace 5 años. No M1. No quimioterapia ni radioterapia. Tratado antes de la IQ con terapia neural y después con acupuntura.
Sintomatología: Fiebre oscilatoria entre 37'5-39'7, cansancio extremo, dolores musculares generales, estertores nocturnos, sordera, conjuntivitis, desorientación, disminución significativa del nivel cognitivo, pérdida de apetito.
El Sr. Joan deja claro que no quiere ser ingresado en el hospital por miedo de morir sin la familia.
Todavía 2 gotas diarias de mantenimiento.
Pulsos: Insuficiencia de hígado severa, pero ya existía de manera significativa, antes de la enfermedad. Sistema energético de pulmón / intestino grueso y estómago / bazo en insuficiencia y por tanto patrón claro de pulmón desde la vertiente de la acupuntura japonesa, pero que se decide tratar con china por la imposibilidad de pinchar la espalda y poder completar los patrones con japonesa.
Tratamiento diario en dosis corta entre 15'-20 '
Puntos: P7 (Lieque) -RM17 (Shanzhong) -E36 (Zusanli) -M3 (Taibai) - algún día R3 (Taixi)
Se moviliza diariamente diafragmas torácico y abdominal y bronquios principales.
Post-tratamiento el Sr. Joan se queda dormido y entra en estado de relax importante, mejorando significativamente la sintomatología.
Revisión y tratamiento de los arquetipos: anclaje, Cielo y Tierra, campo energético, cubo, sistema inmunológico, sistema nervioso, coronavirus, hígado, estómago, intestino, pulmón y riñones.
Operaciones etéricas para limpiar abundancia de secreciones pulmonares.
Actualmente ya sale a caminar para ir de compras solo. Se encuentra bien, contento y adaptándose al mundo actual para él desconocido con el tema del confinamiento.
Aunque sistema cognitivo algo justo, pero en fase de recuperación.
Mi nombre es Ricardo, tengo 47 años (abril 2020), tengo estudios universitarios, trabajo cara al público y vivo en Soria.
Llevo muchos años informándome en temas de salud alternativa. Nunca había tomado dióxido de cloro, pero lo conozco por su aplicación en patologías como VIH y malaria. Siempre me ha parecido una alternativa, pero nunca me he sentido suficientemente mal para tomarlo. Soy reacio a tomar medicación, hasta que no queda otro remedio. A principios de marzo empecé a encontrar información de que podía ser efectivo para manejar el coronavirus, lo comenté con amigos que lo han tomado y me decidí a comprarlo por si llegaba el caso.
La segunda semana de este mes de abril de 2019 empecé a manifestar síntomas fuertes compatibles con Covid19: fuerte dolor de garganta con gran inflamación, contracturas en hombros y riñones y dificultad respiratoria que se agravó en el segundo día. Con los primeros síntomas comencé a preparar el CDS porque no es tan fuerte para el sistema digestivo. Esa misma tarde, inicié el procedimiento de prueba (3 gotas de MMS activadas en 1 litro de agua). Al día siguiente, viendo que no me había sentado mal, pero que la cosa no había mejorado tomé 10 gotas activadas de MMS en 1 litro de agua mineral en diez tomas. Sólo me levanté de la cama para las tomas y no comí nada. Al final del día tuve diarrea, la única. Puede ser normal la primera vez, pues se depura el cuerpo y/o porque el MMS, como ya he dicho, puede sentar mal.
Al día siguiente estaba mejor, la garganta ya no estaba inflamada. Aún estaba lleno de calambres y me notaba que hacía corto al respirar y pitaba un poco. Ese día empecé con CDS el protocolo 8 ml en 1 litro de agua cada 15 minutos. Segundo día de cama. Nada de diarrea en adelante. El tercer día estaba andando por casa sin casi pinchazos y respirando mucho mejor y me pasé a tomar 10 ml en 1 litro de agua mineral en diez tomas cada hora. Los dos días siguientes subí a 15 y a 17 ml respectivamente porque la respiración no acababa de dejar de costar. El día de los 17 ml fue el que dejé de sentir la respiración extraña y empecé a no tener dolores. En adelante pasé a tomar 10 ml en 1 litro de agua y así estoy hasta que pasen los 20 días de haber tenido los últimos síntomas (protocolo de prevención).
Por mi trabajo estoy en casa, pero cuando tenga que volver al día a día volveré a los 10 ml en 1 litro de agua.
Algunas cosas que he aprendido:
La botellita de las tomas, ideal de vidrio oscuro: una "litrona" de cerveza, por ejemplo, pero con tapón de corcho, el CDS puede oxidar el metal. Hay ciertos plásticos compatibles. A menos de 11 ºC está mejor por la evaporación y no tiene apenas sabor (en la puerta del frigo).
Para hacer el CDS buscad el vídeo correspondiente "Cómo hacer CDS de A. Kalcker"
Separar la medicación 2 o más horas de las tomas, de las comidas una hora. No tomar vitamina C junto con el clorito.
En estos días me he quemado con la puerta del horno y he probado con el CDS aplicado directamente con un apósito. No salió ampolla, no me escoció y se ha hecho como una costra ligera, como si fuera una herida. Cada dos días le doy con CDS rebajado con la mitad de agua. Increíble.
Creo que es importante contarlo a familiares y amigos, sacarlo a la luz y apoyar a todos los que lo han defendido y defienden y sufren persecuciones por ello: ¡gracias, Josep, Andreas, gentes en los foros...!
Exigir que se hagan ensayos. No hay derecho a que un producto que puede curar de esta forma haya que probarlo con miedo, que se conozcan bien sus beneficios y ... también sus limitaciones, y que -demostrada su efectividad y alcance- forme parte de una sanidad general. ¡Luz y taquígrafos!... ¡venta en farmacias!
Puede salvar vidas y evitar este descalabro social y económico que estamos viviendo. En Soria, donde vivo, ha muerto mucha gente respecto a la población total estos días. Hay mucha gente mayor. La sanidad no está preparada para graves enfermedades (la Plataforma Soria Ya dijo el otro día que hay 10.000 desplazamientos cada año fuera para recibir tratamientos que no hay en nuestra provincia (somos cerca de 90.000). Estamos en la esquina de Castilla y León, poco dotados de presupuesto (y es demostrable), como para afrontar una pandemia... Me entristezco cuando pienso a cuánta gente se está dejando morir o poner en mala situación por impedir acceder a esta posibilidad.
Mi nombre es Mónica, tengo 50 años (abril 2020), soy enfermera y vivo en Manresa (Barcelona). He probado el CDS para el Covid19. Tanto yo como mis padres, afectados también por el Covid19, hemos sido tratados con CDS y otras terapias, como neural y acupuntura. Mi recuperación fue rápida. La carga viral de mis padres era muy potente y les va a costar más (estuvieron al límite de la muerte), pero por suerte se están recuperando satisfactoriamente.
Los primeros infectados fueron mis padres, yo los cuidaba y a los dos días de estar con ellos me ahogaba ligeramente, por las noches. En aquellos momentos yo estaba tomando vitamina C (1500mg). Al caer enferma, cogió el relevo con ellos, mi hermano.
A la semana empecé con un dolor abdominal y febrícula (37°), mucho cansancio, dolor corporal e insuficiencia respiratoria leve.
Empiezo a tomar CDS: 10 ml en 1 litro de agua, 3 días seguidos, Kuzu 3 veces al día y dejo la vitamina C. Hago terapia neural en la zona del pulmón, zona ganglios estrellado y endovenoso, autovacuna. Al día siguiente no hay febrícula, el dolor abdominal se ha ido y la insuficiencia respiratoria mejora, aunque el cansancio se mantiene. Al tercer día se han ido todos los síntomas.
A los 4 días de mi recuperación tengo una recidiva (estoy en contacto con mis padres), siento ahogo y cansancio extremo. Vuelvo al CDS tres días más.
Debo decir que mi dieta, desde hace mucho tiempo, es una dieta cuidada, sin procesados, con miso diario, y fermentados vegetales. También me tomo una infusión cada día de artemisa y varios.
Hago vahos de laurel.
El 14 de abril me hago el test y sale negativo.
Doy gracias a la Asociación Dulce Revolución, al Sr. Pàmies, Andreas Kalcker y todos los que trabajan por un nuevo paradigma.
Mi nombre es Ramón, tengo 58 años (junio 2020) y vivo en Torroella de Montgrí (Girona). Mi caso es el siguiente, quedé muy débil, sin fuerzas, se me inflamaron las piernas, era un malestar general, agudo y persistente. Fui al médico y me derivaron a medicina interna. Durante un año me hicieron muchas pruebas: biopsias en los pulmones, capacidad respiratoria, TAC con contraste, en fin, un buen chequeo.
Me diagnosticaron Sarcoidosis. Yo tenía una tos seca, muy molesta desde hacía casi un año. No podía expectorar. Tengo un amigo que nos vemos cada día porque somos aficionados al ajedrez y un día se presentó con una botella de litro y medio y con 10 gotas de MMS. Empecé a tomar.
Me tomé unas 10 botellas durante un mes y medio, más o menos. Pude expectorar, no podía cerrar la mano y pude. La tos desapareció. Mi amigo quedó también sorprendido, pues él también lo vivió conmigo. Fui al hospital de Palamós y les conté. Lo dejaron escrito en mi expediente.
Mi nombre es Eugenia Rius, tengo 55 años (enero 2021) y vivo en Barcelona. Hace 6 años me diagnosticaron un cáncer en el pulmón izquierdo de células pequeñas. Le pregunté al oncólogo cuántas probabilidades había de supervivencia. Estimó un 34% (esto me pasa por preguntar). El tumor era inoperable.
Pasé la terrible quimio (ya no creo en la quimioterapia) y después me hicieron radio en el pulmón (sí creo en la radioterapia) y luego en el cráneo.
Tuve la gran suerte de conocer a una doctora (creo que es cirujana y traumatóloga) que sana con medicina holística. Entre otras cosas me recomendó que me hiciese cada día un zumo de remolacha, manzana y zanahoria.
También tuve la suerte de hablar con Aleix Pàmies. Me habló de la kalanchoe pinnata. La compré y la tomé durante 8 meses. Investigué en la web de Dolça Revolució y seguí algunas recomendaciones.
El año pasado visité de nuevo a la doctora y le pregunté si durante las sesiones que hacía con ella durante los tratamientos del cáncer me había hecho algo que yo no supiera y me dijo que sí. Estas fueron sus palabras: "te hice una intervención en el pulmón a un nivel energético". Estoy convencida que todo esto me curó. La información de la Dolça Revolució me ayudó mucho. Este diciembre pasado tuve visita con el oncólogo. Me dijo que el resultado del TAC y los análisis estaban perfectos.
Mi nombre es Elena, tengo 78 años (junio 2020) y vivo en Barcelona. Esta es mi experiencia con MMS: cuando empezó la pandemia del coronavirus, decidí tomarlo para prevención. Lo tomé 21 días. No me produjo ningún malestar. Tengo movilidad reducida y llevo un bastón. Mi sorpresa ha sido que he mejorado bastante la movilidad y también un problema de mucosidad y tos en la garganta desde hace muchos años. Se me ha quitado. Estoy muy contenta.
Mi nombre es Bernice, tengo 41 años (junio 2020), soy abogada y vivo en San Luis Potosí (México). Quiero agradecer a Josep Pàmies porque, gracias a los primeros vídeos que vi de él, tuve acceso a la información de la artemisa annua y de la raíz de diente de león, que ahora son mis inseparables, pero sobre todo al MMS y CDS que ahora toda la familia tomamos. Tengo tres hijos: bebé de 4 meses, nena de 2 años y mi hija mayor de 10 años.
Primero se lo di a tomar a mi perro que había sido mordido por un gran danés y le ocasionó dos cortadas en el costado. No quería moverse ni comer y sólo temblaba. Como no sabía cuál era la cantidad correcta le di 1ml en medio vaso de agua y a la media hora otro tanto y se fue a dormir. Al otro día se levantó solo a tomar agua y a mediodía ya andaba comiendo normal. En 1 semana no tenía las cortadas. Le puse con atomizador en ellas.
Mi papá de 76 años y mi mamá, que no confiaba en él, después de una fuerte tos recurrente y con temor de coronavirus, se lo tomó y se le quitó. Ahora no sale sin él.
Mis hijos lo han tomado cuando tienen temperatura, y a los 3 días máximo como nuevos. Sinceramente ya ni los llevo al doctor, sólo me pongo a estudiar y ajustamos dosis.
Mi hija pequeña (2 años) tenía una dermatitis atópica muy fuerte, principalmente detrás de la nuca y las rodillas. Le puse CDS tópico y tomaba 2ml diarios y en una semana se fue recuperando hasta que, aproximadamente a la 3ª semana, ya no tenía costras que sangraban.
Mi bebé de 4 meses empezó con temperatura y le di 1 ml repartido en todo el día. Al siguiente día desapareció la temperatura.
Yo tengo operado el tabique nasal desde que tengo 19 años. Durante esta cuarentena, tuve un sangrado muy fuerte durante 4 días seguidos (empapaba 4 trapos limpiadores de cocina de los absorbentes). Mi hermana, que es enfermera, me dijo que tenía que ir a que me cauterizaran unas venitas, pero me realicé lavados nasales con CDS y DMSO durante 3 días seguidos y santo remedio. Llevo más de 2 meses sin sangrado.
También, durante la cuarentena, anduve un día con dolor fuerte en el pecho. La cabeza me daba vueltas y me dolía mucho. Empecé el protocolo urgente y en un día desapareció la opresión del pecho y ya andaba sin nada de dolor ni molestias.
Gracias por difundir y defender el derecho a una vida con salud. Gracias a esto me siento tan tranquila…
Mi nombre es María, tengo 64 años (junio 2020) y vivo en Madrid. Soy una persona que goza de buena salud. Nunca he estado enferma, pero un día apareció asma, me tenía que parar cuando iba al parque a caminar con unos pitos tremendos, me ahogaba.
Fui al especialista y también a un alergólogo, ya que mi hija tenía un gato y pensé que pudiera ser alérgica. El especialista me hace unas pruebas donde tenía que respirar una cosa que me iba cerrando los bronquios. Me dijo “cuando veas que ya no puedes respirar paras”. A continuación, me dijo de hacerlo en otro aparato y en un segundo me dice, pues sí, eres asmática y esto es de por vida. Me empezó a recetar varias cosas, entre ellas cortisona. Me dijo que comprase un inhalador que vendían allí para hacer inhalaciones diarias. La escuché y le dije que no iba a hacer nada de lo que me decía, si yo le hago respirar lo mismo y le cierro los bronquios, ella da asmática también y allí deje las recetas.
Me puse en contacto con Dulce revolución y comencé a tomar Perilla (3 infusiones al día y, a medida que mejoraba, fui reduciendo a dos y a una hasta que ya no tomé ninguna). Mientras me hice las pruebas alérgicas y hubo una que dio positivo y era alergia al anisakis. Me dijeron que no podía comer pescado, a menos que estuviese congelado y así lo hice.
En quince días tomando Perilla y habiendo dejado el pescado, mi asma casi ya no estaba. En menos de un mes había desaparecido por completo y nunca más. Ahora solo tomo alguna infusión en primavera cuando empiezo a estornudar, por si fuese alergia.
Mi nombre es Damián, tengo 38 años (mayo 2020) y vivo en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Deseo dejar testimonio de mi experiencia empleando CDS contra Covid19.
A pesar de haber mantenido las directrices de seguridad hasta hoy (23 de mayo), al mediodía de ayer repentinamente sufrí mareos al acabar de ducharme. Tenía la comida en la mesa y perdí el apetito por completo. Eran las 13:30h aprox.
Me tumbé en la cama, pero el malestar no cesaba. En pocos minutos comencé a notar frío y dolor punzante en el cuerpo (como si de gripe se tratase). Estaba ya a 37,1º de fiebre. Cabe indicar que me asusté bastante, puesto que soy potencial víctima de riesgo por hipertensión e inmunodepresión.
Tomé un paracetamol y me eché a dormir. Tras dos horas desperté y el malestar continuaba igual con la diferencia de que la temperatura se había elevado ya a 38,5º y sufría de diarrea. Seguía sin apetito y además, percibí una sensación de pérdida de gusto y olfato considerables. Eran sobre las 16:30h.
Comencé a suministrarme CDS diluido en agua: unos 2-3 mililitros con un vaso de agua. Volví a dormir unas dos horas y media. Tras las cuales me sentía algo mejor pero no del todo bien, ya con 37,7º aprox. (me tomaba la temperatura cada 15 min. aprox.). Eran sobre las 20:00h más o menos.
Continué con mis ingestas de 2-3 ml de CDS cada hora y, al irme a dormir activé 6 gotas de MMS en un vaso para impregnar el ambiente. Sobre las 2 de la noche, estaba plenamente recuperado. Me hice la cena y me apeteció leer en la cama hasta caer dormido.
Al día siguiente estaba perfecto... trabajando, haciendo la comida y llevando una rutina 100% cotidiana.
Sigo tomando 2-3 ml de CDS antes de acostarme junto con unas infusiones que el Sr. Pàmies me recomendó, para tratar una dolencia renal que tengo.
Espero mi testimonio sirva de ayuda.
Mi nombre es Kati, tengo 44 años (mayo 2020), soy médico y vivo en Barcelona. A finales de marzo pasado inicié síntomas Covid19: fiebre, escalofríos, cefalea muy intensa, dolor muscular generalizado y tos seca, con temperatura de 37,6º a 38,6º.
Por la preocupación de haber tenido varias bronquitis y neumonías en los últimos 6 años y para evitar complicaciones pulmonares, decidí tomar el MMS.
Desde el día 1 empecé a tomar el MMS activado y diluido en 1 vaso de agua a razón de:
1er día: 3 gotas cada 12 horas.
2º día: 4 gotas cada 12 horas.
3er día: 5 gotas cada 12 horas y así hasta llegar a 10 días.
El día 4, al llegar a 6 gotas, tuve tan solo una deposición blanda y reduje a 5 gotas 2 veces/día durante el resto del tratamiento: 10 gotas diarias repartidas en 2 tomas.
A las 48h desapareció la fiebre y a las 72h desapareció también el malestar, renovándose totalmente el nivel de energía, percibiendo incluso más fuerza y energía que la previa al inicio de los síntomas.
El día 7 de inicio de síntomas tuve un PCR en garganta y nariz que salió positivo.
Al día 28 de inicio de síntomas tuve un test rápido que salió IgM negativo (indicando que no soy contagiosa) y una IgG positiva (indicando que tengo los anticuerpos protectores).
Gratamente me sorprendió que tuviera la inmunidad tardía adecuada IgG protectora, incluso habiendo tomado el MMS desde el día 1 de inicio de síntomas. Confirmando así que el MMS me había curado y me había permitido hacer inmunidad.
En la familia, mi pareja también tuvo síntomas, pero no quiso tomar MMS y al día 12, debido a la clínica respiratoria en aumento y por tener una auscultación de bronquitis, aceptó iniciar el MMS: 5 gotas activadas cada12h durante 2 días y el mismo día empezaron a reducirse las molestias y ruidos respiratorios gradualmente, tanto así que, el día 14 (48h después) estaba como nuevo, tele-trabajando y lleno de energía. Se alegró mucho no haber tenido efectos secundarios ni complicaciones pulmonares ni de ningún otro tipo que hubiesen requerido ingreso.
Los hijos menores de edad tuvieron síntomas faríngeos y diarrea y uno de ellos incluso fiebre 37,9º y con 48 h de tratamiento con MMS activado, a razón de 1 gota por cada 4 kilos de peso al día, desaparecieron los síntomas por completo y sin efectos secundarios.
Comparto mi Testimonio con todos los lectores de Dulce Revolución y le agradezco la difusión respecto a plantas medicinales y MMS-CDS.
La Dulce Revolución hace una labor preventiva estupenda difundiendo información veraz sobre plantas medicinales y conocimiento sobre salud natural ecológica y orgánica. Una labor que, en lugar de ser perseguida "como si fuese un delito prevenir, mejorar la salud de forma natural y salvar vidas", debería ser reconocida públicamente por la comunidad, los gobiernos y las instituciones de salud del mundo entero.
Los estudios clínicos que se hacen actualmente en Latinoamérica con CDS y MMS, tras ser validados por comités de ética y los muchos más que se harán en África y Oriente Medio, ayudarán a convencer a los gobiernos y al sistema sanitario mundial (ya que aún la mayoría siguen rechazando sin argumentos contrastados está alternativa preventiva y terapéutica, que es rápida, muy eficaz y sin efectos secundarios demostrados).
Pronto la labor de Josep Pàmies, Andreas Kalcker y otros más. dará frutos y se reconocerá científicamente la eficacia del MMS, CDS y Artemisa Annua, así como muchas otras plantas medicinales... , algo que cientos de personas sanitarios y no sanitarios, hemos comprobado en nosotros mismos y nuestras familias que se han curado en 48-72h sin secuelas ni efectos secundarios al tratarse con clorito de sodio activado o CDS (dióxido de cloro).
Mi nombre es Juan, tengo 75 (mayo 2020) y vivo en Pamplona. Deseo dejar testimonio de la curación en un 90 %, mínimo, hasta el momento, de una afección importante crónica que sufría hace 10 años, tomando durante 5 días 10 ml. del CDS en 1 litro de agua, recomendado por Josep Pàmies y siguiendo el protocolo señalado por Andreas Kalcker.
La enferma es mi mujer, María de 70 años, que padecía de una tos seca persistente con una presión en el pecho que ella describe como una gran flema adherida a los bronquios; a esto se sumaba una caída de ánimo intermitente que le restaba energía tanto física como anímica.
Los diferentes y variados tratamientos recomendados por médicos y terapeutas, tanto naturales como químicos (antiinflamatorios, antibióticos, mucolíticos, expectorantes, tranquilizantes y somníferos) no han hecho sino mejorar leve y temporalmente su problema bronquial y psicológico durante estos 10 años, a los que se remonta este problema, sufrimiento para ella y para la familia que le rodea.
Hoy es el día después de haber tomado, durante 5 días, el dióxido de cloro (CDS) en el que, por primera vez, la tos prácticamente ha remitido, la presión en el pecho se ha reducido un 90 % y su estado de ánimo ha mejorado notablemente.
Hay que añadir que durante la toma del CDS no ha tenido ningún efecto adverso, por el contrario, ha ido sintiendo la mejoría desde el primer día de la toma. En estos momentos no está tomando nada.
Mi nombre es José Roberto, tengo 38 años (mayo 2020) y vivo en una zona semirural, ciudad pequeña y tranquila. Quiero aportar mi testimonio sobre MMS.
Comencé el jueves 23 de abril de 2020. Tenía entre 37,5º y 36,7º. Mi alimentación es muy sana de vegetales y carne, consumo azúcar en bajas cantidades, lo mismo que la harina refinada. Tomo infusiones de plantas aromáticas regularmente como el cedrón, té, cáscara de naranja, moringa y plantas de mi propia huerta.
Practico deportes 6 días a la semana. No tengo una vida agitada y trabajo como persona independiente.
La región actualmente está siendo afectada por Dengue de todos los niveles, la más común de tipo D1. En ciudades cercanas se llegó a registrar casos de Dengue hemorrágico.
En junio del 2019 ya fui diagnosticado con D1. A base de esta experiencia pude reaccionar a tiempo para hacer este tratamiento antes de que empeorara sus síntomas que ya reconocía debido a que no había síntomas anteriores para justificar una febrícula repentina y un malestar intenso general.
Jueves 23 de abril
1ª dosis: 7:27 h con agua de canilla.
Sensaciones: De gas en el estómago. Sabor agradable. No corrosivo.
Comentarios: Se hizo protocolo de 5/5 gotas de cada compuesto en un litro de agua. Se colocó en la heladera en botellas de vidrio envueltas en toallas. Se bebe poco menos de un cuarto de vaso.
No llegué a tomar toda ya que vi que no se preparaba con agua que sea de la canilla.
8:30 h: Diarrea, molestia abdominal
2ª dosis: 9:10 h con agua mineral
Sensaciones: Sabor diferente, se siente más el sabor del mms, molestia abdominal.
10:00 h: Diarrea
13:00 h: Almuerzo
14:00 h: Hospital para análisis y descartar o confirmar dengue. Temperatura normal
15:00 h: Alivio casi total
3ª dosis: 15:10 h: Menos sensación de malestar estomacal.
19:00 h: Merienda. Malestar, sensación de fiebre.
4ª dosis: 20:40 h
22:00 h: Hora de dormir. Sensaciones de fiebre, dolores articulares, aunque no tan intensos como el día anterior. Fueron mermando con el pasar de las horas.
Viernes 24 de abril
8:30 h: Al levantarse los síntomas de la noche pasaron, solo quedaron dolores amplificados por el malestar cervical que ya tenía desde hace un año que produce otros síntomas.
Por iniciativa propia suspendí el tratamiento con MMS.
Decidí esperar un día al menos para consumir vitamina C.
Sábado 25 de abril
Todos los síntomas y malestares desaparecieron. Comencé a consumir vitamina C (jugo de dos limones por día).
Martes 28 de abril
Toma de análisis de Dengue.
Lunes 4 de mayo
Resultado de análisis de dengue. Di positivo en anticuerpos.
El MMS funcionó de forma muy rápida aliviando síntomas y contrarrestando la enfermedad. Dejé de tomar MMS antes de tomar casi un litro de la fórmula faltando dos medidas. En mi caso, sentí que ya era suficiente para que mi cuerpo hiciera el resto y se contrarrestara a su tiempo y forma al dengue.
Puedo deducir que fue de otra sepa, ya que los anticuerpos duran un año con la sepa que trasmitió el mosquito, en mi caso de junio del 2019 fue el D1. En este último diagnóstico no hicieron estudio de qué sepa de dengue fue.
En la anterior vez con el diagnóstico la duración fue de dos semanas aproximadamente de malestares y fiebre, 6 días en malestar y 6 días de recuperación en dolor y fiebre intermitente de alrededor de 38º.
Esta vez fue un febrícula de 37,5º de máxima.
Pienso que el haber iniciado el tratamiento al comienzo de los síntomas ayudó a que no avanzara la temperatura y la recuperación haya sido tan rápida.
Desde hace 4 años tengo un hongo en el dedo meñique que se desarrolla muy rápido y además es doloroso. Me quedó desde los días de trabajo en una pileta en el 2016. Este aparecía si usaba mucho tiempo un calzado con medias. En el día posterior a mi mejoría con el MMS usé todo el día medias y también usé mucho tiempo calzado y el hongo no apareció en todo el día, tampoco volvió a aparecer picazón por lo que seguí probando esto durante unos días más y deduzco que el hongo desapareció completamente.
A ustedes quienes publican esta verdad en la cura de enfermedades supuestamente incurables. En la actualidad les doy mi más grande agradecimiento y me siento en deuda ya que probablemente me salvaron la vida, ya que el diagnostico positivo por segunda vez suele ser letal.
Para mí son nada menos que los últimos valientes en esta tierra de tibios. Quisiera dar mi grano de arena por eso armé este registro y me propongo dar a otros esta cura.
Mi nombre es Ricardo Robles, tengo 44 años (abril 2020) y vivo en Puigcerdà (Girona). Quiero ratificar la eficacia del MMS y sus efectos positivos en síntomas que coinciden con los del Covi19 (aún no tengo prueba realizada para confirmar como positivo).
Lo he utilizado ante un cuadro de mucosidad, tos, malestar general durante una semana y en dosis muy pequeñas (1 día probé con 3 gotas activadas en 0,5 litros de agua, bebiéndolos poco a poco cada 20 minutos, 3 días con 5 gotas activadas en 0,5 litros de agua y 3 días con 8 gotas activadas en 0,5 litros de agua).
Actualmente estoy perfecto.
El primer día noté que tenía ruidos de movimientos peristálticos, pero no tuve ningún dolor.
Me ha regulado las deposiciones, siendo mejores de lo que han sido hace mucho tiempo. Tengo la sensación de haber hecho una limpieza intestinal.
Actualmente no tomo nada, pero próximamente voy a realizar el protocolo C de Andreas Kalcher de limpieza general:10 ml al día de CDS en 10 tomas (1ml/toma).
Mi nombre es Josep Maria, tengo 60 años (abril 2020), soy abogado y vivo en Pineda de Mar (Barcelona).
Sobre el 7 de abril mi tos empeoró de tal manera que casi me impedía dormir. Sentí también ahogo. No tenía fiebre. Decidí tomar MMS en una dosis activada de 16 gotas de clorito de sodio y 16 gotas de ácido clorhídrico, en 1 litro d agua. Tomaba un vaso cada hora durante el día. Mejoré de tal manera que en las noches siguientes ya dormí. La tos fue remitiendo. Ahora tengo tos de forma esporádica y alguna molestia de garganta, pero nada de ahogo.
Entiendo que sería necesario que se hicieran estudios clínicos para constatar las propiedades medicinales de este producto.
Mi nombre es Paco, tengo 69 años (mayo 2020), soy profesor jubilado de secundaria y vivo en Les Pallargues (Lérida). Quería explicar mi experiencia con el CDS.
La segunda semana de marzo, cuando empezó el confinamiento, mi mujer, un hijo mayor de edad y yo, nos cogió con estado físico muy bajo. Toses, mucosidad, malestar y dolores.
Mi mujer, que es de riesgo según la propaganda oficial, entró en pánico. Mi hijo cabreado por los síntomas y por la encerrona y yo, preocupado. Tenía a mi favor una carta: CDS recién elaborado, según el método Kalcker. Así que después de probar en mí, durante dos días, el protocolo F, del libro “Salud prohibida “ de Andreas Kalcker, propuse a mi mujer e hijo empezar a tomar el tratamiento.
Mi mujer estuvo de acuerdo, mi hijo prefirió otro protocolo, el de nariz y oídos.
Así que sobre el día 12 de marzo empezamos todos a tomar la preciada sustancia.
Sobre los días 18 a 19 de marzo, ya podíamos decir que los síntomas más molestos habían desaparecido. Mi hijo súper contento de estar sin dolor de oídos y poder respirar. Mi mujer ya no tenía pánico, aunque aún con preocupación, continuamente, me advertía que me pusiera los guantes, la mascarilla, que me lavara las manos, etc y cuando volvía de la compra a desinfectar todos los paquetes con agua oxigenada. Ella también se encontraba mejor y sorprendida de que dolores anteriores a la situación de confinamiento por el Covid19 también le habían desaparecido.
Yo también había experimentado todo ese tipo de mejorías y mi euforia iba en aumento.
El protocolo lo hicimos durante 15 días. Ni malestares de estómago ni diarreas, al contrario, sensación de energía y ganas de comer.
Me llamo Xavier, tengo 54 años (mayo 2020) y vivo en Llinars del Vallès, un pueblo del Baix Montseny (Barcelona).
Quisiera compartir con vosotros mi experiencia como presunto infectado por Covid19, aunque no ha quedado claro, pues tras varios tests, di negativo. Aun así, en el hospital donde estuve ingresado, me diagnosticaron síntomas propios del Covid-19.
El caso es que cursé fiebre durante 13 días y tos seca durante los últimos cuatro. Tras varias llamadas al CAP me diagnosticaron resfriado común y fiebre no especificada. Pero fuera lo que fuese me extrañó que la fiebre no remitiera y decidí pedir por correo el MMS. El pedido llegó el onceavo día y empecé con tres dosis de dos gotas al día que aumenté a tres al siguiente, al tercero añadí alguna dosis extra pues en sólo 2 días la fiebre remitió de golpe y me encontré mucho mejor. Una placa de tórax me había sido practicada 2 días antes y la dieron por buena (sin alteraciones radiológicas significativas). Aun así, me enviaron una ambulancia, pues el médico del pueblo detectó una pequeña infiltración y quería hacerme otra placa para quedarse tranquilo. Tan minúscula era la infiltración que en radiología ni la detectaron. Acepté la ambulancia, pues, aunque ya me encontraba mucho mejor, estaba hecho polvo después de 13 días de fiebre y prácticamente sin comer. Me hicieron una segunda placa y me ingresaron (no lo descartaba, pues el médico parecía preocupado y pensé que simplemente sería un ingreso corto, en observación, para descartar complicaciones y hacerme el test del covid19).
Para mi sorpresa recibí desde el primer día el tratamiento por infección de Covid19, aunque di negativo en un montón de pruebas, que yo sepa mínimo tres. Me hincharon de retrovirales y curiosamente en el hospital, empeoré.
Por cierto, un trato excelente y admirable por parte de todos los sanitarios que solo cumplían órdenes supongo, no sé si de gerencia o del ministerio de sanidad, pero hay un montón de medicamentos que me han administrado ilegalmente, pues solo están permitidos para tratamientos compasivos. En mi caso no vale la excusa del estado de alarma pues, repito, di negativo en al menos tres tests.
Lo que en principio era una pequeña infiltración empeoró en neumonía más seria. Después de unos 5-6 días aproximadamente mejoré y me estabilizaron, pero no lo suficiente como para coger el alta. Me llegaron a sugerir que podría estar semanas e incluso un mes. Ese mismo día una enfermera me preguntó si había tomado MMS antes de venir al hospital. Según ella (que ha visto curar mucha gente con MMS) maté el virus o lo que fuera en casa por eso remitió la fiebre y el malestar. En ese momento me agobié tanto que ideé un plan de choque para que me dejaran marchar a casa (dieta vegetariana, ejercicio físico, pranaiana, meditación... no paraba en todo el día y me ponía la máscara de oxígeno, mientras hacía gimnasia, al 100% para que me subiera la saturación).
Solo quería marchar de allí y llegar a casa para seguir el tratamiento, pues la enfermera me comento que nadie podía traerme nada al Hospital. Hice un repunte en sólo 3 días y, a pesar de que las últimas placas mostraban todavía restos de afectación pulmonar, tras insistir mucho y al verme mucho más recuperado, la doctora autorizó el alta.
Una vez en casa continué con el tratamiento y al día siguiente (solo un día !!!), me encontraba tan bien que pude hasta correr (muy lento, pero corrí!!!). Sólo medio minuto, pero sin ahogarme. Al notar tanta mejoría quería comprobar que no fuera efecto placebo, así que al día siguiente fui al centro de salud para pedir constantes vitales y la saturación oxígeno había subido a 99% (en el hospital no subía de 97-98 administrándome oxígeno).
Al cabo de dos o tres días más pedí que me auscultaran y la doctora no percibió crepitación en absoluto, sugiriéndome que los pulmones estaban ya limpios. Hace ya semanas que me encuentro perfectamente.
Eso sí, tiene efectos secundarios, pero beneficiosos. A parte de matar lo que fuera que me infectó, ha cesado un dolor intenso que tenía en una muela que se proyectaba al oído medio. Me ha aliviado mucho un dolor en el pulgar izquierdo que me diagnosticaron como posible artrosis y ya puedo correr seguido sin que me duela un pie que me operaron por múltiples fracturas hace unos tres años y quedó con secuelas.
Como quedé tan impresionado, dejé el tratamiento para revisar su eficacia y volvieron todos los males. Al reemprenderlo se me volvían a calmar los dolores hasta remitir casi por completo. Hice la comprobación cuatro veces. Ahora lo tomo a diario, según me pide el cuerpo. Duermo mucho mejor y me levanto más animado.
Que cada uno haga lo que quiera, pero yo lo tengo muy claro. El MMS funciona. Yo respeto a quien no desee tomarlo, pero ¿por qué no me respetan a mí? Hay gente que me ha criticado e incluso atacado por el mero hecho de explicar mi experiencia. ¿Qué significa todo esto? Hemos retrocedido a la Edad Media o quizá no hemos salido aún de ella. La persecución de Josep Pàmies es una auténtica caza de brujas. Ahora ya no hace falta la iglesia para quemar a los disidentes del horror del medievo, presuntas brujas o sanadores, ya se encarga nuestra impecable democracia en defensa del bien común.
En todo caso ¿es el MMS una solución definitiva a tantas dolencias? Parece haber un gran debate al respecto, pero ante tantos testimonios a favor ¿qué cuesta hacer de una vez por todas un estudio serio al respecto y dejar de condenar su uso con falsas noticias y desinformación?
En mi caso lo tengo claro, como dice una famosa frase: "Las ideas son corruptibles y manipulables, sólo los hechos son insobornables".
Quiero aprovechar para agradecer, felicitar y animar a Josep Pàmies y todo el equipo de Dolça Revolució por el esfuerzo que están haciendo en beneficio de la salud de todos nosotros.
Mi nombre es Lea, tengo 52 años (abril 2020) y vivo en Madrid. He visto el llamamiento para confirmar el tratamiento con MMS en el caso del Covid19.
Soy personal sanitario de un hospital en Madrid. Tenía síntomas que correspondían con los de Covid19. Di positivo en la prueba PCR que me realizaron a los cuatro días de empezar los síntomas y negativo a los 15 días. Entre los síntomas: fiebre 38,8 º, dolor de cabeza intenso, pérdida de olfato y gusto, dolor y calambres en todo el cuerpo, dolor como de quemadura en la cabeza y la cara. La falta de aire solo ocurrió en contadas ocasiones y recurrí a un aerosol.
Cuando llevaba cinco días tomando paracetamol y acetilcisteina, cesó la fiebre y el malestar, pero al día siguiente volvieron de nuevo todos los síntomas más agudizados. Al cabo de 10 días, contando desde el principio del episodio, decidí probar MMS y, ese mismo día, desaparecieron la fiebre y TODOS los síntomas. Puede ser casualidad o porque llevaba ya muchos días y vencí al virus, pero a mí me ayudó. Era la primera vez que lo tomaba.
Me resultó complicado encontrar los protocolos, quería algo rápido y no podía pararme a leer todo lo que me enviaban de grupos. Al final, una amiga me dijo que tomara 3 gotas activadas cada hora, durante ocho horas. Y solo lo hice un día y cesó la infección.
Me daba mucho respeto y probé primero con una gota, luego dos a la hora y seguí con tres, hasta completar siete tomas, porque empecé a tener náuseas y no me pedía el cuerpo más.
He participado en un estudio en mi hospital en el que investigan la inmunidad frente al Covid19 y me acaban de enviar los resultados: Tengo anticuerpos IgG. Voy a continuar en el estudio para saber si se mantiene en el tiempo.
Aparte de esto, estoy diagnosticada de fibromialgia, y creo que también me ha podido ayudar el MMS, porque me encuentro mejor. Y no tengo respuesta para esto. A no ser que la fibromialgia sea causada por una infección.
Mi nombre es Montse, tengo 57 años (abril 2020), trabajo de gerocultora en una residencia y vivo en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Quería compartir con todos vosotros mi testimonio sobre el Covid19 y el MMS.
Yo he estado en contacto con personas positivas (en el trabajo) y el día 14 de abril empecé a tener síntomas (tos seca, dolores musculares, cansancio, etc.). Ese mismo día empecé a tomar el MMS: empecé tomando 3 gotas activadas por la mañana y por la tarde, por la noche tomaba 6 gotas activadas. A partir del 19 de abril tomé 2 gotas activadas cada hora, unas 18 gotas activadas al día (dependiendo de la hora que me levantaba y desayunaba, dejaba pasar 1 hora y 30 minutos antes de empezar a tomar el MMS).
El día 20, me hicieron el test y di positivo en Covid19. Yo seguí tomando el MMS, y la tos no se me acababa de ir, pero cada vez me sentía que iba mejorando.
El día 24 me repitieron el test y ha salido negativo.
Tengo que decir que tenía mucha fe y confianza en que me estaba curando, pero el resultado me lo ha confirmado.
Sólo quería compartir con todos vosotros mi experiencia positiva.
Mi nombre es Claudia, tengo 48 años (abril 2020) y vivo en Marbella (Málaga). Deseo dar mi testimonio sobre cómo pude sanarme de este coronavirus usando el MMS.
El día 24 de diciembre de 2019 me atacó este virus dejándome totalmente postrada en cama sin poderme levantar ni para ir a hacer mis necesidades. Este virus se me hizo raro porque yo nunca me enfermo y pensé que era una gripe. Yo soy deportista y me cuido mucho. No me hicieron test porque todavía no se había extendido tanto, ya que fue en diciembre. Los síntomas fueron iguales a los del Covid19.
Al principio, dolores lumbares como calambres, al siguiente día me empezó a dar una irritación en la garganta acompañada de tos que me duró como 2 días hasta convertirse en neumonía. Eso fue como una mutación de varios síntomas que iban acelerándose: fiebre, fuerte dolor de cabeza, dolor en los huesos y músculos, debilidad muscular e infección pulmonar. Al respirar sentía como si mis pulmones se estuviesen inflando de aire, como si fueran a explotar. Sentía un silbido en ellos al respirar y no podía respirar normalmente. Me empecé a asustar mucho, no sabía lo que estaba sucediendo en mi cuerpo, pero noté que no tenía congestión nasal sino que esta gripe iba directa a los pulmones.
Una amiga está de testigo de cómo estaba de enferma. No podía más y entendí por qué los viejitos mueren con este virus, ya que es terrible. Estuve así, muy mal, durante 5 días, pues estaba usando un remedio que no era el adecuado hasta que se me ocurrió hacer uso del MMS. Activé 4 gotas en un vaso de agua. Esto lo hice 2 veces al día durante 2 días. Los síntomas de fiebre y el malestar general, desaparecieron de forma inmediata, pero la tos seguía. Investigué más a fondo y vi en el protocolo de Jim Humble que decía que para neumonía había que hacer inhalación solo de una gota o dos para que el gas limpiara los pulmones del virus. Así lo hice y pude eliminar la tos. Luego seguí con infusiones de cebolla y tomando planta de kalanchoe para subir mis defensas. En 24 horas estaba súper bien. Mi madre quedó sorprendida, ya que me querían llevar a urgencias y yo tenía fe en el dióxido de cloro.
En este mes de abril le hice el mismo protocolo a una persona mayor (75 años) que empezó con los mismos síntomas y sanó rápido.
Gracias Josep Pàmies, te admiro mucho por tu valentía y conocimientos y agradezco todo lo que estás haciendo.
Mi nombre es Conrado, tengo 66 años (abril 2020) y vivo en la provincia de Alicante. Yo era un poco desconfiado del clorito de sodio y de otros productos naturales. Me parecía demasiado simple, barato y fácil. Mi hija, que tiene 41 años (abril 2020), se encontraba muy mal, le faltaba el aire, no podía respirar, tos seca muy intensa, fiebre y mucho dolor de cabeza. Estaba a punto de llamar a la ambulancia. Llamó al número de teléfono que han habilitado en la Comunidad Valenciana. Le tomaron sus datos. En el caso de mi hija, después de hablar un médico con ella y, por los síntomas que ella le describió, la diagnosticaron como infectada por el covid19. Le dijeron que no podía salir de su casa y que debía hacer cuarentena forzosa.
Mi hija me llamó desesperada, porque estaba sola en un piso con su hija de 12 años. Estaba preocupadísima porque no podía respirar más y si la ingresaban a ella… ¿dónde dejaba a su hija? Porque nadie querría quedarse a su hija por el miedo a ser portadora. Durante la llamada, yo no la podía comprender porque tosía más que hablaba. Entonces fue cuando se me "encendió la lamparita" y le propuse probar, ante su desesperación, unos productos naturales que conocí a través de Josep Pàmies. Ella aceptó libremente probar con prudencia otra alternativa. Creo que eso la salvó.
Siguiendo las directrices de Andreas Kalcker y otros, le di el clorito activado con ácido clorhídrico en 1 litro de agua destilada: 22 gotas de cada componente. El estado de pureza del clorito es del 80% (seco en escamas) preparado al 28%, es decir en un botecito de 100 ml lleva 35 gr de clorito puro y se llena el botecito con agua destilada. Del ácido clorhídrico (en líquido) se pone 14,5 cc en el botecito de 100 ml y luego se llena con agua destilada.
Empezó tomando la solución durante todo el día, un pequeño trago cada hora y media.
También tomó própolis en polvo, se aplicaba plata coloidal en la garganta y nariz de 20ppm. También, 3 veces al día, tomó una solución concentrada en alcohol de Kalanchoe, artemisa annua, caléndula y cáñamo (cannabis). Le di vitamina C 1 gr. al día, (en este caso, separándola por 3 hs. de la toma del clorito), citrato magnesio 400 gr día, D3+k, 150 mcg y 50 mcg, Zinc y Selenio, L- glutamina 500mg. La artemisa también la tomó en cápsulas, además de equinácea, ajo, canela y espirulina. Además de llevarle todos estos productos, le llevé también alimentos porque no podía salir de casa a comprar.
Le dije también de evitar o reducir al máximo leche, azúcar y harinas blancas. Le aconsejé comer mucha fruta y verduras variadas, pescados pequeños como fuente de omega3, huevos, nueces, almendras, arándanos, frambuesas, muy poca carne y sólo si puede ser ecológica para no comer hormonas ni antibióticos.
También que realizara respiraciones profundas, tomar sol, caminar, moverse, beber 2 litros de agua al día, tomar un sorbo de agua de mar por su riqueza en minerales y dormir bien 7-8 horas min. Y como cura psíquica, emocional y espiritual le aconsejé apagar por completo la TV, y las noticias, que provocan miedo y pánico y esto deprime nuestro sistema inmunológico. Le propuse leer libros edificantes, buscar en internet videos educativos, constructivos, positivos, documentales de animales, naturaleza, etc. que leyese los Evangelios, es decir distanciarse del bombardeo negativo del pánico que no le favorecía para nada, etc.....
En menos de 24 horas remitió la tos y empezó a respirar normalmente. Todavía me cuesta creerlo. De este modo no solo se curó, sino que evitó ir al hospital, colaborando a que no se colapsara más de lo que está.
Casi todos los días la llamaban del centro de salud para saber cómo evolucionaba. Le dijeron que no hacían test y preferían mantener a los infectados en sus casas con un seguimiento telefónico, siempre que vayan superando la enfermedad.
Si el clorito (aparte de todo lo que le di) no hubiese funcionado, entonces creo que hubiese terminado en la UCI, ella y su niña.
Según mi opinión personal, el elemento más activo y decisivo en su mejoría fue el clorito, el resto del cóctel, por supuesto también tuvo su parte activa.
Mi hija a fecha de hoy, 18 de abril, está perfecta.
De forma telefónica le han dado el alta y ya no la llamaron más. Sólo ha recibido una llamada la semana pasada pidiéndole que se presente en el Hospital para que le hagan una extracción de sangre.
Mi nombre es Irene, tengo 37 años (abril 2020) y vivo en Madrid. El dia 7 de marzo comencé a tener síntomas del Covid19. Tenía dolor de cuerpo, dolor de garganta, dificultad para respirar, pérdida de gusto y olfato. Al día siguiente tuve fiebre por la noche. El día 9 comenzó con síntomas también mi marido. Inmediatamente empezamos a tomar MMS. Tomamos 3 gotas activadas 5 veces al día. Automáticamente desapareció la fiebre de los dos, los dolores de cuerpo y el dolor de garganta. Sólo perduró unos días más algo de moco transparente en la garganta. En nuestro caso hubo diarrea ligera sólo una tarde. No hubo ningún efecto secundario más. En unos 4 días mejoramos muchísimo. Llevo años usándolo, incluso con mis perros, y nunca me ha fallado ni nos ha producido ningún efecto secundario más allá de algo de diarrea puntual. Incluso cuando noto que me va a salir el herpes labial me lo tomo y no sale. Realmente funciona.
Mi nombre es Marisa, tengo 56 años (abril 2020) y vivo en La Rioja (en una región fuertemente castigada por el coronavirus). Soy bióloga de formación y me dedico a la micología aplicada. A principios de marzo hice varios viajes de trabajo, uno a Berlín y otro a Castilla la Mancha.
A mi regreso, el 13 de marzo, comienzo a sentir dolor de garganta y fuerte tos seca, posteriormente comienzo a sentir dificultad respiratoria, con flema incrustada en el pecho, pero no tuve fiebre. Ante estos síntomas activé el protocolo, llamando al número habilitado en la Rioja. Tardaron dos días en llamarme y darme algunos consejos a seguir.
Tras el fin de semana, me contacta mi médico de cabecera, y al contarle mis síntomas él piensa en un primer momento que era una bronquitis, ya que yo soy bastante susceptible a padecerla y me prescribió un corticoide (que no tomé) y un antibiótico (que tomé los primeros días, pensando en la bronquitis, antes de hacer el test). Yo por mi cuenta decidí reforzar inicialmente mi sistema inmune y tomé vitamina C, vitamina D, Zinc y un jarabe de equinácea, propóleo y tomillo, para la tos.
Unos días más tarde, cómo seguía con mucosidad en el pecho y dificultad respiratoria, mi médico me solicitó un test PCR para ver si tenía el coronavirus. Para su sorpresa di positivo a la presencia del SARSCoV2. Al saber que era positiva (dejé el antibiótico), pensé en tomar dióxido de cloro (CDS), pero no tenía en casa, así que lo pedí por internet y, mientras me llegaba, tomé plata coloidal, que también tiene propiedades viricidas.
En cuanto me llegó el CDS, abandoné la vitamina C, el Zinc y la plata coloidal y solo mantuve la vitamina D. Y comencé a tomar el CDS con el protocolo C (10 ml de CDS diluidos en 1 litro de agua). Dividí la botella en 10 tomas. La primera la tomaba 1 h después del desayuno y después cada hora, siempre respetando el tomarlo media hora antes de los alimentos y 1 h después de los mismos. Lo cierto es que mejoré mucho tras tomarlo, desapareciendo los problemas respiratorios y los síntomas de flebitis que también aparecieron.
Esta misma semana el martes 14 de abril, me hicieron un segundo test de PCR, donde ya no se detecta el virus, mi médico me llamó para felicitarme porque ya me había negativizado. Tengo los resultados de ambos test PCR. No los público, pero si fuera necesario puedo mostrarlos de modo privado.
He tratado de ser rigurosa y contar las cosas tal cómo son: comencé reforzando mi sistema inmune y después tomé el CDS (dióxido de cloro estabilizado en agua).
Nada me gustaría más que en España se hicieran estudios clínicos con todo el rigor científico para constatar las importantes propiedades medicinales del dióxido de cloro y todo lo que puede aportar para la conquista de la salud.
Gracias por ofrecerme la oportunidad de compartir mi testimonio.
Mi nombre es Ramón, tengo 67 años (abril 2020) y vivo en Olesa de Montserrat (Barcelona). Quiero dar testimonio de mi experiencia con el MMS. Soy persona de riesgo, ya que soy asmático.
Hacía unos días que no me encontraba bien hasta el punto de desencadenar una crisis asmática. Durante solo 2 días tomé 4 gotas activadas de MMS en un vaso de agua en una sola toma, por la mañana y se me pasó el asma y el malestar que tenía desde hacía varios días.
En estos momentos no lo estoy tomando. Lo uso en circunstancias puntuales, como resfriado o asma.
Mi nombre es Carol, tengo 44 años (abril 2020) y vivo en Sant Antoni de Vilamajor (Barcelona). Hace unos días me puse en contacto la Dulce Revolución para ver cómo podía tomar el MMS.
Me encontraba fatal, cada vez tenía más tos, ataques de tos, alguna noche no dormía. Estaba realmente asustada. El lunes 23 de marzo me tomé 3 gotas activadas (3 gotas de clorito y 3 de ácido), el martes 24 subí a 6 y el miércoles 25, que fue cuando contacté con vosotros, empecé con 8 gotas activadas en 1 litro de agua. He notado cada día cambios positivos. Dejé de tener los ataques de tos el martes y ayer viernes (día 27 de marzo) ya casi apenas tenía tos.
Lo he recomendado a mucha gente desde mi propia experiencia, nunca sabré si tengo el coronavirus o no, pero está claro que conozco mi cuerpo, no fumo desde hace 12 años y jamás he tenido una bronquitis. Gracias por transmitir la información, gracias de verdad, porque no sé cómo hubiese acabado mi historia. Los jarabes de la farmacia y el paracetamol no me han hecho nada, cada día me encontraba peor, cada día los ataques de tos eran más constantes.
Sigo tomando el MMS (15 gotas activadas en 1 litro de agua), ya que leí que no lo dejara hasta que me encontrara bien del todo. Desde la segunda toma que no tengo ataques de tos, pero han tenido que pasar más días hasta que la tos ha remitido casi del todo. La mejoría la noté desde el primer día, al principio la noté mucho porque era mucha la tos que tenía, luego ha sido más lentamente. Como me sentía muy cansada, estuve algunos días tomando moringa. Ahora ya solo tengo un poco de tos por la mañana y por la noche, antes de dormir. La tos que tengo ahora ya no es seca, estoy sacando la mucosidad y la estoy calmando con un jarabe natural a base de cebolla, ajo, miel, limón y jengibre.
Hoy, día 6 de abril, empezaré a reducir la dosis, ya que me encuentro mejor y si es verdad que por la tarde-noche noto un poco de angustia, pero ceno algo y se me pasa.
Mi nombre es Aurora, tengo 50 años (abril 2020) y vivo en una zona entre Castellón y Valencia. Mi marido tiene 51 años, es hipertenso. Trabaja en una fábrica de cerámicas (como muchos de esta zona). Debido a este trabajo muchos crean alergias y otras patologías como hernias discales, etc.
Hacia el 20 de diciembre del 2019 empezó a toser. Justo en la época que aquí aparece el polen con más fuerza, debido al clima donde vivimos. El año anterior, ya le había pasado en las mismas fechas, pero con menos fuerza. No se le iba con nada. Una amiga nos dio Té de roca y con infusiones la tos se le fue desapareciendo poco a poco.
Pero en diciembre pasado le volvió a dar con más fuerza, con una tos persistente y molesta, provocándole el vómito. Estaba débil y no podía descansar ni de noche ni de día. Fue al médico de la mutua y le mandó un jarabe que no logró hacerle nada, luego fue al médico de cabecera y le mandó unos sobres, con los que tampoco encontró mejoría.
Pasaban los meses sin encontrar mejoría y a primeros de marzo volvió al médico de cabecera, porque los vómitos eran constantes. No podía retener nada en el cuerpo. No había tenido fiebre, pero al no comer, había perdido peso. El médico le recetó un jarabe, un protector de estómago, corticoides y un aminoácido. Le dio la baja durante una semana.
Ya empezaban a verse casos de Covid19 y yo ya había pedido el MMS para prevenir el virus. Cuando me llegó, le di 3 gotas activadas, en ayunas, en un vaso de agua, como pone el protocolo. Como era la primera vez no quería arriesgarme y solo se tomó 3 gotas. Por la noche ya no tosió, pudo descansar y la tensión la tenía regulada, que incluso con medicación para la tensión, no se regulaba.
El clorito de sodio lo tomó así tres días consecutivos; aunque también siguió el tratamiento médico a la par.
Mi nombre es Luciana, tengo 38 años (abril 2020) y vivo en Lérida. Deseo brindar un testimonio documentado de la aplicación del clorito de sodio para la remisión de una infección respiratoria de tipo viral que considero fue un Covid19.
El primer punto a aclarar es que no tuve un diagnóstico médico clínico, dado que decidí conscientemente no concurrir a ningún centro sanitario ni hacer ninguna consulta a ninguno de los números de “información telefónica”.
Informar que, pesar de no estar en el ejercicio de la profesión, yo soy técnica superior en laboratorio de análisis clínicos y también tengo cursados algunos años de biología en la universidad.
Como yo sé fehacientemente el tipo de sintomatología a tener en cuenta, al notar que iniciaba un estado gripal, comencé a controlar y medir la fiebre y las apneas. No pude registrar fiebre porque desde el inicio temprano de los síntomas empecé a tomar paracetamol de 1 gramo cada 8hs y un sobre de acetilcisteína (fluidificador mucolítico de las vías respiratorias) 600 mg al día.
Entonces inicié de inmediato la búsqueda del clorito de sodio por diferentes plataformas y redes hasta que di con una gente de confianza y me lo enviaron. Entre la búsqueda y la obtención del producto pasaron 4 días en los que pude constatar como los períodos de apneas eran cada vez más insuficientes del siguiente modo:
Día 1: 1’20” de capacidad
Día 2: 1’ con mucha dificultad
Día 3: 50” con mucha dificultad
Día 4: no llegaba a los 30” en ninguna de las mediciones
Día 5: el clorito llegó y de inmediato inicié su administración por vía oral y del siguiente modo:
Activación de 3:3 gotas de clorito de sodio al 24% con ácido clorhídrico al 4% durante 1’30” en un vasito de vidrio perfectamente limpio y seco. A continuación añadí 200 cm3 (un vaso) de agua y lo ingerí 1 hora después de la comida del mediodía.
De inmediato puse 7 alarmas consecutivas en el móvil pautadas cada 15’ para así completar las 8 tomas indicadas en el protocolo F y repetí el procedimiento lavando y secando perfectamente el vasito de activación del producto cada una de las veces.
Tuve alguna ligera molestia estomacal y en la madrugada de ese mismo día sentí molestias gastrointestinales que derivaron en una diarrea que comenzó a las 4 am de esa misma noche.
Las deposiciones no fueron más que 2 y lo que pude observar fue el olor característico de una infección intestinal de las que suelen tener a veces los recién nacidos. Evidentemente los microorganismos habían sido depurados por la vía digestiva y renal, dado que con todo ese líquido extra se orina con mucha frecuencia. Asimismo indicar que la orina no tenía la nitidez característica de las grandes ingestas de líquidos.
Al siguiente día pasé al protocolo C que consiste en activar 10:10 gotas en un litro de agua que va bebiendo en el transcurso del día. Este mismo día también comencé a aplicar 3 atomizaciones de tintura de artemisa en la garganta 2 a 3 veces por día. Indicar también que durante el transcurso del tratamiento dejé de tomar zumo de naranjas, café y té por sus efectos contrarios al producto al contener una alta concentración de antioxidantes.
Continuando este mismo protocolo durante 3 días consecutivos experimenté la total remisión de los síntomas, aunque cabe indicar que no tardé ni 24 horas en recuperar la capacidad respiratoria inicial.
Mi nombre es Carlos, tengo 60 años (abril 2020) y vivo en Guinea Bisáu. En noviembre de 2011, cogí una neumonía diagnosticada en del Hospital de San Louis (Senegal), después de un mes en Mauritania, con fiebre, excreción de flema verde en cantidades ingentes, debilidad extrema, etc.
Cuando utilicé el MMS, en solución de 9 gotas activadas en un vaso de agua (9 gotas de clorito y 9 de ácido cítrico), y a las 6 horas 6 gotas activadas más, cuál fue mi sorpresa que en 24 horas desapareció sintomatología, tos y flemas.
Mi nombre es Carlota, tengo 57 años (marzo 2020) y vivo en Madrid. Antes del 8 de marzo tenía síntomas de constipado. Tenía pensado ir a la manifestación, pero al ver las noticias y sintiéndome como me sentía, decidí no ir. Comencé a tomar en infusión artemisa annua con stevia, pues la artemisa es muy amarga. Me tomaba 2 infusiones al día. Otras veces la mezclaba con tomillo, uña de gato y zumo de limón.
Llevaba como una semana con fiebre de más de 38º C. Sobre el 13 de marzo decidí ir al ambulatorio, pues seguía encontrándome mal. Me auscultaron y me dijeron que no tenía nada, pero esa noche, comencé a empeorar y al tener fiebre llamé al ambulatorio para hablar con el médico y me dijeron que fuera otra vez. Yo me encontraba mal para salir y no fui. Además, estaba al cuidado de mi madre (86 años) que también estaba mal (persona dependiente) y no podía dejarla sola. Al día siguiente, un médico me llamó por la tarde y le conté los síntomas: tos, flemas, dolor en costado izquierdo y fiebre 38´4 ºC.
Mi madre dejó de comer y beber y no podía darle sus medicinas. Llamé al médico para mi madre al día siguiente y vino, pero no le hizo mucho caso. Cuando se enteró que yo tenía fiebre se quedó muy preocupado, y volvió a decirme que fuera a urgencias.
El día 18 de marzo ya tenía flemas con sangre por la boca y la nariz y mi madre se estaba muriendo. No había forma de que vinieran a ponerle una vía intravenosa para que le administrara suero y morfina. Mi sobrino fue a un veterinario para que le vendiera suero, pero como no sabíamos poner una vía se lo administrábamos por vía subcutánea.
Un vecino le dio a mi hermana el MMS y mi hermana me lo trajo. Este vecino me dijo que activara 8 gotas (8 de clorito y 8 de ácido) en media botellita de agua mineral y que me lo fuera tomando poco a poco durante 6 horas. Al siguiente día tomé 4 + 4 gotas activadas porque no tenía más.
El día 20 de marzo murió mi madre a las 13:30 h, por la tarde se la llevaron. Fue muy duro. No le habían hecho ningún test pero en el certificado de defunción figura “neumonía provocada por Covid19". No pude darle MMS porque no tragaba y se ahogaba.
Cuando murió mi madre, yo ya no tenía tos, las flemas eran blancas, sin sangre y el dolor del costado había desaparecido y la fiebre era de 36,5 ºC.
En estos momentos yo estoy bien, aún triste y tocada emocionalmente por lo que ha pasado y está pasando, pero físicamente me siento bien. Creo que yo también pasé el Covid19, aunque nunca me hicieron la prueba porque el hospital carecía de ella.
Sigo tomando 25 gotas de espino blanco, melisa y olivo (1 o 2 veces al día).
Mi nombre es Berta, tengo 38 años (febrero 2020) y vivo en El Vilar d´Urtx (Girona). Mi hijo Oriol de 9 años, sufre de asma. En primavera se le complica con la alergia que sufre al polen y en invierno con los resfriados. Cada vez iba a peor. Los médicos nos recomendaron vacunarlo una vez al mes durante unos años y, al mismo tiempo, medicarlo a diario. Nosotros optamos por no hacerlo, así que buscamos una manera natural de tratarlo, pero nos costó mucho encontrar un especialista que nos ayudase. Hacía 3 años que tratábamos a Oriol de manera natural con varios especialistas sin ningún resultado. Una prima mía me había hablado de los Pàmies, así que un día, por internet empecé a leer su web y encontré un apartado de testimonios de madres / padres con niños con los mismos problemas que Oriol, donde decían que los niños habían curado o mejorado de manera sorprendente, así que fuimos a visitar Aleix Pàmies a Balaguer.
Empezamos a tratar a Oriol con Aleix en julio de 2017. Le dio una dieta sin lácteos, baja en gluten y le sacó los alimentos que le hacían subir la histamina. Lo complementó con las infusiones de Perilla y en primavera con unas cápsulas. También le dio un jarabe para reforzar el sistema inmunitario y probióticos para rehacer la flora intestinal.
En invierno de 2018 Oriol ya sólo tuvo dos crisis asmáticas y en primavera de no ha tenido ninguna. En un año Oriol ha mejorado de manera sorprendente. Cuando tu hijo deja de sufrir, tú dejas de hacerlo también.
Estamos muy contentos de haberos conocido.
Mi nombre es María, tengo 62 años (enero 2020) y vivo en Madrid. Hace unos 6 años fui diagnosticada asmática de por vida. Cuando me dio la doctora las múltiples rectas con medicaciones varias, entre ellas, cortisona, se las dejé en su despacho. Nunca había sido asmática y sospeché que algo podría haber provocado esto. Mi hija había traído un gato a casa y solicité pruebas de alergias.
Cuál fue mi sorpresa que me preguntan si como mucho pescado a lo que contesto que casi a diario y me dicen que tengo una alergia al anisakis y que no puedo seguir comiendo pescado.
Ya había empezado a tomar perilla de Dulce Revolución y en un mes yo ya no tenía el asma.
Leí que los japoneses envolvían el pescado en hojas de perilla para matar el anisakis.
Nunca más me volvió el asma. De no haber tenido esa inquietud de investigar por mi cuenta hoy no tendría ya huesos de la cortisona que me iban a mandar y demás medicación con las consecuentes secuelas.
Mi nombre es Nieves, tengo 45 años (enero 2020) y vivo en Ibi (Alicante). En junio de 2018 Pepe (con 68 años) empezó a notar dolores de cabeza todas las tardes, no le dio demasiada importancia y lo achacaba a los problemas que tenía con la dentadura porque tenía una infección en las muelas. Así pasó el mes de junio y el mes de julio. Durante el mes de agosto además de los dolores de cabeza, empezó a encontrarse mal, tenía náuseas, vómitos y poco a apetito por lo que empezó a perder peso. Fuimos al médico en varias ocasiones, pero no nos daban ningún diagnóstico.
Teníamos cita en el dentista y se lo dijimos al médico, nos dijo que una vez que el dentista lo tratara, si a los 15 días no se encontraba mejor, que volviéramos a su consulta. Fuimos al dentista, le quitó los dientes de la parte superior que le estaban ocasionando problemas y le pusieron dentadura postiza. A pesar de esto, seguía encontrándose mal. Durante todo el mes de septiembre fue un ir y venir del dentista al centro de salud y al hospital y Pepe seguía perdiendo peso y deteriorándose.
Fue a mitad de septiembre en una de estas visitas al centro de salud, que mientras esperaban para consulta, un médico, conocido de la familia, lo saludó y le preguntó qué hacía allí. Le explicó todo lo que estaba pasando y como se sentía y este médico lo envió a rayos para hacerle una radiografía. En la radiografía aparecía una mancha en el pulmón derecho, en seguida lo ingresaron en el hospital para hacerle más pruebas, entre ellas un TAC en el pecho y ahí estaba. Un tumor en el pulmón derecho. Estuvo ingresado una semana. Durante su ingreso empezaron a medicarlo con corticoides para la inflamación y notó mejoría, ya no le dolía la cabeza, ni tenía vómitos. Le hicieron un nuevo TAC, esta vez en cerebro para saber si había metástasis y desgraciadamente sí que había. Comenzó con el tratamiento de quimioterapia la última semana de septiembre 3 días seguidos, los días 25, 26 y 27, de martes a jueves. No tuvo apenas efectos secundarios de esta primera quimioterapia.
El diagnóstico era muy grave, los médicos nos dijeron que iban a hacer todo lo posible, pero que teníamos que estar preparados porque iba a ser muy duro. No fueron específicos en el pronóstico, pero no era nada positivo.
Cuando nos dan la noticia de que tiene un tumor en el pulmón derecho, un tumor que mide 8 cm con metástasis en el cerebro y que le quedaban pocos meses de vida y con mucho sufrimiento, nos hundimos, pero después de unas horas pensamos que no podíamos quedarnos de brazos cruzados, que teníamos que hacer algo. Durante los días que estaba ingresado, no paramos de investigar, leer, ver vídeos, testimonios de otras personas que habían superado el cáncer y cómo lo habían hecho.
El cáncer es una consecuencia de malos hábitos que contaminan el cuerpo y esto crea un entorno tóxico para las células, así que había que cambiar los malos hábitos por otros buenos y depurar ese cuerpo para que las células cancerígenas desaparecieran. Así que lo primero que había que hacer era eliminar las toxinas a través de una alimentación adecuada. Hace unos cuatro años estuvimos en una conferencia que hablaban de alimentación y enfermedades. Unos de los ponentes era un nutricionista que tiene su consulta en Castalla. El 25 de septiembre nos pusimos en contacto con él y nos dio cita para el 1 de octubre.
El viernes día 28 de septiembre le dieron el alta y nos fuimos a casa. Estábamos hundidos, tristes, impotentes, pero nos negábamos a aceptar la noticia, a aceptar que no había nada que hacer. Esa misma tarde fuimos a Alicante a la consulta de un médico homeópata al que hace años que visitamos cuando tenemos cualquier problema de salud o queremos hacerle alguna consulta relacionada con la salud. Cuando leyó el informe médico, nos confirmó el diagnóstico del médico del hospital: “la situación es muy grave y no hay nada que hacer. Va a morir de este cáncer. Os esperan tiempos muy duros. Disfrutarlo mientras esté con vosotros”.
La noticia nos cayó como un jarro de agua fría. Habíamos acudido a él con la esperanza de que nos dijera que había terapias y tratamientos alternativos o complementarios para luchar contra el cáncer y que nos dijera qué podíamos hacer o dónde acudir. Sin embargo, eso no pasó. Nos dijo que lo sentía mucho y que nos daba mucha fuerza y ánimo. Que le diéramos mucho amor y cariño y nos dijo algo muy importante: “permitiros y permitirle llorar. Soltar todos esos sentimientos y esa pena porque es muy necesario para sentir alivio y poder seguir día a día. No pretendáis hacer como que no pasa nada, haciéndoos los fuertes y no exteriorizando lo que lleváis dentro porque es peor y podéis enfermar”. Salimos de la consulta destrozadas ¿Cómo podía ser? ¿Ya estaba? ¿Eso era todo? ¿Era este el fin? La única persona que pensábamos que nos podía ayudar nos acababa de decir que no se podía hacer nada, FIN. En ese momento nos hundimos más todavía, no podíamos hacer nada más.
El día 1 de octubre fuimos a nuestra primera consulta con el nutricionista y a partir de ahí, empezó una dieta para limpiar y depurar su cuerpo y su organismo. Había que cambiar el hábitat de acidez donde vivían las células por un hábitat alcalino.
A principios de octubre un amigo de la familia, Paco, se ofreció para hacerle sesiones de Reiki. Nosotros aceptamos porque creemos mucho en la fuerza sanadora de la energía y eso sería una ayuda más para conseguir detener el tumor. Venía todos los días a casa a hacerle reiki, él sabía que estábamos investigando y buscando respuestas, por eso nos habló de Josep Pàmies, un señor de Cataluña que había demostrado que el cáncer se podía curar a través de plantas medicinales. Nosotros habíamos oído hablar de él anteriormente y por eso nos sonaba el nombre.
Los días 15, 16 y 17 de octubre le dieron la segunda sesión de quimioterapia, pero en esta ocasión sí que hubo efectos secundarios. Le bajaron las defensas y tuvo una infección que le provocó fiebre. Le salieron llagas por la boca y la garganta. El miércoles 24 de octubre por la mañana, al no bajarle la fiebre lo llevamos al hospital e ingresó en estado muy crítico. El médico nos dijo que la infección lo había debilitado mucho y que podía fallecer. Así estuvo durante 48h. El viernes 26 de octubre salió de peligro y el lunes 29 de octubre le dieron el alta. Durante el tiempo que estuvo ingresado, nosotros seguíamos investigando y leyendo todo lo que caía a nuestras manos. Paco iba al hospital a hacerle Reiki todos los días.
Estando en el hospital conseguimos el email de Josep Pàmies y el 25 de octubre nos pusimos en contacto con su sobrino Aleix, le enviamos el historial y los informes médicos y nos sugirió un tratamiento a base de infusiones y extractos de plantas, entre ellas la graviola. El día 27 de octubre hicimos el pedido de plantas y a principios de noviembre empezamos con el tratamiento de Pàmies. Casualmente, hablando de la enfermedad con una amiga, nos dijo que su hermana tenía una herboristería en Galicia, que conocía la graviola y que la tenía en cápsulas de manera que el concentrado de graviola era mayor que tomarla en infusión. Nos pusimos en contacto con ella para comprarle las cápsulas y nos recomendó que tomara también cúrcuma para la inflamación y moringa para mejorar sus defensas.
El 8 de noviembre, Paco, vino a casa con un producto llamado MMS, Clorito de Sodio. Es un concentrado depurativo para hacer el agua potable. Nos explicó que había sabido que puede combatir el cáncer y quería que lo conociéramos. Nos pusimos a investigar durante los días siguientes para saber más y tener más información. Pepe estaba dispuesto a tomarlo, así que hicimos el pedido y empezó a tomarlo el 12-13 de noviembre. Lo estuvo tomando desde noviembre de 2018 a mayo de 2019. Empezó con 3 gotas activadas y fue subiendo hasta una dosis máxima que en él, fueron 15 gotas diarias.
De esta manera empezamos el tratamiento complementario al tratamiento del hospital para acabar con el tumor: nutricionista, tratamiento a base de plantas, Reiki y MMS.
El día 15 de noviembre le hicieron el segundo TAC. El día 22 de noviembre, nos llamó el oncólogo y nos dio los resultados del TAC, el tumor había reducido y la metástasis tampoco había ido a más. ¡Fue una gran noticia! Cuando fuimos a consulta, decidieron no seguir con el tratamiento de quimioterapia porque no la había tolerado bien, y decidieron darle 10 sesiones de radioterapia en el cerebro.
Mientras tanto, nosotros seguíamos leyendo e investigando y aprendimos mucho sobre la enfermedad y el funcionamiento del cuerpo y la mente de las personas. Aprendimos que una persona no está formada solamente de un cuerpo y unos órganos, las personas somos también energía, poseemos una mente que es muy poderosa y que nuestros pensamientos, emociones y experiencias pasadas influyen de forma muy significativa en nuestra vida y nuestra salud.
Analizamos todo lo que estábamos haciendo:
Estábamos trabajando el cuerpo a través de la alimentación, las infusiones y los concentrados de hierbas y la energía a través del reiki y la meditación. Pero teníamos que sanar también una parte muy importante: la mente, a través de los pensamientos y las emociones. A principios de diciembre hicimos una terapia familiar con caballos para ayudarnos a detectar y liberar problemas, emociones y traumas que arrastrábamos del pasado. Esta terapia fue solo un paso más en este proceso, fue hacernos más conscientes del poder que tienen las experiencias pasadas en nuestra vida y cómo aprender a soltarlas para que no nos afecten en nuestra vida actual. Hacernos más conscientes también de que es un trabajo constante el gestionar las emociones y los pensamientos que son muy poderosos y pueden ocasionarnos enfermedades y no vivir una vida plena, sana y feliz.
Durante el mes de diciembre recibió el tratamiento de las 10 sesiones de radioterapia que acabó el 24 de diciembre. En enero le hicieron un nuevo TAC y el 8 de febrero nos dieron los resultados. El tumor había reducido de 8cm a 3cm, la metástasis del cerebro también había reducido. Se consideró darle otras 10 sesiones de radioterapia en la zona paratraqueal porque ahí quedaban células cancerosas activas. Pero las noticias fueron muy buenas y animaron a Pepe a seguir luchando porque todo el esfuerzo estaba valiendo la pena y estaba dando resultados.
En marzo le dieron las sesiones de radio y en abril le hicieron un nuevo TAC, en mayo nos dieron los resultados y en esta ocasión fueron extraordinarios. En el cerebro y en la zona paratraqueal no quedaba casi nada y el tumor del pulmón apenas medía 1 cm, medía 9mm. La alegría fue inmensa. El médico en esta ocasión decidió no darle ningún tratamiento más y esperar a ver cómo el cuerpo reaccionaba por sí solo. En julio le hicieron un nuevo TAC y los resultados fueron mejorando, el tumor ya solo medía 8mm. Estábamos consiguiendo que el cáncer fuera desapareciendo.
El último TAC ha sido en octubre y en esta ocasión el oncólogo confirmó que el tumor había desaparecido totalmente. Su cuerpo está limpio de tumor y metástasis.
Durante 8 meses seguimos al pie de la letra todo lo que el nutricionista nos recomendó. Actualmente sigue cuidando mucho su alimentación tomando productos sanos y ecológicos.
En junio realizamos una sesión de Constelaciones familiares.
Ahora estamos siguiendo un tratamiento de biocuántica que consiste entre otras cosas, hacer una dieta para que el fórnix ayude a limpiar el cuerpo de toxinas, patógenos y virus, bacterias, etc.
Desde hace un mes ha comenzado a hacer ejercicio físico para fortalecer el cuerpo y recuperar masa muscular.
Tenemos que destacar que Pepe ha sido muy buen enfermo, ha tenido una actitud muy positiva durante todo el tiempo y ha estado muy predispuesto a tomar y a hacer todo lo que hiciera falta. También ha tenido mucho apoyo y mucho amor de la familia y amigos.
Tratamientos llevados a cabo:
A continuación, detallamos el tratamiento de hierbas que nos recomendó Aleix Pàmies:
Vaso en ayunas de ARTEMISIA ANNUA (1 cucharada de postre por elvaso de infusión).
Durante el día beber de 0,5L a 1L de la mezcla para el cáncer (ortiga, caléndula y milenrama).
Graviola (en lugar de infusión se las toma en capsulas, 3 al día).
Una cápsula de Cardo mariano.
Cataplasmas de COLA DE CABALLO y arcilla en la zona afectada.
SEMILLAS DE ALBARICOQUE: 2 mañana y 2 tarde.
Mi nombre es Elisabet, tengo 64 años (abril 2019) y vivo en Manresa (Barcelona). Hace alrededor de 2 años me detectaron un adenocarcinoma de 9 cm en el pulmón con ganglios afectados en el mediastino y en la cavidad abdominal y metástasis en el cerebro y en el colon. Era cáncer en estadio IV. El pronóstico no era muy reconfortante: no me daban más de 1 año de vida.
Empecé el tratamiento con quimioterapia. Después de 6 sesiones tuve que dejar el tratamiento, pues me causaba anemia. El tumor había reducido 2 cm. Fue entonces cuando empecé a seguir los consejos del señor Pàmies tomando kalanchoe todos los días, infusiones de la mezcla de: hojas de ortiga, flores de caléndula y flores de milenrama, infusiones de Artemisa annua. También tomaba cápsulas de cúrcuma (500 mg).
Cambié completamente mi alimentación, eliminando los fritos, los productos procesados, las carnes rojas, reduciendo a 2 días por semana la ingesta de carnes blancas o pescado, tomando agua de mar y extracto de cannabis. Pasé a una alimentación alcalinizante.
La metástasis del cerebro desaparició y también las adenopatías. La metástasis del colon se resolvió con cirurgía y me recuperé de la anemia. El tumor primario fue reduciendo de tamaño. En cada tomografía se detectaba una reducción de 1 a 2 cm. hasta que llegó a medir 2,5 cm. En este momento se decidió eliminar lo que quedaba del tumor mediante radioterapia.
Después de más de 2 años de finalizar los tratamientos, el cáncer no se ha vuelto a manifestar. Sigo con la alimentación alcalina, las infusiones , los baños de sal y los productos ecológicos, intentando eliminar al máximo los tóxicos. También sigo tomando kalanchoe, alternándola con infusiones de graviola.
Recomiendo al cien por cien la medicina natural y complementaria, no como sustituta de la convencional, sino como una ayuda muy valiosa que, junto con una dieta correcta, ejercicio físico y una actitud positiva, pueden ayudar a la recuperación e incluso la curación de enfermedades para las cuales la medicina convencional no ofrece resultados definitivos. Estoy convencida de que los consejos de Pàmies y su equipo me han ayudado mucho en este sentido.
Mi nombre es Agustina, tengo 43 años (abril 2019) y vivo en La Sénia (Tarragona). Quería dar a conocer mi testimonio de cómo superé una bronquitis muy fuerte gracias a leer testimonios de vuestra web y gracias a vuestras recomendaciones. Cogí una bronquitis. Tenía mucha tos y mucho moco en el pecho que me provoca ahogo, no pudiendo estar acostada.
Al ir al médico me recetó cortisona, me puso una mascarilla en el centro de salud y para casa me recetó inhaladores. No notaba mejoría, incluso noté que tenía más tos y que ésta iba a más.
Leí un testimonio parecido al mío que decía que tomaba infusión de llantén, stevia y tomillo. Tengo que decir que me quedé muy sorprendida cuando a la primera infusión noté mucha mejoría: podía respirar mejor, me sentía el pecho más ligero y la tos iba a menos.
Durante un mes (ya no tomo nada), tomé tres infusiones diarias y cada vez estaba mucho mejor. Dejé la medicación en seguida.
Agradezco vuestro trabajo y la difusión de testimonios que me ayudaron mucho.
Mi nombre es José Luis, tengo 44 años (septiembre 2018) y vivo en Algeciras (Cádiz). En junio de 2014 cuando tenía 40 años, al salir de trabajar noté algo de frío, como cuando te vas a poner malo, con fiebre. Durante 3 días tuve fiebre, pero no notaba ningún síntoma. Al ver que no bajaba acudí al médico, el cual me dijo que todavía no había dado la cara lo que fuese y que probablemente sería un virus.
Después de ir a urgencias 5 veces con fiebre alta, deciden ingresarme para hacerme pruebas. Me diagnostican tuberculosis miliar. Una tuberculosis que ataca a los órganos internos por la sangre, pero que no es contagiosa. Me afectó a los pulmones. Estuve ingresado 20 días, después de este tiempo me dan el alta con una medicación fuerte. Tomaba 10 pastillas al día.
Un mes después vuelvo a ingresar por náuseas y hepatoxicidad. Debido al tratamiento tenía los niveles 3 veces los niveles por encima de lo normal. Suspenden el tratamiento y me recetan otro más tolerable.
Al cabo de dos meses vuelvo a ingresar, pues tenía mucho dolor de espalda que se extendía hacia la barriga. El médico me manda a hacer una ecografía y se visualiza granulomas en el bazo y en el hígado. Con un TAC me lo confirman, pero dudan si es sarcoidosis, una enfermedad del sistema inmunitario. Me hacen una broncoscopia y consiguen coger un granuloma, pero siguen como siguen dudando después de los resultados me envían al hospital de Cádiz para hacerme una biopsia de pulmón.
Estaba muy asustado porque veía que no se aclaraban entre ellos y me di cuenta que la medicina estaba a años luz de como yo me la imaginaba. Yo no quería operarme, dentro de mí había algo que me decía que no y quise una segunda opinión, pero pusieron todo tipo de trabas y al final decidí operarme. Me arrepentí porque no fue determinante para nada, sólo querían saber que era, pero para mí tratamiento no era necesario. Me comentaban que lo que me pasaba a mí nunca antes lo habían visto en los años que llevaban trabajando.
Recuerdo que fue una recuperación muy dolorosa, pues lo que iba a ser sólo una operación con laparoscopia acabó siendo una operación a cielo abierto. Me cortaron dos trozos de pulmón, debido a una complicación. Durante un mes estuve durmiendo boca arriba y a día de hoy la parte izquierda de mi espalda casi siempre me duele de las cicatrices.
El diagnóstico fueron dos enfermedades difíciles de diferenciar, por una parte sarcoidosis y por otra tuberculosis miliar. No ponen tratamiento a la sarcoidosis porque, según ellos, está parada. Sí pusieron tratamiento para la tuberculosis. Durante un año (que fue muy duro), perdí 12 kilos, me quedé sin fuerzas, me cansaba con sólo subir las escaleras de mi casa. Tenía que acostarme, me dolía también todas las articulaciones, me dijeron que no volvería a recuperar la masa muscular, pero lo fui consiguiendo poco a poco, haciendo mucho ejercicio, comiendo sano y con mucha fuerza de voluntad. Sólo así fui mejorando muy poco a poco.
A los 3 años, en mi última revisión, me llamaron directamente de cirugía torácica para darme cita. Me quedé de piedra, les reclamaba una explicación y no podían dármela, sólo que mi médico me había derivado allí. Fui a buscar a mi médico para que me explicara qué pasaba y me explicó que me habían detectado un nódulo en el pulmón derecho y que los cirujanos hablarían conmigo para ver qué hacían. Se me vino el mundo encima. Después de pasar la crisis y rebeldía de por qué de nuevo a mí, decidí que tenía que hacer algo. La alimentación me había ayudado y pensé empezar por ello como terapia.
En la cita con el cirujano torácico me explicó que me tenía que operar porque era un nódulo de 14 mm que no tenía nada que ver con las enfermedades que había tenido anteriormente. Me explicó detalladamente que biopsiarían el nódulo allí mismo, en el quirófano, y quitarían una pequeña parte de pulmón. Si era benigno se quedaría así, pero si no tendrían que quitar casi la mitad de pulmón. También me dijo que antes me harían un PET TAC para ver si era maligno o benigno, aunque con las dos enfermedades que tuve, podía dar un falso positivo. Cuando me llamaron para darme el diagnóstico no tenían claro si era benigno o maligno. Aun así, me aconsejaron que me operara ya. Después de hacerle varias preguntas decidí no operarme. Lo había pasado muy mal en la anterior.
Cuando llegué a casa me puse a investigar por internet todo tipo de remisiones por tumores. Mucha de esta información la encontré en la página de Josep Pamies en Dulce revolución y otros sitios más.
Mi terapia consistía en:
MMS (empecé con 2 gotas y fui subiendo hasta 30), dieta alcalina, dejé el azúcar, harinas refinadas, lácteos, carne y pescado. Tomaba licuados de frutas y verduras. En una semana ya había adelgazado 7 kilos por la depuración.
Tomaba también un hoja de kalanchoe, aceite de onagra, infusión de té verde añadiéndole jengibre, cúrcuma, canela, clavo, tomillo y alcachofera. Me hacía baños de sal cada 2 días y cataplasmas de arcilla. Así estuve un par de meses hasta que leí el testimonio de Sofía sobre su linfoma, en la página de dulce revolución (que es un auténtico milagro). Contacto con ella y añado a mis tomas sus recomendaciones. Empiezo a tomar también uña de gato, infusión de graviola y unas ampollas para las defensas que ella me recomienda.
En la última revisión con TAC, en abril, cuatro meses después de empezar con los remedios naturales, recibo una carta de mi diagnóstico en la cual dice que el nódulo está más difuso que la vez anterior, y que no hace falta operación. Me dan revisión para 6 meses.
A día de hoy, la tuberculosis miliar desapareció, no tomo ningún tipo de medicación para la sarcoidosis. Todas las secuelas del hígado y bazo se han recuperado y regenerado por completo. El nódulo pulmonar pasó de medir 14 mm a 4 mm. Sigo cuidando mi alimentación, hago deporte, intento comer cosas ecológicas y una vez al mes hago baños de sal. Sólo os puedo decir, desde mi experiencia, que la alimentación y las terapias naturales funcionan.
Me llamo Paqui, tengo 63 años (enero 2018) y vivo en Blanes (Girona). Es la primera vez que he usado el MMS, aunque lo compré hace años. Mi marido cogió la gripe hace 15 días y, como tenía síntomas de otra que pilló hace varios años y que le atacó al pecho, decidí proponerle el MMS. Activé 15 gotas de clorito y 15 de ácido, las puse en 1 litro de agua y se lo fue bebiendo durante el día.
Al final necesitó dos litros (un litro con 15 gotas de MMS cada día, durante dos días). Si empezó un sábado, el lunes ya no tenía fiebre y el martes pudo ir a trabajar. Ni qué decir lo contento que está (que estamos), pues la gente le habla de días y hasta semanas en la cama con fiebre.
Me llamo Edith, tengo 34 años (marzo 2017) y vivo en Castellbell i Vilar (Barcelona).
Desde que tenía 13 años sufro de rinitis y picor en los ojos por alergia estacional. Me diagnosticaron alergia al polen del pino, probablemente por sobreexposición. Vivo en un lugar completamente rodeado de pinos y, según el alergólogo, podría haber desarrollado una respuesta alérgica por estar demasiado expuesta a ese polen.
El tiempo de polinización de los pinos es de un mes. Concretamente durante el mes de abril. Cada año, se me han ido agravando los síntomas de manera gradual y para mí los meses de abril han sido meses de recogimiento y pocas actividades al aire libre. He tomado diferentes antihistamínicos durante 20 años. Cada dos o tres años, aproximadamente, el médico me cambiaba la medicación cuando yo notaba que dejaba de hacer efecto.
El año pasado leí, por casualidad, algunos testimonios de la web de la Dulce revolución y me puse en contacto con ellos para pedir consejo sobre alguna planta que pudiera ayudarme con la alergia. Empecé a tomar dos infusiones de perilla al día. Una por la mañana con el desayuno o a la hora del almuerzo y otra por la tarde o antes de acostarme.
Tardé aproximadamente una semana o 10 días en notar los efectos que de hecho eran el "no notar nada". Ni alergia ni efectos secundarios. En un par de ocasiones estuve tentada en dejar de tomar la planta porque pensaba que ya había acabado la polinización, puesto que no notaba nada. Sin embargo, el polen amarillo seguía ahí, pegado a todo. Seguí tomando dos infusiones de perilla hasta la primera semana de mayo, cuando no había ni rastro de polen, y seguía sin ningún síntoma de alergia ni efecto secundario.
Este año ya tengo la planta preparada para empezar a tomar las infusiones a finales de marzo o principios de abril.
Mi nombre es Mari Carmen, tengo 72 años (septiembre 2017) y vivo en San Carles de la Ràpita (Tarragona). Mi esposo Rufino Molina, de 72 años, enfermo de demencia con cuerpos de Lewy (14 años padeciéndola), a principios del mes de agosto pasado, después de ir a urgencias, por una infección de orina, hematuria, (mi marido era portador de sonda vesical) se le practicó un cultivo. Posteriormente fui visitada por el PADES geriátrico (Programa de atención domiciliaria y equipos de soporte) y se me comunicó que mi marido tenía bacteremia, que tenía infección en los pulmones y en el oído.
El diagnóstico era que en pocos días se declararía una sepsis y se le ingresaría en el hospital, en cuidados paliativos para terminales, hasta su fallecimiento. Añadieron que ya no había antibiótico que lo curara y un coctel de varios antibióticos, tampoco lo resistiría. Entonces me acordé del MMS que ya se lo había dado en una ocasión con buenos resultados.
Había un problema. Debido a la demencia que tiene mi marido, al tomar el MMS anteriormente, llegó un momento que lo escupía por su sabor, entonces un colaborador de la Dulce Revolución, me recomendó que se lo diera sin activar, añadiéndole una cucharadita muy pequeña de azúcar blanco en un vaso con zumo de manzana natural sin azúcar. La dosis era: 5 gotas (sin activar) 3 veces al día, reforzando el preparado con 5 gotas de DMSO.
Puedo decir que mi marido, para asombro de los médicos, (que me han preguntado qué he hecho y han tomado notas de ello) se ha curado. Durante 14 años ha tomado un sinfín de pastillas para muchas cosas, pues estaba muy mal. Hoy sólo toma la pastilla de la hipertensión, pues todas las demás se las he retirado.
También le retiré la sonda y, para que empezara a miccionar, le empecé a dar una cucharada mediana de aceite de cannabis. UN ÉXITO TOTAL. Vuelve a miccionar por él mismo, caminar e incluso baila, torpemente, pero baila. Hoy por hoy, sólo toma una cucharadita pequeña de aceite de cannabis y, como dije antes, la pastilla de la hipertensión. Estamos muy agradecidos.
Me llamo Patricia, tengo 43 años (febrero 2017) y vivo en Argentina. Quería testimoniar mi experiencia con el asma y el CDS. Ya puedo decir que sufrí asma durante 9 años. Conocí del CDS y decidí probar. Esto pasó los últimos días del mes de agosto pasado (2016). Hice el protocolo 1000 del CDS durante 30 días. Al cuarto día no te que algo me “faltaba en mi vida” y este algo era el aerosol que llevaba siempre conmigo. No lo necesitaba.
A los 30 días de tomar CDS me hice la prueba de broncoprovocación y dio negativa en asma. Tengo todos los estudios.
Me llamo Mª Abel, vivo en Miranda de Ebro (Burgos), y puedo presumir de haber vivido mentalmente en el valle de Hunza donde la edad casi sólo es un número. Mi dolencia llevaba 20 años en mi vida, se me presentó cuando, por motivos especiales tuve que venir de Madrid a Miranda de Ebro, después de un catarro sí y otro también.
El diagnóstico fue asma intrínseca y bronquitis crónica, con idas y venidas al hospital e ingresos en éste por neumonías; cansada de vacunas, inhaladores y antibióticos decidí probar con otro tipo de sanación y estilo de vida.
Con algunas plantas encontré alivio, pero no llegué a decir adiós al inhalador. Encontré una receta en la Dulce revolución que me alivió, pero tenía que seguir con el inhalador que, aunque no me era grato, sí hacía más llevadera mi vida. Probé varias cosas, pero no acababan con el asma.
Seguí buscando en lo que las buenas gentes aportaban con sus experiencias y descubrí que el extracto de orégano me iba muy bien y las semillas de albaricoque también me funcionaban perfectamente, ya que, desde el mismo momento de ingerir 3 semillas, he dicho adiós al inhalador.
Mi nombre es Angi, tengo 52 años (junio 2017) y vivo en Girona. Durante 4 años he tenido bronquitis recurrentes. Me lo pasaba fatal, me dolía el pecho al respirar, sobre todo en el lado derecho, y tenía mucha tos por las noches y por las mañanas. Los médicos me recetaban aerosoles, antibióticos y jarabes, pero nunca se me terminaba de quitar la tos. Me dijeron que tenía que estar siempre tomándome el aerosol. Estos medicamentos me sentaban fatal ya que, me subían la presión, me dolía la cabeza y tenía náuseas.
En internet descubrí a Josep Pàmies y me interesé por las hierbas medicinales. Empecé a tomar tres veces al día una infusión de: Orégano, Salvia, Tomillo, Romero, Eucalipto, Menta y Stevia. De cada una ponía la cantidad de una cucharadita de café. Al segundo día de tomarme esa mezcla en infusión me empecé a encontrar mejor y así estuve un mes. Esto me ayudó a expulsar todos los mocos que tenía, se me quitó la tos y el dolor en el pecho. Ahora solo me la tomo por las noches y me encuentro muy bien.
Me llamo Paco, tengo 36 años (junio 2017) y vivo en Sevilla. El 20 de marzo empecé a tomar perilla, 3 infusiones al día y la alergia desapareció prácticamente desde el primer día. Tenía alergia primaveral, a los perros, gatos, caballos, ácaros del polvo y alguna que otra cosa más. Desde que he empecé a usar la perilla, no sólo estoy sin síntomas alérgicos, sino que puedo estar con animales, salir a la calle los días de viento, y ahora, que ha dejado de llover, lo normal sería que estuviera fatal, pero no es así.
Antes tomaba 20 mg diarios de pastillas para la alergia con todo lo que conlleva: estómago regular, gases…
En abril, por semana santa, me fui a hacer una gran travesía de unos 160 km de senderismo, con todo el campo en flor y con polen como para inundar todas mis vías respiratorias. Tomaba la perilla por la mañana, tarde y noche y no tuve molestias. Al contrario, dos semanas antes de empezar a tomar la perilla, tuve una crisis increíble, de quedarme en la cama ahogado, con los ojos que casi no podía abrirlos, respirando fatal.
He podido estar con perros y he podido disfrutar de los caballos en la Feria de Sevilla (antes era imposible si no me tomaba un antihistamínico) y me he sentido muy bien.
Ya puedo limpiar mi casa sin estornudar debido a los ácaros del polvo.
Además de introducir la perilla he dejado de fumar y el alcohol. He quitado muchos hidratos y los he sustituido por proteínas. Los azúcares por stevia. Hago más ejercicio físico y me encuentro muy bien.
Puedo decir que mi vida ha tenido un antes y un después de tomarme la perilla.
Me llamo Carolina, tengo 45 años (febrero 2017) y vivo en Tercui (Lérida). Me encontraba muy mal, estaba con un cansancio extremo, diarrea, la vista cada día peor, terribles dolores de espalda debido a mi escoliosis, manchitas en la piel, el pelo seco y se me caía mucho, la rodilla derecha no me dejaba subir y bajar escaleras, la regla me venía dos o tres veces al mes, me despertaba por las noches un par de veces, orinaba poco y muchas veces, asma, que tenía desde nacimiento, iba muy mal, con 15 dosis de aerosol diarias. No tenía fuerzas ni ganas de nada. Debido a mi alergia, por las mañanas, me pasaba media hora estornudando y gastaba medio rollo de papel durante 40 años. Cuando fui al médico con mis primeros síntomas me mandaron para casa diciendo que no tenía anemia ni ningún valor alterado de hígado o riñón y que, seguramente, las deposiciones flojas serán debido a mi dieta vegetariana, por lo que me aconsejó comer carne. Al cabo de unos días sentía que me moría. Fui a urgencias, me hicieron una radiografía en el abdomen (lo tenía inflamado y me dolía), pero me dijeron que estaba muy bien, que no tenía nada.
Un amigo me había hablado del MMS por lo que fui pedírselo. Empecé tomando una gota, pero me dio diarrea por lo que empecé por media. Al siguiente día no volví a usar el aerosol, ni en el año y medio siguiente. Tomé MMS durante 4 meses (empecé por media gota y terminé por 10 tomas al día de 4 gotas cada hora). Desde entonces sólo lo he utilizado al cambiar de hemisferio en un viaje y al cambiar de estación (primavera y otoño), que era cuando tenía alguna crisis de asma. Los dolores de espalda ya no eran los mismos. Yo “desayunaba”, “merendaba” y “cenaba” antiinflamatorios y ya no los he vuelto a probar.
El dolor de la rodilla desapareció, las manchas de la piel desaparecieron en un 80%, las encías crecieron, solo quedó un diente moviéndose un poco, pero menos que antes. El resto están muy fuertes y no he sufrido caries. En el tema de la vista pase de usar 2,5 o 3 dioptrías, a usar 2 para leer. El pelo se me puso más brillante y suave, dejó de caer y hasta he visto menos canas. Las deposiciones empezaron a normalizarse. Empecé a dormir de un tirón y mi ansiedad y falta de concentración fueron desapareciendo casi del todo. Mis ojos se volvieron más limpios, me empezó a venir la regla una vez al mes otra vez. Como yo veía todos estos cambios, era indudable que algo pasaba, así que volví al médico a pedirle exámenes y al fin los resultados dieron una hepatitis c, la cual la empecé a atacar con más agresividad con: MMS + DMSO, artemisa annua, cola de caballo (que sustituí por tomillo al tiempo) y cardo mariano.
Hace un año que no tomo nada, me he sentido perfecta de todo. Ahora haré un examen a ver cómo estoy de todo. Tengo que decir que no hice lo del hipoclorito de calcio que está recomendado para estas cosas, ni los baños de MMS porque no tengo bañera y vivo en un pueblo sin agua donde bañarse en bañera es un lujazo. No he vuelto a tener alergias por las mañanas.
Me llamo Sofía, tengo 36 años (enero 2017) y vivo en Madrid. En junio de 2010, con 29 años de edad, me diagnosticaron un Linfoma No Hodgkin de células B, con alto grado de agresividad, y un tumor que los médicos describieron como "enorme, del tamaño de una naranja" en mi pulmón derecho.
La situación era muy grave, eso me dijeron desde el principio. "Estás fatal, tía, vete directa de aquí al hospital, ni pases por tu casa, ya hemos avisado a tu médico" fueron textualmente las primeras palabras que recibí, cuando me hicieron unos rayos-X del pulmón en el ambulatorio, antes de que se supiese aún qué me sucedía exactamente. A mi familia, ya en el hospital, les avisaron de que se preparasen para todo, puesto que yo ingresé un 10 de junio y a ellos les dijeron que yo posiblemente no llegaría a vivir para finales de aquel mes.
Aun así, comenzó a dárseme una quimioterapia que parecía ser muy buena, lo mejor y lo más innovador, para los linfomas de mi tipo, un CHOP-R. Había que esperar a ver cómo reaccionaba aquella quimio en mi cuerpo. De funcionar, las probabilidades de recuperarme podían ser altas, eso dijeron.
Los síntomas que manifesté: Tos persistente desde hacía seis meses (tuve un catarro en Navidades... que yo pensaba no acababa de curarse), sudores profusos nocturnos (hasta tener que cambiar las sábanas por completo tres veces en una noche, pero nunca lo relacioné con la tos, y no sucedía siempre), pérdida de apetito y pérdida de peso, la sensación de una contractura enorme en el omoplato, como si tuviese un puñal clavado todo el tiempo en la espalda. En una ocasión, intenté estirarme en el suelo haciendo unos ejercicios, pero me dio un dolor tan fuerte de repente que tuve que parar de inmediato el ejercicio. Pensé en ir a urgencias aquel día, pero me dolía tanto que no podía moverme. Aquella noche apenas pegué ojo, pero al día siguiente o en algún momento el dolor había cesado o ya no era tan fuerte. Solo fui al médico un día, cuando subiendo una pequeña calle de mi barrio escuché que me silbaba el pecho al respirar. Fui al médico entonces, me habló de hacerme unas pruebas, pero quedamos en que me las haría en unos días, porque yo tenía un pequeño viaje programado para las próximas fechas, así que cuando volviese solicitaría las citas, y mientras tanto me recetó unos inhaladores para el asma. Empecé a usarlos... y a los pocos días acudí de nuevo a mi médico de cabecera porque por tres días seguidos había escupido algo de sangre (cada día un poquito más) al lavarme los dientes, y por más que me revisaba la boca, las encías, no me veía heridas. Fue cuando me remitió al ambulatorio. Y allí la chica joven de rayos X me dijo: Estás fatal...
Durante casi seis meses (la idea era darme la forma de ese tratamiento más agresiva: quimio cada 15 días, pero a veces tenía las defensas tan bajas que se tenía que posponer). Estuve recibiendo los 8 ciclos máximos de esa quimioterapia. Al mismo tiempo, acudía habitualmente a un centro donde me daban reiki, otro grupo de personas a las que no conocía me estuvieron también haciendo reiki a distancia, y un amigo terapeuta comenzó a aplicarme cosas que él había estudiado, kinesiología, terapia de polaridad... me habló de las setas reishi o shiitake, que empecé a tomar, y en algún momento también me remitió a un iridiólogo-homeópata... aunque este me recetó cosas que al final me parece que compré pero ni tomé.
Con la primera quimio que me dieron el linfoma reaccionó y empezó a remitir. Primero de una manera espectacular con lo que empezaron a hablarme de que igual con 6 ciclos de quimio podría ser suficiente. Sin embargo luego decreció más despacio. Y me terminaron dando los 8. Al final de los 8 ciclos el PET seguía dando algo de actividad. Pero no se sabía si la actividad correspondía a tejido cicatricial o a enfermedad activa. La quimio que me habían dado era la mejor, eso decían. Y no se me podía dar más, porque con más me mataban, eso dijeron también. Así que se me dijo que íbamos a esperar a ver qué pasaba, repitiéndome pruebas cada muy poco tiempo.
Las primeras y las segundas pruebas salieron bien. La enfermedad estaba quieta. Y se empezó a hablar de posible remisión en mis informes. Pero en abril de 2011, cuatro meses después de finalizada mi quimio, una de las pruebas PET salió mal. Los índices marcaban una captación SUV máx. de 12,5 (antes 2,7, en el PET anterior) en una zona que afectaba a mi pulmón y mi mediastino. El informe hablaba de alta probabilidad de malignidad. Y aquí empieza la historia que en verdad os vengo a contar...
Se me hizo una broncoscopia. Pero no se alcanzó a confirmar resultados con la broncoscopia. Me dijeron que mi lesión estaba en una zona de muy difícil acceso. Mi caso lo llevaba un equipo médico, que incluía entre otros a una hematóloga, que llevaba mi caso, y algún neumólogo. Me di cuenta de que entre ellos no estaban de acuerdo en cómo proceder ante mi caso. Mi hematóloga solicitaba que se me quitase el pulmón derecho, que se confirmase en laboratorio la malignidad de mi lesión, y una vez confirmado, que se me hiciese un trasplante de médula ósea y se intentase tratar mi caso con una nueva quimioterapia. Ella me explicó que el resto de quimioterapias, estadísticamente, no eran tan efectivas, pero que no se sabía, quizás en mi caso podían funcionar. Los neumólogos opinaban que para ellos la operación no era aconsejable. Era muy arriesgada, la cirugía no es efectiva contra los linfomas. Mi tumor, o mi lesión, afectaban a mi pulmón, a mi mediastino, a mi nervio frénico, al que habían paralizado por lo que la lesión no iba a poder extraerse con una cirugía, y dados los riesgos, para ellos era mucho más recomendable directamente dar quimio sin plantearse más.
Tras 4 meses desde el final de mi quimioterapia, yo ya sentía todos los efectos secundarios en mi cuerpo de ese tratamiento. Entre otras cosas, se me había diagnosticado una enfermedad autoinmune, el lupus, que puede llegar a inflamar cualquier parte de tu cuerpo y ser mortal, y esto como consecuencia de los tratamientos recibidos, los propios médicos lo reconocieron. Además, cómo explicar, la angustia, el pánico, el shock en que te quedas, cuando te dicen que te quieren quitar tu pulmón y que vivas sin él el resto de tu vida. Yo me veía incapaz de afrontar todos esos tratamientos. Si no me mataban los mismos, me iba a morir yo de un simple infarto, del miedo que me daba pensar en todo eso. Intenté que mi hematóloga me explicase por qué la necesidad de operarme, si desde el principio me habían dicho que los linfomas no son operables. Yo quería a toda costa evitar una operación similar. Parece ser que mi doctora estudió mucha medicina, pero olvidó la humanidad por el camino. Y no tuvo paciencia para explicarme. Tu vida en juego, en manos de esa gente, tú, tu familia, sin pegar ojo, a expensas de unos resultados... y esos médicos que no tienen un minuto para darte una explicación. Me negué a operarme, le pedí tiempo, le dije que iba a intentar otras cosas y pedir resultados pasados unos días. La médico me llamó loca. Salí de la consulta avisándole de que iba a solicitar un cambio de médico y ponerle una reclamación, cosa que hice, con lo que me quedé sin médico, y sin explicaciones, en esas fechas... y sin saber los riesgos que asumía, porque no me informó. Los neumólogos, aunque no estaban de acuerdo con operarme, finalmente habían acatado la imposición de mi hematóloga. Ella se negaba a darme más quimio sin previa operación. Yo sentía que no sabían cómo repartirse el muerto los unos a los otros...
Salí de la consulta sin saber qué iba a hacer. Los médicos habían decidido que había que operarme, confirmar los resultados en laboratorio, y hacerme el trasplante y la nueva quimio. Para los neumólogos estaba claro que una operación confirmaría la malignidad, pero bajo su propio punto de vista no la recomendaban. Me dieron unos 15 o 20 días hasta repetirme nuevas pruebas, y se me informó que se me asignaría un nuevo médico. Yo me fui a mi casa en estado de shock, blanca y en alerta, sin saber qué hacer, presa del pánico y también creyendo que había otra solución, otra opción, que tenía que encontrarla. Confiaba en las plantas, no sabía cuál tomaría, tenía que investigar, pero ya había observado para otras dolencias que podían ser mucho más efectivas e inocuas que los fármacos. Y sabía, en lo más profundo de mí, la relación que tiene esta enfermedad con el aspecto emocional, psíquico, vital, energético, relacional, con la toxicidad a veces del entorno y con todas esas emociones que nos permitimos sentir y que no sabemos a veces cómo gestionar. Decidí calmarme, respirar profundo, alejarme de las últimas discusiones familiares que se habían producido y que tanto me afectaban, decidí decirle al Universo que entendía de nuevo su mensaje, que sí, que lo entendía, que había sido un desliz enfrascarme de nuevo en aquellas discusiones, en ese estado. Le pedí al Universo con todo mi corazón que me diese de nueva una oportunidad, le prometí que haría las cosas de otra manera. También asumí que pasaría lo que tuviese que pasar. Y que si era mi hora, alguna vez nos llega, qué triste, pero lo aceptaría en paz. Y decidí meterme en internet en busca de la planta que podría tomar como refuerzo a toda esa comprensión sanadora de las cosas.
Intenté el preparado con Aloe de fray Romano. Licué los ingredientes, lo tomé, lo guardé en la nevera. Pero cuando quise volver a tomarlo... la mezcla había tomado un color negruzco. No supe si se había oxidado, si era normal, si se había dañado. El color era feo, y por miedo, lo dejé de tomar. Descubrí por internet, también,... que en A Coruña tenemos a uno de los mejores equipos médicos de cirugía de pulmón del mundo, que operan con técnicas de cirugía mínimamente invasiva. Solicité una cita con ellos, me atendieron, viéndome dos días. Ellos me indicaron igualmente, que mi situación era muy complicada, mi lesión muy difícil de extraer. Me aconsejaban que se me diese quimio directamente, pero si mi hematóloga se negaba estaban dispuestos a operarme ellos. No podían asegurarme la cirugía mínimamente invasiva, podrían intentarlo, y quizás durante la operación tendrían que abrirme por completo. En A Coruña yo viví de pequeña. Me fui a ver el mar, que siempre me ha sanado. Un mar que me recuerda a mi abuelo, que fue marinero allí. Decidí que de operarme, aquel sería un buen lugar, viendo aquel mar, aquel océano bravío. Que en caso de morir, también allí, sería un buen lugar. Pero aun así, yo no quería operarme. Aunque en todo caso, esta opción me dio tranquilidad.
De vuelta a Madrid, empecé a ver a una terapeuta que me recomendaron. Ella había pasado por un cáncer muy agresivo años atrás. Hablábamos mucho, me hacía reiki, me daba flores, trabajaba con el péndulo, con cuencos tibetanos, me ayudó a resolver uno de mis grandes conflictos vitales, y trabajó aquellos días conmigo intentando hacerme aceptar lo que decían los médicos, convencida de que finalmente yo me tendría que operar...
Un día, entonces... sucedió para mí el milagro. Quedamos una tarde en casa de unos amigos. Mi amiga me preguntó: ¿Cómo estás? En relación a esto del cáncer. Le conté: Los médicos quieren hacerme todo esto, yo he pedido tiempo, pensando en tomar plantas, y aún no sé qué planta puedo tomar. Su novio (cubano) nos escuchaba. Y entonces él me dijo: "A mi padre años atrás le detectaron un cáncer de próstata, le dijeron que le tenían que operar, mi padre le dijo al médico que no se operaba, él conocía el árbol de la guanábana, de hecho tenía uno en su patio y sabía que se utilizaba para curar el cáncer. Empezó a tomar el té de las hojas de la guanábana. Cuando volvió al médico, el cáncer había desaparecido".
Yo no me lo podía creer. Aquello era un testimonio de primera mano, de una persona cercana. No era un testimonio de un desconocido en internet que no sabes ni cómo rastrear. Me quedaban no sé si 7 o 10 días para repetirme las pruebas. Enseguida busqué la planta en forma de extracto en el herbolario. Y empecé a tomar Graviola (Guanábana) 6 cápsulas (500 mg) diarias + Uña de gato 3 cápsulas diarias (antitumoral también, y que regula el sistema inmunitario) + Unas ampollas bebibles que llevaban diversos minerales y vitaminas fundamentalmente y algún componente más. La cuestión era reforzar, fortalecer, el sistema inmune. Porque el cuerpo es capaz de mucho más que las quimioterapias, que se dedican a matar lo que se encuentran por delante.
Cuando volví al médico a por los resultados de mis pruebas, tras el tiempo que me habían dado, tras los 7 o 10 días tomando aquellas plantas, y con el corazón en vilo, el nuevo oncólogo que me vio puso los ojos como platos al verme. Me dijo: "No esperaba verte por aquí". Fue cuando me enteré, a esas alturas, pasados 15 días, me daban por muerta.
Abrimos los resultados de mi PET. La sorpresa fue que tras 7 o 10 días tomando aquellas plantas, más el reiki, más mis conversaciones con el Universo, tras ese tiempo de volver a hacerme consciente de la importancia de la respiración profunda y del sosiego emocional y de tomármelo en serio, porque en ello me iba todo: LA VIDA. La sorpresa fue, que yo solo no estaba muerta a esas alturas sino que la captación en mi PET se había reducido a la mitad. El oncólogo me dijo: "No sé qué estás tomando, pero sigue tomándolo" Yo intenté explicarle: He tomado guanábana y uña de gato, pero ni siquiera me miró, ni apuntó el nombre de las plantas. Seguí tomando las plantas hasta completar los 30 días. Mi enfermedad desapareció por completo. Sin cirugía de pulmón, sin transplante, sin quimio.
No tengo duda, que si me hubiesen operado, alguna célula cancerígena habrían encontrado ahí, que habría justificado toda aquella tortura posterior. En el informe de mi PET, y los distintos neumólogos, tampoco la tenían.
Han pasado casi seis años de todo aquello, desde que en mayo del 2011 se confirmó la remisión espontánea de mi enfermedad. Hace varios años que no he vuelto a pisar el médico y no me hago revisiones. No tengo la menor duda de que hay mil formas mejores, más efectivas y mucho menos dañinas de enfrentarse a un cáncer que someterse a los tratamientos tan agresivos que la medicina occidental propone y que ataca a todo nuestro organismo (lo curioso es que los que hacen estudios en los distintos laboratorios, lo saben de sobra también. Cuando empiezas a revisar estudios en PubMed te das cuenta, cómo uno y otro estudios confirman muchas veces -cuando lo estudian- que la planta es más efectiva que un fármaco concreto). Es estresante de repente darte cuenta de que aquellos en los que confiabas tu salud si algo te pasaba, ya no confías en ellos, en todo este sistema, y ahora depende de ti y de esta increíble naturaleza que nos da todo lo que necesitamos. Por suerte hay apoyos, testimonios, gente, arriesgando mucho, para hacerlo saber. Y lo más difícil, quizás, es creer en uno mismo, no tener miedo, y asumir la responsabilidad de la decisión. Pero yo tengo claro el camino que he tomado. Y ahora sé las emociones y toxicidades vitales que no me puedo permitir y que claramente estuvieron ligadas a la manifestación de mi enfermedad, sé los alimentos y varias de las plantas a los que puedo recurrir en un momento dado. No me permito relaciones tóxicas. El cáncer vino a despertarme para decirme: Ámate, ama la vida, cada segundo, agradece el presente, lo único que existe, este ahora, este cielo, este sol, no albergues victimismos ni emociones destructivas que solo te dañan a ti, despréndete, de todo lo que te hace daño, no te apegues, vive tu vida, toma tu poder, tienes derecho, exprésate, sé, y siéntete conectado a todo lo demás, porque todo es uno, y no te atormentes con tu psique, deja que te guíe el corazón y acalla esa mente que a veces tanto te daña, y esas voces en tu mente que no son tuyas y que te están destrozando, las de aquellos que te hirieron con sus palabras. Tantas cosas se aprenden con un cáncer. Esas, básicamente, son las formas en que sostengo mi salud. Puntualmente, si he manifestado algún síntoma (ganglios inflamados, etc) en alguna ocasión, breve, he tomado plantas otra vez. Es lo único que hago. Eso... y saber, que si mi vida emocional está "tranquila", mi vida celular, sin duda, lo estará también.
Confiad en el Universo, Sentíos, Amaos, Amad la vida, Todo está bien.
Me llamo Ramón, tengo 51 años (enero 2017) y vivo en Lérida. La historia de mi amigo Joaquín (fumador de 2 paquetes / día) y de 43 años de edad, comienza en agosto de 2013 cuando, tras días de fiebres nocturnas (hasta 40º) tratadas con potentes antibióticos, se le declara una disfagia (no puede comer sólidos). A los 10 días y 7 kg menos le hacen un TAC (04/10/13) donde encuentran varios nódulos (más o menos de 1 cm) junto a la arteria aorta, otro en la tráquea y otro en el pulmón izquierdo de 0,7 cm, muy sospechosos. Él es extranjero y, para conservar el trabajo pide el alta y, sin recetarle medicación por petición propia, le programan otro TAC pasadas las Navidades (07/01/14), para ver “si han crecido o están igual”.
Aterrados, él y su mujer me llaman y esa misma tarde, estábamos en la Dulce revolución. Allí hablamos con Josep Pàmies y se tranquilizaron mucho. Decidieron empezar con todo lo que les dijo esa misma noche (16/10/13).
Él tomó durante dos meses y medio los siguientes suplementos:
Gracias a su mujer que le preparaba todo, siguió estrictamente todas las tomas. Al segundo día ya pudo ingerir sólidos y a la semana se encontraba muy recuperado. Redujo el tabaco a 1/2 paquete al día.
Al cabo de los 2 meses y medio le hacen el TAC que tenía programado (07/01/14) y en la visita para conocer los resultados (10/01/14), el médico se pensaba que el nombre del paciente de las imágenes del TAC estaba equivocado, porque todos los nódulos habían desaparecido!! Incluso hizo entrar a dos colegas para que vieran las imágenes, muy sorprendidos preguntaron varias veces si había tomado algún medicamento, cosa que él negó.
Él no dijo nada de lo que había tomado durante estos dos meses por miedo a perder el derecho de futuros análisis…, yo sé cómo funciona la sanidad pública oncológica, cuando no quieres hacer lo que marcan los protocolos, te dejan en la calle, y lo digo por experiencia propia.
Él expresa que los efectos secundarios de todo lo que ha tomado durante estos meses son: dormir como un tronco y despertarse con hambre. Ha recuperado los 10 kg. que perdió y dice que respira mucho mejor. Hay que decir que él, en todo momento, creyó que todo lo que estaba tomando le funcionaba.
No tenemos pruebas de que los nódulos fueran malignos, pero creo sinceramente que el hecho de no empezar enseguida con dolorosas biopsias, agresivas quimios, radios y dar una oportunidad a terapias alternativas y cambios de hábitos, le han salvado la vida.
Me llamo Ramón, tengo 51 años (enero 2017) y vivo en Lérida.
La historia de Mº Rosa, madre de un compañero de trabajo, de 49 años, (fumadora de paquete y medio de tabaco) empieza a finales de primavera de 2016. Tras varias semanas con tos persistente y dolor pectoral, acuden al médico.
18 de Junio: 1er TAC.
25 de Julio: Visita para conocer los resultados. Le dicen haber visto una mancha en el pulmón y le programan un PET-TAC con más definición.
29 de Julio: 2º PET-TAC. Le diagnostican un tumor de 22 mm en el pulmón. Le programan una broncoscopia y una biopsia para determinar si es maligno o no.
10 de Agosto: Le hacen la broncoscopia, pero como la mayoría de médicos estaban de vacaciones, ese día suspendieron la biopsia. La citan para comienzos de septiembre para hacerle la biopsia.
14 de Agosto: Ese día me cuentan la historia y, por la tarde, ya estábamos en la Dulce Revolución hablando con Josep Pàmies. La tranquilizó y esa misma noche empezó a tomar:
1 de Septiembre: Le hacen un 3er TAC para localizar el tumor y para biopsiarlo. Suspenden la biopsia porque el tumor había REDUCIDO A LA MITAD (de 22mm. a 11mm. Llevaba 16 días de tratamiento alternativo). La doctora no se explicaba la reducción y le preguntó si estaba tomando algún medicamento o algo complementario, cosa que ella negó. La citaron a principios de octubre para seguir la evolución.
5 de Octubre: Le hacen un 4º TAC.
24 de Octubre: Resultados EL TUMOR HA DESAPARECIDO “solo se ve una pequeña cicatriz”.
Hasta el día de hoy Mª Rosa está muy bien.
Me llamo Alma, tengo 30 años y vivo en Madrid. Decido contaros mi historia por si pudiera ayudar a otros que sufran algo parecido. Mi segundo hijo, Zacarías, nació el 21 de noviembre de 2014, días después de su nacimiento un constipado pasó por nuestra casa, fue leve para nosotros, pero al bebé le provocó una bronquiolitis grave y le llevó a la UVI. Tras varios días en la UVI, con una terapia de oxígeno, mejoró y nos dieron el alta después de casi 20 días de hospitalización.
En el mes de marzo del 2015, el niño vuelve a presentar dificultad respiratoria, en esta segunda ocasión no necesitó hospitalización, pero sí revisiones en el hospital cada día, y nebulizaciones con un broncodilatador. Le dejaron prescrita una cámara para que yo, desde casa, se lo pudiera suministrar. La bronquiolitis se volvió a repetir en los meses de abril, mayo y junio. En estas últimas ocasiones también le prescribieron corticoides orales para las crisis.
Los pediatras nos explicaban que como tenía asma de bebé, nos daban esperanza de que con el tiempo, y al madurarle los pulmones, fuera mejorando despacio. Nos remitieron al neumólogo, argumentaban que para pasar el invierno siguiente probablemente necesitaría un tratamiento de corticoides de base.
Yo viví este proceso con bastante angustia ya que no veía mejorar al bebé y me asustaba darle tanta medicación durante todo el invierno. Tenía muy claro que suministrar corticoides no significaba que el niño fuera a mejorar…
La neumóloga del hospital en la consulta en el mes de septiembre 2015, me dijo que si le volvía a dar una crisis le tendrían que poner terapia con corticoides orales y corticoides inhalados. Me resistía a pensar en eso.
Decidí no llevarle a guardería por el momento y comencé el tratamiento con Perilla: un cuarto de pastilla concentrada tres veces al día diluida en agua.
Pasaban las semanas y los meses de invierno y el niño no tenía broncoespasmos. Paso varios constipados. En uno de ellos necesitó algunos días del broncodilatador. Llegó la primavera y la neumóloga ¡nos dio el alta médica!, pasó un buen invierno y no necesitó ningún tipo de corticoide.
El pequeño Zacarías crece y sus pulmones se fortalecen. El camino no ha sido fácil, pero hemos aprendido muchas cosas; el respeto a los tiempos necesarios de recuperación del organismo, la admiración por la fuerza de la naturaleza, por la hermosa creación en la que vivimos.
Gracias Dulce Revolución por el trabajo tan necesario que realizáis.
Mi hijo de 9 años (septiembre 2016) sufre de alergias a gramíneas desde los 4 años. Cada año la alergia ha ido en aumento. Los síntomas son: mucha mucosidad, picor en los ojos y algún año también problemas de respiración, sobre todo, por la noche.
Como me había enterado de que los productos lácteos pueden crear mucha mucosidad he decidido quitarlos de su dieta desde navidades (2015). De vez en cuando pica algún trozo de queso, pero rara vez algún yogur de leche de vaca.
Este año tardó mucho en tener los primeros síntomas. Tenía la esperanza de que la falta de lácteos en la dieta ya hubiese hecho su efecto. Esta primavera (2016) había llovido mucho y cuando, al final, vino el buen tiempo, a mi hijo le volvieron los mocos y algún picor en los ojos, sobre todo por la mañana. Ha sido menos intenso que en años anteriores, pero lo suficiente para recurrir al médico y pedirle los antihistamínicos que siempre tomaba. Por estas mismas fechas (primavera 2016) me fui a una charla de Josep Pàmies y me enteré de la planta Perilla frutescens. Pedí tanto los comprimidos de Perilla frutescens con Stevia (PERILLA 75% y STEVIA 25%) como la infusión para "Alergias" que también contiene Perilla frutescens.
Empecé a dar a mi hijo una infusión por la mañana y otra por la noche. Como para preparar la infusión, enfriarla y beberla no nos solía dar tiempo por la mañana, pasamos a los comprimidos. Al final se acostumbró al sabor y tomaba comprimidos por la mañana y por la tarde. El efecto lo noté después de pocos días porque la mucosidad disminuía hasta cesar. En toda la primavera le he tenido que poner solamente tres veces unas gotas en los ojos por el picor, pero no le he dado ningún antihistamínico más.
Ahora mismo no está tomando nada. Para el año que viene tendré la Perilla preparada.
Mi conclusión es que dejar los lácteos y tomar los comprimidos o infusiones de Perilla frutescens ha hecho posible de que no haya sido necesaria ninguna medicación química. Además salimos mucho al campo y al bosque no hemos tenido mayores problemas con la alergia.
Soy una completa enamorada de la llamada “Leche dorada” que en realidad no es leche en absoluto, al menos no en el sentido de lácteos. El fundamento de la leche dorada es una combinación del calentamiento (y del color dorado) de la especia cúrcuma junto con leche de coco y/o aceite de coco (dependiendo de la receta que se prefiera ya que hay muchas variantes según el gusto de cada uno aunque siempre con la cúrcuma de base).
Tras un extenso historial de dolencias tales como repetidas bronquitis de larga duración (la última tres meses y tomando antibiótico), asma crónica (dependiente de broncodilatadores), tendinitis, bursitis, capusilits e intolerancias digestivas al gluten y lactosa, cuando a través de un bonito círculo de amigas con quienes vamos compartiendo cualquier información sobre alimentación saludable y remedios naturales, descubrí las propiedades de la leche dorada.
Puedo afirmar entre otros muchísimos cambios en mi dieta que la cúrcuma ha sido uno de los mejores descubrimientos que jamás hubiera podido conocer. A pesar que hay muchas variaciones en la receta de la “leche dorada”, una de ellas es la siguiente:
La pasta dorada actúa como un ingrediente de "arranque" para mezclar perfectamente la taza de leche dorada. No sólo incluye la cúrcuma y el aceite de coco, sino también pimienta negra, que ha demostrado aumentar la biodisponibilidad de la curcumina en 2.000 por ciento. He aquí una sencilla receta para hacer nuestra propia pasta, cortesía de Health Impact News:
Pasta Dorada
Ingredientes:
Instrucciones:
Una vez hecha la pasta dorada, está lista para hacer la leche dorada.
Leche Dorada
Ingredientes:
Instrucciones:
Sobre la anterior base existen multitud de variaciones y siempre depende del gusto y tiempo que podamos tener. Personalmente y por falta de tiempo mi receta opcional y rapidísima es la siguiente sin la pasta dorada de arranque:
Leche Dorada con Jengibre
Ingredientes:
Puedo confirmar por experiencia propia el poder anti-inflamatorio de la cúrcuma junto con los demás ingredientes desde que el pasado diciembre empecé con síntomas de resfriado/bronquitis como las de cada año, necesitando siempre de antibióticos de larga duración, en esta ocasión decidí no tomar ningún medicamento convencional y probar la leche dorada que tanto había leído de sus maravillas, y efectivamente tomando un vaso cada 4 horas mis síntomas disminuían enormemente, sintiéndome al instante una gran mejoría por lo que seguí con las tomas de leche dorada y en siete días había remitido cualquier síntoma de bronquitis, asma y estado gripal exclusivamente con la magnífica leche dorada.
Desde entonces cada vez que tengo inicio de crisis asmáticas, migrañas, dolores articulares o simplemente para relajarme antes de ir a dormir, me preparo un vaso de leche dorada y me siento de maravilla.
En mi casa han desaparecido los anti-inflamatorias convencionales a favor de lo que llamo mi “bio-botiquin” junto con multitud de plantas medicinales de extraordinaria utilidad, mejorando notablemente mi salud integral y la de mi familia.
Gracias Dolçe Revolució por vuestra gran labor de divulgación!!
Tengo 38 años (2016). Mi relación con el mar siempre ha sido muy estrecha. Hace bastantes años que conozco las propiedades y usos terapéuticos del agua de mar a través de un familiar y doctora experta: Mª Teresa Ilari Valenti, quien nos condujo a la Dolça Revolució.
Pero no ha sido hasta hace unos cuatro meses que he empezado a escuchar y leer toda la información recibida a lo largo de los últimos años tras sufrir muchos problemas digestivos, estreñimiento con diagnóstico de colon irritable, intolerancia a la lactosa y al gluten pero sin solución alguna por parte de la medicina convencional, por lo que decidí comenzar a auto-experimentar con el agua de mar, no resultándome en absoluto extraña la relación entre la misma y nuestros fluidos corporales; en concreto, el líquido intracelular.
Desde que tomo agua de mar me siento más saludable y llena de energía. Al comienzo de tomar agua noté de inmediato cambios a nivel de sensaciones en estómago e intestinos. Todo parecía haberse suavizado, lubrificado. En concreto a nivel de colon. Consecuentemente he dejado de padecer problemas de hemorroides que a pesar de ser operada con poco más de veinte años me seguían dando alguna molestia.
La primera vez que la probé ingerí dos vasos seguidos con la consiguiente limpieza intestinal (no acompañada de molestia alguna). Procuro tomar una 1/3 parte de agua de mar con agua filtrada en ayunas y otra toma antes de dormir. A veces por falta de tiempo me tomo chupitos 100% agua de mar.
En el caso concreto de mi hija de seis años se la doy en una jeringuilla de 5 ml sin diluir con agua (es la única manera que se la tome) antes de desayunar y en casos de resfriados me ha dado muy buen resultado, no sabiendo a ciencia cierta si funciona o no pero si puedo confirmar que desde los 4 meses de edad cada invierno ha pasado por una bronquitis con alguna neumonía. La de este año, a pesar que no tuvimos mas remedio que darle medicación convencional para bajarle la fiebre demasiado elevada para su edad, estoy segura que las tomas aumentadas a cada hora de AGUA DE MAR junto con plantas medicinales en concreto infusiones de PERILLA nos evitaron los antibióticos y corticoides habituales cada vez que ha pasado por una bronquitis.
También la utilizamos en la cocina: para hervir pasta y condimentar potajes, etc, así como para hacer gárgaras cuando, alguna vez he tenido molestias en la garganta, y para evitar la tos seca nocturna en lo que parecía una alergia leve. Otra utilidad son los baños con 2 kilos de sal marina para eliminar toxinas, estimular el circuito venoso, linfático y drenar líquidos sumamente importante para la salud. Se ha convertido en una actividad semanal súper esperada por mi hija al hacerlo juntas.
Muchas gracias Dolça Revolució por vuestra valentía y labor de divulgación tan importante e impagable. Espero seguir aprendiendo de vosotros!!!
Me llamo Josep, tengo 70 años (2016) y escribo desde Vidreres (Girona). Nuestra experiencia con el MMS ha sido positiva en todos los casos en que lo hemos usado.
La primera experiencia fue cuando me curé la gripe con un tratamiento llamado "de Clara" que consiste en tomar 6 gotas y al cabo de una hora 6 gotas más. Me cortó la gripe de golpe y como efecto secundario sólo tuve un poco de diarrea que desapareció enseguida.
La segunda experiencia fue la de una chica que tenía unas afecciones vaginales (verrugas) y que el ginecólogo le dijo que tardaría en irse. Después de un tratamiento tópico y también ingiriendo por vía oral el MMS quedó completamente bien en pocos días. Esto causó una gran sorpresa al ginecólogo en la siguiente visita. Tomó durante una semana 6 gotas por la mañana y 6 gotas por la noche. Al mismo tiempo hizo lavados con una solución de 6 gotas mezcladas con el agua varias veces al día durante la misma semana.
La siguiente fue la curación de un perro que no se podía ni levantar del suelo. Lo llevamos al veterinario y lo dejaron ingresado toda la noche con suero y antibióticos. Al día siguiente nos lo entregaron tal como lo habíamos llevado. Creyendo que se iba a morir, propusimos darle el MMS. Compramos una jeringa en la farmacia y le hicimos beber el MMS. Al cabo de una hora o poco más ya se puso de pie y hasta comió. Esa misma tarde ya salió de casa a dar un paseo. Le dimos tres veces una solución de 12 gotas administradas con una jeringa aplicada directamente en la boca durante el período de una hora aproximadamente.
Esta misma historia se ha repetido recientemente con otro perro de unos conocidos que el veterinario indicó que habría que sacrificarlo porque estaba muy grave y era también muy viejo. Ahora está perfectamente.
Otra experiencia ha sido la de un compañero que se dedica al canto. Después de tomarlo unas cuatro veces (dos gotas cada vez) notó que tenía la voz más clara, circunstancia que yo también he notado.
Una nueva experiencia fue la de una mujer que se hizo una ecografía donde aparecía una mancha en la parte derecha del abdomen. Después de tomar MMS durante una semana 3 gotas una vez al día, en la siguiente visita del médico la mancha había desaparecido.
Por último decir que también es efectiva para las quemaduras de aceite en la cocina. En un frasco de 100cc disolvimos 3 gotas activadas de MMS y se pulverizó con ello la zona afectada. No ha quedado marca en la piel después del tratamiento.
En definitiva: no podemos decir otra cosa que nuestra experiencia con el MMS ha sido positiva en todos los casos y no ha habido ningún efecto negativo ninguno.
Soy madre de un niño que actualmente tiene 8 años. Hasta los 3 años era un niño fuerte y sano, que rara vez se ponía enfermo. A sus tres años pasó una Mononucleosis Infecciosa y a partir de entonces ha sido un no parar de enfermedades: tosferina, bronquitis, traqueitis, laringitis y asma.
Algunas de estas enfermedades fueron provocadas por la alergia a los ácaros que le diagnosticaron a los 3 años. Desde el diagnóstico, a temporadas ha estado medicado con corticoides y aerosoles, en momentos de crisis, más de uno. Desde los 6 años le están suministrando mensualmente la vacuna para la alergia a los ácaros.
El verano pasado, a finales de agosto tuvo una reacción alérgica, que le provocó urticaria por todo el cuerpo e insuficiencia respiratoria. Estuvo ingresado en el hospital durante 4 días, lleno de antihistamínicos, corticoides y aerosoles. Al salir del hospital y durante el mes y medio posterior, fue encadenando bronquitis tras bronquitis y la neumóloga nos dijo que era un niño asmático.
Fue entonces cuando una amiga, colaboradora de Dolça Revolució, nos habló de la Perilla. No lo dudamos y empezamos a darle al niño una infusión de Perilla por la mañana y otra por la noche.
Comenzamos el 13 de octubre y estuvimos dándole la Perilla diariamente durante dos meses y medio (con unos días de descanso cada 3 semanas). Todo esto en paralelo con la medicación química (2 puffs mañana y noche de un broncodilatador con corticoides) el niño no volvió a tener bronquitis.
Actualmente hemos reducido la medicación química a la mitad (1 puff mañana y noche) y la Perilla le vamos dando cuando sabemos que puede estar expuesto a más polvo/ácaros, o por ejemplo, cuando salimos a un casa que lleva días cerradas, o se va de colonias... etc.
A día de hoy lleva 5 meses sin bronquitis ni crisis de asma. Solamente ha pasado catarro, con tos de garganta, que tal como vino se fué, sin necesidad de cortisona ni aerosol. Esto antes era impensable, siempre que empezaba con tos se acababa complicando.
Desde que se le diagnosticó la alergia a los ácaros nunca había pasado más de 5 meses sin necesidad de aerosoles, creemos que en gran parte es gracias a la Perilla.
Nuestro deseo es acabar con la medicación química lo antes posible y ver cómo evoluciona solamente con la Perilla en momentos en que sepamos que los ácaros están más fuertes.
Espero dentro de unos meses completar mi testimonio, cuando hayamos quitado la medicación química por completo.
Muchas gracias a Dolça Revolució por su trabajo.
Mi nombre es Helena, tengo 60 años (julio 2023) y vivo en un pueblo de Tarragona. Durante mucho tiempo he sido alérgica al polen y he tenido asma alérgico.
A raíz de una consulta que me han hecho, quiero actualizar el testimonio que era del 2016 (han pasado muchos años). Entonces empezaba tímidamente con el MMS y ahora en vez de ese precursor, tomo CDS y en temporada de alergia es un aliado. Lo tomo a diario.
La perilla, al principio, fue más potente. Noté una liberación muy grande ese año, pero después no me fue suficiente, aunque sigo tomándome.
Fui, durante dos años a acupuntura y me ayudó muchísimo. Dio la casualidad que la médica era también homeópata y me recetó bolitas de ambrosía artemisiaefolia 7ch para la alergia al polen y poumon histamine 15ch para el asma alérgica.
Tomé también hongo Reishi.
Sigo haciendo lota (lavados nasales con la jarrita especial) y eso me ayuda mucho a descongestionar. Lo hago con agua templada y agua con sal marina (1/2 cucharadita de moka en 200 ml más o menos) que no esté muy salada, ya que es contraproducente porque irrita. Se pueden hacer con jeringuilla, pero cuidando de no hacer presión porque si se está congestionado da un dolor de oídos que es peor.
Hago respiración consciente por ejemplo el 4-6-8 (respirar en 4, retener 6 y exhalar en 8 tiempos/segundos).
Sigo con las hierbas: perilla, el llantén para dormir y ahora añado artemisa annua. He hecho tinturas de perilla con DMSO (sabe a rayos) y con alcohol (sabe mejor) y me pongo gotas sublinguales. Aceite de Rosa Mosqueta y crema de Caléndula (sin perfumes) para la piel atópica.
Lo que más me molesta ahora son los ojos y los párpados, se me inflama todo con mucha facilidad. Este año probé con los colirios y gel recetado por el oftalmólogo. El colirio alivia pero el gel me dió alergia. Entonces probé a hacer lavado de ojos con mi orina y eso si me ha servido (aunque parece algo sucio, hay que recordar que recién recogida es estéril).
Tengo una máquina purificadora que pongo en la habitación un 2-3 horas por la tarde. No la pongo por la noche porque hace ruido.
Todas las primaveras son distintas, no sabemos cuándo acertamos en los tratamientos, porque es difícil saber cómo está de saturado el ambiente en sitios donde los niveles de polen no se miden cerca. Así que los días de viento me sigo escondiendo y pienso: “que se lleve lo malo y me traiga lo bueno”. Creo que me falta algo por hacer y es tratar lo emocional. ¡A ver cómo!
De pequeña con 12 años ya tenía "fiebre del heno" que le llamaban entonces (alergia a gramíneas), fui vacunada una vez sin mucho éxito eran los años 70. Pasada la adolescencia con unos 18 años se me pasó (una primavera me harté de no disfrutarla y me puse a oler campo). El caso es que con 40 años me volvió con bastante virulencia, fui a una alergóloga y las pruebas me dieron positivo a polen, sobretodo de parietaria, también de gramíneas, años más tarde también a piel de gato, polen de olivo, polvo de papel antiguo...
Los efectos: empiezan indiscutiblemente con picor de paladar, mocos, congestión... picores, lagrimeo, hasta cierto embotamiento y la única solución que me daba la alergóloga eran, antihistamínicos y vacunas pero sólo de un alérgeno. Hice 3 años de vacunas orales contra la parietaria de efectos más que nulos. Me cansé y decidí probar homeopatía, me ayudó a arreglar otras cosas pero no la alergia, además me confundí e intente dejar la medicación con lo cual me encontré con algo que yo no conocía y por sorpresa: una tos seca que yo achacaba a garganta seca por dormir respirando por la boca en realidad estaba denotando asma. Nunca en mi vida había tenido asma y me asusté.
Vuelta a la alergóloga: pruebas de capacidad pulmonar y recetas para el asma que se me presentaba tras 1 mes de alergia. Y el tratamiento ventolín y plumicort.
Mis pinitos para paliar la alergia y retrasar sus molestias más bestias han sido: dormir con mascarilla, ducharme y lavarme o mojarme el pelo con frecuencia, tener más cuidado los días de viento, también los de lluvia o cambios de tiempo. Tomar antihistamínico según los días (uso uno que se llama "flash" que hace efecto más rápido por lo que no hace falta tomar cada día). Así casi resignada empezó este año la primavera y pasó un mes en que todo empezó a saturase y tuve que empezar con el plumicort.
Hasta que leí un post de Josep Pàmies sobre la prohibición de la planta Perilla y me animé a probarla. Compré la mezcla de alergias que tiene Perilla, Malva, Ortiga y Siempreviva y hoja de Perilla, por la parte de la alergia y también Llantén por la parte del asma y Cardo mariano para desintoxicar un poco y por supuesto algo de Stevia para endulzar. Empezé a hacerme un litro de infusión con esta mezcla (alergias+extra de Perilla+Llantén+Tomillo+Cardo mariano+Stevia. *A veces hay unos saquitos de papel para infusiones en un supermercado que se llama "Aldi" que van muy bien para hacer estas mezclas) y a beberla durante el día (recién hecha al desayuno y a temperatura ambiente el resto, aunque a medida que hace calor se ha de guardar en la nevera o cambia de sabor).
Pasada la primera semana empezé a olvidar los "cleenex" poco a poco, en mes y medio casi no me acordaba de cogerlos, pude hacer la visita al invernadero sin una molestia, yo misma tengo jardín y es la primera primavera que puedo disfrutarlo sin "venganzas". Por precaución y por que los corticoides no se pueden dejar de golpe, estiré el tratamiento de plumicor hasta junio, pero el embotamiento, la piel atópica, el lagrimeo y picores habían desaparecido. Y el olfato, EL OLFATO en primavera había vuelto, hacía años que me olvidaba de ese sentido en primavera.
Sin embargo no escribo este testimonio hasta ahora (octubre) ya que por sorpresa en agosto una época totalmente inusual para mi alergia estacional me aparecen un montón de síntomas (sin asma por suerte). El tiempo está loco y nos volvemos locos plantas y personas. Comienzo con la Perilla y el preparado de Pàmies pero no es suficiente, así que sospecho que un resfriado lo está complicando todo (esto nos suele pasar a los alérgicos y la norma es moco/flema blanca alergia, moco/flema verde infección). Hay que hacer limpio. Y recurro al "Producto Censurado" (me es muy efectivo para catarro, pero estoy experimentando, no me atrevo a dar consejos a nadie sobre ello porque lo conozco poco, sin miedo pero con precaución hay mucha documentación en internet quizás demasiada). Una vez separados los temas resfriado y la alergia, el tratamiento de hierbas me vuelve a responder estupendamente, ahora y mientras haya un poco de parietaria desayuno una infusión de alergias algunas hierbas más que me gustan, tengo suficiente.
El año que viene empezaré antes con las infusiones a ver si podemos librarnos del asma también...
Hay plantas que tienen realmente un ciclo de polen muy corto como el olivo, otras que no acaban nunca como la parietaria.
Me llamo Mario y en el mes de abril del 2015 me detectaron 2 tumores grandes en el colon. Tras una colonoscopia me informaron de que eran malignos. En agosto del mismo año me intervinieron, la operación y el postoperatorio fueron un éxito. Tras realizarme un tac, me informaron que tenía metástasis difusa en hígado y pulmón, el oncólogo me comentó con mucha franqueza, que unas expectativas razonables eran aproximadamente unos 2 años de vida y si había suerte con la quimio, a lo mejor algo más de vida llegando a los 5 años en el mejor de los casos.
En mi caso me decidí a presentar batalla a la situación, lo primero que hice fue orarle a Jehová, pues soy testigo de Jehová, para contar con su guía y sabiduría, lo segundo fue investigar la problemática del cáncer por mi cuenta con la ayuda de internet y, lo tercero, acudí a mi médico naturista, aquí en Valencia, al que llegue con un montón de preguntas sobre el mejor tratamiento a seguir.
Entre las medidas a tomar, me recetó la Kalanchoe Daigremontania y entre la Kalanchoe y el tratamiento alternativo, en 2 meses y tras el primer tac que me realizaron para ver el progreso de la quimio, el oncólogo sé quedo alucinando: el nódulo más grande en uno de los pulmones había reducido de 18mm a 15mm, pero lo más asombroso era que había necrosado el núcleo, es decir, que había muerto y el nudillo del otro pulmón no presentaba actividad alguna, pero lo más asombroso según palabras del oncólogo era lo que había sucedido en el hígado, los 6 nódulos presentes habían reducido, el que menos, al 50% y el más grande que media 11mm había reducido a 4mm. Estoy muy feliz.
A continuación os detallo lo máximo posible todas las medidas que he tomado por si alguien se puede beneficiar: quimio, tratamiento de un médico naturista, dieta alcalina, fitoterapia para hígado pulmón y riñón y la kalanchoe.
Empiezo el día con un batido: una zanahoria pequeña, media remolacha, medio pepino, media manzana, una fresa, dos rodajas de jengibre, más una hoja de Kalanchoe Daigremontania de unos 30 gramos.
A parte este otro tratamiento:
Gotas esencia de diente de león, 20 gotas mañana, 20 gotas mediodía, 20 gotas por la noche.
Agua oxigenada neutra estabilizada, el primer día 3 gotas tres veces al día, el segundo día 4 gotas tres veces al día, el tercer día 5 gotas tres veces al día y así hasta las 16 gotas tres veces al día o hasta que toque la quimioterapia, como era mi caso, a partir de los 3 días de la quimio, comenzaba de nuevo en 3 gotas tres veces al día.
Dieta alcalina, introduciendo la dieta mediterránea a mediodía de forma alternativa, tomándome una cucharada de postre por las noches de bicarbonato disuelto en agua o cuando tomaba la dieta mediterránea, paella, arroz al horno, etc., tras la comida.
Fitoterapia para limpiar los filtros, riñón, hígado y pulmón, el intestino ya se limpia con el batido antes mencionado:
Para endulzar las infusiones: xilitol o azúcar de Abedul.
Fruta (entre horas), pan integral, fiambre (sólo ibérico). Las carnes elegidas para consumir proteínas: el pollo de la mejor calidad posible, el pescado: salmón, merluza y bacalao y algunas zonas del cerdo, ya que es carne blanca, como el lomo chuletero o de cinta o quijadas, nada de grasas, salvo la del jamón ibérico o la del fiambre ibérico.
He quitado totalmente el azúcar y para salar, la sal marina.
El agua que bebo es mineral, embotellada, pero tras imantarla en negativo, nunca en positivo, un período mínimo de 12 horas, para que me limpie.
Forma de cocinar: nunca fritos, horno sobre 140 grados y los guisos, siempre a fuego mínimo para no crear moléculas dañinas para el organismo, la plancha nunca a más de 110 grados.
El MMS lo conocí a través de Youtube con las charlas Andreas Kalcker, me interesó, aunque desde el principio desconfiaba de una solución tan "milagrosa". Viendo que no había ningún interés económico y que además pude ver una charla de Andreas con Josep Pàmies (que ya lo seguía) me terminé de convencer. La forma de prepararlo y cómo conseguir lo necesario me fue dado por un video de "Dña. Remedios Caseros" donde describía paso a paso cómo hacer el MMS y donde conseguir el Clorito y el ácido cítrico.
-información de revisión de publicación de 2023: El video al que se hace referencia ya no está disponible-
En este vídeo hace la mezcla del MMS al 28% junto con ácido cítrico al 50%. En una botella de agua de 50cl suelo echar el primer día 12 gotas de MMS (en ocho tomas una vez cada hora) y luego bajo a 8, ya que tengo comprobado que me da diarrea a los 4 o 5 días de tomarlo con 12 gotas. Lo tomo durante una semana o así, aunque desde el primer día ya estoy más que curado de la gripe (solo me quedan los típicos mocos). Así es cómo lo he estado utilizando desde 2013 cada vez que he pillado la gripe. Luego esta misma chica sacó otro video para rectificar la proporción porque había un pequeño error, y también cambia a mezclarlo con ácido clorhídrico. Yo sigo usando el ácido cítrico y la proporción del primer vídeo.
Desde que lo tomo no he tenido que echar mano al paracetamol o al ibuprofeno. Nunca he conseguido hacer el protocolo 1000 durante 21 días, como mucho dos semanas y con 8 gotas. Con el tiempo me di cuenta que el protocolo 1000 es con dos botellas de 50cl al día, yo no he pasado de una botella al día.
Tengo que decir que al principio, al ver que funcionaba tan bien (a la tercera o cuarta toma del primer día desaparece la fiebre y/o el pinchazo en la garganta) pensaba que podría ser un efecto placebo. "Me da igual, funciona", me decía. Pero hace un año o así empecé a notar que ya no funcionaba tan bien, hasta que llegó el día que tuve que echar mano del ibuprofeno y sus amigos. Me quede un poco confundido, pero luego me di cuenta que el Acido Cítrico había caducado hacía un año (aunque el tarro de clorito no venía con fecha de caducidad también lo cambié).
Lo curioso y lo que me sorprende es el efecto en mi cuerpo al poco (2 o 3 horas) de empezar a tomar el MMS, paso de un estado griposo (fiebre, dolor de garganta) a estar como el primer día que te despiertas y notas que ya te estás curando. Aunque después quedan las molestias de mocos, que siempre ocurre cuando se está acabando la fiebre... La sensación es increíble.
Os admiro por el valor y la tarea tan importante que hacéis al informar a todos de los beneficios del MMS.
Durante más de 30 años he padecido de diferentes alergias inicialmente debidas a la alimentacion, alergias al pelo del gato, al polvo y las gramínias. Empecé con picores en todo el cuerpo (pies, piernas, espalda, brazos, nariz, ojos...) y con los tratamientos del médico de la Seguridad Social (antihistamínicos en pastillas, cremas, sprays nasales...) La medicación me daba sueño, bajo rendimiento intelectual, aturdimiento general y la nariz con dificultades para respirar, tanto de día como de noche.
Pronto me pasé a la medicina alternativa y como que la alergia me condicionaba realmente la vida, durante muchos años fuí diferentes médicos homeópatas, tambien a naturópatas, acupuntores, etc.,etc. Con el tiempo, la constancia y mucho dinero, conseguí disminuirla, reduciéndola a la zona del paladar, nariz, garganta y ojos y también a unos eczemas que sorprendentemente me salían cada verano en los pies. La rinitis que me quedaba era importante, pues me provocaba crisis de días, continuaba sin poder respirar bien, especialmente por la noche, sentía un picor intenso en el paladar y en la entrada de la garganta, la cual me impedía dormir, aúnque por las noches utilizaba, el sistema de lotas de sal para hacer limpieza nasal.
En los últimos años pude avanzar un poco más con la homeopatía, la crisis empezaba con una intensidad brutal pero las podía controlar con los remedios. Aunque la alergia nunca desaparecía del todo, me habían desaparecido las molestias.
A principios de este año, consulté con mi médica el probar el MMS, junto con la homeopatía y como me animó, decidí hacerlo.
Conseguí el MMS en la versión CDS que consiste en dióxido de cloro en disolución, por eso la medida es en cm3 o mililitros y que este CDS está preparado con clorito sódico al 25% (50 ml.) y ácido cítrico al 50% (50 ml.) recogido el gas (dióxido de cloro) en 500 ml. de agua, esta disolución de dióxido de cloro en agua bien tapada y en nevera.
Empecé a tomarlo una noche que no podía dormir por una crisis de rinitis muy fuerte. Me levanté, cogí un jeringuilla de plástico (sin aguja), saqué de la nevera la botella de CDS y con el tubo de plástico de la jeringuilla extraje la cantidad de 1ml. Una vez obtuve la dosis mencionada, la mezclé en 300ml de agua de manantial (equivalente a la medida de una jarra de te llena hasta arriba). Tomé de la mezcla un sorbo o dos y me sorprendió porque noté la mejoría de inmediato. Durante la noche me volví a despertar y lo que hice fue repetir la operación: tomar un sorbo o dos de la jarra. Y así fui haciendo: cada vez que sentía molestias me tomaba un sorbo o dos del líquido. Si no notaba picor no tomaba nada. Cuando las molestias volvían, hacía la misma operación: un sorbito y hasta la siguiente vez. Durante el mes y un poco más que estuve tomándolo, siempre llevaba el líquido en una botella y la botella iba conmigo a todas partes. Fui tomándolo hasta que las molestias desaparecieron del todo.
El resultado ha sido más que fabuloso, casi como un milagro, pues hasta la fecha actual no la he vuelto a tener.
Mi agradecimiento a la Dolça Revolució y a toda la tarea de Josep Pàmies por dar a conocer el MMS, un producto del cual he podido comprobar su eficacia, pues me ha solucionado un sufrimiento muy molesto que me ha condicionado durante muchos años
Espero que sea de utilidad y ayude a muchas personas como me ha ayudado a mí.
Soy María Laura Sabatier. Tengo 57 (2016) años y vivo en Rosario, Rep. Argentina.
En agosto de 2009 hice una consulta médica por tos y dificultad al respirar. Se me diagnosticó una neumonía, pero al clínico se le ocurrió indicar una TAC (digo que se le ocurrió porque fue cuando ya me estaba retirando). Gracias a eso se detectó un pequeño nódulo pulmonar. En setiembre me hicieron una lobectomía (quitaron medio pulmón izq.) y resultó ser un adenocarcinoma. Me dijeron que había buen pronóstico, dado lo precoz del hallazgo. No me indicaron ningún tipo de tratamiento, sólo controles periódicos (TAC, análisis y examen clínico) que cumplí al pie de la letra.
No obstante, a fines de 2011 comencé a sentir una molestia en el brazo izquierdo. Pensando que podría ser algo circulatorio, consulté y me indicaron una ecografía. En síntesis: una extraña metástasis de partes blandas, o musculoesquelética. Cirugía, 4 ciclos de quimioterapia (8 aplicaciones) y 30 aplicaciones de rayos. La nueva biopsia nos dio una sorpresa: no era un cáncer sino dos en uno. Adenocarcinoma más cáncer de células neuroendocrinas. (grandes y pequeñas). NO hace falta que les diga que el panorama ya no era tan alentador. Es más, recientemente me jubilaron por invalidez, por enfermedad terminal (yo lo quise así, mi trabajo era sumamente estresante).
Todo el tratamiento concluyó en mayo de 2012. En ese momento decidí concurrir a la Fundación Salud, ubicada en provincia de Buenos Aires, dirigida por Stella Maris Maruso (Uds. la mencionan). Hice el Programa Avanzado de Recuperación y Apoyo (P.A.R.A.) que es una especie de "curso" de una semana, luego del cual me entregaron un plan de salud personalizado. Es difícil de explicar en pocas palabras, pero pueden obtener información en la web.
Allí me enseñaron diversas técnicas para trabajar con las emociones, me dieron herramientas para mejorar mi sistema inmune y también trabajar el plano espiritual, que aún hoy sigo aplicando cada día.
A eso le agregué un cambio en mi alimentación, no demasiado riguroso, pero tratando de alcalinizar. Disminuí la ingesta de carnes, harinas y azúcar refinada, aumenté frutas y verduras, agregué frutos secos, etc. Pero no eliminé totalmente la carne ni azúcar ni harinas, ya que me resultaba demasiado estresante.
Además, hago un tratamiento con un médico antroposófico. Me va dando algunas medicinas naturales según necesidad, pero específicamente para el cáncer me indica inyecciones de viscum album (extracto de muérdago). En este momento, hago un ciclo por año, pero antes fueron más, ya no recuerdo.
Tomé en algún momento una mezcla depurativa y también aloe vera con miel y alcohol.
Me interesó lo de las kalanchoe, ya que el riesgo sigue en pie, por eso me comuniqué con Uds.
Ya conseguí algunas semillitas, hoy mismo las plantaré.
Mi salud actual es extraordinaria. Diría que mejor que antes de enfermarme. Debo mi salud a estas personas que estuvieron cerca, sobre todo a la que me ayudó en el curso que hice. También me ayudaron sus libros. Estoy a su disposición por cualquier inquietud y les agradezco enormemente su atención.
Queremos compartir nuestra experiencia con todos aquellos interesados en la curación de un cáncer.
JULIO 2013: Unos síntomas de confusión aguda en nuestro padre (71 años) hacen que vayamos a urgencias. Allí se diagnostican claros síntomas de cáncer originados por el consumo excesivo del tabaco. Tras los análisis y pruebas, el diagnóstico es claro: Cáncer matriz de 3 cm en el pulmón izquierdo en fase de Estadio 4/Irreversible. Metástasis en la glándula suprarrenal izquierda y en el hemisferio cerebral izquierdo (3cm), que es el que provocaba los efectos más palpables de su atrofia motriz, incontinencia urinaria y pérdida del habla y entendimiento entre otros.
AGOSTO – OCTUBRE 2013: Se le realiza una radio-cirugía de 20 minutos en el cerebro que, con éxito, provoca la quemadura del tumor. Se detectan nuevas lesiones en huesos. En estos momentos seguía una medicación a base de corticoides. Posteriormente se extrae en una operación la metástasis suprarrenal con éxito y empiezan las sesiones de quimioterapia cada 21 días.
VERANO 2014: Nuestro padre ya no hace vida normal, totalmente dependiente de terceros y con claros síntomas de desmejoramiento físico y psíquico. Pérdida de reflejos, psico-motriz e ilusión. Por primera vez dice "no quiero comer".
OCTUBRE – DICIEMBRE 2014: Se decide eliminar el tratamiento de quimioterapia porque no hay mejoría de ningún tipo en el tumor y se decide hacer una pausa antes de comenzar otras sesiones con un medicamento diferente para las quimioterapias... paliativas. Físicamente desgastado, moralmente bajo y con la necesidad de ir siempre bajo los efectos del corticoide que le anulan la personalidad, nuestro padre más que vivir, subsiste a la espera de... no sabemos qué.
ENERO 2015: Visitamos la Dolça Revolució en Balaguer y escuchamos la experiencia de terceros con resultados increíbles. Allí se nos sugiere una dieta alcalina (nada de azúcar ni sal, todo integral, nada de carne roja. Sí estevia, carne blanca, un poco de vino tinto y pescado blanco) y baños de sal cada dos días (solo de pies ya que no tenemos bañera).
Durante todos estos meses de tratamiento mi padre ha estado tomando ininterrumpidamente:
A diario:
1- Un macerado de ACEITE DE OLIVA + MARIHUANA: 12 GOTAS AL DÍA (4 después de cada comida) que sustituyen a la perfección los corticoides y sin dejarle efectos secundarios ni el cuerpo hinchado.
2- KALANCHOE 80GR AL DÍA Y unos 30 gr ALOE VERA crudos en una ensalada.
3- Dos pastillas de Omega3
Durante un mes natural, alternábamos:
- Durante 10 días, 2 vasos de infusión de ARTEMISA (3/4 de cuchara sopera) + MUÉRDAGO (1/2 cuchara sopera)
-Durante 20 días, 1litro de infusión de ortiga + caléndula + milenrama (3/4 de cuchara sopera) + MUÉRDAGO (1/2 cuchara sopera)
FEB/MAR/ABR 2015: Desde la primera semana el color de la piel, las ganas de comer y la vitalidad aumentan. ¡¡¡La marihuana+aceite de oliva sustituye a los corticoides... y sin efectos secundarios!!!! Va desapareciendo lógicamente, la hinchazón en su cara y cuerpo. La dieta alcalina junto a las infusiones y el kalanchoe actúan milagrosamente, mejor dicho, naturalmente.
MAYO 2015: Los doctores NO DAN CRÉDITO a lo que ven. Las metástasis óseas se han calcificado. De hecho, antes controlaban el tumor con radiografías y ahora necesitarán PET y TAC para poder hacer seguimiento. La mancha del cerebro ha disminuido un 55% y no saben dar una respuesta. A todo esto, nuestro padre hace ejercicio diario, come con normalidad y sus reflejos mentales están a un 90% como antes de la enfermedad. Nos dan una nueva revisión ¡¡para finales de septiembre!! De revisiones quincenales a revisiones cada 16 semanas.
29 SEPTIEMBRE 2015: Tras la resonancia magnética y TAC pertinentes se observa que ¡¡las lesiones han cicatrizado!! y los doctores comentan que cabe la posibilidad de que se cure totalmente, los mismos que lo desahuciaban 11 meses antes. La lesión cerebral es a día de hoy una cicatriz y la pulmonar también.
Hasta diciembre 2015 mantendremos el mismo tratamiento. A partir de enero tomará lo mismo pero con dosis menores.
Estos son los hechos detallados cronológicamente del caso de nuestro padre. Estamos convencidos de que se han sumado varios factores: Amor, genética, intervención de la medicina tradicional y la dieta + los consejos de Dolça Revolució y su excelente equipo.
También estamos seguros que se podrían reducir sufrimientos, gastos y malos momentos si poseyéramos la información que ustedes proporcionan y que es eclipsada por el sistema médico-capitalista. Es por esto que queremos hacer este testimonio y hacer el desierto menos grande con nuestras predicaciones.
Los primeros fueron caros, pero el último costaba 60 dólares y duraba tres días solamente. El doctor me dijo que si ese no le quitaba la tos ya no sabia que darme. Fue ahí cuando una amiga me sugirió darle un jarabe de cebolla rallada con miel. Se coge una cebolla mediana bien triturada o rallada y se añaden dos o tres cucharadas de miel de buena calidad. Se deja una noche al sereno y a la mañana siguiente se cuela.
Se da como jarabe tres veces al dia, se guarda en la heladera (frigorífico) y sólo dura tres días. En esos tres días que le di al pequeño, obligado por supuesto, porque el jarabe no es nada agradable, se sanó. Y gracias a Dios hasta el día de hoy. Hice el tratamiento con mis otras dos hijas cuando empezaron las crisis de tos y no tuve que preocuparme más por ellas hasta el día de hoy. Descubrí que con la tos hay que esperar un poco solamente y jarabe de cebolla.
Espero que les sea de utilidad. Un saludo.
A los 7-8 años, cuando polinizaban los pinos, empecé a mostrar signos de alergia (picores en las piernas, brazos, ojos, me salían orzuelos, se me inflamaba la nariz por dentro y me costaba respirar). Durante varios años me hicieron las pruebas de asma y alergias, pero sólo salía un poquito de reacción al ciprés, que, según los médicos no era suficiente para los síntomas. Tuve este problema hasta los 20 años, unas temporadas peores que otras, y a partir de esta edad remitió casi por completo o solo aparecía algún síntoma cada 2 o 3 años. Igualmente, casi todo el año tenía algo de mucosidad y alguna pequeña molestia.
Ya me había olvidado hasta hará dos primaveras cuando un día en pleno bosque, recogiendo leña, noté como una picazón en la garganta que cada vez era más molesta. Al llegar a casa notaba los mismos síntomas de alergia que tenía de pequeño.
Esto coincidió con una prueba analítica que me había hecho hacía pocos días para revisar si con la nueva alimentación vegana que había empezado hacía un año me faltaba algo. Los análisis salieron más que perfectos, pero con los leucocitos altos, que indicaban que el sistema inmune estaba trabajando mucho debido a la alergia. La doctora sólo supo recomendarme que tomara antihistamínicos, que cambiara de casa, ya que es vieja y en un pueblo, y que sacara a mis cinco perros de casa. No hice caso a ninguna de sus recomendaciones y ataqué de forma muy diferente el problema. Fui a la herboristería para encontrar una mejor solución.
Primero empecé a beber de 2 a 3 litros diarios de zumo recién exprimido de naranjas y limones (a veces a partes iguales, otras con más naranja), sobre todo sin añadir azúcar. Esto para desintoxicar un poco la sangre y el sistema digestivo y así dejar trabajar un poquito mejor al sistema inmune. Para quien no sea vegano recomendaría eliminar leche y derivados, pues son conocidos por empeorar problemas de mucosidades y alergias. Después me preparaba un litro y medio de infusión que iba bebiendo durante el día, por la mañana después del zumo y por la noche después también de la otra mitad del zumo.
La infusión era de tres hierbas: Helicriso (depurativa), Equinácea (para el sistema inmune) y Ortiga seca.
A los tres días empecé a notar alivio pero seguí con el tratamiento una semana y media, más o menos, y el problema remitió de golpe.
No sé si sería un brote puntual pero quien tenga alergia puede probarlo, ya que seguro que será menos malo que los antihistamínicos.
Julio 2013
Me llamo Marta y vivo en Ponferrada, en el Bierzo, y quiero compartir el caso de mi marido. Hace un año (2011) tuvo un cáncer de pulmón, con un tumor de 9 centímetros de extensión y con 5 metástasis en la pleura intercostal. Esta situación hacía inútil la cirugía porque la pleura no se opera. Le dieron quimioterapia muy fuerte. Mientras, yo me documenté cómo lo podía ayudar con plantas y le di hojas de graviola que me las mandaba una conocida desde Brasil. También le di aloe vera y unos batidos con limón, miel y perejil.
A los tres ciclos de quimio, junto con las plantas y los batidos, le hicieron una resonancia y el tumor se había reducido de 9 cm a 0,5 cm. Lo más impresionante es que la metástasis en la pleura se había curado. Ahora está perfectamente. No puedo decir que la quimio no actuase, pero tengo la convicción de que la graviola hizo la curación; es más, la pleura es casi imposible que se cure con quimio y fue espectacular. Los médicos estaban muy sorprendidos.
Los detalles del tratamiento son los siguientes:
La graviola se la tomaba en cápsulas. Le daba una dosis diaria de 1.200mg que es la máxima recomendada, pero es que nuestro caso era muy grave. La dosis mínima es de 600 mg al día. La tomó 3 meses a diario, la primera toma por la mañana en ayunas y la segunda a media tarde, a poder ser con el estómago vacío y media hora antes de comer, así el organismo la absorbe mejor.
Además de la graviola le di aloe vera preparada como sigue: Se seleccionan dos hojas grandes o tres más pequeñas de aloe, se lavan, se les quitan las púas de alrededor y se trituran con la batidora. A este batido se añade medio kilo de miel (mejor que no sea industrial) y 4-5 cucharadas soperas de aguardiente, coñac u otro licor. Este preparado se guarda en un tarro de cristal tapado y en un sitio fresco que no le dé la luz (puede ser en la nevera). Se toma una cuchara sopera en ayunas y una media hora antes de cada comida, hasta finalizar el preparado. Si se quiere repetir hay que descansar diez días antes de volver a tomarlo. Para sucesivas tomas hay que esperar 6 meses. Se puede tomar aunque no se tenga ninguna patología, está muy rica.
En cuanto a los batidos, se los daba cuando no estaba tomando el aloe, pero se puede tomar a la par una con la otra. Se prepara así: Se licua o se bate (yo lo batía) una hoja entera de apio fresco (el tallo y las hojas) junto con 4 ramitas de perejil, medio zumo de limón y 1 cucharada sopera de miel. Este batido se puede tomar en ayunas el tiempo que uno quiera.
He comentado que la graviola me la mandaba una amiga desde Brasil. Aquí no se conoce esta planta y si se pide en la farmacia lo que te dan es extracto de la fruta, que es parecida a la chirimoya blanca. El polvo de las cápsulas es blanco y en las que me mandaba mi amiga del Brasil es verde, del color de la hoja. De hecho lo que cura es una sustancia que se llama acetogenina, que es lo que se usa en la quimio, solo que en estas hojas es natural y no daña a las células sanas, mientras que en la quimio se ataca a las células enfermas y a las sanas. De ahí el gran deterioro físico. Resulta que la mayor concentración de acetoninas está en las hojas de la graviola. En su fruto también hay, pero en mucha menos cantidad. Es muy conveniente tomar graviola con cualquier tratamiento médico que se esté tomando y, por supuesto, con la radio o la quimioterapia. La graviola no tiene ningún efecto secundario, ni ninguna incompatibilidad.
Otra cosa interesante de comentar es que hubo un premio nobel que ya dijo que a la industria farmacéutica no le interesa que sanemos. Y es que en un cuerpo hay dos estados, uno es el ácido y el otro el alcalino y deberíamos tener siempre una alcalinidad alrededor de 7,4 aproximadamente, ya que es el estado ideal para no enfermar. Este premio nobel descubrió que las células cancerígenas solo proliferan en un organismo ácido, no alcalino. Uno mismo puede saber a diario su estado. Hay unas tiras de papel en las farmacias que en contacto con la saliva, y según el color que coge, te dice si estás en estado más alcalino o más ácido. La forma de controlar este estado es a través de la alimentación. Casi siempre se está más ácido que alcalino y la acidez es el terreno de cultivo ideal para las enfermedades.
Un cordial saludo.
La historia de mi amigo (fumador de 2 paquetes/día) empieza en agosto de 2013. Después de días de fiebres nocturnas de hasta 40º, que fueron tratadas con potentes antibióticos, se le declara una disfagia (mucha dificultad para tragar sólidos). A los 10 días y 7 kg menos le hacen un TAC (4/10/13) y detectan varios nódulos sospechosos de 1 cm junto a la aorta, la tráquea y uno en el pulmón izquierdo de 0,7 cm. Para conservar el trabajo, puesto que es extranjero, mi amigo pidió el alta y, sin recetarle ninguna medicación, le programaron otro TAC para dentro de dos meses, "para ver si se hacen más grandes o se quedan igual...", le dijeron.
A partir del 16/10/13 inician el siguiente tratamiento alternativo:
1º- MMS: 3 gotas por la mañana, a mediodía y por la noche, 1/2 hora después de comer. Un total de 9 al día durante 2 meses. Lo tomaba mezclado con un vaso de agua.
2º- Preparado de hierbas para el cáncer: ortiga + calèndula + milenrama + galio (+ estevia para endulzar). Se preparaba 1,5 litros para ir bebiendo durado el día. Se lo llevaba a trabajar.
3º- Kalanchoe: 3 trocitos de hoja, la medida de una tarjeta de crédito, en las tres comidas del día (unos 30gr./día)
4º- Magnesio: como complemento alimentario, 1 cucharada al día en zumos o infusiones.
5º -Dieta alcalina, sin azúcares, sin leches...
6º- Extracto concentrado de Cannabis Indica (tipo Rick Simpson): 5 gotas al día para ir a dormir.
7º -Miel con canela (1:1). Una cucharadita al día salivándola bien. Se hace una mezcla a partes iguales de miel y canela en un potecito de vidrio y se toma como un caramelo, es decir, que no se tiene que tragar enseguida.
El extracto del aceite de cannabis tipo Rick Simpson se hace de la siguiente manera:
1- A 100 gr. de cogollos de cannabis Indica, en un bote grande de vidrio con tapa, se añade 1 litro de alcohol alimentario de 96º y se deja macerar durando varías semanas, mezclándolo de vez en cuando.
2- Se cuela la maceració con filtros de papel (tipo "melitta") y en una olla grande se calienta la mezcla a fuego muy lento durante unas 3 o 4 horas. Es muy importante hacerlo con vitrocerámica y ventilar muy bien porque HAY RIESGO DE EXPLOSIÓN por la acumulación del gas. Se deja que se vaya evaporando el alcohol hasta que el litro inicial se reduce a unos 100 cl. (1/10 parte) o menos. Rick Simpson todavía reduce más la mezcla haciendo evaporar por completo el alcohol, pero es mejor que no quede tan espeso porque es más fácil de dosificar.
3- El aceite resultante se pone en potecitos con dosificadores de goteo (30 cl.). Por cada 100 gr. de cannabis salen unos 3 o 4 potecitos.
Mi amigo durante dos meses tomó 1 potecito entero de aceite (equivale a unos 30 gr. de cogollos) en tomas de 5 o 6 gotas cada noche.
Al segundo día de este tratamiento completo ya pudo ingerir sólidos y a la semana se encontraba muy recuperado, a pesar de no dejar de fumar (redujo a 1/2 paquete al día).
Al cabo de poco más de 2 meses (07/01/14) le hicieron el TAC que tenía programado y en la visita para conocer los resultados (10/01/14), el médico, al abrir las imágenes en el ordenador, exclamó: "me parece que me he equivocado de paciente, aquí no hay nada....anda, pues no, no me he equivocado,no....pero cómo que no hay nada!!". Incluso hizo entrar a dos colegas para que se lo miraran... nada de nada. "¿...y no le has recetado ningun medicamento?", le preguntaba uno al otro. Él no dijo nada de lo que había tomado durante estos dos meses por miedo a perde su derecho a futuros análisis.
Según dice mi amigo, los efectos secundarios de todo lo que ha tomado durante estos dos meses son: dormir como un tronco y despertarse con hambre de lobo. Ha recuperado los 10 kg. que perdió y dice que respira mucho mejor; incluso, me decía entre risas, se le había despertado el deseo sexual. Se tiene que decir que él, en todo momento, creyó que todo aquello que se tomaba le funcionaba.
Es cierto que no tenemos pruebas de que los nódulos fueran malignos, pero creo sinceramente que el hecho de dar una oportunidad a terapias alternativas y cambios de hábitos, le han salvado la vida.
Yo tengo alergia ambiental, al polvo, ácaros, pelos de gatos... Cuando estaba en sitios que llevaban tiempo sin abrirse y muy cargados de humedad comenzaba me proceso alérgico: Estornudos, picazón, ojos hinchados y llorosos, así como momentos de falta de aire, asfixia... Al ir por ejemplo a casa de mi madre, que tiene una gata, el tiempo máximo que podía estar eran dos horas, porque me empezaban todos los síntomas y tenía que salir de la casa para poder respirar aire, ya que me ahogaba cada vez más en la casa además de comenzar todos los efectos de la alergia.
Al mes de comenzar a tomarme la mezcla de hierbas para la alergia (Perilla+Malva+Ortiga+Siempreviva) comencé a notar los efectos. Me tomaba tres infusiones diarias. Lo noté cuando pude hacer la limpieza de un aparato eléctrico que estaba lleno de humedad y que llevaba mucho tiempo guardado y sin utilizarlo. Pude limpiarlo sin ningún tipo de problema, esto antes era imposible. También al ir a casa de mi madre noté que todos los síntomas que me asaltaban cuando llevaba allí un tiempo, desaparecieron. Pude estar 4 horas sin ningún tipo de problema.
Actualmente no me las estoy tomando. El verano siempre me ha sentado bien para el tema de mi alergia y, vista mi recuperación y lo bien que me encuentro, he decidido suspenderlas hasta que comience el invierno y prologarlas durante la primavera, puesto que donde vivo es bastante húmedo.
Agosto 2014
Testimonio de mejoría del asma y la alergia con mezcla de hierbas para el asma.
Mi madre tiene 92, ha sufrido de alergia y asma toda su vida, empeorando aún más en los últimos años. Por medio de unos amigos conocimos a Tania, nos habló de Dulce Revolución y de cómo funcionaba.
Nos aconsejó una mezcla de hierbas para el asma y que durante unos días triturásemos ajo y cebolla y lo repartiésemos en platos por la casa. El olor era insufrible pero mi madre respiraba mucho mejor. La mezcla de hierbas es: Tomillo, Llantén, Perilla y Estevia.
Mi madre se toma sus infusiones regularmente, a pesar de sus 92 años, eso no se le olvida ni un solo día. Se toma una infusión diaria, como mucho dos los días que ha estado con gripe. Lo toma durante tres semanas y descansa la siguiente. El año pasado no tuvo alergia en todo el año, dice que no recuerda un año tan bueno, respecto al asma. Dejó su medicación y el dichoso aerosol a los 4 días de empezar con la infusión. No ha vuelto a necesitarlo.
Su sistema respiratorio está mucho mejor y llevamos más de un año sin ir al médico por este motivo.
Respecto a la alergia, parece que es un efecto colateral, que una de las plantas de la infusión es un antiestamínico natural, nosotras en cualquier caso estamos encantadas.
Abril 2014
Estos ataques se han ido sucediendo de forma repetitiva intensificándose en primavera pero también en verano y en cierta medida en invierno y otoño. Siempre me había negado a ir al médico por esta causa, pues no quería que me recetaran cortisonas y otros medicamentos que podrían hacer bueno aquello de que “es peor el remedio que la enfermedad”.
A través de la Dulce Revolución conocí, cultivé y consumí de forma diaria la Estevia, pero no me gusta su gusto sola, en cambio me resultaba muy agradable mezclada con té verde, rojo o con té de roca. Ahora hace un año lo probé con la Perilla por sus cualidades antihistamínicas y pensé que podría ir bien para la alergia persistente y además junto con la Estevia tiene un gusto muy bueno, que lo comparo con la coca-cola, muy refrescante y tonificador. La sorpresa fue que después del primer día de tomar la infusión ya noté un cambio radical. Los ataques de alergia se habían reducido a un par de estornudos al levantarme. Fue radical y por lo tanto no he dejado de tomar desde entonces. Después de un año, tengo que decir que si bien no se ha erradicado del todo la alergia, y esta primavera he notado una cierta pequeña intensificación de estornudos y mocos, no es nada comparable con la situación anterior, ahora puedo vivir.
En resumen mi experiencia personal con la Perilla contra la alergia ha sido muy positiva y por eso pienso que también podría ayudar a otras personas afectadas por alergias. En cuanto a la preparación, en 1 litro largo de agua le añado una cucharada sopera entre rasa y colmada de hoja de Estevia seca y una cucharada sopera de Perilla hasta que hierve durante 5 segundos y entonces apago el fuego. Lo dejo enfriar y tomo un vaso por la mañana en ayunas y otro a la tarde. Lo guardo en lugar fresco o a la nevera cuando la temperatura sube de los 20 grados y así puede durar hasta 2 días.
Mi hija Silvia tiene alergia a la naranja, al polen de las plantas salvajes, a los gatos, al colorante E-120 (imagino que será alérgica a la cochinilla, ya que eso es este colorante) y también al aloe vera, a la amoxicilina y a la lactosa. Desde que nació, su mucosidad era una constante en su vida. Al principio le diagnosticaban resfriados y tomaba un antibiótico, con lo cual empeoraba, le volvían a recetar otro y hasta 3 seguidos, junto con corticoides. Con el tiempo me propusieron operarla y ponerle una cánula en el oído para controlar el exceso de mucosidad, pues tenía mucho dolor por la otitis y sinusitis y no podía ni dormir tranquila.
Las pruebas de alergia siempre pasaban a un segundo plano porque me decían que los niños daban falsos positivos y falsos negativos. Estaba triste y desesperada hasta que un alergólogo me dijo que “el mejor alergólogo de tu hija vas a ser tú, como madre”. Mi marido y yo empezamos apuntar todo lo que comía y observábamos su reacción. No fue nada fácil, pero tras varios años fuimos descartando cosas y mejoró. La medicación que tomaba este último año eran dos pastillas al día para la alergia (Azomyr bucodispersable y Singulare) y mucolíticos. Decidí probar también con Pollens de Boirón, pero de ninguna forma bajaba de sus 6 o 7 paquetes de pañuelos al día, y eso cuando no se complicaba con otitis o sinusitis.
Un amigo de mi marido nos enseñó el vídeo de José Pamies de “Plantas prohibidas, plantas curativas” y me apasionó su labor y nos decidimos a probar con las plantas. El resultado ha sido fantástico, es como algo que te hace un bien casi en el acto. Silvia se levantaba por la mañana con su enorme mucosidad y en ayunas tomaba su infusión de Malva, Perilla, Ortiga y Siempreviva "Helichrisium" y en cuestión de una hora ya no había mocos. Su calidad de vida ha mejorado, descansa, duerme, su estado de cansancio y nerviosismo ha desaparecido... lo cual ha hecho que recupere defensas, aunque su punto débil sigue siendo la sinusitis (este año, sin embargo, solo ha pasado dos). Así que estoy muy contenta. Acabada la polinización, a partir de finales de junio, no está tomando nada de medicación, evidentemente no come nada de lo que sabemos que le provoca alergia, pero si algo tiene trazas y no lo hemos controlado, toma en ayunas su infusión y hasta que mejora y se recupera en 3 o 4 días.
Me encantaría compartir mi experiencia porque seguro que sirve de consuelo a muchas personas.
Septiembre 2013
Queremos dar testimonio de curación de un caso grave de alergia y anisakis.
Mi pareja ha estado toda la vida con problemas de piel, alergias, asma alérgica y dermatitis atópica. Siempre comprando cremas carísimas de farmacia para poder mantener la piel hidratada, ésta se le secaba y descamaba todo el tiempo y le daba muchos picores.
Pero esto se agravó, aún más, hace un par de años cuando comió un pescado en mal estado y cogió el anisakis. Le reaccionó muy violentamente. Se le hinchó todo el cuerpo, le supuraba la piel y tenía picores insoportables. Ingresó varias veces en urgencias y allí le inyectaban cortisona para calmarle. No había podido volver a probar pescado en estos dos años. Incluso si algún cubierto había estado en contacto con pescado y no estaba bien limpio, le daba reacción. Además, le han estado dando vacunas al precio de 240€ cada una y 4 o 5 al año. En vez de curarse, se le desarrollaron más alergias, a la humedad, al huevo.... era una pesadilla.
Vimos el vídeo de "plantas prohibidas, plantas que curan" y decidimos ir a buscar la Perilla a Balaguer. Ha estado comiendo un par de hojas diarias desde mayo y, poco a poco, la piel ha ido mejorando. Ha dejado las vacunas y el inhalador del asma totalmente.
En julio ya empezó a probar pescado, siempre tomando antes o después una hojita de Perilla. Ahora ya come marisco, rabas, pulpo, de todo. Ya ni siquiera le produce reacción.
Iñigo está curado y tiene la piel como nunca, incluso mejor que antes de coger el anisakis, ni dermatitis atópica, ni nada. No nos lo creíamos, pero ahí esta la evidencia.
Duerme mucho mejor, ya no se rasca, no hay picores y ha mejorado su calidad de vida increíblemente. El médico le había dicho que tendría anisakis para siempre y se enfadó cuando anuló las citas para las vacunas. No quiso saber nada de la planta que le había curado. Qué pena.
Septiembre 2012
Hace más de dos años me diagnosticaron asma relacionada con alguna alergia y me recetaron un medicamento con cortisona. Lo tomé durante algunos meses, pero la tos y la mucosidad no se aliviaron mucho. Dejé el medicamento y empecé a tomar la Perilla. Durante dos meses estuve tomando dos infusiones diarias: una a media mañana, después de desayunar, y otra después de comer o de cenar, dependiendo del día. La cantidad de planta era una cucharada sopera en un cuarto de litro de agua para las dos infusiones diarias. Quedaba un poco fuerte, así que lo endulzaba con miel.
Desde que empecé a tomar la Perilla no he vuelto a utilizar el medicamento. A esto debo añadir que intento seguir una alimentación con muy poca carne, pescado y leche y más verduras y fruta (y si puedo conseguirla ecológica mejor).
Ya hace unos 7 meses que no tengo ataques de tos, aunque sigo teniendo un poco de mucosidad. Espero que esto pueda servir de ayuda para otras personas.
Marzo 2013
Quiero contar como me curé del asma, hace ya más de 1 año.
Una buena mañana, hace unos 10 años, me desperté con pitidos y dificultad al respirar. Me asusté y fui al hospital, allí me pusieron aerosoles y me diagnosticaron asma, principalmente a causa de alergia, según revelaron las pruebas, a los ácaros, algún tipo de polen, pelo de gato y algo al pelo de perro. El caso es que en esos años siempre tuve que tener a mano el ventolín, ya que normalmente sobre las 6 de la mañana me daba algún ataque y también si soltaba alguna carcajada.... nunca fue un asunto grave como para asfixiarme, pero sí una molestia grande.
El caso es que un buen día descubrí un vídeo de Josep Pàmies en youtube y fue el inicio de mi despertar. Empecé a interesarme por las plantas medicinales. Mas tarde vi que para el asma recomendaban una mezcla, LLANTÉN+TOMILLO+ESTEVIA. Hice un pedido de esas plantas y de algunas más. El Tomillo al ser mas común lo compré en un supermercado. Las mezclé y empecé a tomar 2 infusiones al día.
Pues bien, tengo que decir que en la época en que me animé a empezar con la infusión, los ataques de asma eran continuos, cada 2 o 3 horas, agravado creo yo porque ese verano estaba con una chica que tenía un gato y por eso creo yo que el problema del asma se incrementó. El caso es que al segundo o tercer día de tomar las infusiones ya no necesité más el ventolín y eso que no cambié ningún otro mal hábito, bueno sí, el café con leche de las mañanas lo sustituí por una de estas infusiones. Seguí tomándolas durante unos dos meses y después de ese tiempo no las volví a tomar. Hasta el día de hoy no he vuelto a saber lo que era el asma ni el ventolín.
Diciembre 2013
He sido asmático desde los 9 años (tengo 52). Me he estado medicando casi toda la vida contra el asma sin resolver el problema. Cualquier cosa me provocaba una crisis de asma. Reírme, correr, un susto o incluso darme cuenta por la calle que me había olvidado el Ventolín. En el 2001 empecé un tratamiento diario con Seretide, Aerius y un antiestamínico. Pasé de estar casi siempre resfriado y ahogarme por cualquier cosa a poder correr más de una hora respirando como nunca había respirado. Todo parecía ir bien, creía haber solucionado definitivamente el asma. Eso sí, sin parar de tomar cortisona cada día...
Hace dos años tuve un desgarro de la retina en el ojo izquierdo y prácticamente perdí la visión. Ahora, después de tres operaciones he recuperado 2/10 de visión aunque veo bastante distorsionado. Siempre pensé que había una relación entre haber tomado cortisona durante 10 años y el desgarro de la retina. El oftalmólogo me dice que no, pero el neumólogo cuando se lo expliqué me cambió toda la medicación y me dejó entender que algo podría tener que ver (aunque todo un poco impreciso).
Justo antes de la primera operación del ojo, el anestesista me comentó que haría bien dejando toda « esa porquería para el asma », como él la llamó. Luego me explicó que su hijo también tuvo asma y que los neumólogos, en su opinión, estaban dando una medicación muy agresiva y que no curaban el asma, únicamente la cronificaban.
Eso fue hace un poco más de dos años y ese mismo día dejé toda la medicación del asma. A partir de ese momento cada mañana tomo 3 o 4 ajos cortados picados con un vaso de agua. Desde hace un año también tomo agua de mar diluida (mas o menos 125 cm3, la mitad de un vaso grande), y si puedo tomo otro vaso al mediodía y un tercero por la tarde. Digamos que unos 375 o 400 cm3 al día. Vivo en el sur de Francia. El agua de mar la vamos a buscar en la costa rocosa y la utilizamos también para cocinar.
No he vuelto a tener asma nunca, ni siquiera los pitidos típicos de la respiración, sobretodo al acostarse. Tampoco me he vuelto a resfriar. No sé si son los ajos o el agua de mar o las dos cosas, pero me encuentro muy bien. Nunca salía de casa sin un Ventolín en el bolsillo y uno o dos más en el coche por si acaso. Ahora ya hace tiempo que ni los llevo.
Agradezco vuestra labor y espero que pueda servir de ayuda a otras personas.
Febrero 2013
El tratamiento siempre eran los antibióticos.
A raíz de ver la evolución de la dermatitis de mi hija menor, llevé a la mayor a la homeópata. Tomó unos medicamentos naturales y con unas sesiones de Biorresonancia Magnética le borraron toda la información de las vacunas hasta el momento.
Mi hija nunca más ha tenido neumonía ni ninguna enfermedad más. A todo esto comenzamos a incorporar alimentación ecológica y a salirnos de los ritmos estresantes de la gran ciudad y ningún problema más.
Espero que mi testimonio les sirva de ayuda.
Soy Dinamizadora del Banco del Tiempo La Bordeta, en Lleida.